Ya sea que quieras tomar una ducha rápida porque estás apurada, porque te están esperando o porque quieres ahorrar agua, puedes hacer un par de cosas para ahorrar tiempo. Ten todo lo que necesitas primero para que no pierdas tiempo y haz todo lo que puedas fuera de la ducha, como lavarte el rostro. Luego, concéntrate en las partes más sucias, avanzando desde arriba hacia abajo. Si no tienes tiempo y no puedes bañarte, usa algunos trucos como aplicarte un champú seco y una loción de buen aroma.

Método 1
Método 1 de 3:
Acelerar el proceso antes de meterte a la ducha

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    Asegúrate de tener todo lo necesario antes de meterte a la ducha. Toma tu toalla y ponla en el estante cerca de la ducha. Si debes recoger tu cabello mientras te duchas, saca una liga también y toma una nueva barra de jabón del armario si estás afuera de la ducha.[1]
    • Si tienes que entrar y salir de la ducha, te vas a demorar más tiempo.
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    Desenrédate el cabello antes de meterte a la ducha. Pasa un cepillo o peine rápidamente por tu cabello antes de mojarlo. Empieza en las puntas y avanza hacia el cuero cabelludo. Si te cuesta pasarlo por tu cabello, rocíalo con una botella en espray para humedecerlo, lo cual facilitará el desenredo.[2]
    • El cabello enredado es más difícil de lavar con champú. Además, se te caerá más el cabello si no te lo cepillas.
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    Lávate el rostro cuando salgas de la ducha. Haz lo más que puedas fuera de la ducha para limitar tu tiempo. Lávate el rostro en el lavabo antes de meterte en la ducha o cuando salgas.[3]
    • Además, si te lavas el rostro en el lavabo, puedes terminar con un chorro de agua fría, lo cual le ayudará a tu piel.
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    Usa agua tibia para que salgas rápido. Si el agua es agradable y caliente, querrás quedarte más tiempo ahí. Si bajas un poco la temperatura, querrás salir lo más rápido posible.[4]
    • Además, ahorrarás más agua caliente para los demás de la casa.
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    Configura una alarma para que suene en 5 minutos con el fin de recordar que debes apurarte. Configura la alarma en tu celular o en un reloj despertador en una habitación cercana. Luego, métete rápido a la ducha. ¡Esto hará que te apures y le ganes al reloj![5]
    • Como alternativa, puedes poner una lista de reproducción de 2 o 3 canciones que duren 5 a 6 minutos en total. Sabrás que debes salir cuando terminen las canciones.

Método 2
Método 2 de 3:
Reducir tu tiempo en la ducha

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    Usa menos productos para ahorrar tiempo. Si tienes que usar diferentes productos en el rostro, cuerpo y 2 en el cabello, ¡te vas a demorar más tiempo! Opta por un champú y acondicionador 2 en 1 para que solo tengas que lavarte el cabello una vez, y luego usa un jabón en barra o jabón líquido para el resto de tu cuerpo.[6]
    • Si usas un acondicionador aparte, solo aplícatelo y enjuágate. No es necesario que lo dejes reposar en tu cabello. La mayoría de los acondicionadores funcionan casi al instante.[7]
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    No te laves el cabello si ya lo has hecho hace uno o dos días. En realidad, solo debes lavarte el cabello dos veces por semana, a menos que se ponga grasoso. Si debes tomar una ducha rápida, podrías omitir esta parte de vez en cuando.[8]
    • Para evitar que tu cabello se moje demasiado, ponte una gorra de baño o hazte un moño.
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    Empieza a enjabonarte en cuanto te metas a la ducha. Mójate el cuerpo y enjabónate de inmediato. No te quedes disfrutando del agua. Si bien es agradable, estarás perdiendo tiempo que podrías usar para limpiarte. Empieza con el champú si vas a lavarte el cabello.
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    Lávate primero el cabello o la parte superior del cuerpo y ve avanzando hacia abajo. De esta manera, el flujo de agua enjuagará el jabón hacia las partes que todavía no hayas lavado. Si comienzas con los pies, terminarán enjabonados de nuevo cuando te laves la parte superior del cuerpo.[9]
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    Concéntrate solo en las partes malolientes y sucias cuando te enjabones el cuerpo. Si no tienes mucho tiempo para ducharte, esto puede agilizar el proceso. Cuando te enjabones, frótate el rostro, las axilas, la ingle, las nalgas y los pies. Cuando te enjuagues estas áreas, frótate rápidamente los brazos y las piernas con agua para asegurarte de que no quede nada de suciedad ahí.[10]
    • Sin embargo, asegúrate de exfoliarte bien las partes sucias, aunque lo hagas rápido.
    • ¡Solo asegúrate de exfoliarte debajo de los brazos y las piernas la próxima vez que te metas en la ducha!
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    Limita el tiempo que dejes corriendo el agua al cerrar el grifo mientras te enjabones. Si tu principal objetivo es ahorrar agua caliente, entonces esta podría ser la mejor opción para ti. Abre el grifo de la ducha el tiempo suficiente para mojarte el cabello y el cuerpo. Cierra el grifo. Aplícate el champú en el cabello y masajéatelo. Enjabónate el cuerpo también, concentrándote en especial en las partes malolientes como las axilas, la ingle y los pies. Luego, vuelve a abrir el grifo y enjuágate por completo.[11]
    • Una vez que te hayas enjuagado rápido, vuelve a cerrar el grifo.

Método 3
Método 3 de 3:
Sustituir la ducha cuando no tengas tiempo

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    Frótate rápidamente con toallitas húmedas para sacar parte de la suciedad. Pasa las toallitas por el rostro y luego por las axilas. Después, por tus brazos y piernas rápidamente. Usa toallitas desechables para las nalgas y luego usa una diferente para el área de la ingle. Frótate los pies con una toallita limpia para terminar.[12]
    • Recuerda que siempre debes limpiar las partes privadas desde adelante hacia atrás.
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    Utiliza desodorante y otros perfumes para ocultar cualquier mal olor. Ponte desodorante y luego rápidamente una loción corporal de buen aroma. La loción hará que tu piel se vea mejor y que te sientas mejor. Después de eso, échate un poco de tu perfume o espray corporal favorito para ocultar cualquier olor persistente.[13]
    • No te pongas demasiado perfume, pues esto puede ser casi igual de terrible.
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    Usa un champú seco si no tienes tiempo para lavarte el cabello. Sostén el champú a 5 o 6 cm (2 o 3 pulgadas) de la cabeza, con dirección hacia tu cuero cabelludo. Échatelo, cubriendo las raíces ligeramente. Deja que funcione su magia mientras te alistas o haces otra cosa. Después, puedes masajearte con los dedos y cepillarte.[14]
    • Los champús secos absorben el aceite y hacen que el cabello huela mejor.

Consejos

  • Si tu ducha se demora un poco en calentarse, avanza con cualquier parte de tu rutina matutina mientras se caliente.
  • A menos que huelas muy mal (¡pregúntales a tus padres!), debería estar bien que te duches cada dos días. Si te duchas con mucha frecuencia, tu piel puede resecarse, lo cual hará que te pique. Sin embargo, ¡debes ducharte después de correr y sudar mucho![15]

Advertencias

  • Si debes rasurarte, no lo hagas muy rápido, pues no querrás cortarte.

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