Tanto el SII (síndrome del intestino irritable) como la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico) son afecciones crónicas que pueden hacer que comer y el tiempo posterior a las comidas sea muy desagradable. Aunque estas afecciones son independientes, con frecuencia se presentan juntas. El SII suele causar malestar intestinal (como hinchazón, gases, cólicos y diarrea), mientras que la ERGE puede causar acidez, ardor en la garganta, tos y sibilancias.[1] Si tienes tanto el SII como la ERGE, es posible que te resulte difícil comer bien y controlar los síntomas. Sin embargo, con una dieta adecuada y el control de algunos factores del estilo de vida, podrás reducir los síntomas tanto del SII como de la ERGE y mejorar tu calidad de vida.

Método 1
Método 1 de 3:
Llevar el tipo de dieta adecuado para el SII y la ERGE

  1. 1
    Identifica y evita los alimentos desencadenantes. Aunque son afecciones completamente distintas, tanto el SII como la ERGE vienen acompañados de un conjunto de alimentos desencadenantes. Estos pueden variar de una persona a otra, pero es esencial que conozcas tus alimentos desencadenantes y los evites.
    • Si no estás completamente seguro de qué alimentos desencadenan tus síntomas, empieza un diario de alimentos y síntomas. Anota todo lo que comes, los síntomas que siguen y la gravedad de los mismos.
    • Revisa el diario y nota si puedes hacer alguna conexión. Por ejemplo, quizás experimentes acidez, cólicos y diarrea después del café de la mañana o, después de comer alimentos picantes, quizás tengas calambres abdominales y acidez.
    • Haz una lista de tus alimentos desencadenantes y llévala contigo. De esta forma, cuando hagas la compra o salgas a comer, tendrás una lista de lo que debes evitar.
    • Entre los alimentos desencadenantes más comunes se encuentran el alcohol, la cafeína, las bebidas carbonatadas, los alimentos picantes, los alimentos grasos, el chocolate, el ajo, la cebolla, los alimentos a base de tomate (como la salsa de la pizza) y los alimentos ácidos (como los cítricos).[2]
  2. 2
    Come de forma regular y consistente. Tanto con la ERGE como con el SII, es importante ser lo más constante posible con las comidas y los horarios. Cuanto más consistente seas, más predecibles serán tus síntomas.[3]
    • No omitas las comidas ni dejes pasar mucho tiempo entre ellas. Intenta comer cada tres o cinco horas durante el día.
    • Es posible que tengas que empacar comidas o bocadillos para tener algo contigo en todo momento.
    • Mantén también el mismo tamaño de las comidas. Comer comidas más abundantes puede saturar el sistema gastrointestinal y provocar reflujo, hinchazón, calambres abdominales, diarrea o estreñimiento.
    • Además, considera la posibilidad de hacer comidas más pequeñas en general. Esto ayuda a evitar que se produzca el reflujo.
  3. 3
    Intenta llevar una dieta equilibrada. Una dieta bien equilibrada es esencial para el manejo tanto del SII como de la ERGE. Incluye una variedad de alimentos en tu dieta para mantener la salud del cuerpo y reducir los síntomas.
    • Aunque algunos alimentos sanos y nutritivos pueden causar síntomas (como los cítricos o los tomates), sigue siendo esencial que te enfoques en comer una variedad de alimentos.
    • Este tipo de dieta garantiza que obtengas una amplia variedad de nutrientes y ayuda a prevenir cualquier deficiencia de nutrientes.
    • Una dieta bien equilibrada es aquella que incluye alimentos de cada grupo alimenticio cada día, además de una amplia variedad de alimentos dentro de cada grupo a lo largo de la semana.[4] Escoge alimentos de cada grupo alimenticio: proteínas, frutas, verduras y cereales integrales.
    • Si algunos alimentos te provocan síntomas, anótalos en la lista de desencadenantes y evítalos. Enfócate en otras opciones de ese grupo alimenticio. Por ejemplo, si los cítricos provocan reflujo ácido, evita las naranjas, los limones o los pomelos. En cambio, prueba con otras frutas como las bananas, las bayas o las uvas.
  4. 4
    Limita la ingesta de los alimentos que producen gases. Se sabe que algunos alimentos provocan más gases e hinchazón que otros. Aunque los síntomas de la ERGE no siempre son desencadenados por estos alimentos, los síntomas del SII sí lo son.[5]
    • Algunos alimentos tienen ciertos tipos de nutrientes que son difíciles de descomponer para el cuerpo, especialmente para el colon. Causan un aumento de la producción de gas en los intestinos que puede causar hinchazón, cólicos o flatulencias.
    • Los alimentos que se deben limitar o consumir en porciones muy pequeñas son las judías, el brócoli, las coles de Bruselas, la col, el coliflor, los alcoholes de azúcar, las cebollas, las bebidas carbonatadas y los productos lácteos.[6]
    • Si estos alimentos no causan ningún problema o síntoma, puedes incluirlos en tu dieta. Sin embargo, es mejor limitarlos o solo tomar porciones muy pequeñas de ellos si producen algún efecto secundario adverso.
  5. 5
    Bebe los líquidos adecuados. Además de comer los tipos de alimentos adecuados o evitar los alimentos desencadenantes, es necesario beber una cantidad adecuada de líquidos. Esto puede ayudar con los problemas relacionados tanto con el SII como con la ERGE.[7]
    • El agua es el mejor tipo de líquido que puedes beber. Puede ayudar a diluir el ácido estomacal y reemplazar los líquidos perdidos por la diarrea. Bebe al menos de 180 a 250 ml (6 a 8 onzas) antes de las comidas.
    • Evita beber agua con las comidas para reducir el volumen del estómago.
    • Además del agua, puedes beber café y té descafeinado o agua con sabor. Puedes probar el agua con gas si la carbonatación no irrita tu sistema.
    • Bebe 2 litros (64 onzas) como mínimo. Sin embargo, muchas personas necesitan 2,5 litros (80 onzas) o más, en especial si tienes diarrea.[8]
    • Deja de beber agua dos o tres horas antes de acostarte para reducir los síntomas de la ERGE nocturna.
  6. 6
    Considera la posibilidad de tomar suplementos de vitaminas y minerales. Los suplementos pueden ser útiles si padeces SII y ERGE. Muchos de los efectos secundarios, especialmente si no se controlan bien o si ocurren con frecuencia, pueden aumentar el riesgo de deficiencias de nutrientes.[9]
    • La diarrea, que ocurre frecuentemente con el SII, puede hacer que el sistema gastrointestinal malabsorba muchas vitaminas y minerales.
    • Además, algunos de los medicamentos utilizados para tratar la ERGE impiden que se absorban también algunas vitaminas y minerales.
    • Muchas personas que padecen tanto SII como ERGE pueden tener una dieta limitada debido a una gran variedad de alimentos desencadenantes o al miedo a comer una mayor variedad de alimentos. Este comportamiento limita la cantidad de nutrientes que pueden obtener de su dieta.
    • Para prevenir cualquier deficiencia, considera la posibilidad de tomar un multivitamínico. Esto puede ayudar a prevenir las deficiencias de nutrientes al proporcionar un conjunto de vitaminas y minerales de "respaldo".
    • Consulta siempre con tu médico antes de empezar a tomar cualquier tipo de suplemento y recuerda que la mejor fuente de los nutrientes son los alimentos.

Método 2
Método 2 de 3:
Controlar los factores del estilo de vida que afectan al SII y a la ERGE

  1. 1
    Lidia con el estrés. Uno de los mayores y más comunes desencadenantes tanto del SII como de la ERGE es el estrés. Incluso los factores estresantes pequeños o leves pueden desencadenar toda una serie de síntomas de estas dos afecciones.[10] [11]
    • Si tienes un estilo de vida estresante o tienes incluso un grado bajo sino estrés crónico, esto puede ser un serio contribuyente al brote de los síntomas.
    • Para ayudar a reducir el estrés, considera la posibilidad de hablar con un amigo, salir a caminar, tomar un baño caliente o leer un buen libro.
    • Si tienes dificultades para controlar el estrés y este sigue provocando síntomas, considera la posibilidad de buscar ayuda adicional de un terapeuta conductual.
  2. 2
    Deja de fumar. Otro irritante que puede causar síntomas continuos tanto del SII como de la ERGE es fumar. Deja de fumar inmediatamente para reducir algunos de los síntomas asociados con estas afecciones.
    • En cuanto a la ERGE, fumar disminuye la función de un anillo muscular (un esfínter) entre el esófago y el estómago, permitiendo que el ácido sea empujado hacia arriba en la parte posterior de la garganta.[12]
    • En el caso del SII, fumar puede causar diarrea y otras molestias intestinales.[13]
    • Para reducir los síntomas, considera la posibilidad de dejar de fumar. Deja los cigarrillos de golpe o habla con tu médico sobre la posibilidad de inscribirte en un programa para dejar de fumar o de utilizar medicamentos que te ayuden a dejarlo.
  3. 3
    Haz ejercicio con regularidad. Otra forma de disminuir los síntomas de aparición del SII y la ERGE es hacer ejercicio con regularidad. Sé constante y cumple con las pautas semanales que te ayudarán a sobrellevar estas afecciones.
    • Se ha demostrado que el ejercicio ayuda a quienes padecen SII al estimular las contracciones intestinales y mantener la regularidad.[14]
    • También se sabe que el ejercicio es una gran manera de reducir y aliviar el estrés. Dado que tanto los síntomas del SII como los de la ERGE pueden verse exacerbados por el estrés, incluir el ejercicio regular es una idea inteligente.
    • Intenta hacer 150 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada cada semana y dos o tres días de entrenamiento de fuerza.[15]
    • Evita la ropa ajustada cuando hagas ejercicio o te relajes en casa. La ropa ajustada ejercerá presión sobre el abdomen y el esfínter esofágico.
  4. 4
    No te acuestes después de comer. En cuanto a la ERGE, existen sugerencias específicas para ayudar a prevenir los síntomas. Asegurarse de no acostarse o dormir durante cierto tiempo después de comer será útil para controlar los síntomas.[16]
    • La ERGE gira en torno a la cantidad de ácido que se empuja hacia la parte posterior de la garganta.
    • La gravedad, especialmente cuando estás de pie o sentado con la espalda recta, ayuda a tu cuerpo a mantener el ácido abajo y en el estómago. Sin embargo, si te acuestas, el ácido puede subir por el esófago y la garganta.
    • Espera al menos dos horas antes de irte a dormir después de haber terminado la cena o la última comida.
    • También puedes intentar elevar la cabecera de la cama o descansar sobre varias almohadas para ayudar a mantener el ácido bajo.

Método 3
Método 3 de 3:
Manejar los síntomas del SII y la ERGE

  1. 1
    Habla con tu médico y dietista titulado. Para controlar el SII y la ERGE, es importante que visites a tu médico con regularidad. Además, puede ser útil contar con la ayuda de un dietista registrado.
    • Mantente en contacto con tu médico de cabecera o gastroenterólogo. Ellos deben manejar estas afecciones y mantenerse en contacto regularmente.
    • Si tomas medicamentos para estas enfermedades, infórmale al profesional si dejan de funcionar o si sigues teniendo síntomas.
    • Busca un dietista especializado en afecciones gastrointestinales. Dado que muchos alimentos pueden desencadenar los síntomas, es importante que aprendas a evitarlos sin dejar de seguir una dieta bastante equilibrada.
    • Pídele al nutricionista planes de alimentación específicos, recetas y sugerencias de suplementos para mantenerte sano.
  2. 2
    Toma los medicamentos con regularidad. Si padeces el síndrome del intestino irritable o el reflujo gastroesofágico grave, es posible que te receten medicamentos. Estos se deben tomar regularmente para ayudarte a vivir con estas afecciones crónicas.
    • Muchas veces, tanto la ERGE como el SII pueden causar síntomas lo suficientemente graves como para necesitar ser manejados con medicamentos.
    • Toma la medicación según las indicaciones del médico. Nunca tomes más o menos de la medicación.
    • Además, sé constante. No saltes los días de toma de los medicamentos. De lo contrario, serán menos efectivos en general.
    • Pon una alarma para recordar que tienes que tomar la medicación. Programarla para tomarla justo después de algo que ya es un hábito arraigado (como justo después de cepillarse los dientes) puede ayudarte a recordar que debes tomarla. Guarda las pastillas cerca del cepillo de dientes o de algo que te recuerde que debes tomarlas.
  3. 3
    Considera la posibilidad de tomar probióticos. Un suplemento adicional que puedes agregar en tu rutina diaria es un probiótico. Esto puede ayudar a controlar los síntomas del SII.
    • Algunos estudios sugieren que, si tienes SII, podrías tener un crecimiento excesivo de bacterias "malas" o "no saludables" en el intestino causando muchos de los síntomas.[17]
    • Los probióticos se consideran bacterias "buenas o saludables". Añadir un suplemento probiótico a la dieta puede ayudar a repoblar el intestino con las bacterias buenas y eliminar las malas.
    • Los probióticos se pueden tomar en forma de suplemento (en tabletas, líquidos o cápsulas). Además, muchos alimentos tienen probióticos de forma natural o añadidos. Prueba yogur, kéfir, verduras fermentadas, kimchi, chucrut o tempeh.
  4. 4
    Experimenta con la fibra cuidadosamente. Al igual que los probióticos, también puedes añadir algo de fibra a tu dieta. Sin embargo, ten cuidado con los suplementos de fibra. Si ingieres un poco de más, podrías experimentar síntomas irritantes.[18]
    • La fibra es excelente para aliviar el estreñimiento (sobre todo si tienes SII). También se ha demostrado que reduce los síntomas asociados a la ERGE.[19]
    • Si es posible, incorpora más alimentos ricos en fibra en tu dieta, como frutas, verduras y cereales integrales. Recuerda evitar los alimentos desencadenantes y lleva un registro de los síntomas en un diario. Puedes probar con lentejas, frambuesas, arándanos, peras, manzanas o alcachofas.
    • Puedes incorporar fibra en forma de suplemento, como una tableta, una cápsula o una gominola masticable.
    • Independientemente de la elección de la fibra, siempre hay que empezar a agregarla muy lento a la dieta. Agrega solo de tres a cinco gramos al día y evalúa cómo te afecta.

Consejos

  • Consulta siempre con tu médico antes de tomar medicamentos de venta libre o de iniciar cualquier terapia complementaria.
  • Dado que el SII y la ERGE suelen presentarse juntos, el manejo de una afección puede ayudar a reducir los síntomas de la otra.
  • Aunque muchos cambios en la dieta pueden ayudar a reducir los síntomas de la ERGE o del SII, el control del estrés es un factor clave para el buen manejo de estas afecciones.

Acerca de este wikiHow

Timothy Sherman, RN
Coescrito por:
Enfermero registrado
Este artículo fue coescrito por Timothy Sherman, RN. Timothy Sherman es un enfermero registrado con sede en Austin, Texas y afiliado a St. David's HealthCare. Con más de siete años de experiencia en enfermería, Timothy se especializa en trabajar con adultos en un entorno médico quirúrgico general, quimioterapia y con la administración de bioterapia. También ha impartido clases de Fundamentos de Terminología Médica y Anatomía, y Fisiología para Auxiliares Médicos en Austin Community College. Recibió su licenciatura en enfermería en la Universidad Estatal de Wichita en 2012.