Las peras asiáticas combinan la textura crujiente y refrescante de las manzanas con el perfil de sabor y la sensación en boca ligeramente granulada de las peras europeas y americanas típicas. Son originarias de China, Japón y Corea, pero ahora se encuentran en los mercados de todo el mundo, especialmente durante el otoño y principios del invierno. Las peras asiáticas se pueden comer, utilizar y almacenar de la misma manera que las manzanas, pero son una alternativa deliciosa.

Método 1
Método 1 de 3:
Degustar una pera asiática al natural

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    Usa una pera fría o a temperatura ambiente. Algunas personas prefieren las peras asiáticas frías, mientras que otras piensan que saben mejor a temperatura ambiente. Pero no hay una elección errónea, ¡saben muy bien de cualquier forma![1]
    • Las peras asiáticas se conservan mucho más tiempo en la nevera que en la mesa, a razón de tres meses frente a una semana, así que es mejor mantenerlas refrigeradas. Si prefieres la temperatura ambiente, deja que la pera repose en la encimera durante una hora aproximadamente antes de comerla.
    • Enjuaga la pera y sécala con una toalla limpia antes de cortarla o comerla.
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    Corta la pera en cuartos con un cuchillo grande. Utiliza un cuchillo de chef afilado para cortar en línea recta a través de la pera desde la parte superior. Luego, corta cada mitad para crear 4 cuartos iguales.[2]
    • Las peras asiáticas son firmes como las manzanas y la mayoría de las variedades tienen la misma forma que las manzanas, por lo que puedes utilizar las mismas técnicas de corte para ambas.
    • Si prefieres descorazonar las manzanas antes de cortarlas o si te gusta utilizar un utensilio especial para cortar las manzanas, puedes hacer lo mismo con las peras asiáticas.
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    Saca el corazón con un cuchillo de pelar. Al igual que en el caso de las manzanas, en el centro de las peras asiáticas encontrarás un corazón duro con semillas. Toma cada cuarto de pera y utiliza un cuchillo de pelar para extraer y desechar la sección del corazón.[3]
    • Debes ser capaz de ver dónde termina el corazón, que es más duro y seco, y dónde empieza la fruta, que es más jugosa y delicada. También puedes sentir la diferencia con los dedos para ayudarte a determinar donde hacer el corte.
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    Pela las peras si lo deseas. La piel de las peras asiáticas se puede comer sin problemas e incluso implica un mayor consumo de fibra saludable. Sin embargo, si prefieres quitarla, solo tienes que deslizar un cuchillo de pelar por debajo de la piel y retirarla.[4]
    • También puedes utilizar un pelador de vegetales para quitar la piel antes de empezar a cortar la pera.
    • Si piensas servir un plato de rebanadas de pera para tus invitados, quitar la piel puede ser más agradable desde el punto de vista estético.
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    Corta rebanadas finas y sírvelas inmediatamente. Utiliza el cuchillo de pelar para cortar cada cuarto en 4 o más rebanadas finas. Las peras asiáticas son tan crujientes que pueden cortarse en rebanadas muy finas con un cuchillo afilado.[5]
    • Las rebanadas de pera asiática no suelen oxidarse tan rápido como las manzanas, pero empezarán a oscurecerse poco después de cortarlas. El color no afecta al sabor, pero sí disminuye su atractivo visual.
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    Muérdela como si fuera una manzana para comerla más rápido. Si no te preocupa una presentación elegante o simplemente quieres algo que puedas comer mientras caminas hacia la parada del autobús, no te preocupes por cortar la pera. Solo tienes que enjuagar y secar la piel y luego comértela con la mano.[6]
    • La pera asiática es una gran fruta de mano, ya que combina la comodidad de una manzana con la dulzura distintiva de una pera. No es de extrañar que algunas personas las llamen "peras manzana".
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Método 2
Método 2 de 3:
Usar peras asiáticas en recetas

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    Sustituye las manzanas con peras asiáticas en cualquier receta. Como son muy similares en tamaño, contenido de agua y textura, puedes hacer un cambio de 1 a 1 en cualquier receta que requiera manzanas en rebanadas, en cubitos, ralladas, en puré o sin corazón y peladas.[7]
    • Dependiendo de la prominencia del sabor a manzana en la receta, podrás notar un sabor distintivo a pera en su lugar. Esto puede suponer un gran cambio de estilo, aunque puede no ser ideal para todas las recetas.
    • Prueba a sustituir la mitad de las manzanas por peras asiáticas en tu receta favorita de puré de manzana.
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    Utiliza rebanadas o cuadritos pelados en las ensaladas. Las peras asiáticas peladas y en rebanadas finas añaden un dulce toque crujiente a cualquier ensalada de lechuga. Añádelas a la parte superior de la ensalada justo antes de servirla para que luzcan estos pequeños trozos brillantes.[8]
    • Las peras asiáticas peladas y cortadas en cuadritos también son una gran opción para hacer una ensalada de frutas, ya que mantienen su forma mucho mejor que las variedades de peras más blandas.
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    Rállalas para utilizarlas en una ensalada de col o en productos horneados. Las peras asiáticas ralladas pueden añadir un perfil de sabor único a tu receta de ensalada de col favorita. Funcionan especialmente bien con platos de inspiración asiática.[9]
    • O bien, rállalas y pruébalas en cualquier receta de repostería que requiera manzanas ralladas, como pasteles o magdalenas.
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    Acompáñalas con queso o jamón serrano para un aperitivo. Al igual que las manzanas, las peras asiáticas son un buen acompañamiento para una amplia gama de quesos, dependiendo de tus preferencias. Puedes probar con un queso cheddar suave, por ejemplo, o con un gorgonzola desmenuzable. El sabor suave de la pera se adapta a casi cualquier tipo de queso.[10]
    • Para otro buen complemento, envuelve tiras de jamón serrano alrededor de cubitos de pera asiática, atraviésalos con un palillo y sírvelos en una bandeja.
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    Usa las peras asiáticas en las recetas de asados coreanos. Las peras asiáticas son las estrellas ocultas de muchos platos coreanos, especialmente en las salsas que acompañan a las carnes a la parrilla. Muchas recetas de asados coreanos piden que se ralle la pera asiática en la marinada y en la salsa de acabado.[11]
    • En este caso, utilizar peras asiáticas realmente marca la diferencia. Las variedades de pera más blandas no tienen la textura adecuada y las manzanas no proporcionan el mismo perfil de sabor.
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Método 3
Método 3 de 3:
Elegir y conservar las peras asiáticas

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    Elige frutas firmes y que no tengan manchas. Al igual que sus primas más blandas, las peras asiáticas se magullan con facilidad, en detrimento de su textura y sabor. Las pequeñas imperfecciones pueden eliminarse a la hora de comer la pera, pero vale la pena tomarse el tiempo de elegir peras sin magulladuras al momento de hacer la compra.[12]
    • Es posible que veas peras asiáticas en el supermercado que están envueltas individualmente en "camisas" de malla protectora para limitar las magulladuras. Aun así, échale un vistazo por debajo para comprobar que la piel no tenga imperfecciones.
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    Deja que el color verde se desvanezca para conseguir la máxima madurez. Las peras asiáticas están mejor cuando están completamente maduras en el árbol y a menudo las encontrarás listas para comer en la tienda. Sin embargo, si una pera amarilla o marrón dorada tiene un ligero tinte verde, déjala en la encimera, sin tapar, durante uno o dos días hasta que el tono verdoso desaparezca.[13]
    • Sin embargo, hay algunas variedades de pera asiática que permanecen verdes incluso cuando están maduras. Para saber cuándo están listas, busca un color verde desvanecido en lugar de un tono verde más intenso.
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    Guarda las peras asiáticas a temperatura ambiente durante un máximo de una semana. Las peras asiáticas que no estén magulladas pueden permanecer en tu frutero de 5 a 7 días sin que se note la diferencia de frescura o sabor. Pero, es muy probable que no duren tanto tiempo sin ser consumidas de todos modos.[14]
    • Sin embargo, las manchas o magulladuras se extienden con bastante rapidez, por lo que hay que consumir estas peras lo antes posible.
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    Consérvalas hasta 3 meses en la nevera. Si encuentras una buena oferta y compras peras asiáticas en grandes cantidades, guárdalas en la nevera para mantenerlas frescas el mayor tiempo posible. Deja que se pongan a temperatura ambiente antes de comerlas, si así lo prefieres, o simplemente degústalas aún frías.[15]
    • Las peras magulladas o manchadas durarán más tiempo en la nevera que en la encimera, pero probablemente se dañarán antes de que pasen 3 meses.
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    Pela, corta en rebanadas y congela las peras para almacenarlas a largo plazo. Si las peras asiáticas son de temporada en tu zona, pero las quieres todo el año, puedes congelar las rebanadas de pera pelada hasta 6 meses. Sin embargo, como la mayoría de las frutas congeladas, es mejor utilizarlas para cocinar u hornear, en batidos o en salsas.
    • Para obtener los mejores resultados, coloca las rebanadas de pera en una bandeja para hornear forrada con papel encerado y congélalas. Luego, colócalas en una bolsa con cierre para congelador con la fecha escrita.
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Categorías: Frutas y verduras
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