Cocinar toda una calabaza puede parecer complicado, sobre todo si es la primera vez que vas a preparar este tipo de verdura. Uno de los secretos para cocinarla es seleccionar una calabaza pequeña. Esta es más dulce, su sabor es más agradable y puedes manipularla con mayor facilidad que las variedades grandes. Otro secreto es cocinarla con cáscara, puesto que esta es mucho más fácil de retirar una vez que la pulpa está cocida. Existen numerosas maneras de preparar una calabaza, por ejemplo, al horno, en una olla de cocción lenta, en el microondas y al vapor.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Lavar y cortar la calabaza

  1. 1
    Lava la cáscara. Enjuaga la calabaza bajo un chorro de agua del grifo y frota la cáscara y la zona que rodea el tallo con un trapo o cepillo para verduras. Así eliminarás la suciedad o los residuos acumulados durante el proceso de cultivo o envío. Sécala dando toquecitos con una toalla limpia.
    • No necesitas utilizar jabón, detergente u otros limpiadores para lavar productos agrícolas.[1]
  2. 2
    Corta el tallo. Pon la calabaza sobre una tabla de cortar. Mantenla en su sitio con una mano y coloca la punta de un cuchillo afilado a 2,5 cm (1 pulgada) del tallo. Inserta el cuchillo en un ángulo de 45 grados hacia abajo y hacia el interior de modo que cortes alrededor y debajo del tallo. Corta toda la zona que rodea el tallo en dicho ángulo y sácalo.[2]
    • Siempre ten mucho cuidado al utilizar cuchillos afilados y nunca cortes en dirección a tu cuerpo.
  3. 3
    Parte la calabaza a la mitad. Mantenla estable con una mano y córtala por la mitad con un cuchillo de chef grande.[3] Este es otro de los motivos por el que resulta más conveniente utilizar calabazas pequeñas, puesto que se manipulan con mayor facilidad y su cáscara y pulpa se cortan más fácilmente.
  4. 4
    Quita las semillas y la pulpa fibrosa. Coloca las mitades sobre una tabla de cortar, con los lados cortados hacia arriba. Raspa las semillas y la pulpa fibrosa del centro de la calabaza utilizando una cuchara grande. Tira los restos fibrosos de la pulpa.[4]
  5. 5
    Tuesta las semillas (opcional). En vez de tirarlas, puedes conservarlas para tostarlas si deseas. Separa las semillas de la pulpa fibrosa, enjuágalas y escúrrelas en un colador. Extiéndelas sobre una bandeja para horno, échales aceite por encima y sazónalas con sal. Hornéalas a 160 °C (325 °F) por 45 minutos, revolviéndolas de vez en cuando.[5]
    • Deja enfriar las semillas y disfrútalas como un bocadillo, en ensaladas o en productos de panadería y pastelería.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Cocinar una calabaza completa

  1. 1
    Asa la calabaza en el horno durante 1 hora. Precalienta el horno a 150 °C (300 °F). Coloca las mitades de calabaza en una bandeja para horno o en una asadera con la cáscara orientada hacia arriba. Añade 0,64 cm (1/4 de pulgada) de agua a la bandeja para mantener húmeda la calabaza. Llévala al horno y cocínala por 1 hora o hasta que la pulpa esté lo bastante tierna para perforarla con un tenedor.[6]
    • La cocción al horno es uno de los métodos más populares de preparar la calabaza, puesto que la pulpa asada adquiere un sabor rico.
  2. 2
    Cocínala a fuego lento y alto por 4 horas. Pon las mitades de calabaza en una olla de cocción lenta con la cáscara orientada hacia arriba. Añade 2 cm (3/4 de pulgada) de agua para impedir que se seque la parte inferior de la calabaza. Colócale la tapa y ponla a fuego alto. Cocina la calabaza por 4 horas, hasta que la pulpa quede tierna.[7]
    • La cocción en este tipo de olla es la que más demora, pero la ventaja es que puedes irte a hacer otras tareas mientras se cocina la calabaza.
  3. 3
    Llévala al microondas por 15 a 20 minutos. Coloca las mitades de calabaza en un bol grande apto para microondas. Añade 2,5 cm (1 pulgada) de agua y cubre el bol con una tapa apta para microondas. Deja abierta una esquina de la tapa para que escape el vapor. Cocina la calabaza a alta potencia durante 15 minutos. Verifica su cocción y sigue cocinándola en intervalos de 5 minutos hasta que la pulpa esté suave, tierna y fácil de perforar con un tenedor.[8]
    • La cocción en el microondas es el método más rápido.
  4. 4
    Cocínala al vapor durante 8 a 12 minutos. Introduce una cesta vaporera de metal en una cacerola grande. Coloca las mitades de calabaza en la cesta vaporera. Llena la cacerola con 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de agua, asegurándote de que esta no tope la calabaza. Ponle una tapa y lleva a hervir el agua a fuego medio alto. Una vez que haya hervido, baja el fuego a medio y cocina la calabaza entre 8 y 12 minutos, hasta quedar suave.
    • También puedes utilizar una olla vaporera. Llena el depósito inferior hasta el nivel mínimo y cocina la calabaza por 8 a 12 minutos.
    • La ventaja de la cocción al vapor es que le proporciona mucha agua a la cáscara, lo que la hace más fácil de pelar.[9]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Hacer puré la calabaza cocida

  1. 1
    Deja enfriar la calabaza hasta por 1 hora. Una vez que esté suave y tierna, sácala del horno, la olla de cocción lenta, el microondas o la vaporera. Protégete las manos con manoplas y traslada las mitades de calabaza a una rejilla de enfriamiento de alambre. Déjalas enfriar entre 30 y 60 minutos, hasta que puedas manipularlas de forma segura.
  2. 2
    Quítale la cáscara. Una vez que la calabaza haya enfriado lo suficiente para tocarla, retira la cáscara de la pulpa tierna usando los dedos. La cáscara saldrá en tiras, pero trata de levantar la menor cantidad posible de pulpa. Utiliza un cuchillo afilado para cortar las zonas donde la cáscara no quiera salir.[10]
  3. 3
    Corta la pulpa en cubitos. Pon la calabaza pelada sobre una tabla de cortar con el lado cortado hacia abajo. Corta la pulpa en cubitos de 2,5 cm (1 pulgada). Puedes añadir los cubitos a ensaladas, sopas, asados y otros platos o licuarlos para hacer un puré que puedes utilizar en productos de panadería o pastelería y en otras recetas.
  4. 4
    Licúa la calabaza. Para hacer el puré, coloca los cubitos de calabaza en la licuadora y licúalos por 3 minutos, hasta obtener una consistencia homogénea sin trocitos. Cada calabaza de 15 cm (6 pulgadas) te permitirá obtener de 2 a 3 tazas (450 a 675 g) de puré.[11]
    • En vez de la licuadora, también puedes utilizar un procesador de alimentos, una batidora de inmersión, un pasapurés o un molino de verduras.[12]
  5. 5
    Escurre el puré en un colador durante toda la noche. Forra un colador con filtros para café grandes y desechables o un paño de queso limpio. Echa el puré en el colador y cúbrelo con papel film. Coloca el colador sobre un bol grande y lleva todo al refrigerador para dejar escurrir el puré durante toda la noche.[13]
    • Si no escurres el puré, este tendrá mucha agua, lo que influirá en el sabor y las proporciones de la receta.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Utilizar y almacenar la calabaza cocida

  1. 1
    Añádela a sopas o estofados. La calabaza es un tipo de zapallo y la sopa de calabaza presenta una textura y sabor similares a la sopa de zapallo anco. Puedes utilizar el puré para preparar sopa de calabaza o añadir trozos de calabaza cocida a otras sopas y estofados.
  2. 2
    Utilízala como relleno de tartas. La tarta de calabaza es un plato popular en algunos días festivos como Navidad o Halloween y qué mejor forma de personalizar una tarta que utilizar tu propio puré de calabaza casero. La mayor ventaja de este puré es que puedes añadirle las especias que desees y estas son algunas de las más usadas:
    • canela
    • pimienta de Jamaica
    • clavo de olor
    • jengibre
    • nuez moscada
  3. 3
    Incorpórala a tu plato de avena. El puré de calabaza es un complemento delicioso para la avena y le da un toque rico y ácido a este plato típico del desayuno. Incorpora 1/4 de taza (56 g) de puré a un plato de avena preparada y añade los acompañamientos deseados, como el azúcar morena, la canela, el jengibre o la leche.[14]
  4. 4
    Prepara recetas horneadas de calabaza. Los platos horneados con sabor a calabaza son muy populares en muchos países durante el otoño y la época navideña. Existen numerosas recetas horneadas de calabaza que puedes preparar con tu puré casero, por ejemplo:[15]
  5. 5
    Guarda las sobras en el refrigerador hasta por 1 semana. Coloca el puré o los cubitos de calabaza en un recipiente hermético y mételo en el refrigerador. La calabaza durará hasta 7 días, siempre y cuando se mantenga fría y lejos del aire.
  6. 6
    Congélala hasta 3 meses. Echa el puré o los cubitos de calabaza en un recipiente hermético o bolsa de plástico para congelador. Para utilizar con facilidad la calabaza, divídela en porciones de 1 taza (225 g) y congélalas en recipientes individuales.[16]

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 67 405 veces.
Categorías: Calabaza