Las ampollas son bultos llenos de líquido que aparecen en la piel cuando ha experimentado fricción. Puedes tenerlas en los pies después de caminar con zapatos que estén muy ajustados o en las manos después de pasar el día usando una pala en el jardín. Si tienes una ampolla, es importante saber cómo tratarla en casa para que se pueda curar rápidamente y que evites una infección. Sin embargo, puede haber ocasiones en las que necesites buscar atención médica para una ampolla grande o infectada.

Método 1
Método 1 de 4:
Tratar ampollas pequeñas en casa

  1. 1
    Lava el área con agua y jabón. Si tienes una ampolla, sin importar que tan pequeña, es importante que mantengas limpia el área. Esto asegurará que no se infecte si se revienta por casualidad.
  2. 2
    Dales un poco de aire a las ampollas pequeñas. Las ampollas pequeñas e intactas desaparecerán por sí solas después de algunos días. No hay necesidad de reventarlas o de vendarlas. Simplemente ventílalas todo lo que puedas.[1]
    • Si la ampolla está en tu pie, usa sandalias o pantuflas sueltas alrededor de la casa para darle tiempo de curarse.
    • Si la ampolla está en tu mano, no hay necesidad de usar guantes o vendaje siempre y cuando no uses las manos para hacer algo que pueda causar que la ampolla se rompa o se infecte.
  3. 3
    Protege las ampollas que no se han reventado. Cuando salgas a la calle o empieces una actividad, protege las ampollas que no se han reventado para que no se revienten accidentalmente. Usa un vendaje suelto o un vendaje de molesquín en forma de rosquilla para cubrirlas.[2]
    • Los vendajes de molesquín en forma de rosquilla están disponibles en la mayoría de las farmacias. Estos crean una barrera protectora alrededor de la ampolla y, al mismo tiempo, permiten que respire.

Método 2
Método 2 de 4:
Tratar ampollas grandes en casa

  1. 1
    Lava el área suavemente. Lava una ampolla grande y el área circundante con agua tibia jabonosa. Asegúrate de que tus manos también estén limpias, pues las ampollas se pueden infectar fácilmente.[3]
    • Sé cuidadoso cuando laves la ampolla. Trata de mantenerla intacta hasta que puedas reventarla de una manera controlada.
  2. 2
    Drena la ampolla si se revienta. Presiona la ampolla con el dedo. El líquido debe empezar a fluir del agujero. Sigue presionándola hasta que esté completamente drenada. Usa una bola de algodón para limpiar el líquido.[4]
    • Drenar la ampolla es una manera higiénica de contribuir a que se cure rápidamente y de reducir el dolor que puedas sentir en el área hinchada.
    • Si la ampolla grande no se revienta por su cuenta, debes visitar a un doctor.
  3. 3
    No elimines la piel sobrante. Una vez que la ampolla esté drenada, quedará piel sobrante en la superficie. La piel de la ampolla reventada protegerá a la piel que está debajo de cualquier infección. No hay necesidad de arrancarla o de cortarla.[5]
  4. 4
    Aplica un ungüento a las ampollas que has drenado. Usa un bastoncillo de algodón para aplicar una pomada antibiótica de polimixina B o de bacitracina. Esta medida impedirá que la herida se infecte y que el vendaje se pegue a la piel.[6]
    • Algunas personas son alérgicas a las pomadas antibióticas. Si eres alérgico, cubre el área con vaselina.
  5. 5
    Venda las ampollas reventadas. Protege las ampollas reventadas para que no se infecten. Usa vendaje o gasa para cubrir holgadamente el área. Asegúrate de que la cinta adhesiva no toque la ampolla.[7]
    • Cambia el vendaje una vez al día o cada vez que se humedezca o se ensucie.
    • Si la ampolla está en tu pie, usa calcetines y zapatos cómodos. No hagas que se irrite aún más caminando con los zapatos que causaron la ampolla inicialmente.
    • Si la ampolla está en tu mano, usa guantes para protegerla cuando hagas tareas cotidianas como lavar los platos o cocinar. No repitas la tarea que causó la ampolla inicialmente.

Método 3
Método 3 de 4:
Buscar atención médica

  1. 1
    Considera la posibilidad de pedirle a un doctor que trate las ampollas grandes. Un doctor puede tratar las ampollas que son grandes, dolorosas y que están en un área que no puedas alcanzar. El doctor tendrá herramientas esterilizadas que usará para drenar la ampolla. Esta medida asegurará que el área esté limpia y desinfectada antes de que te vayas.
  2. 2
    Ve al doctor si se te infecta una ampolla. Una ampolla infectada puede conducir a problemas mayores, así que es mejor pedir a un doctor que la examine y que te recomiende un tratamiento adecuado. Este puede limpiar y vendar el área. También puede darte una prescripción para antibióticos. Los signos de infección son los siguientes:[8]
    • piel roja, hinchada y con comezón cerca del área afectada
    • pus amarillo que emerge de debajo de la piel sobrante de la ampolla reventada
    • el área que rodea a la ampolla es caliente al tacto
    • rayas rojas en la piel que salen del área infectada
  3. 3
    Busca tratamiento inmediato si experimentas síntomas serios. En casos raros, una ampolla infectada puede conducir a problemas de salud mayores a medida que la infección de difunde a lo largo del cuerpo. Busca atención médica inmediata si tienes los siguientes síntomas serios:[9]
    • fiebre alta
    • escalofríos
    • vómito
    • diarrea

Método 4
Método 4 de 4:
Prevenir las ampollas

  1. 1
    Usa guantes cuando trabajes con las manos. Las ampollas son comúnmente producto de hacer movimientos repetitivos que causen fricción. No obstante, si usas guantes antes de empezar el proyecto, se minimizará la fricción creada por estos movimientos y se prevendrá la aparición de ampollas.[10]
    • Por ejemplo, usar una pala por periodos prolongados de tiempo frotará repetidamente la piel en un lugar determinado. Sin embargo, usar guantes mientras trabajas con una pala protegerá tus manos y prevendrá la aparición de ampollas.
  2. 2
    Usa calzado apropiado. Usar zapatos nuevos o zapatos que no te queden bien puede causar la aparición de ampollas, especialmente en los dedos de los pies y en la parte trasera del talón. Para evitar las ampollas en los pies, asegúrate de que los zapatos te queden bien. Amolda los zapatos nuevos gradualmente usándolos con frecuencia, pero solo por periodos cortos de tiempo. Este uso repetido los amoldará sin incurrir en un rozamiento lo suficientemente prolongado para crear ampollas.[11]
  3. 3
    Protege las áreas de la piel que experimentarán repetidamente rozamiento. Si sabes que un par de zapatos producen ampollas o si vas a hacer un proyecto que sabes que hará que te aparezcan ampollas en las manos, sé previsor y protege tu cuerpo. Ponte almohadillas en las áreas de tu cuerpo que crees que experimentarán rozamiento repetidamente para que no se formen ampollas.[12]
    • Por ejemplo, ponte un vendaje sobre la parte de la mano que experimenta rozamiento repetidamente mientras realizas un proyecto artesanal o algún otro movimiento repetitivo.
    • Si tienes problemas con las ampollas en tus pies, usa 2 pares de calcetines para que tengas más relleno en ellos.
    • También hay almohadillas disponibles en la mayoría de las farmacias que están hechas para proteger las áreas de los pies que rozan con los zapatos. Estas almohadillas, llamadas con frecuencia "molesquín", se adhieren generalmente a la piel para mantenerla en su lugar.
  4. 4
    Reduce la fricción entre las áreas de tu piel. Usa lociones, talcos y vaselina para reducir la fricción entre 2 áreas de la piel que rozan mutuamente. Por ejemplo, si tus piernas rozan entre sí repetidamente, pon un poco de vaselina entre ellas para que el rozamiento no cree fricción ni calor, lo cual producirá ampollas.[13]
    • Por ejemplo, la piel de las personas que montan bicicleta o que corren distancias largas experimentan mucho rozamiento, lo cual puede conducir a las ampollas. Usar lubricación entre las áreas que rozan puede minimizar el malestar y la aparición de ampollas.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 171 494 veces.
Categorías: Eczemas
Resumen del artículoX

Para curar una ampolla pequeña, lávate el área con agua tibia y jabón, y deja que desaparezca por sí sola sin reventarla. Si es grande y dolorosa, drénala y cúbrela con una pomada antibiótica y una venda. Para evitar que las ampollas se irriten más, cúbrelas cuando exista la posibilidad de que se froten o se irriten. Por ejemplo, si tienes una ampolla en el pie, usa sandalias o pantuflas que no la rocen para evitar que se irrite. Si una ampolla se infecta, busca atención médica. Si quieres conocer más formas de evitar las ampollas, según lo recomendado por nuestra coautora médica certificada, ¡sigue leyendo!