"Fractura" es el término médico utilizado para describir un hueso roto, el cual, a menudo, no atraviesa la piel y no es visible fuera del cuerpo. Una fractura abierta ocurre cuando los bordes afilados de un hueso roto perforan la piel y sobresalen del cuerpo o cuando un cuerpo extraño genera una herida que penetra hasta el hueso. Este tipo de fractura requiere atención inmediata por parte de los primeros intervinientes con el fin de reducir cualquier riesgo de infección y garantizar una sanación adecuada. Asimismo, las fracturas abiertas involucran un daño en las estructuras de los músculos, tendones y ligamentos, lo que complica tanto el tratamiento como el proceso de sanación.

Método 1
Método 1 de 3:
Responder rápidamente ante una fractura abierta

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    Llama a los servicios de emergencia de inmediato. Una fractura abierta representa un elevado riesgo de infección y la posibilidad de otros traumas físicos graves. Mientras más pronto consigas atención médica, habrá menos probabilidades de que la herida se infecte. Llama al número de emergencia local o asígnale a una persona específica que haga la llamada mientras empiezas con el tratamiento.
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    Pregúntale a la persona herida cómo se lesionó. Si no viste cómo ocurrió el accidente, deberás obtener un testimonio rápido de la persona herida tan pronto como sea posible. Haz esto mientras reúnes los materiales necesarios para tratar la herida y mientras llamas a los servicios de emergencia. Dependiendo de cuánta sangre se perdió o si la persona se queda inconsciente, es posible que seas la persona que le contará al personal de emergencia cómo ocurrió el accidente. El personal de emergencia requerirá la siguiente información:
    • ¿Cómo se rompió el hueso? ¿Sucedió como consecuencia de una caída, un accidente automovilístico, una explosión o durante un evento deportivo?
    • ¿Cómo lucía la herida inmediatamente después del accidente? ¿El tamaño de la herida continuó aumentando?
    • ¿Cuánta sangre se perdió?
    • ¿La persona requirió tratamiento para el shock?
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    Determina dónde se localiza la herida abierta y si el hueso sobresale por encima de la piel. Esto no significa que debes tocar la herida, sino simplemente observarla. Si la herida abierta es consecuencia de la penetración de un cuerpo extraño o de los bordes afilados de un hueso, el tratamiento puede ser diferente. Recuerda que la gravedad de la herida puede variar. Quizás solo se trate de una pequeña abertura en la piel sin ningún hueso a la vista o quizás la herida comprenda un área de hueso bastante extensa.
    • El hueso es de un color blancuzco y no necesariamente del color blanco brillante que se muestra en los modelos de esqueleto. Su color es más bien marfil, como el colmillo de un elefante o como un diente.
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    No retires ningún cuerpo extraño que penetre el cuerpo. Una herida penetrante podría haber perforado una arteria. Si retiras el objeto, la arteria podría empezar a sangrar profusamente y la persona podría desangrarse y morir. Por el contrario, trata el área con el cuerpo extraño incrustado con mucho cuidado de no tocar ni mover el objeto.[1]
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    Determina si existen otras lesiones en el cuerpo que puedan resultar mortales. Debido a la cantidad de fuerza necesaria para generar una fractura abierta, existe entre un 40 y 70 % de probabilidades de que se presenten otros traumas graves que pongan en peligro la vida de la persona lesionada.[2] Estos traumas podrían incluir el sangrado profuso de la herida.
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Método 2
Método 2 de 3:
Brindar un tratamiento de primeros auxilios

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    Evalúa la situación. Es posible que los servicios de emergencia no se encuentren inmediatamente disponibles si una persona se lesiona durante una caminata en la naturaleza. El personal de emergencias podría llegar con mayor rapidez en el caso de las áreas pobladas, pero es igual de importante brindar primeros auxilios.
    • Si tienes acceso a un kit de primeros auxilios o a guantes, asegúrate de ponértelos para protegerte de cualquier enfermedad que se transmite por la sangre.
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    Toma una foto de la herida. Usa tu teléfono o una cámara digital para tomar una foto del área antes de proceder con los primeros auxilios. Mostrarle una imagen de la herida al personal de emergencia significa que podrás reducir la exposición de la herida al aire, ya que deberán descubrirla para poder verla.
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    Cubre la herida con una venda estéril y controla el sangrado. Si tienes vendas estériles disponibles, úsalas para cubrir la herida y aplica presión para detener el sangrado alrededor del hueso. Sin embargo, si no tienes vendas estériles disponibles, es posible usar toallas higiénicas femeninas o para la incontinencia. Estas son más limpias que el material encontrado en los alrededores del accidente y reducirán el riesgo de infección. Si no están disponibles, que tu primera opción sea utilizar material blanco, tal como una camiseta o unas sábanas. Si todo lo demás falla, simplemente utiliza el material más limpio que encuentres.
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    Crea un entablillado temporal con un material sólido que encuentres en el área. Bríndale soporte al área para reducir el dolor y la molestia de la persona herida con ayuda de toallas, almohadas, prendas de vestir o sábanas suaves.[3] Esto ayudará a disminuir el riesgo de shock. Si no tienes ningún material disponible, no muevas a la persona ni el área lesionada y espera a que el personal de emergencia realice un entablillado.
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    Evalúa y brinda tratamiento a una persona en shock. La fuerza de la lesión y la extensión del trauma podrían causar que la persona entre en estado de shock. Esto puede significar que su vida está en riesgo. Algunas señales de shock incluyen sentirse débil, respirar en intervalos cortos y rápidos, sudar en frío, tener los labios azules, tener un pulso rápido pero débil y presentar episodios de ansiedad.[4]
    • Intenta colocar la cabeza de la persona por debajo del nivel de su tronco. Las piernas pueden estar elevadas únicamente si la persona no presenta lesiones.[5]
    • Haz que la persona se sienta lo más cómoda posible. Envuélvela con una frazada o con cualquier otro material disponible para mantenerla caliente.
    • Verifica los signos vitales de la persona. Asegúrate de que su pulso y respiración sean normales.
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Método 3
Método 3 de 3:
Entender cuál es el tratamiento médico adecuado

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    Dile al personal de emergencia lo que necesita saber. El doctor de la sala de emergencias pedirá información con respecto al accidente, el historial médico y cualquier medicamento que el paciente haya estado tomando. Aunque la mayoría de las fracturas abiertas son evidentes, el doctor asumirá que existe una fractura abierta si existe una herida en el área de la fractura.[6]
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    Ten en cuenta que se realizarán tratamientos profilácticos, lo que significa que el doctor intentará prevenir una infección. Antes de regresar el hueso a su lugar o cerrar la herida, el doctor administrará antibióticos y evaluará si el paciente necesita una vacuna contra el tétanos. Si el paciente no ha recibido una vacuna contra el tétanos en 5 años, le administrarán una.[7] Estas medidas se implementan con el fin de reducir el riesgo de infección y promover la sanación.
    • El doctor administrara antibióticos por vía intravenosa para eliminar un amplio rango de bacterias. Cada tipo de bacteria es susceptible a diferentes tipos de antibióticos. Este método de administración evita pasar por el tracto gastrointestinal y lleva el medicamento hacia las células con mayor rapidez.
    • Si la persona no recuerda cuándo recibió su última vacuna contra el tétanos, el doctor optará por ser precavido y le administrará una. Aunque no genera dolor al ser inyectada, una vacuna contra el tétanos puede generar dolor posterior hasta por 3 días.
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    Es posible que se realice un tratamiento quirúrgico. La cirugía es el tratamiento médico estándar en caso de fracturas abiertas. Al limpiar la herida en la sala de operaciones, así como estabilizar el hueso y cerrar el área, el objetivo es reducir la infección, mejorar el potencial para la sanación y promover la restauración funcional del hueso y las articulaciones adyacentes.[8]
    • Una vez en la sala de operaciones, el cirujano administrará soluciones antibióticas y salinas para limpiar la herida, retirará el tejido desgarrado y alistará el área para estabilizarla y cerrarla.
    • El hueso roto será alineado con placas y tornillos para estabilizarlo mientras sana.
    • Por lo general, el área se cerrará con suturas o grapas, en caso de que esta se encuentre ubicada en un grupo grande de músculos. Estas deberán ser retiradas una vez que la herida haya sanado.
    • Es posible que te coloquen un yeso o un entablillado para estabilizar el área. El yeso podría ser removible, de modo que la herida pueda recibir tratamiento o la zona podría quedar abierta para colocar un dispositivo de estabilización externo. El dispositivo externo se ajusta a unas barras estables y largas por medio de broches para estabilizar el área de la pierna. Al paciente no se le permitirá usar la articulación por encima o por debajo del dispositivo mientras el estabilizador externo se encuentra en su lugar.
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    Espera posibles complicaciones como consecuencia de la lesión.[9] Las personas que experimentan una fractura abierta corren el riesgo de sufrir complicaciones por una infección, el tétanos, lesiones neurovasculares y el síndrome compartimental. Las infecciones pueden causar una pseudoartrosis de fractura, lo cual quiere decir que los huesos no se unirán ni sanarán. Esto puede generar una infección en el hueso y una posible amputación.
    • Las tasas de infección varían. Una fractura abierta de tibia (hueso de la pierna) tiene la tasa más elevada de infección, la cual se ubica a veces en entre 25 y 50 %. Esto afecta significativamente la sanación y restauración de la función.[10] La tasa de infección puede alcanzar un porcentaje tan alto como 20 % en otros casos graves. Sin embargo, mientras menos tiempo pase entre la ocurrencia de la lesión y la atención médica subsecuente, hay menos probabilidades de que se presente una infección.
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Advertencias

  • No intentes volver a colocar al hueso en su lugar por ti mismo.
  • Controla el sangrado al aplicar presión sobre la herida, pero sin tocar cualquier hueso que sobresalga.
  • Las fracturas abiertas presentan una alta tasa de infección. Evita tocar el área abierta lo más que puedas y, de ser posible, cúbrela con una venda estéril.
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Acerca de este wikiHow

Jonas DeMuro, MD
Coescrito por:
Cirujano de cuidados intensivos certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Jonas DeMuro, MD. El Dr. DeMuro es un cirujano pediátrico de cuidados críticos certificado por el coleio oficial en Nueva York. Recibió su doctorado en meicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Stony Brook en 1996. Completó su beca de investigación en Cuidados Críticos Quirúrgicos en el Sistema de Salud Judía de North Shore-Long Island y fue miembro del American College of Surgeons (ACS). Este artículo ha sido visto 65 071 veces.
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