Todas las relaciones requieren trabajo de vez en cuando. En el matrimonio, esto es muy importante. Una de las mejores formas de mantener las cosas tranquilas diariamente es mostrar a tu pareja que te preocupas por ella. Aprender cómo atender las necesidades de tu pareja puede ayudarte a asegurar que tu matrimonio sea feliz y exitoso.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Atender las necesidades emocionales de tu esposo

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    Haz que tu esposo se sincere. Algunos hombres están condicionados socialmente para no hablar sobre sus sentimientos. Esto puede ser dañino para la relación, ya que deja muchos sentimientos importantes sin expresar. Si tu esposo tiene problemas para sincerarse, quizás necesites esforzarte más para aprender cómo se siente y lo que necesita en la relación.
    • Deja que tu esposo sepa que te gustaría saber cómo se siente. Esto lo puedes encontrar útil para apartar un tiempo de forma regular en el que ambos hablen sobre cómo se han sentido.
    • No juzgues a tu esposo por cómo se siente ni saques ninguna conclusión precipitada según lo que te diga. Debes crear una situación en la que tu esposo se sienta seguro al discutir sus sentimientos contigo; y para sentirse seguro, él necesita saber que no te enojarás ni lo juzgarás por lo que te diga.
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    Pregúntale lo que necesita. Algunas personas no se sienten cómodas al preguntar algo, a menos que otra persona plantee el problema. Si te preocupa no atender las necesidades emocionales de tu esposo, habla con él sobre ello y pregúntale lo que necesita en específico.[1]
    • Determina si tu esposo necesita un cambio (por ejemplo, se siente inmerso en la rutina o insatisfecho con algún aspecto de la relación), comprensión (más comunicación, mayor disposición a ver un problema desde su perspectiva) o mayor compatibilidad (más intimidad, pasar más tiempo juntos). Estas son tres cosas importantes en una relación exitosa y comprensiva.[2]
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    Comunícale tus necesidades. Si necesitas un cambio, comprensión o mayor compatibilidad, deja que lo sepa y trabajen juntos en esos problemas. La relación no funcionará si solo una parte trabaja en satisfacer las necesidades de la otra. Una relación verdadera y auténtica solo existe cuando ambas partes trabajan en hacer a la otra feliz y plena.
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    Trabaja para atender las necesidades de tu pareja. Una vez que determines lo que tu esposo necesita para sentirse amado y pleno, y hayas comunicado tus necesidades, trata de ayudar al darle esas cosas. También pídele que trabaje para atender las tuyas.[3]
    • Si tu esposo necesita un cambio, trabaja con él para encontrar una solución. Traten de salir de las rutinas colectivas. Hagan juntos algo diferente, como tomar unas vacaciones o aprender juntos un nuevo pasatiempo.
    • Si tu esposo necesita comprensión, pasen más tiempo juntos hablando. Escucha cómo se siente y bríndale comentarios de apoyo.
    • Si tu esposo necesita una mayor compatibilidad, trata de tomar mayor interés en sus pasatiempos y pídele que haga lo mismo con tus intereses. Esfuércense en pasar juntos más tiempo y traten de intimar entre sí.
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    Priorícense. En muchos matrimonios exitosos, cada pareja pone las necesidades de la otra persona primero. Esto asegura que se atiendan las necesidades de ambos, a la vez que se esfuerzan por hacer feliz a la otra persona. Todos ganan cuando ambos cónyuges trabajan equitativamente.[4]
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    Escucha cómo se siente tu esposo. Si te preocupa atender las necesidades emocionales de tu esposo, es importante escuchar cómo se siente. [5] Deben comunicarse de manera abierta y honesta. Además, escucha cuando te diga cómo se siente.
    • Escucha con atención. Procesa lo que tu esposo dice en lugar de preparar tu respuesta antes de que termine de hablar. Estimúlalo para que continúe al hacer contacto visual, asentir con la cabeza y realizar preguntas.[6]
    • No critiques los sentimientos de tu esposo. Ayúdalo a sentirse cómodo compartiendo sus sentimientos sin temer que lo juzgues o lo corrijas. [7]
    • Habla sobre cualquier conducta que tú o tu pareja realicen que afecta la relación. Quizás debas iniciar la conversación al preguntar si existe algo que podrías hacer de manera distinta, y dile a tu esposo gentilmente si hay cosas que también podría hacer de manera diferente.[8]
    • Trata de abordar cualquier problema que se plantee de forma activa y pídele a tu esposo que haga lo mismo.[9]
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    Identifica los problemas de comunicación. Si aún tienes problemas para comunicarte con tu esposo sobre lo que ambos necesitan, eso puede deberse a que ambos tienen estilos diferentes de comunicarse y no capten los verdaderos sentimientos del otro. Si ese es el caso, quizás uno o ambos necesiten cambiar la forma en la abordan la comunicación para atenderse mejor entre sí. [10]
    • La comunicación clara y directa es cuando no evitas decir lo que necesita decirse. Puede parecer muy directo para algunas personas, pero algunos expertos creen que es la forma más sana de comunicarse. Trata de decirle cómo te sientes exactamente, sin suavizar las cosas. [11]
    • La comunicación indirecta y clara transmite de manera evidente el mensaje básico, pero quizás no dirige ese mensaje a la persona adecuada. Un ejemplo de comunicación clara e indirecta sería decir que una conducta determinada te molesta, pero sin dirigirte directamente al objetivo pretendido. En este caso, quizás tú o tu esposo deban ser más directos. [12]
    • La comunicación directa y encubierta dirige la comunicación a la persona adecuada, pero sin ser clara sobre lo que realmente se comunica. Un ejemplo de una comunicación directa y encubierta sería decir a alguien que ciertas conductas pueden ser molestas, sin directamente decir que el objetivo pretendido está involucrado en esa conducta. Una vez más, practicar la franqueza puede ayudar. [13]
    • La comunicación indirecta y encubierta oculta tanto el mensaje como el objetivo pretendido de la crítica. Esto se considera como un método de comunicación poco sano. Si tú o tu pareja son así, deben esforzarse para ser más honestos entre sí. Traten de escribir lo que quieren decir como una forma de esclarecer sus sentimientos antes de expresarlos entre sí. [14]
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    Aprende cómo comunicarte de forma clara. Quizás hayas identificado tendencias indirectas o no sanas en la forma en la que tú o tu pareja se comunican. La comunicación asertiva es un gran modelo de la comunicación clara, porque se basa en el respeto mutuo: defiendes tus necesidades, pero también escuchas a los demás y haces concesiones. [15] Para comunicarte de forma clara y asertiva, intenta lo siguiente:
    • Usa las frases con "yo".[16] En lugar de empezar una oración con "tú", lo que puede sonar acusatorio y, a menudo, hace que la otra persona se ponga a la defensiva, usa "yo". Por tanto, en lugar de "Estás equivocado", di "Yo no estoy de acuerdo". Otras frases incluyen las siguientes: "Siento", "Necesito", "Me gustaría".
    • Habla sobre la conducta, no sobre tu esposo. [17] En lugar de decir "Luces descuidado", pregúntale lo siguiente: "¿Sabías que esa camisa tiene una mancha de mostaza en el frente?". Esto evita las opiniones y se centra en los hechos.
    • Presta atención al tono y al volumen. La forma en la que hablas es tan importante como lo que dices. No grites ni vociferes, tampoco susurres. Habla con una voz firme y un volumen normal y conversacional.[18]
    • Responde, pero no reacciones. [19] Si encuentras que te enojas y te pones a la defensiva, o que tu esposo lo hace, pausa la discusión. Acuerda un momento para retomar el problema una vez que te hayas calmado y asegúrate de seguir hasta terminar la discusión. Recuerda que ser asertivo no es lo mismo que ser agresivo.
    • Practica en situaciones de bajo riesgo.[20] Si tienes miedo de imponer tu decisión o te ponen nerviosa los conflictos mayores, trata de empezar de a poco (como dar tu opinión si él dice que la aspiradora está en el garaje, pero sabes que está en el armario). Si no es fácil hacerlo con tu esposo, encuentra a alguien (como un amigo o familiar) con quien te sientas lo bastante cómoda para discrepar.
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    Trata de resolver los conflictos en lugar de "ganarlos". [21] Tratar de "ganar" una discusión puede causar terquedad, resentimiento y dificultar la posibilidad de hacer concesiones. Ten en cuenta que "estar de acuerdo en discrepar" es una posibilidad y aún es un resultado aceptable.
    • Haz peticiones claras. En lugar de invitar a que tu esposo te dé un "no" como respuesta a preguntas como "¿Te importaría…?", haz que tus necesidades sean claras al preguntar "¿Podrías…?". La última es respetuosa, y él aún puede decirte "no" si lo elige, pero ya no pides permiso para tener necesidades. [22]
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    Tómense un tiempo para valorarse entre sí. Cada miembro de la pareja en una relación realiza contribuciones valiosas y cambios significativos en la vida de la otra persona. A veces, después de estar con alguien por mucho tiempo, un cónyuge puede sentirse emocionalmente desatendido o que no lo toman en cuenta. Para evitar que esto suceda, asegúrate de comunicar tu aprecio a tu cónyuge. [23]
    • Dile a tu esposo cosas reconfortantes como lo siguiente: "Aprecio las cosas buenas que haces por mí" o "Estoy feliz y agradecida de que estés en mi vida". [24]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Mantener vivo el romance

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    Haz un tiempo para estar juntos. Cuando has vivido con alguien por mucho tiempo, es fácil sentirse como que no te toman en cuenta de vez en cuando. Una forma de evitar que suceda es hacer un tiempo para que ambos estén solos. Puede ser una escapada de fin de semana, o incluso separar solo un par de horas después de la cena para una conversación sin distracciones. Sin importar cómo reserves el tiempo en pareja, asegúrate de que suceda de forma regular y de que ambos disfruten el tiempo juntos.
    • Trata de tener una noche de cita a la semana. Puedes separar una noche de cada semana para salir a cenar y ver una película. O si lo prefieres, llevar la noche de cita a casa y preparar la comida juntos.
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    Sorprende a tu esposo. Una relación larga puede causar fácilmente que las parejas caigan en las rutinas y en los hábitos. Puedes recordar a tu esposo que te preocupas por él al sorprenderlo de vez en cuando. No tiene que ser una sorpresa increíble. Las sorpresas simples y pequeñas, como dejar una nota en su almuerzo o darle un regalo pequeño por ningún motivo especial, pueden ayudar a mantener la emoción del romance viva.
    • También pueden sorprenderse entre sí al intentar juntos nuevas cosas. Los estudios muestran que hacer nuevas cosas con una pareja libera oxitocina, la denominada "hormona del cariño". Traten de tomar una clase juntos o incluso ir a un nuevo restaurante juntos.
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    Intimen entre sí. La intimidad ayuda a desarrollar vínculos duraderos en una relación, quizás más que cualquier otro factor. La intimidad no solo se limita al sexo; sin embargo, muchos expertos consideran que una vida sexual sana es un factor importante para un matrimonio exitoso y sano.[25]
    • Tomarse de las manos, besarse, abrazarse y caminar del brazo son todas formas en las que puedes disfrutar de la intimidad diariamente con tu esposo.
    • Encuentra un tiempo para la intimidad al acurrucarse mientras ven televisión o películas, y al tomarse de las manos mientras realizan diligencias. Una vez que te esfuerces por tener más intimidad, es muy probable que empieces a ver cada vez más formas de intimar entre sí.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Divertirse juntos

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    Tengan una sincronía entre sí. Puede sonar obvio, pero es importante que tú y tu pareja realicen juntos cosas pequeñas todos los días cuando sea posible. Incluso cambios simples, como comer juntos las comidas e irse a dormir juntos al mismo tiempo, pueden contribuir mucho a sentir que ambos pasan un tiempo juntos.
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    Recrea las citas. Una queja común entre las personas que luchan con problemas matrimoniales es que su pareja no hace las cosas que hacía cuando ambos salían. El tiempo en el que tú y tu esposo salían puede sentirse lejano, pero puedes mantener la chispa viva al recrear noches de citas divertidas que hayan tenido antes de casarse.
    • Vayan juntos a bailar, si tú y tu esposo disfrutan bailar. Es divertido, enérgico y puede recordarte la razón por la cual te enamoraste en primer lugar.
    • Tengan una cena romántica juntos. Pueden salir a su restaurante favorito o quedarse y tener una comida íntima en casa.
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    Planea las vacaciones. Incluso si realmente no puedes tomar vacaciones en ese momento, simplemente mirar las opciones para vacacionar y planear juntos un posible viaje puede ser un excelente ejercicio de unión.
    • Una vez que planeen sus vacaciones soñadas, empieza a trabajar para hacerlas realidad.
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    Sal de las rutinas. Una excelente forma de divertirte con tu esposo y reavivar el romance es salir de los hábitos normales diarios o semanales, y hacer juntos algo nuevo.
    • Si no son una típica pareja amante del aire libre, traten de realizar juntos una caminata o un día de campo simple al aire libre.
    • Si generalmente se quedan en casa los fines de semana, traten de hacer juntos algo distinto. Pueden salir en una cita doble con otra pareja de amigos, o ser los anfitriones de una fiesta e invitar personas que no hayan visto en un largo tiempo.
    • Sin importar lo que elijan, es importante que hagan juntos nuevas cosas de vez en cuando. Eso no significa que debas descartar lo que es cómodo. Solo cambia las cosas de vez en cuando.
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Consejos

  • No compares a tu esposo con otras personas con las que hayas salido, y asegúrate de que él tampoco haga lo mismo.
  • Haz un tiempo para hablar todos los días. Separa un tiempo regular y sin interrupciones para estar juntos, como una noche de cita o una conversación después de la cena.
  • Comunica lo que quieres o necesitas, y escucha lo que tu esposo necesita y quiere.
  • Trata de leer sobre diferentes formas de comunicarte con tu pareja. "Los 5 lenguajes del amor" de Gary Chapman es un libro popular que ofrece consejos sobre cómo las parejas pueden comunicarse mejor entre sí.
  • Considera hablar con un consejero de parejas si crees que tú y tu esposo tienen problemas para comunicarse.
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 51 197 veces.
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