Los garbanzos, usualmente, se hierven. No obstante, puedes prepararlos en una olla de cocción lenta como también en el horno. Son muy versátiles y casi no tienen sabor y, por lo que son comparables a un “lienzo en blanco” al que podrás condimentar según tus preferencias. Con ellos también podrás preparar una salsa de hummus, una ensalada, una sopa, etc.

Ingredientes

Garbanzos hervidos

Para 900 g (2 lb) de garbanzos cocidos

  • 450 g (1 lb) de garbanzos secos
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • agua
  • sal (opcional)

Garbanzos en olla de cocción lenta

Para 900 g (2 lb) de garbanzos cocidos

  • 450 g (1 lb) de garbanzos secos
  • 7 tazas (1750 ml) de agua
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita (5 ml) de sal (opcional)

Garbanzos asados

Para 2 raciones

  • 420 g (15 oz) de garbanzos en lata.
  • 1 1/2 cucharada de aceite de oliva
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/4 de cucharadita de ajos en polvo (opcional)

Método 1
Método 1 de 3:
Garbanzos hervidos

  1. 1
    Cubre los garbanzos en agua fría. Coloca los garbanzos en una cacerola grande o una olla y vierte agua fría sobre ellos. El agua debe cubrir los garbanzos por 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas).
    • A medida que los garbanzos absorben el agua, es posible que necesites agregar más. De hecho, los garbanzos pueden duplicar su tamaño, de manera que puedes terminar necesitando el doble de agua conforme los garbanzos que tengas.
    • Remojarlos es importante por dos razones principales. Primero, remojar los garbanzos secos hace que se suavicen, reduciendo así el tiempo que necesitan para cocinarse. Segundo, el proceso de remojar rompe varios de los azúcares inductores de gases que tienen los garbanzos, por lo tanto, se hacen más fáciles de digerir.
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    Agrega bicarbonato de sodio. Mueve 1 cucharada de bicarbonato de sodio en el agua hasta que se disuelva.
    • El bicarbonato de sodio no es estrictamente necesario, pero puede ser beneficioso. Las moléculas en el bicarbonato de sodio se unen a los azúcares inductores de gas de los garbanzos conocidos como oligosacáridos. Al unirse a estos azúcares, el bicarbonato de sodio puede romperlos y sacar parcialmente ese gas maloliente de la estructura de los garbanzos.
    • Por otra parte, el bicarbonato de sodio puede dejar un sabor salado, jabonoso en grandes cantidades, así que, si decides usarlo, solo deberás usar un poquito.
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    Remójalos la noche anterior. Los garbanzos deberían remojarse en agua fría por al menos 8 horas.
    • Cubre la olla de garbanzos con una toalla limpia o con la tapa de la olla mientras se remojan. Puedes dejarlos fuera, a temperatura ambiente; no necesitas refrigerarlos.
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    También puedes remojar los garbanzos brevemente. Si solo tienes una hora aproximadamente para prepararlos, puedes remojar los garbanzos rápido hirviéndolos en una olla con agua caliente.[1]
    • Coloca los garbanzos en una olla o una cacerola grande y cúbrelos con 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de agua.
    • Deja que el contenido de la cacerola hierva a fuego lento en la estufa. Deja que continúen hirviendo rápidamente por 5 minutos.
    • Quita la cacerola de garbanzos del fuego, cúbrelos holgadamente, y deja que los garbanzos se remojen en el agua caliente por una hora completa.
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    Drena y enjuaga los garbanzos. Vierte el agua y los garbanzos a través de un colador para separarlos. Enjuaga los garbanzos por 30 a 60 segundos bajo agua corriente mientras siguen en el colador, sepáralos suavemente de manera que todos los garbanzos se enjuaguen con el agua.
    • Cualquier suciedad o escombros del agua remojada se pueden adherir a la piel de los garbanzos mientras se remojan, así que es importante drenar y enjuagar bien los garbanzos. Los azúcares que se rompen dentro del agua todavía pueden adherirse a los lados de los garbanzos, lo cual es otra razón importante para deshacerte del agua y enjuagarlos.
    • Enjuagar los garbanzos también puede ayudar a quitar el sabor dejado por el bicarbonato de sodio.
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    Cubre los garbanzos con agua fresca en una cacerola grande. Transfiere los garbanzos a una cacerola limpia o a una olla, y llena esta con suficiente agua para cubrirlos.
    • Si quieres hacer los garbanzos más sabrosos, agrega aproximadamente 1/4 de cucharadita de sal al contenido de la cacerola por cada 2 L (2 cuartos de galón) de agua usada. Los garbanzos pueden absorber la sal mientras se cocinan, de manera que obtienen sabor tanto en el interior como también en el exterior.
    • Como pauta general, usa alrededor de 1 L (1 cuarto de galón) de agua por cada taza (250 ml) de garbanzos remojados.
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    Cocina a fuego lento hasta que se suavicen. Coloca la cacerola sobre tu estufa y hierve a fuego medio-alto. Luego reduce el fuego a medio o medio-bajo hasta que el agua pase a cocción a fuego lento. Cocina los garbanzos en agua a fuego lento por 1 a 2 horas.
    • Para platos que requieren garbanzos firmes, como guisos o sopas, solo cocina los garbanzos por 1 hora. Para platos que requieren los garbanzos suaves, como humus, cocina alrededor de 90 a 120 minutos.
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    Drena, enjuaga y usa como desees. Una vez terminado, coloca los garbanzos y el agua a través de un colador y remójalos, aún dentro del colador, dejando correr el agua por 30 a 60 segundos. Sirve inmediatamente, agrega a una receta que utilice garbanzos o guárdalos para otro momento.

Método 2
Método 2 de 3:
Garbanzos en olla de cocción lenta

  1. 1
    Drena y enjuaga los garbanzos. Coloca los garbanzos en un colador y enjuágalos por 30 a 60 minutos bajo una corriente de agua fría.
    • Al enjuagar los garbanzos ahora, limpias cualquier superficie de escombros o impurezas adheridas a los garbanzos secos. Además, esta es una buena oportunidad para quitar los pequeños huesitos o garbanzos negros que accidentalmente se mezclaron con el grupo.
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    Coloca los ingredientes en una olla de cocción lenta. Combina el agua, los garbanzos, y el bicarbonato de sodio en una olla de cocción lenta de 2,5 L (2,5 cuartos de galón), moviendo ligeramente para asegurarte de que el bicarbonato de sodio sea esparcido de forma pareja y de que todos los garbanzos estén sumergidos bajo el agua.
    • Ten en cuenta que no necesitas remojar los garbanzos previamente cuando los cocinas en una olla de cocción lenta. Dado que los garbanzos se cocerán lentamente, no es necesario suavizarlos de antemano.
    • Sin embargo, el uso de bicarbonato de sodio aún es recomendado. Dado que estás omitiendo el paso de remojado previo, los azúcares no tienen la misma oportunidad de romperse como lo hacen con el método tradicional de hervirlos. El uso del bicarbonato de sodio, que ayuda a romper los azúcares inductores de gases, puede hacer que los garbanzos sean un poco más fáciles de digerir una vez cocidos.
    • Si decides no usar el bicarbonato de sodio, puedes agregar, en su lugar, 1 cucharadita (5 ml) de sal al agua. La sal no romperá el azúcar, pero agregará más sabor a los garbanzos, que absorberán los granos de sal mientras se esparcen por el agua. Como resultado, el interior de los garbanzos será sazonado, como también el exterior.
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    Cubre y cocina hasta que esté suave. Cocina a fuego alto por 4 horas o a fuego bajo por 8 o 9 horas.[2]
    • Si deseas garbanzos ligeramente firmes, debes cocerlos a fuego alto por 2 a 3 horas.[3]
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    Drena y enjuaga bien. Echa el contenido de la olla de cocción lenta en un colador y separa el agua de los garbanzos. Enjuaga los garbanzos, mientras siga en el colador, bajo agua corriente por 30 a 60 segundos.
    • El agua de los garbanzos cocidos en latas puede contener muchas impurezas y residuos de azúcares, por lo que necesitas desecharla. Además, los garbanzos deben ser enjuagados debido a que algunas de las impurezas del agua pueden terminar adhiriéndose a su superficie.
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    Sirve o usa cuanto desees. Puedes usar los garbanzos inmediatamente, agregarlos a una receta que necesite de garbanzos o guardarlos para otra ocasión. Cualquier receta que necesite garbanzos hervidos puede usar garbanzos preparados en una olla de cocción lenta.
    • Ten en cuenta que los garbanzos cocidos en una olla de cocción lenta tienden a ser muy suaves, por lo que sería preferible usarlos en una receta que necesite garbanzos suaves y tiernos en lugar de una que requiera de garbanzos más firmes.

Método 3
Método 3 de 3:
Garbanzos asados

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    Precalienta el horno a 200 °C (400 °F). Prepara una bandeja para hornear rociándola con aerosol antiadherente para cocinar.
    • También puedes engrasar la bandeja para hornear con manteca o cubrirla con una capa de papel de aluminio o papel pergamino.
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    Drena y enjuaga los garbanzos enlatados. Echa el contenido de la lata en un colador para separar el líquido. Enjuaga los garbanzos, mientras sigan en el colador, bajo una corriente de agua por 30 a 60 segundos.
    • También puedes drenar el líquido de los garbanzos usando la tapa de la lata. Abre parcialmente la tapa, lo suficiente para que el líquido pueda salir, pero no los garbanzos. Inclina la lata sobre el fregadero y deja que el líquido salga por este espacio. Drena tanto líquido como sea posible antes de abrir la tapa completamente.
    • También puedes agregar agua a la lata una vez drenada, y agitarla un poco para ayudar a enjuagar los garbanzos. Coloca la tapa sobre la lata de manera que haya una pequeña brecha y elimina el agua de enjuague a través de la abertura. Sin embargo, ten en cuenta que enjuagar apropiadamente a través de un colador sigue siendo el método recomendado.
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    Poco a poco quita la piel de los garbanzos. Coloca los garbanzos entre dos capas limpias de papel toalla. Hazlos rodar suavemente con el papel toalla superior y quítales todo exceso de agua para luego terminar de pelar la piel suelta.
    • Sin embargo, ten cuidado cuando presiones los garbanzos, pues no querrás aplastarlos accidentalmente por usar mucha fuerza.
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    Revuelve los garbanzos en aceite de oliva. Echa los garbanzos en un tazón para mezclar mediano y esparce aceite de oliva sobre ellos. Suavemente revuelve los garbanzos con una cuchara para mezclar o con tus manos limpias para cubrirlos completamente en aceite.
    • El aceite les agregará sabor a los garbanzos, pero también les dará un color y una textura agradables mientras se asan en el horno.
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    Esparce los garbanzos en la bandeja para hornear. Transfiere los garbanzos aderezados a la bandeja para hornear, espárcelos en una única capa pareja.
    • Asegúrate de que los garbanzos formen una sola capa. Los garbanzos necesitan una exposición equitativa al calor para que se puedan cocinar de forma pareja.
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    Ásalos hasta que estén dorados y crujientes. Esto deberá tomar entre 30 a 40 minutos en un horno precalentado.[4]
    • Pon mucha atención a los garbanzos mientras se cocinan de manera que los puedas quitar si se empiezan a quemar.
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    Sazona como desees y disfruta. Espolvorea sal y ajos en polvo sobre los garbanzos asados, y revuélvelos suavemente con una espátula plana para cubrirlos de forma pareja. Sirve y disfruta de un bocadillo saludable.
    • Puedes experimentar con otras especias y especias mezcladas también. Por ejemplo, puedes sazonar los garbanzos con páprika (pimentón), chile en polvo (ají en polvo), curry en polvo, garam masala (condimento de la India) o incluso canela.

Consejos

  • Los garbanzos pueden servir como bocadillos de la tarde. Al agregar aproximadamente media taza de garbanzos a tu dieta diaria, puedes reducir tus ansias por bocadillos salados, dulces y grasosos.[5]

Cosas que necesitarás

Garbanzos hervidos

  • cacerola grande u olla
  • paño de cocina
  • colador

Garbanzos en olla de cocción lenta

  • colador
  • olla de cocción lenta de 2 1/2 cuartos de galón (2,5 L)

Garbanzos asados

  • abridor de latas
  • colador
  • bandeja para hornear
  • papel toalla limpio
  • aerosol antiadherente para cocinar
  • espátula

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Categorías: Arroz y frijoles | Recetas
Resumen del artículoX

Para cocinar los garbanzos secos, cúbrelos primero con agua fría y déjalos reposar al menos durante 8 horas o toda la noche, para que absorban el agua. Después de que hayan reposado, cuélalos y enjuágalos bajo el agua fría del grifo. Luego, transfiérelos a una cacerola grande, la cual deberás llenar con el agua suficiente para cubrirlos. Pon a hervir el agua antes de reducir el fuego a medio-bajo. Deja que los garbanzos se cocinen durante 1 hora o hasta que estén suaves. Por último, cuela el agua y vuelve a enjuagar los garbanzos antes de servirlos. Si quieres saber cómo cocinar los garbanzos en una olla de cocción lenta, ¡sigue leyendo!