¿Estás pasando por una semana estresante? Las duchas pueden ser tan relajantes como los baños. Lo mejor de todo, no tienes que esperar a que la bañera se llene con agua. Hay muchas cosas que puedes hacer para que tu experiencia en la ducha sea más relajante. Este artículo te dará unos cuantos consejos e ideas.

Método 1
Método 1 de 3:
Crear la atmósfera

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    Pon un poco de música suave y relajante.[1] Enciende la radio o conecta tu reproductor de música portátil a unos parlantes. Puedes poner cualquier tipo de música que te parezca relajante. Si no puedes pensar en nada, aquí hay algunas sugerencias:
    • zen;
    • jazz;
    • clásica;
    • piezas instrumentales, especialmente piano;
    • sonidos de la naturaleza, como lluvia, riachuelos y cantos de ave.
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    Apaga las luces y enciende unas velas en su lugar.[2] Las luces brillantes del baño a menudo son llamativas. Si tienes un dolor de cabeza, pueden hacerte sentir aun peor. Las velas tienen un brillo suave y pueden darle a tu baño un ambiente más tranquilo y relajante. Mantenlas en el tocador del baño, donde no se caerán.
    • Si te preocupa usar velas reales, considera usar velas operadas a baterías en su lugar. Muchas de las velas más nuevas tienen un brillo naranja suave y parpadeante, justo como una vela real. Algunas incluso vienen con aroma.
    • También puedes considerar conseguir una lámpara de sal de Himalaya. Algunas pueden enchufarse mientras que otras requieren una vela. Tienen un brillo muy suave y pueden ayudar a purificar el aire.[3]
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    Trata de colgar un poco de lavanda en la regadera. Ata un poco de lavanda en un manojo con un pedazo de cordel. Añade un asa al final del manojo y cuélgalo de la regadera. El calor y el vapor de la ducha ayudarán a que la lavanda libere su maravilloso aroma calmante.[4]
    • Muchas personas también encuentran relajantes y refrescantes tanto al eucalipto como al limoncillo.
    • También puedes llenar una botella difusora con aceites esenciales y dejarla cerca de la ducha.
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    Trata de añadir algunas plantas vivas. No solo le dará a tu baño un toque de color, sino que también podría ayudar a que parezca más sereno y relajante. Elige plantas a las que les guste mucha humedad y no mucha luz solar, como orquídeas, hiedra y filodendro.
    • El filodendro ni siquiera necesita tierra. Puede crecer muy bien en un florero pequeño con agua fresca.[5]
    • Si no tienes mano para la jardinería en absoluto, considera decorar tu baño con plantas falsas. Elige plantas verdes, de tipo hiedra en vez de flores. De esta manera, no se verán fuera de lugar.
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    Saca tus toallas más sofisticadas. Elige tus toallas más grandes, suaves y esponjosas. Si tienes algo con un patrón o corte sofisticado, sácalo. Estas te ayudarán a hacer que esa sensación relajante de tu ducha dure por más tiempo.
    • Las toallas grandes, blancas y esponjosas en particular tienen un aspecto de spa. Los spas en general tienden a ser muy relajantes.[6]
    • Mientras estás en ello, considera tener lista una bata de baño suave y esponjosa para que te la pongas después de tu ducha.
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    Considera transferir tus productos de baño a lindos contenedores de vidrio o plástico. Esto le dará a tu baño un aspecto más lujoso que, a su vez, puede hacer que tu ducha se sienta más relajante. Elige algunas botellas bonitas de vidrio con dosificador o dispensadores de jabón y vierte tus jabones líquidos, champús y acondicionadores en estos.[7]
    • Si tienes un jabón en barra, considera mantenerlo en una jabonera bonita.

Método 2
Método 2 de 3:
Mejorar la experiencia

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    Ejercítate o haz recados antes de ducharte para hacer que sea más placentera.[8] Puede ser tan simple como dar un paseo o hacer unos saltos de tijera, o tan complejo como ejercitarte en el gimnasio por una hora. Tu cuerpo ansiará una ducha caliente después de todo ese ejercicio. Esto cansará tu cuerpo y hará que la ducha se sienta más relajante.
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    Medita o sueña despierto acerca de algo agradable si estás estresado. Sueña despierto sobre algo que disfrutes hacer o tu último proyecto de bricolaje. También puedes tratar de imaginar que todos tus problemas se van por el desagüe con el agua de tu baño.[9]
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    Calienta tus toallas en la secadora antes de tomar la ducha. Esto hará que estén más cálidas y esponjosas para cuando salgas de la ducha. Si tienes una bata de baño, considera calentarla también.
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    Trata de tener todo a la mano y listo antes de tomar la ducha. Estirarte para alcanzar tu champú en medio de tu ducha y luego darte cuenta de que no está ahí y tener que salir al baño frío para buscarlo no es relajante. Mejor asegúrate de que todo lo que necesites para tu ducha esté ahí, listo y lleno.
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    Usa una temperatura que sea más cómoda para ti. Sin embargo, ten en cuenta que el agua muy caliente no es lo mejor para tu piel ni tu cabello, ya que puede resecarlos. Si planeas darte el gusto de tomar una ducha caliente, trata de mantenerla más corta (no más de 20 minutos) y usa humectante después.
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    Date el gusto de tus productos de baño favoritos. Si tienes algún gel de ducha especial que estabas guardando para esa ocasión especial, ahora es momento de usarlo. Usa exfoliantes corporales para masajear esas células muertas y mantecas corporales (después de tu ducha) para humectar tu piel. Si no tienes ningún producto de baño favorito, considera conseguir algo con aroma a lavanda. La lavanda a menudo se usa en la aromaterapia para ayudar a aliviar el estrés.
    • Considera hacer tus propios productos de baño. Nada vence el lujo de productos de baño caseros. Haz clic aquí para aprender cómo hacer algunos.
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    Masajea el cuero cabelludo mientras aplicas champú a tu cabello. Esto no solo ayudará a revigorizar tu cuero cabelludo, sino que también puede ayudar a aliviar cualquier estrés. Inclina la cabeza hacia atrás, cierra los ojos y masajea suavemente tu cuero cabelludo con las yemas de los dedos.
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    Date un masaje facial si te sientes estresado. Cierra los ojos y masajea toda tu cara usando movimientos suaves y circulares. Si tienes algún limpiador facial exfoliante, ahora es un buen momento para sacarlo.
    • Si estás estresado, centra el masaje en los ojos, la frente y las sienes.
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    No te olvides de darte un gusto después de tu ducha. La relajación no tiene que terminar en el momento que sales de la ducha. Hay unas cuantas cosas que puedes hacer para hacer que esa buena sensación dure aún más. Aquí hay algunas ideas para comenzar:
    • Aplica un poco de manteca corporal con aroma a lavanda. Esto ayudará a humectar tu piel, haciendo que se sienta suave y sedosa. Incluso puedes masajear tu piel mientras aplicas la manteca para ayudarte a relajarte un poco más.
    • Ponte la bata de baño tibia y esponjosa después de secarte. Esto puede ayudar a añadirle a tu ducha una experiencia de spa, especialmente si te haces una pedicura después.
    • Disfruta una taza de manzanilla caliente. Si no te gusta la manzanilla, prueba otro té herbal o sin cafeína.
    • Toma una siesta o disfruta un libro o una película. Si aún tienes recados que hacer, considera tomar una siesta, leer o hacer algo más que disfrutes durante una hora aproximadamente. Esto te ayudará a relajarte y prepararte para la labor futura.

Método 3
Método 3 de 3:
Usar productos caseros

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    Considera usar exfoliantes caseros, tabletas de baño y mantecas corporales. Los productos de baño caseros a menudo pueden sentirse más lujosos y relajantes que los que compras en la tienda. Puedes personalizarlos a tu gusto. Lo mejor de todo, no contienen ningún químico dañino. Esta sección te dará unas cuantas ideas de productos de baño relajantes hechos en casa. Hazlos con anticipación, de tal manera que puedas usarlos en tu ducha.
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    Haz un exfoliante de azúcar. Combina 4 cucharadas de azúcar blanca granulada, 2 cucharadas de aceite de oliva y 1 pizca de aceite esencial de lavanda.[10] Esto es suficiente para que te dure una experiencia relajante en la ducha.
    • Puedes encontrar aceites esenciales en tiendas naturistas y en algunas tiendas de artesanía.
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    Haz una tableta de baño de aromaterapia. Combina 170 gramos (6 onzas) de bicarbonato, 115 gramos (4 onzas) de ácido cítrico y 115 gramos (4 onzas) de almidón de maíz. Incorpora 15 a 20 gotas de aceite esencial de lavanda. Rocía la mezcla 10 a 20 veces con agua. No dejes que empiece a burbujear. Empaca la mezcla en un molde de silicona para cubos de hielo. También puedes empacarla en una cuchara y ponerla en una bandeja. Deja que seque toda la noche. Para usarla, colócala en el piso de la ducha y abre el agua. Comenzará a burbujear y liberará su maravilloso aroma.[11]
    • Si no puedes usar almidón de maíz, usa harina de maíz en su lugar.
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    Haz un polvo para baño burbujeante y aromático. Combina 2 tazas (360 gramos) de bicarbonato con 1 cucharada de flores secas de lavanda molidas y 2 cucharadas de hojas secas (o té) de manzanilla molidas. Añade 10 a 20 gotas de cada uno de los aceites esenciales mencionados más adelante y mezcla. Mantenlo en un frasco hermético. Cuando tomes una ducha, esparce 1 a 2 cucharadas de la mezcla en el piso de la ducha.[12] Burbujeará y liberará su maravilloso aroma.
    • Bergamota.
    • Cedro.
    • Eucalipto.
    • Lavanda.
    • Limón.
    • Menta.
    • Romero.
    • Si no puedes encontrar uno de los aceites esenciales, entonces duplica la cantidad de otro.
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    Haz una lujosa manteca corporal para usar después de tu ducha. En una cacerola para baño María, combina ½ taza (115 gramos) de cada uno de los siguientes ingredientes: manteca de karité, manteca de cacao, aceite de coco. Añade ½ taza (120 mililitros) de un aceite suave, como aceite de almendra, jojoba u oliva. Mezcla hasta que todo se derrita, luego saca la mezcla del fuego y añade 10 a 30 gotas de aceite esencial de lavanda. Déjala en el refrigerador por lo menos durante 1 hora o hasta que se endurezca.[13]
    • Almacena la manteca corporal en un contenedor hermético. Si la temperatura de tu habitación sube a más de 23,9 °C (75 °F), es posible que necesites guardarla en el refrigerador para evitar que se torne demasiado suave.
    • Considera sustituir un poco de aceite esencial de vainilla por un poco de lavanda para crear un aroma de lavanda y vainilla.
    • Para usar la manteca corporal, úntala por todo el cuerpo después de tu ducha, así como una loción.
    • Para hacer manteca corporal batida, quita la mezcla del refrigerador mientras esté sólida, pero aún suave. Bátela con una batidora de mano por 10 minutos o hasta que se vuelva ligera y esponjosa. Déjala en el refrigerador por otros 10 a 15 minutos para que pueda cuajar.
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    Haz una loción en barra. En una cacerola para baño María, combina 1 taza (225 gramos) de aceite de coco, 1 taza (225 gramos) de manteca de karité y 1 taza (225 gramos) de bolitas de cera de abeja. Para una loción en barra más nutritiva, añade 1 cucharadita de aceite de vitamina E. Mezcla hasta que se derrita, luego añade 10 a 30 gotas de aceite esencial de lavanda. Una vez que todo se haya mezclado, vierte la mezcla en moldes de silicona para cubos de hielo. Espera hasta que las lociones en barra se hayan endurecido y enfriado, luego sácalas de los moldes.[14]
    • Para usar las lociones en barra, frótalas por todo el cuerpo. ¡También pueden ser muy buenas para masajes!

Consejos

  • Usa productos que huelan bien y que disfrutes. Una gran parte de darte un gusto y relajarte es usar exfoliantes corporales y geles de ducha que te dejen oliendo y sintiéndote increíble.
  • Tómate un momento para cerrar los ojos y solo deja que el agua caliente corra por tu cara.
  • Trata de entrar a una ducha limpia. Esto le dará un aspecto más lujoso y como si fuera un spa.[15] Una ducha sucia no es tan relajante.
  • Considera invertir en una regadera sofisticada con una opción de masaje.[16]
  • Ten todo lo que necesites a la mano antes de tomar tu ducha. De esa manera, no tendrás que interrumpir la experiencia saliendo de la ducha.

Advertencias

  • Si vas a usar un aceite esencial, considera realizar primero una prueba cutánea. Diluye una gota del aceite esencial en una cucharadita de aceite de almendra, jojoba u oliva. Unta la mixtura en la parte interna del codo. Si no ocurre ninguna irritación dentro de 24 horas, es seguro usar el aceite esencial.

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