El eccema dishidrótico, también conocido como pomfólix, es un trastorno de la piel que se caracteriza por la aparición de ampollas pequeñas sobre las palmas de las manos, los dedos y las plantas de los pies.[1] La causa de este desorden de la piel es desconocida aunque se conoce que varios factores desencadenan la condición, incluyendo la exposición al níquel o cobalto, las infecciones por hongos, las alergias o el estrés excesivo. La piel afectada con las ampollas tiende a hacerse más gruesa y escamosa con el tiempo, lo cual causa comezón, inflamación y enrojecimiento. Puedes tratar el eccema dishidrótico con remedios caseros y continuar con cuidados médicos en casos graves.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Tratar el eccema dishidrótico en casa

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    Usa compresas frías y húmedas para aliviar la irritación. Las compresas frías pueden ayudarte a aliviar la picazón o la sensación de ardor que causa el eccema.[2] La terapia en frío también puede reducir la inflamación de las ampollas y adormecer las terminaciones de los nervios irritados por el dolor. Humedece un paño limpio y suave en agua fría y colócalo en el refrigerador durante unas cuantas horas antes de envolver con él tus manos o pies inflamados.
    • Envuelve la piel inflamada con la compresa fría durante al menos 15 minutos, de 2 a 3 veces al día o según sea necesario.
    • Para que la compresa fría dure un poco más, coloca hielo molido en una bolsa de plástico pequeña y envuélvelo con un paño suave antes de aplicarlo sobre la piel.
    • Evita remojar las manos o pies inflamados en hielo. Si lo haces, al principio tendrás una sensación de alivio pero podrías causar un choque en tus vasos sanguíneos que cause lesiones por congelamiento.
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    Aplica aloe vera. El gel de aloe vera es un remedio herbal muy conocido que sirve para tratar la piel inflamada e irritada. Este gel tiene una gran capacidad no solo para aliviar la picazón de la piel irritada y reducir la sensibilidad que causa el eccema dishidrótico, sino también para acelerar significativamente el proceso de curación.[3] El aloe vera también tiene propiedades antimicrobianas, lo cual es útil si los hongos o las infecciones bacterianas son la causa del eccema o hacen que este empeore. Aplicar aloe vera varias veces al día, durante los primeros días después de haber notado el enrojecimiento y la irritación en tus manos o pies, puede tener un impacto significativo en el proceso de combatir el eccema.
    • El aloe vera contiene polisacáridos (azúcares complejos) que ayudan a hidratar la piel y la mantienen humectada. También pueden estimular la producción de colágeno, la cual brinda elasticidad a la piel.
    • Si tienes una planta de aloe vera en tu jardín, corta una hoja y aplica el gel o el jugo espeso que contiene directamente sobre la piel irritada.
    • Otra cosa que puedes hacer es comprar una botella de gel puro de aloe vera en una farmacia. Para lograr mejores resultados, coloca el gel en el refrigerador y aplícalo después de que se enfríe.
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    Considera aplicar avena. La avena es otro remedio casero que sirve para aliviar la piel irritada. Este producto funciona rápidamente reduciendo la inflamación y la picazón en la piel. El extracto de avena contiene compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias, lo cual es útil para aliviar la piel infectada con eccema.[4] Por lo tanto, haz un baño de avena (no demasiado espeso), enfríalo durante unas cuantas horas en el refrigerador y luego aplícalo directamente sobre la piel inflamada dejando que se seque. Enjuágala con un poco de agua corriente pero hazlo cuidadosamente para no irritar tu piel aún más porque la avena actúa como un exfoliante suave.
    • Otra alternativa es comprar avena molida fina (que se vende como avena coloidal en las tiendas de alimentos saludables y las farmacias) y mezclarla con agua fría en un tazón pequeño o un baño para pies y remojar tus manos y pies durante 15 a 20 minutos diariamente.
    • Si quieres ahorrar dinero, haz tu propia avena molida fina pulverizando un puñado de avena instantánea o de cocimiento lento en una licuadora hasta que tenga una consistencia suave y fina. Te darás cuenta de que la avena molida fina se mezcla mejor con el agua.
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    Mantén tu piel húmeda aplicando ungüentos o cremas espesas. Los ungüentos espesos como la vaselina, el aceite mineral o la manteca vegetal son comúnmente recomendados para tratar el eccema porque mantienen la humedad de la piel y proporcionan una capa que la protege de posibles agentes irritantes.[5] Otra cosa que puedes hacer es usar cremas de la marca Eucerin y Lubriderm. Estas cremas son más espesas que la mayoría de lociones y pueden ser igual de útiles. No obstante, tendrás que aplicarlas con más frecuencia que los ungüentos porque se absorben con mayor rapidez. Humecta tu piel a lo largo del día, especialmente después de tomar un baño o una ducha para mantener la humedad en tu piel y evitar que esta se seque o agriete.
    • Si el eccema especialmente causa picazón e irritación, considera aplicar un poco de hidrocortisona en crema. La crema de hidrocortisona sin receta médica (menos de 1 %) es útil para reducir el dolor y la inflamación rápidamente.
    • Tómate el tiempo para masajear la crema o ungüento en las hendiduras de entre los dedos del pie o las manos ya que esas son las áreas afectadas generalmente por el eccema dishidrótico.
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    Toma antihistamínicos para reducir la picazón. Los antihistamínicos sin receta médica como la difenhidramina (de la marca Benadryl) o la loratadina (de las marcas Claritin, Alavert, entre otras) pueden ayudarte a aliviar la picazón y la respuesta inflamatoria característica del eccema.[6] Los antihistamínicos, más específicamente, bloquean la acción de la histamina, lo cual se produce durante las reacciones de tipo alérgicas.
    • Reducir la cantidad de histamina circulante tiende a minimizar la expansión (dilatación) de los vasos sanguíneos pequeños debajo de la piel, lo cual reduce el enrojecimiento y la sensación de picazón en la piel.
    • Los antihistamínicos pueden causar somnolencia, mareos, visión borrosa y confusión, así que no manejes ni operes maquinaria pesada mientras estés bajo el efecto de la histamina.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Evitar la irritación de la piel

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    Reduce la temperatura del agua que usas para tomar un baño o una ducha para evitar que tu piel se reseque. Tomar baños y duchas calientes puede promover la resequedad e irritación de la piel debido a que la temperatura alta del agua es muy efectiva eliminando los aceites naturales que protegen la piel. Por lo tanto, si tienes eccema, es recomendable que tomes baños y duchas con agua fría o tibia. Permanecer por lo menos 15 minutos en un baño frío regularmente puede ayudar a hidratar tu piel porque la piel es muy absorbente.[7] Sin embargo, los baños calientes tienden a quitar el agua de la piel, especialmente si usas sales de baño.
    • Generalmente, a pesar de sus beneficios antisépticos, no es recomendable que uses sales de Epsom si tienes eccema porque estas sales absorben el agua de la piel.
    • Compra un filtro para la boquilla de la ducha que filtre los químicos que pueden irritar la piel, como el cloro y los nitratos.
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    Usa jabones suaves y productos de limpieza naturales. Usar jabón regular puede resecar e irritar la piel de algunas personas con eccema, así que escoge jabones sin fragancia con ingredientes y humectantes naturales (vitamina E, aceite de oliva, aloe vera).[8] Los limpiadores hipoalergénicos formulados para piel sensible (de las marcas Neutrogena o Aveeno) también son recomendables para las personas con eccema ya que pueden resecar menos la piel. Recuerda no restregar la piel con eccema con demasiada fuerza cuando la limpies con un paño o esponja de baño.
    • En realidad, se sabe que algunos detergentes, químicos y compuestos caseros en los jabones, champús, productos cosméticos y perfumes desencadenan el eccema dishidrótico, de manera similar a desencadenar una reacción alérgica.[9]
    • Por tu seguridad, siempre usa guantes protectores cuando uses limpiadores domésticos para que tu piel no entre en contacto o absorba ningún químico.
    • Recuerda lavar la ropa con detergentes libres de agentes irritantes y suavizantes de tela para evitar cualquier residuo que pudiera dañar tu piel.
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    Evita restregar tu piel. Para que la piel inflamada y las ampollas sanen apropiadamente, especialmente cualquier herida abierta o ampolla, evita restregar la piel con eccema. La fricción y la presión causada por restregar la piel empeorarán su condición y causarán más inflamación y enrojecimiento. Además, hacerlo incrementa el riesgo de infecciones causadas por hongos o bacterias.[10]
    • Asegúrate de mantener tus uñas cortas y evita romper las ampollas si te rascas inconscientemente.
    • Considera usar guantes de algodón delgados o medias para evitar que te rasguñes la piel de esas zonas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Buscar atención médica

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    Trata las ampollas apropiadamente. Si tu eccema dishidrótico es muy grave e incluye muchas ampollas llenas de fluido, no las revientes ni las estrujes. En lugar de eso, ve al doctor y deja que él o ella las trate apropiadamente. Es posible que tu doctor de cabecera te trate directamente o te refiera a un dermatólogo (especialista de la piel). A pesar de eso, es probable que el doctor aplique un poco de crema antibiótica y cubra las ampollas apropiadamente con vendajes estériles. Por lo tanto, para limitar el riesgo de infección, minimiza las cicatrices y promueve la curación. Si las ampollas son especialmente grandes, es posible que el doctor las drene primero.[11]
    • Cambia los vendajes diariamente (o inmediatamente si se mojan o secan accidentalmente) pero retíralos cuidadosamente para minimizar la irritación de la piel.
    • Cuando las ampollas se rompan, aplica ungüento antibiótico sobre el área y cúbrela holgadamente con otro vendaje limpio.
    • Otras condiciones de la piel que pueden simular el eccema dishidrótico incluyen las infecciones por hongos, las infecciones bacterianas, la sarna, la dermatitis atópica, la soriasis y la varicela.[12]
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    Pídele a tu doctor que te prescriba una crema con corticosteroides. Debido a que los corticosteroides modifican la respuesta inmunológica del cuerpo, se piensa que la cortisona, la prednisona y otros corticoides reducen el enrojecimiento, la irritación y la picazón del eccema.[13] Los corticosteroides también tienen propiedades antiinflamatorias fuertes. La prednisona es más fuerte que la cortisona y generalmente es una mejor alternativa para tratar el eccema. Este medicamento reduce la inflamación de la piel revertiendo el tamaño de los capilares debajo de la piel y reduciendo la respuesta inflamatoria del sistema inmunológico.
    • Envolver el área tratada con una envoltura plástica puede mejorar la absorción de la crema con corticosteroides y ayudar a que las ampollas desaparezcan más rápido.[14]
    • Si tu eccema es lo suficientemente grave, es posible que tu doctor recomiende terapia oral de esteroides (pastillas) durante varios días para combatir la inflamación y la incomodidad.
    • Los efectos secundarios a largo plazo de la terapia de corticosteroides incluyen el adelgazamiento de la piel, el edema (retención de líquidos) y una respuesta inmune comprometida.
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    Considera usar cremas inmunosupresoras. Las cremas y los ungüentos supresores del sistema inmunológico, como tacrolimus (dela marca Protopic) y pimecrolimus (de la marca Elidel), también pueden ser útiles para el eccema grave, especialmente para las personas que desean evitar los efectos secundarios de los corticosteroides.[15] Como sus nombres lo sugieren, estos medicamentos suprimen la respuesta inmunológica del cuerpo al irritante que causa el eccema, lo cual significa menos inflamación, enrojecimiento y picazón. Sin embargo, estos medicamentos pueden incrementar el riesgo de las infecciones de la piel e incluso el cáncer de piel, así que úsalos como último recurso.[16]
    • Las cremas y ungüentos inmunosupresores no son apropiados para niños ni mujeres embarazadas.
    • Suprimir tu sistema inmunológico puede hacerte más susceptible a las enfermedades infecciosas, como el resfriado común y la gripe.
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    Experimenta con la fototerapia. Si otros tratamientos no son efectivos para tu eccema, es posible que tu doctor recomiende un tipo de terapia con luz que combine la exposición a la luz ultravioleta (UV) con ciertos medicamentos que puedan ayudar a que tu piel sea más receptiva a las radiación UV.[17] La fototerapia trabaja incrementando la producción de vitamina D en la piel y matando cualquier microorganismo causante de la condición sobre la piel, los efectos son la reducción en la inflamación, menos picazón y curación más rápida aproximadamente en el 60 o 70 % de las personas.[18]
    • Para tratar las condiciones de la piel, el tipo más común de fototerapia es la luz ultravioleta B de banda angosta (UVB).
    • La fototerapia de UVB de banda ancha, PUVA (Psoraleno y UVA) y UVA1 son otras formas de fototerapia que a veces se usan para tratar el eccema.
    • La fototerapia evita usar la parte UVA de la luz solar porque es muy dañina para la piel, puede acelerar el envejecimiento e incrementar el riesgo de cáncer en la piel
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Consejos

  • El eccema dishidrótico normalmente desaparece sin problemas en unas cuantas semanas a meses pero los síntomas pueden regresar de manera cíclica.
  • Restregar el eccema excesivamente puede ocasionar que la piel aumente de grosor y se irrite de manera crónica.
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Categorías: Eczemas
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