Un infusor de té es un pequeño dispositivo que se utiliza para preparar té de hojas sueltas. En lugar de utilizar las bolsitas de té que vienen empaquetadas, los infusores te permiten utilizar un té más fresco y de mejor calidad o incluso crear tus propias mezclas. También son fáciles de utilizar. Si preparas el infusor y después cargas el té con cuidado, podrás disfrutar de una bebida perfectamente cargada en la comodidad de tu hogar.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Llenar el infusor

  1. 1
    Escoge el infusor. Este utensilio es un recipiente que se utilizar para cargar hojas sueltas de té (reemplaza a la tradicional bolsita de té). Todos los infusores tienen un lugar donde se pone el té (una canastilla) y algún tipo de mango o cadena. Selecciona uno que te guste.[1] A continuación, algunos estilos comunes:
    • bola de té con cadena
    • bola de té con mango largo
    • colador de té (que reposa en el borde de la taza)
    • infusores novedosos con forma de robots, buzos, entre otros
  2. 2
    Mide el té. Pon de 1 a 3 cucharaditas (5 a 15 ml) de hojas sueltas en el infusor, lo que dependerá del tipo de té que vas a utilizar. Es importante no llenarlo demasiado, pues las hojas podrían esparcirse en el té.[2] Muchos tés de hojas sueltas incluirán recomendaciones sobre las medidas, pero a continuación encontrarás una guía general:
    • té verde: 1 a 2 cucharaditas (5 a 10 ml)
    • té blanco: 2 a 3 cucharaditas (10 a 15 ml)
    • té negro: 1 a 2 cucharaditas (5 a 10 ml)
  3. 3
    Coloca el infusor en la taza. Una vez que hayas medido las hojas sueltas de té y las hayas colocado dentro del infusor, simplemente colócalo en la taza. Adhiérelo al borde de la taza o deja que la cadena o el mango cuelguen de él.[3]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 2:
Hacer té

  1. 1
    Hierve un poco de agua. Para preparar el té, siempre debes utilizar agua fresca y fría. Si puedes conseguir agua filtrada, será aún mejor. Necesitarás más o menos 240 ml (8 onzas) de agua por cada taza de té. Pon el agua en una tetera y caliéntala hasta que hierva.[4]
  2. 2
    Mide la temperatura del agua. Una vez que haya llegado a ebullición, sácala del calor. Utiliza un termómetro de cocina para verificar la temperatura del agua. Si está muy caliente para el tipo de té que vas a preparar, deja que se enfríe por unos minutos y luego vuélvela a medir.[5] Nuevamente, puedes seguir las instrucciones que vienen con el té, pero esta es una guía general:
    • té blanco: 80 a 85 °C (176 a 185 °F)
    • té verde (japonés): 70 a 80 °C (158 a 176 °F)
    • té verde (chino): 80 a 85 °C (176 a 185 °F)
    • té negro: 95 °C (203 °F)
  3. 3
    Vierte agua caliente en la taza. Una vez que el agua llegue a la temperatura adecuada y el infusor esté en su lugar, agrega el agua caliente a la taza. Después, espera el tiempo indicado (podrías programar un temporizador).[6] Sigue las instrucciones que vienen con el té o la siguiente guía:
    • té blanco: 3 minutos
    • té verde (japonés): 1 a 2 minutos
    • té verde (chino): 2 a 3 minutos
    • té negro: 2 a 3 minutos
  4. 4
    Saca el infusor. Después que el tiempo de preparación haya transcurrido, sácalo. Si ya terminaste de hacer el té, puedes desechar las hojas y enjuagar el infusor con agua caliente. De lo contrario, puedes reutilizar el té para hacer otra taza. Simplemente incrementa el tiempo de preparación en 1 o 2 minutos.[7]
    • Si haces compost de desechos alimentarios, puedes agregar las hojas de té a la pila de compost.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 16 220 veces.
Categorías:
Anuncio