Puede ser muy difícil sentir que tu esposa está dejando de amarte. No obstante, incluso si hay una distancia cada vez mayor entre ambos, esto no significa necesariamente que tu matrimonio se haya acabado. Identifica cuándo las cosas empezaron a ir mal y reflexionen en lo que pueden hacer para sanar. Luego, esfuérzate por demostrarle que quieres ganarte su corazón de nuevo. Con el tiempo, ¡es posible que te empiece a ver como aquella persona de la que se enamoró al principio!

Método 1
Método 1 de 4:
Trabajar en los problemas juntos

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    Reflexiona sobre qué los alejó. Tómate un tiempo para pensar en la relación que tienes con tu esposa, desde el principio hasta el presente. Cuando lo hagas, trata de identificar un momento en el que parece que las cosas cambiaron entre ustedes. Es posible que haya un claro incidente que logró crear una brecha en su matrimonio, como una infidelidad o una pelea desagradable. Sin embargo, la respuesta a veces puede ser muy difícil de reconocer, como tener problemas en la intimidad o sentirte rechazado en tu matrimonio.[1]
    • Intenta escribir tus pensamientos en un diario para controlarlos durante este proceso.
    • No te obligues a tener la respuesta de una sola. Puede tomarte mucho tiempo tener una opinión sobre lo que conllevó a que haya problemas en tu matrimonio.
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    Toma responsabilidad de tu participación en los problemas maritales. Una vez que tengas una idea de cuándo las cosas empezaron a ir mal, reflexiona sobre lo que puedes haber hecho para contribuir a la situación. Luego, toma asiento con tu esposa y conversen, reconociendo el papel que cada uno tuvo en el problema que tienen.[2]
    • Por ejemplo, puedes decirle “Ana, sé que dejé que mi trabajo se interpusiera entre nosotros, lo cual hizo que te sintieras sola y triste. No obstante, estoy muy comprometido en hacer que nuestro matrimonio funcione, así que me gustaría que encontremos una solución juntos”.
    • No te enfoques en las cosas que tu esposa debe cambiar. Incluso si parece que tu esposa inició el problema, es importante entender qué pudieron o debieron hacer diferente. De otro modo, no puedes prometer cambiar.
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    Pregúntale en qué puedes mejorar. Una vez que le hayas hecho saber que aceptas ser responsable de tu parte en el problema, pregúntale qué cambios le gustaría ver que hagas en su matrimonio. Logra que te dé respuestas específicas sobre las cosas en las que le gustaría que trabajes (pero dale un tiempo para pensar si lo necesita para que no sienta que la presionas o que la pones en apuros.[3]
    • Por ejemplo, puedes decirle algo como “¿Qué podría hacer para hacerte sentir más amada y apreciada cada día?” o “¿Qué cosas hago que puedan lastimarte sin darme cuenta?”.
    • Cuando lo hagas, tal vez te sorprenda aprender que hiciste algo que la lastimó, incluso si no creíste que fuera de gran importancia en ese momento. No obstante, una parte importante de disculparte es entender qué hiciste mal, así que esfuérzate por no ponerte a la defensiva.
    • No lo tomes como una oportunidad para empezar a mencionar las cosas que hizo mal. En su lugar, escúchala con empatía y comprensión.
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    Deja ir el rencor que sientas. Si quieres que tu esposa te perdone por algo malo que hayas hecho, tienes que estar dispuesto a hacer lo mismo por ella, incluso si es muy difícil. Solo recuerda que tener un matrimonio saludable es más importante que aferrarse a los sentimientos dolorosos. Por lo tanto, esfuérzate por perdonar lo que tu esposa haya hecho y que te lastimó.[4]
    • Intenta escribir lo que sientes en una carta. Luego, rómpela y deshazte de ella para dejar ir simbólicamente lo que escribiste.
    • Si necesitas resolver algo de lo que escribiste, está bien hablar con tu cónyuge al respecto. Trata de decirle algo como “¿Está bien si te cuento algo que ha estado molestándome? No quiero que peleemos al respecto. Solo quiero que seamos transparentes el uno con el otro para que podamos seguir adelante”.
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    Tómate tu tiempo. Reconstruir tu matrimonio puede requerir mucho trabajo, así que no te presiones a ti ni a tu esposa para que sea perfecto de inmediato. Dense el tiempo y el espacio que necesiten para restablecer la confianza y comunicación. Asimismo, trabajen juntos para asegurarse de cubrir sus necesidades durante el proceso.[5]
    • Incluso si ambos siguen peleando durante este tiempo, dedícate a probarle que quieres ser una persona amorosa y confiable para ella.
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    Vayan a terapia si les cuesta demasiado resolver los problemas graves. Si tú o tu esposa han intentado trabajar juntos, pero parece que no encuentran un terreno común, puede ser útil visitar a un terapeuta licenciado en matrimonio y familia. Si tu esposa está dispuesta a hacerlo, vayan juntos para aprender nuevas formas de comunicarse y solucionar los problemas.[6]
    • Trata de decirle algo como “Siento que nos cuesta mucho superar esto por nuestra propia cuenta. ¿Aceptarías ir a terapia de pareja conmigo para que podamos descubrir cómo mejorar juntos?”.
    • Aunque tu esposa se oponga a ir con un terapeuta, asistir por tu cuenta puede darte herramientas valiosas para mejorar tu matrimonio y tu vida personal en general.

Método 2
Método 2 de 4:
Mejorar su comunicación

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    Escucha activamente cuando tu esposa hable. Puede ser fácil caer en el hábito de solo oír hablar a tu esposa en lugar de escuchar realmente lo que dice. Si quieres asegurarte de que se sienta amada e importante, dedícate a escucharla por un tiempo al día sin distraerte. Aleja tu celular, mírala cuando hable, y dile cosas como “Oh, ¿en serio?” o “¡Vaya!” para hacerle saber que es el centro de tu atención.[7]
    • Repite lo que dice para demostrarle que realmente estás metido en la conversación. Por ejemplo, puedes decirle “Entiendo. ¿Linda quiere venir con nosotros el próximo sábado? Podría ser posible”.
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    Agradécele por las cosas que hace por ti. Una forma de hacer que se sienta amada es hacerle saber lo mucho que aprecias las cosas que hace para que tu vida y la casa marche a la perfección. Un simple “Oye, bebé, ¡la casa se ve increíble!” o “¡Gracias por ayudarme a recordar la reunión de ayer!” sirve de mucho.[8]
    • Encuentra al menos algo que puedas agradecerle cada día. Esto no solo hará que sienta que notas el trabajo que hace, sino que también será más probable que aprecies lo que tienes al enfocarte en encontrar cosas por las cuales sentirte agradecido.
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    Aprende su lenguaje del amor. La gente expresa amor de diferentes maneras, lo cual es su lenguaje del amor. Si comprendes qué considera que es la expresión más significativa de amor, podrás hacer pequeñas cosas para asegurarte de que sepa cuán importante es para ti.[9]
    • Por ejemplo, si su lenguaje del amor está basado en palabras de confirmación, puedes practicar diciéndole algo que te encante de ella todos los días.
    • Si responde más antes las acciones de servicio, puedes buscar formas de quitarle alguna tarea de encima. Por ejemplo, podrías preparar una cena agradable cuando no se lo espere o contratar a una niñera para tener una cita sorpresa de noche.
    • Si su lenguaje del amor involucra regalos, no tienes que darle uno costoso o elaborado diariamente. Puedes escribirle notas de amor o llevar a casa su bocadillo favorito después de un largo día.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Jin S. Kim, MA

    Jin S. Kim, MA

    Terapeuta licenciado en matrimonio y familia
    Jin Kim es un terapeuta licenciado en matrimonio y familia que reside en Los Ángeles, California. Jin se especializa en trabajar con personas que forman parte de la comunidad LGBTQ, personas de color y aquellos que pueden tener desafíos relacionados con la reconciliación de identidades múltiples e interseccionales. Jin recibiço su maestría en Psicología Clínica en la Universidad de Antioch con sede en Los Ángeles, con una especialización en Psicología Afirmativa de LGBT en 2015.
    Jin S. Kim, MA
    Jin S. Kim, MA
    Terapeuta licenciado en matrimonio y familia

    Un especialista concuerda: los 5 lenguajes del amor son dar regalos, pasar tiempo de calidad juntos, hacer contacto físico, realizar acciones de servicio y decir palabras de confirmación. Entender el lenguaje del amor de cada uno puede ayudarles a aprender más el uno del otro y a comunicar sus sentimientos con mayor efectividad.

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    Tomen decisiones juntos si los afectan a ambos. Si compras un nuevo auto o casa sin hablar con tu esposa, existe una brecha evidente de comunicación en su matrimonio. Sin embargo, es importante trabajar juntos incluso cuando se trata de pequeñas alternativas, como a dónde ir de vacaciones con la familia o cómo estructurar el presupuesto anual. De esta forma, sentirán que son más un equipo unificado y estarán en la misma página con las metas que tienen para su familia.[10]
    • Además de incluir a tu esposa para tomar decisiones, es igual de importante que tú te involucres. No dejes que ella lo decida todo, ya que podría sentirse resentida por estar cargando con toda la responsabilidad sola.
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    Expresa cualquier preocupación que tengas de forma constructiva. Está bien hablar ocasionalmente con tu esposa sobre los obstáculos que hay en su matrimonio. No obstante, cuando lo hagas, trata de usar enunciados no críticos que se enfoquen mayormente en el impacto que la situación causa en ti y en tus sentimientos.[11]
    • Por ejemplo, puedes decirle algo como “A veces siento que compartes demasiados detalles de nuestra vida íntima con tus amigos, así que me siento avergonzado cuando estoy con ellos. ¿Podríamos establecer algunos límites con los que ambos nos sintamos cómodos?”.

Método 3
Método 3 de 4:
Reconstruir la intimidad en el matrimonio

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    Hazle cumplidos todos los días. Es más probable que te vea como una persona positiva y alentadora en su vida si la ayudas a fortalecerse, lo cual puede a la larga fortalecer tu matrimonio. Todos los días, piensa en algo que te encante, respetes o consideres atractivo de tu esposa. Luego, descubre cómo decírselo.[12]
    • Por ejemplo, si crees que su estilo es genial, podrías hacerle un cumplido sobre su atuendo cuando se haya alistado en la mañana.
    • También puedes elogiar sus rasgos personales, como que siempre te haga reír o su naturaleza compasiva.
    • También podrías reconocer algunos de sus logros, como ser reconocida por su jefe en el trabajo o tener éxito en un proyecto para el cual ha trabajado muy duro.
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    Ríanse juntos tanto como sea posible. Cuando hables con ella, trata de mencionar un momento en el que algo gracioso les haya pasado a ambos y ríanse mucho cuando comentes los detalles. Algo tan simple como reír puedes ayudarlos a sentirse más cerca de nuevo, incluso si han estado peleando o si han tenido días agotadores.[13]
    • Cuando tengan una cita, intenten ver una comedia graciosa en el teatro o vayan a un club de comedia para ver un acto.
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    Toca a tu esposa de forma cálida y no sexual. Si piensas en ser íntimos, el tacto es probablemente una de las primeras cosas que puedes imaginar en una lista, aunque es posible que pienses en algo más romántico. No obstante, asegúrate de darle también atención física de forma no sexual para que no crea que solo eres afectuoso cuando quieres tener intimidad. Asimismo, tocar por un breve tiempo puede ayudarles a sentirse más cerca el uno del otro.[14]
    • Por ejemplo, puedes darle un abrazo cálido en la mañana o cuando llegue a casa del trabajo. También puedes acariciar ligeramente su hombro cuando estés de pie detrás de ella.
    • Con el tiempo, esto puede hacerla sentir más segura y cómoda. Además, es posible que se sienta más receptiva al contacto físico de coqueteo y reanime la relación sexual entre ambos también.
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    Hazle recordar sobre los días en que tenían citas para sentirse más conectados. Cuando estén sentados juntos en el sofá, menciona uno de tus recuerdos favoritos de sus primeros días juntos. Menciona los pocos detalles que recuerdes de la cita, como qué vestía o un hábito adorable de nerviosismo que haya tenido. Escuchar que aún recuerdas todas esas pequeñas cosas sobre ella puede ayudar a despertar los sentimientos románticos que sentían en esos tiempos.[15]
    • Puedes decirle algo como “¿Recuerdas esa vez que comimos en una hamburguesería en Toronto? La comida estuvo tan buena, pero apenas podía saborearla porque lo único que pensaba era en cuán adorable te veías. Sabía que estabas un poco nerviosa porque no dejabas de llevar tus cabellos detrás de tu oreja. ¡Eso solo me daban ganas de besarte!”.
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    Intenten realizar algo nuevo juntos. Quedarse enfrascados en una rutina haciendo las mismas cosas de siempre puede hacer que sea difícil sentir que tu matrimonio está lleno de romance y emoción, así que rómpela y haz algo nuevo con tu esposa. Tengan una cita, realicen un nuevo pasatiempo juntos o vayan de vacaciones a algún lugar donde nunca hayan estado. De esta forma, se sentirán más cercanos y crearán nuevos recuerdos felices mientras reconstruyen su matrimonio.[16]
    • Por ejemplo, pueden tomar turnos una vez al mes para elegir un nuevo restaurante a donde ir.
    • También puedes sorprenderla con flores, boletos para un concierto, un día de spa o algo que no hayan hecho antes.
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    Prioriza el pasar tiempo juntos. La vida se vuelve muy ocupada, lo cual puede tener un efecto negativo en un matrimonio, sobre todo cuando se hacen malabares con la carrera, los deberes del hogar, los hijos, las mascotas, los padres mayores, los pasatiempos (y la lista sigue). Priorizar tu matrimonio no va a pasar por accidente, así que esfuérzate por asegurarte de que tu esposa y tú pasen tanto tiempo juntos como sea posible.[17]
    • Si es necesario, programa un tiempo frecuente para que ambos se pongan al corriente y se relajen. Asimismo, asegúrate de que parte de ese tiempo sea para ustedes, donde las conversaciones sobre todas las presiones que hay en sus vidas estén fuera de los límites, incluso solo por un corto tiempo.[18]
    • No tienen que hacer necesariamente algo para pasar tiempo juntos. Pasen un par de minutos a solas después de que todos estén en cama para hablar de, por ejemplo, cómo estuvo el día de ambos.

Método 4
Método 4 de 4:
Poner en práctica el autocuidado

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    Confronta y reemplaza los pensamientos negativos que tengas sobre ti mismo. Si hay dificultades en tu matrimonio, puede ser difícil sentirte bien contigo mismo. Sin embargo, es importante que cuestiones los pensamientos negativos que tengas sobre ti, cuando notes que aparezcan, y que los reemplaces con unos positivos en su lugar.[19]
    • Esto es sobre todo cierto si tienes el patrón de haber tenido relaciones difíciles (es posible que te hayan dicho durante toda tu vida que no eres lo suficientemente bueno o que te culpes mayormente a ti por cómo resultan las cosas).
    • Por ejemplo, si te das cuenta de que piensas “Siempre lastimo a las personas. Nadie me amará”, puedes reemplazar este pensamiento con algo como “En estos momentos, estoy luchando tanto como puedo para salvar mi matrimonio porque amo a mi esposa. Trato de ser mi mejor versión”.

    Consejos: si te cuesta hacerlo, puede ser bueno ir con un terapeuta que pueda ayudarte a cambiar tus patrones de pensamientos negativos.

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    Reserva un tiempo para las cosas que disfrutes. Si quieres que tu relación sea lo más sana posible, asegúrate de tener al menos un poco de tiempo para tus propios pasatiempos e intereses. De otro modo, es posible que empieces a sentirte atrapado o resentido. Incluso si no eres consciente de ello, estos sentimientos pueden empezar a manifestarse, afectando así la relación que tienes con tu esposa.[20]
    • Por ejemplo, puedes salir a correr durante todas las mañanas antes del trabajo o reunirte con tus amigos un sábado al mes para beber algo.

    Consejo: trata de hacer que sea fácil para tu esposa el también tener tiempo para enfocarse en sus intereses. Por ejemplo, si sales con tus amigos un fin de semana, asegúrate de que ella tenga la oportunidad de salir con los suyos la próxima semana.

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    Cuida tu cuerpo y mente. Si quieres tener una relación afectuosa y saludable, es importante que tú estés saludable primero. Ten una dieta saludable, ejercítate por 30 minutos al día y practica actividades que alivien el estrés, como ejercicios de respiración profunda o para prestar atención, para que te sientas física y mentalmente más listo para desarrollar tu día a día.[21]
    • Cuidar mucho de ti aumentará tu confianza, lo cual también puede hacer que tu esposa se sienta más atraída hacia ti físicamente.
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    Fíjate nuevas metas y trabaja en ellas. Es importante seguirte impulsando en nuevas direcciones, incluso si parece un poco aterrador por momentos. Esto no solo te proporcionará un sentido personal de realización, sino que también le demostrará a tu esposa que eres capaz de crecer, lo cual es probable que aprecie.[22]
    • Por ejemplo, si no eres feliz con tu carrera, puedes tomar clases de noche que te permitan conseguir tarde o temprano un trabajo que disfrutes más.
    • También puedes establecerte metas para mejorar cuán bien te alimentas, para cumplir cosas en tu hogar o para pasar más tiempo con tus amigos y familiares. ¡Elige metas personales que sean importantes para ti!
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    Considera terminar con tu matrimonio si se vuelve tóxico. Desafortunadamente, no hay mucho que puedas hacer para cambiar la relación que tienes con tu esposa. Si no está dispuesta o no es capaz de esforzarse por tener un matrimonio más saludable, tal vez sea mejor acordar separarse o incluso divorciarse si no pueden reconciliarse después de un tiempo.[23]
    • Si sus discusiones empeoran hasta haber abuso físico, verbal o emocional (de cualquiera de las partes), su relación se habrá vuelto tóxica. Es probable que necesiten asesoramiento profesional para superar este comportamiento, si se puede cambiar del todo. Por lo general, es mejor separarse para asegurarse de que la situación no siga empeorando.

Consejos

  • Asegúrate de compartir la carga de las tareas del hogar para que tu esposa no sienta que todo lo debe hacer ella.

Acerca de este wikiHow

Jin S. Kim, MA
Coescrito por:
Terapeuta licenciado en matrimonio y familia
Este artículo fue coescrito por Jin S. Kim, MA. Jin Kim es un terapeuta licenciado en matrimonio y familia que reside en Los Ángeles, California. Jin se especializa en trabajar con personas que forman parte de la comunidad LGBTQ, personas de color y aquellos que pueden tener desafíos relacionados con la reconciliación de identidades múltiples e interseccionales. Jin recibiço su maestría en Psicología Clínica en la Universidad de Antioch con sede en Los Ángeles, con una especialización en Psicología Afirmativa de LGBT en 2015. Este artículo ha sido visto 148 728 veces.