Si estás en etapa posoperatoria o sufriste una lesión en la parte superior del cuerpo, tal vez tengas que usar un cabestrillo para facilitar tu recuperación. Lo más probable es que el médico te ayude a ponértelo inicialmente, pero luego tendrás que quitártelo, ajustarlo y volver a ponértelo tú solo. Manejar el cabestrillo puede ser un poco complicado, pero como con la mayoría de las cosas, se vuelve más sencillo con un poco de práctica y algunos ajustes

Parte 1
Parte 1 de 3:
Sujetar las correas

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    Reúne todas las partes del cabestrillo. La primera correa sirve para inmovilizar y se coloca alrededor de la cintura. La segunda correa se coloca en el hombro y se distingue porque tiene una almohadilla para el cuello o el hombro que ayuda a que sea más cómoda de usar. Ambas correas deben tener una tira de velcro por un lado y una superficie lisa por el otro. Finalmente, está la funda donde se coloca el antebrazo.[1]
    • Verifica que el cabestrillo tenga 4 hebillas en total: 2 redondas y 2 delgadas.
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    Sujeta la funda frente a ti, con el lado frontal apuntando hacia adelante del brazo lastimado. Asegúrate de que las hebillas redondas queden cerca de la muñeca y las delgadas, cerca del codo. Por ejemplo, si tienes que usar el cabestrillo en el brazo izquierdo, las hebillas delgadas deben quedar hacia la izquierda y las redondas, hacia la derecha.[2]
    • Si vas a colocar el cabestrillo en el brazo derecho, las hebillas delgadas deben quedar hacia la derecha y las redondas, hacia la izquierda.
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    Pasa la correa de inmovilización (de la cintura) a través de la hebilla larga de abajo. Sujeta la correa de tal manera que el velcro quede hacia arriba. Con la otra mano, sostén la hebilla inferior y pasa la correa a través de la rendija. Jala alrededor de 5 cm (2 pulgadas) y luego dobla el extremo sobre la misma correa, pegando ambas partes con el velcro.[3]
    • Asegúrate de que la correa se doble hacia arriba alrededor de la hebilla.
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    Sujeta la correa del hombro en la hebilla delgada superior. Nuevamente, sujeta la correa con el velcro hacia arriba. Con la otra mano, sostén el cabestrillo frente a ti. Jala alrededor de 5 cm (2 pulgadas) de la correa, alejándola del codo. Luego, dobla el extremo sobre sí mismo y pega ambas partes de la correa con el velcro.[4]
    • Asegúrate de que el velcro quede hacia afuera, apuntando hacia el frente, cuando pases la correa sobre tu hombro.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Ponerse el cabestrillo

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    Sostén el cabestrillo con la mano libre y coloca el brazo herido dentro del forro. Sujeta el cabestrillo por la hebilla redonda superior con la mano que no está herida. Asegúrate de que la parte inferior del forro apunte hacia adelante. Con cuidado, introduce la mano del brazo lastimado en el forro hasta que salga por el otro extremo y apoya la muñeca en el borde.[5]
    • Para mantener la postura mientras continúas con el siguiente paso, coloca el pulgar del lado herido en la hebilla redonda que tienes en la otra mano y presiónala contra tu pecho.
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    Usa la mano que no está herida para jalar el forro sobre el codo y el resto del brazo lastimado. Asegúrate de que tu mano llegue al extremo del forro pero que no quede colgando. Si el cabestrillo solo llega a sostener la muñeca, es posible que sea demasiado pequeño para ti.
    • Ten cuidado de que el borde del forro del cabestrillo no te corte la circulación de la mano o la muñeca.
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    Envuelve la correa correspondiente alrededor del hombro herido y por detrás del cuello. Con la mano que no está lastimada, toma la correa del hombro y jálala hacia arriba para terminar de cubrir el codo con la funda. Luego, envuelve la correa sobre el hombro y el cuello, y hacia adelante sobre el hombro que no está herido. Déjala colgar sobre tu pecho.[6]
    • Asegúrate de que el velcro quede hacia el frente, apuntando lejos de ti.
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    Conecta la correa del hombro con la hebilla redonda superior para soportar la funda. Pasa la correa a través de la hebilla superior y dobla el extremo hacia arriba, conectando ambas partes con el velcro. Asegúrate de que el extremo suelto de la correa se conecte consigo misma a la altura del cuello.
    • Si sientes que quedó muy ajustada, suelta el velcro, acomoda tu brazo y vuelve a pegar la correa.
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    Asegura la correa de inmovilización a la última hebilla. Estira la mano no lastimada por detrás de tu espalda para poder alcanzar la correa suelta que quedó colgando de la funda. Pásala alrededor de tu cintura, como si fuera un cinturón, y sujétala en la hebilla redonda restante. Finalmente, dóblala sobre sí misma para conectar ambas partes con el velcro.[7]
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    Coloca tu pulgar en el bucle que hay bajo la tira del hombro. Este suele estar en el interior de la funda. Lo más probable es que se encuentre justo debajo del área donde se conecta la correa del hombro.
    • Utiliza el bucle del pulgar para evitar que tu brazo se mueva y así mantener la mano en una postura neutra.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Ajustar el cabestrillo

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    Ajusta el cabestrillo si tu brazo tiende a moverse mucho. Si el cabestrillo queda muy suelto, es muy posible que tu brazo no se sienta seguro y quede colgando hacia abajo. Para ajustar el cabestrillo, despega el velcro de la correa del lado del hombro que no está lastimado y sujétalo más arriba. Asegúrate de que tu brazo y antebrazo siempre tengan dónde apoyarse.[8]
    • Siempre ajusta la correa lo suficiente como para que el antebrazo y la mano queden ligeramente sobre la altura del codo. Esto ayudará a mantener una buena circulación y evitará que tu mano se inflame.
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    Suelta la correa del cabestrillo si sientes que tu antebrazo se entumece o te hormiguea. Cuando el cabestrillo queda demasiado ajustado, puede cortar la circulación de la sangre que va de la mano al codo y viceversa. En este caso, tendrás que soltar el velcro de la correa del lado del hombro que no está herido y volver a pegarla más abajo, a la altura del pecho.[9]
    • Si experimentas síntomas de hormigueo y entumecimiento frecuentemente, comunícate con tu médico o tu fisioterapeuta.
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    Ajusta la correa del hombro si el brazo herido queda muy abajo. Cuando el brazo queda colgando muy abajo, su mismo peso puede causar tensión en el brazo y el hombro. Es más, hasta podría soltarse de pronto. Despega el velcro de la correa del lado del hombro que no está herido y ajusta el largo hasta que el codo herido quede en un ángulo de 90 grados, y que el antebrazo y la muñeca puedan descansar ligeramente por encima de la altura del codo.[10]
    • Asegúrate de que tu brazo pueda apoyarse sin ninguna inclinación y de que tu hombro nunca quede muy hacia arriba o abajo.
    • Estira la funda del cabestrillo de tal manera que no queden puntos de presión o arrugas entre tu brazo y el material. Así evitarás posibles áreas adoloridas.

Consejos

  • Quítate el cabestrillo todos los días para lavar tu brazo, hombro y axila. Utiliza un paño húmedo y sécate bien con una toalla. Mantén tu brazo herido tan quieto como sea posible mientras lo aseas.
  • Conversa con el médico sobre los posibles ejercicios que puedes hacer para tus dedos, mano y muñeca.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 1061 veces.