La remolacha se cocina fácilmente con diversos métodos. La cocción al vapor preserva sus nutrientes valiosos, además es un método en el que poco hay que intervenir.[1] Otro de los métodos de cocción más comunes para cocinar una remolacha es sancochándola, método que te permitirá tenerlas listas para otras recetas. Uno de los mejores métodos para preservar su dulzura natural es la cocción al horno. Sea cual sea el método que elijas, asegúrate de que sea uno con el que obtengas una remolacha deliciosamente cocida.

Método 1
Método 1 de 3:
Al vapor

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    Prepara la vaporera. Agrega 5 cm (2 pulgadas) de agua en la olla de la vaporera y pon la canasta encima de ella.
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    Pon el agua a hervir. Deja que el agua se vaya calentando mientras empiezas a preparar las remolachas. Te recomendamos ponerte guantes en este paso para que tus manos no se manchen.
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    Prepara las remolachas. Lávalas y restriégalas. Con un cuchillo afilado, corta el tallo y la cola de las remolachas. Tira las puntas a la basura antes de picarlas en cuartos.
    • Deberás dejarlas con cáscara para que retengan su color. Además será más fácil pelarlas después de cocerlas al vapor.[2]
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    Pon las remolachas preparadas en la canasta de la vaporera. El agua deberá hervir. Pon la tapa sobre la canasta de la vaporera de modo que no salga nada de vapor.
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    Cocínalas de 15 a 30 minutos. Si las remolachas son grandes, podrías picarlas en cuartos más pequeños para que se cocinen rápidamente y de manera uniforme. Procura hacerlo en rodajas de 1 cm (½ pulgada).[3]
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    Prueba una remolacha. Pínchala con un tenedor o cuchillo. Tendrá que estar tan tierna que el utensilio debe traspasarla fácilmente. Si es difícil de pinchar o no puede traspasar, tendrá que sancochar más.
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    Sácalas del fuego. Cuando estén tiernas, sácalas de la vaporera. Déjalas enfriar y luego pélalas con un papel toalla.
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    Condimenta las remolachas (opcional). Utiliza las remolachas al vapor para otra receta o solo aderézalas con aceite de oliva, vinagre o hierbas frescas.[4]
    • Las remolachas al vapor pueden ser un gran aperitivo servido con queso intenso o granos.
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Método 2
Método 2 de 3:
Sancochadas

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    Llena una cacerola con agua y un poco de sal. Añade ½ cucharadita de sal. La sal ayudará a saborizar las remolachas mientras se cuecen. Pon el agua a hervir a fuego alto.
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    Prepara las remolachas. Lava y restriega la tierra de las remolachas. Córtales el tallo, la cola y tíralas a la basura. Podrás dejar las remolachas enteras cuando las sancoches o podrás picarlas en cubos, lo cual reducirá su tiempo de cocción. Si las dejas enteras, no te tomes la molestia de pelarlas.
    • Si optas por picar las remolachas, deberás pelarlas antes en cubos de 3 cm (1 pulgada).
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    Echa las remolachas. Asegúrate de que el agua las cubra unos cuantos centímetros. Cuando el agua esté hirviendo, échalas enteras o en cubos con cuidado. Si vas a dejarlas enteras, sancóchalas unos 45 minutos a 1 horas. Si vas a picarlas, sancóchalas de 15 a 20 minutos.[5] [6]
    • Hierve las remolachas con la olla destapada.
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    Prueba una remolacha. Pínchala con un tenedor o cuchillo. Tendrá que estar tan tierna que el utensilio debe traspasarla fácilmente. Si es difícil de pinchar o no puede traspasar, tendrá que sancochar más.
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    Saca las remolachas del fuego. Cuando estén tiernas, cuela el agua caliente y pásales agua fría. Luego, pélala frotando la cáscara con papel toalla.
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    Condimenta las remolachas (opcional). Utiliza las remolachas sancochadas para otra receta, hazlas puré y sírvelas con mantequilla.[7] Salpimiéntalas.
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Método 3
Método 3 de 3:
Al horno

  1. 1
    Calienta el horno y prepara las remolachas. Enciende el horno a 180 °C (350 °F). Luego, lava y restriega las remolachas. Si las dejas enteras, solo córtales las puntas y tíralas a la basura. Si las vas picar, primero pélalas y luego córtalas en gajos.
    • Si las vas a dejar enteras, procura que sean pequeñas, porque si son grandes, tomarán demasiado tiempo en cocinar.
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    Pon las remolachas en una bandeja para hornear y échales un chorro de aceite de oliva. Échales aproximadamente 1 cucharada de aceite de oliva y báñalas en el aceite. Salpimiéntalas. Tapa bien la bandeja con papel aluminio.
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    Pon las remolachas en el horno. Hornéalas unos 35 minutos. Luego, saca el papel aluminio y hornéalas de 15 a 20 minutos más.
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    Prueba una remolacha. Pínchala con un tenedor o cuchillo. Tendrá que estar tan tierna que el utensilio debe traspasarla fácilmente. Si es difícil de pinchar o no puede traspasar, tendrás que hornearlas más.
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    Saca las remolachas del horno y condiméntalas al gusto. El horneado sacará su dulzor natural. Échales un chorrito de vinagre balsámico y sírvelas con pan crujiente.[8]
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Consejos

  • Pica la remolacha muy finamente antes de asarla al horno para hacer chips de remolacha. Deberás voltearlas a media cocción.
  • Añade remolacha rallada a los pasteles y brownies para que tengan una textura suave y húmeda.
  • Pica o ralla una remolacha cruda para agregársela a ensaladas o como adorno para que el platillo tenga un color hermoso y más textura.
  • Si tienes extractor de jugos, trata de hacer extracto de remolachas crudas. Para hacer un preparado nutritivo y ligeramente dulce, échale jugo de manzana.
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Cosas que necesitarás

  • Vaporera para el método al vapor
  • Cacerola de fondo pesado y colador para el método de sancochado
  • Bandeja para hornear y papel aluminio para el método al horno
  • Remolachas
  • Pelador de vegetales, opcional
  • Tabla para picar
  • Papel toalla, opcional
  • Cuchillo
  • Aceite de oliva, opcional
  • Sal y pimienta, opcional

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Categorías: Frutas y verduras
Resumen del artículoX

Una forma de cocinar remolachas es asarlas al horno. Primero, lava las remolachas y corta los tallos y las hojas. Frota un poco de aceite de oliva en cada remolacha, y luego colócalas en una bandeja para hornear. Dependiendo del tamaño de las remolachas, ásalas al horno a 220° Celsius (425° Fahrenheit) de 45 minutos a 1 hora y 1/2. Sabrás que las remolachas están listas cuando las pinches con un tenedor y estén suaves. Para cocinar las remolachas más rápidamente, hiérvelas. Hierve una olla grande de agua y agrega una cantidad generosa de sal. Lava las remolachas y corta los tallos y las hojas. Luego, agrega las remolachas al agua hirviendo y cocínalas de 20 a 40 minutos. Cuanto más grandes sean las remolachas, más tardarán en cocinarse. Las remolachas están listas una vez que están suaves. ¡Escurre las remolachas en un colador y disfrútalas! Si quieres más consejos, incluyendo cómo asar remolachas, ¡sigue leyendo!

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