Las almendras son un bocadillo sencillo con muchos nutrientes y, además, son una fuente rica de vitamina E y antioxidantes. Puedes disfrutarlas como un bocadillo entre comidas. También puedes agregarlas a otros platos. Asegúrate de elegir almendras crudas y saludables y de poner atención a tu ingesta en general. Si bien las almendras son saludables, también tienen bastantes calorías. El consumo en exceso puede llevar a un aumento de peso.

Método 1
Método 1 de 3:
Consumir almendras como bocadillos

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    Limita el consumo de almendras a casi 20 por día. Las almendras son ricas en calorías, por lo que se recomienda que limites el consumo a 85 a 112 g (3 a 4 oz) por día. Esto aproximadamente equivale a casi 20 a 23 almendras.[1]
    • Puedes pesar casi 20 almendras y después las puedes poner en una bolsa de plástico. También puedes optar por paquetes de 100 calorías de almendras en un supermercado local.
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    Prueba almendras remojadas. Algunas personas prefieren remojar las almendras, ya que así se activan algunas enzimas que contienen estos frutos y pueden hacer que sean más fáciles de digerir. Pon las almendras en un tazón y remójalas en agua durante la noche. En la mañana retíralas del agua y enjuágalas. Luego ponlas en una toalla húmeda durante 12 horas más.[2]
    • Ten en cuenta que no hay pruebas contundentes de que las almendras sean por naturaleza más nutritivas cuando están remojadas. Todavía podrás adquirir nutrientes de almendras que no estén remojadas.
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    Experimenta con almendras con sabor. Si quieres un poco de sabor extra, compra en la tienda almendras con sabor. Las almendras con frecuencia se salan, se tuestan con miel o se cubren con especias como canela y cacao.[3]
    • No obstante, asegúrate de leer las etiquetas de los ingredientes antes de comprar almendras con sabor. Evita las que tienen bastante azúcar o calorías. Un alto contenido de azúcar puede quitarle a las almendras los beneficios generales para la salud.
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    Agrega almendras a una mezcla de frutos secos. Una mezcla de frutos secos puede ser un refrigerio saludable si consta de productos como frutos secos y nueces. Puedes comprar una mezcla de frutos secos que incluya almendras o puedes agregarle tus propias almendras.[4]
    • Busca una mezcla de frutos secos sin azúcar adicional. Los frutos secos algunas veces pueden tener mucha azúcar añadida de forma innecesaria.
    • Algunas mezclas de frutos secos vienen con chocolate añadido. El chocolate negro es la opción más saludable, por lo tanto, opta por mezclas con chocolate negro.

Método 2
Método 2 de 3:
Añadir almendras a otras comidas

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    Trata de utilizar mantequilla de almendras de calidad. La mantequilla de almendras puede ser una adición excelente a las tostadas y panes. También la puedes utilizar como salsa para verduras y frutas. Busca una que sea completamente natural y que no tenga azúcar añadida. Recuerda que por lo general la puedes encontrar en la misma sección que la mantequilla de maní en las tiendas de comestibles.[5]
    • Asegúrate de registrar la cantidad de mantequilla de almendras que comes. Si bien puede ser saludable, tiene muchas calorías.
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    Agrega almendras rebanadas a una ensalada. Puedes comprar bolsas de almendras rebanadas en la mayoría de los supermercados, de esta forma, las puedes esparcir en ensaladas a fin de lograr que estén crujientes y de agregarles un poco de sabor. Si simplemente comes una ensalada como almuerzo, agregar almendras puede hacer que la comida sea mucho más sustanciosa.[6]
    • Asegúrate de contar las almendras rebanadas en tu consumo general durante un día. Recuerda que solo debes comer casi 20 almendras por día.
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    Cocina las almendras con verduras de hoja verde saludables. Si vas a saltear algo como judías verdes o espárragos para la cena, revuelve almendras rebanadas en la sartén. Cocinarlas con verduras verdes agrega proteínas a una guarnición, lo cual la hará más sustanciosa. Así también puedes agregarle una textura agradable y crujiente.[7]
    • Para obtener más beneficios para la salud, cocina las almendras y verduras en aceite de oliva saludable para el corazón en vez de hacerlo en mantequilla.
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    Cubre el pollo con almendras molidas. En vez de utilizar harina para empanizar el pollo frito o a la parrilla, utiliza almendras molidas. Pon un puñado de almendras en un procesador de alimentos y muélelas hasta que tengan una fina textura similar a la arena. Cubre el pollo con la mezcla de almendras antes de ponerlo en la sartén.[8]
    • También puedes comprar harina de almendras en la tienda de abarrotes para cocinar el pollo.
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    Agrega almendras a un batido. Si haces batidos entre comidas o como un reemplazo de comida, las almendras pueden ser una adición excelente. Revuelve un puñado de almendras en la licuadora cuando prepares un batido. Esto puede agregarle un poco de sabor y aumentar la cantidad de proteínas en tu batido, lo cual te llenará más.[9]
    • Si bien algunas personas agregan leche de almendras a los batidos, esto no tiene un contenido real muy alto de almendras. Será mejor que utilices leche entera o leche de soya junto con almendras reales.

Método 3
Método 3 de 3:
Tener la nutrición en mente

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    Opta por almendras enteras y crudas. Los mejores tipos de almendras son las que están crudas y sin azúcar, sin sal o sin especias añadidas. Por lo general, puedes encontrar almendras crudas en el supermercado junto con otras nueces y bocadillos.[10]
    • Si decides que quieres darle sabor a tus almendras, siempre tienes la opción de salarlas ligeramente o de agregarles especias en casa, por ejemplo, canela.
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    Evita las almendras si tienes problemas con los riñones o la vesícula biliar. Las almendras no son seguras para todos. Tienen altos niveles de oxalatos, lo cual pueden afectar los riñones y la vesícula biliar. Si tienes problemas de salud relacionados con estos órganos, es mejor no comer almendras.[11]
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    Asegúrate de que las almendras no interactúen con tus medicamentos. Las almendras tienen bastante manganeso y pueden interactuar mal con determinados medicamentos. Si estás tomando medicamentos recetados, habla con tu médico antes de introducir almendras en tu dieta. Debes asegurarte de que no interactúen mal con cualquier medicamento que te hayan recetado.[12]

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Categorías: Frutas y verduras