El chile poblano le da un sabor picante y complejo a una gran variedad de platos. Sin embargo, para extraerle todo su sabor, debes asarlos antes de comerlos o utilizarlos en alguna receta. Lo tradicional es asar los chiles poblanos en la llama de una parrilla, pero si no tienes una, puedes utilizar un horno o un asador. No obstante, sin importar cómo los ases, asegúrate de quitarles la cáscara amarga para que puedas disfrutar su sabor al máximo.

Método 1
Método 1 de 4:
Cocinar los chiles a la parrilla

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    Enjuaga los chiles, pero consérvalos enteros. Luego, sécalos a toquecitos con papel toalla. No los cortes antes de asarlos. Los chiles poblanos siempre deben asarse enteros.
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    Programa tu parrilla a fuego medio o medio alto. Déjala precalentar por unos cuantos minutos para que esté caliente y lista al momento de ponerle los chiles.[1]
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    Pon los chiles directamente sobre la parrilla con la ayuda de unas pinzas. Extiende los chiles enteros sobre uno de sus lados. Una vez que los hayas colocado todos, cierra la tapa de la parrilla y déjalos cocinar.[2]
    • Este mismo método también funciona en una estufa a gas. Sin embargo, en lugar de ponerlos en la parrilla, los pondrás directamente sobre las rejillas de los quemadores.[3]
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    Dales la vuelta a los chiles cada cuatro a seis minutos. Esto garantizará que se cocinen de manera uniforme. Además, presiónales el lado sin cocinar contra la parrilla cada vez que les des la vuelta.[4]
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    Saca los chiles después de unos 12 a 15 minutos. Estarán listos cuando las cáscaras estén chamuscadas y ampolladas por igual. Si un lado lo está y el otro no, ponlos de vuelta a la parrilla por unos tres minutos más. Asegúrate de colocar el lado sin cocinar contra la parrilla.[5]
    • La cáscara chamuscada tiene la apariencia de puntos de color marrón oscuro o pequeñas áreas negras. Sin embargo, si todo el chile está negro, tal vez lo hayas quemado.

Método 2
Método 2 de 4:
Usar el horno

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    Precalienta el horno a 220 °C (425 °F) o en la marca 7. El horno tardará unos cuantos minutos en alcanzar la temperatura adecuada. Mientras esté precalentando, prepara los chiles para asarlos.[6]
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    Coloca los chiles en una bandeja para hornear formando una capa uniforme. Utilízalos enteros. Puedes asar tantos como quepan en la bandeja; solo asegúrate de dejar un poco de espacio entre uno y otro para que se cocine de forma pareja.[7]
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    Rocía aceite de oliva sobre los chiles. Una o dos cucharadas será suficiente. Luego frótalo con los dedos sobre los chiles, que deben quedar cubiertos con una capa ligera pero pareja de aceite de oliva.[8]
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    Pon los chiles en el horno durante 30 a 45 minutos. Dales la vuelta con unas pinzas o una espátula más o menos a la mitad de la cocción. Cuando estén listos, tendrán marcas grandes y oscuras de chamuscado y la cáscara se verá arrugada.[9]

Método 3
Método 3 de 4:
Usar el asador

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    Programa el asador en alta potencia. Si el tuyo no tiene una configuración alta y una baja, simplemente enciéndelo. Déjalo precalentar unos cuantos minutos mientras preparas los chiles.[10]
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    Esparce los chiles en una bandeja asadora o para hornear. Enjuágalos, pero no los cortes antes de ponerlos en la bandeja. Puedes ponerlos cerca, pero no deben tocarse.
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    Coloca los chiles debajo del asador. Ponlos cerca de la fuente de calor. Lo ideal es que estén a unos 5 cm (2 pulgadas) debajo del asador mismo.[11]
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    Déjalos cocinar por unos 10 minutos. Dales la vuelta después de cinco minutos para asegurarte de que se asen por ambos lados. Cuando estén listos, la cáscara estará chamuscada y ampollada.[12]

Método 4
Método 4 de 4:
Pelar los chiles poblanos

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    Cocina los chiles al vapor para que las cáscaras sean más fáciles de quitar. Aunque es posible pelarlos sin cocerlos al vapor, este proceso facilitará el trabajo. Apenas hayan terminado de cocerse, ponlos en un recipiente apto para el calor y cúbrelos con un secador. Déjalos ahí por veinte minutos antes de sacar el paño.[13]
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    Deja que los chiles se enfríen. Sea que los vayas a cocinar al vapor o no, los chiles tienen que estar completamente fríos antes de que intentes manipularlos. Puedes dejarlos enfriar hasta por una hora.[14]
    • Si los has cocido al vapor, quítales el secador para dejarlos enfriar.
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    Ponte unos guantes de goma. Los chiles pueden irritar la piel desprotegida y hacer que te piquen los ojos si los tocas. Antes de agarrarlos, ponte unos guantes de goma limpios para evitar cualquier percance.[15]
    • Si no tienes guantes, deberás lavarte las manos después de manipular los chiles. El detergente lavavajilla será más efectivo que el regular al momento de quitar sus aceites irritantes.[16]
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    Quítales las cáscaras con los dedos. Comienza a pelarlos por las áreas donde la cáscara está chamuscada, es decir, por las marcas de color negro oscuro que tienen. La cáscara estará más suelta en esa área y será más fácil de tirar. Ve avanzando por todo el chile hasta que le hayas quitado la mayor parte de la cáscara.[17]
    • La cáscara del chile poblano suele ser muy amarga. Sería mejor que no le dejes ni un poco.
    • Las cáscaras se sentirán rugosas mientras que la pulpa comestible estará suave.
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    Parte los chiles por la mitad para exponer las pepas. Córtalos a lo largo, desde el tallo hacia abajo. Divide los dos lados y verás un conjunto de pepas blancas rodeando el tallo.[18]
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    Saca las pepas raspándolas con una cuchara. Trata de no quitar mucha pulpa, simplemente retira suavemente las pepas hasta que no quede ninguna. En este momento, podrás cortar o preparar los chiles de acuerdo a tu receta.[19]
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    Congela los chiles asados si así lo deseas. El chile poblano es una adición excelente a cualquier comida, pero no tienes que asar uno nuevo cada vez que quieras utilizarlo. Más bien, puedes poner los chiles asados y pelados en una bolsa para congelador y guardarlos hasta por tres meses.[20]
    • Ponle la fecha en que hiciste los chiles a la bolsa para que sepas cuándo tendrás que botarlos.
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    Listo.

Consejos

  • Los chiles poblanos son excelentes en varias recetas, como salsas, chiles rellenos y salsas de mole.
  • Al momento de comprarlos en la tienda, los chiles poblanos frescos deben tener la cascara firme y uniforme.

Advertencias

  • Lávate las manos después de tocar los chiles. Si no lo haces, la capsaicina del chile podría irritarte los ojos o la piel.

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Categorías: Frutas y verduras