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Si deseas disfrutar del sabor delicioso de las fresas frescas mucho después de su temporada de cosecha, la mejor manera de lograrlo es congelándolas. Existen diversas formas de congelarlas para su consumo o uso posterior. Puedes congelar fresas enteras o en trozos sin amontonarlas colocándolas por separado en una bandeja para horno. Si las prefieres más dulces, añádeles azúcar o un jarabe simple y congélalas para preparar platos horneados, mermeladas o cocteles más adelante.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Congelar fresas solas
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1Lava las fresas bajo un chorro de agua fría. Antes de quitar el rabito a las fresas o cortarlas en trozos, ponlas en un colador y enjuágalas bajo un chorro de agua fría para retirar cualquier residuo de pesticidas, químicos o suciedad.[1] Asegúrate de que el agua escurra por el fondo del colador y de que las fresas no se remojen por mucho tiempo, o empezarán a perder su sabor.
- Si utilizas fresas orgánicas, puedes preparar un lavado de frutas orgánicas para asegurarte de que estén muy limpias.
- Después de lavarlas, déjalas secarse con el aire en el colador o sécalas dando toquecitos con un papel toalla limpio.
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2Quita el rabito de las fresas. Utilizando un cuchillo de pelar pequeño, corta un círculo alrededor del tallo con hojas en la parte superior de una de las fresas. Inclina el cuchillo hacia el centro de las fresas mientras cortas. Luego, tira de las hojas con los dedos o coloca el cuchillo por debajo de ellas y empuja hacia arriba para quitar el rabito.
- También puedes retirar el rabito con una pajilla. Para hacerlo, mete una pajilla por el extremo pequeño y puntiagudo de la fresa. Empuja la pajilla hasta que el rabito salga por el otro lado.
- Repite el proceso hasta quitar el rabito de todas las fresas.
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3Córtalas por la mitad o en cuartos si deseas fresas congeladas más pequeñas. Si piensas utilizarlas para una receta que te pide fresas en trozos o si las prefieres ya cortadas, utiliza un cuchillo afilado para cortar las fresas del tamaño deseado.
- Si deseas congelar las fresas enteras, omite este paso.
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4Extiende las fresas en una bandeja para horno. Después de lavarlas, quitarles el rabito y cortarlas o dejarlas enteras, extiéndelas en una bandeja grande para horno. Si es posible, extiéndelas de modo que ninguna se tope entre sí. Así evitarás que se peguen en un montón grande.[2]
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5Coloca la bandeja para horno en el congelador por 1 a 4 horas. Pon la bandeja en el congelador de modo que esté nivelada para evitar que las fresas se deslicen. Déjala allí por 1 a 4 horas o hasta que las fresas estén congeladas y sólidas por completo.[3]
- Para verificar si las fresas han terminado de congelarse, presiona firmemente una de ellas con tu dedo. Si esta se mantiene firme contra la presión, ya está congelada.
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6Traslada las fresas congeladas a bolsas de plástico para congelador. Una vez congeladas por completo, retira la bandeja para horno del congelador. Traslada rápidamente las fresas a bolsas de plástico para congelador para evitar que empiecen a derretirse. Sella las bolsas y colócalas en el congelador para utilizarlas en el futuro.
- Anota la fecha de almacenamiento en las bolsas, de modo que sepas cuánto tiempo se conservarán las fresas congeladas.
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7Conserva las fresas congeladas en el congelador hasta por 6 meses. Antes de utilizarlas, revisa la fecha que escribiste en las bolsas. Al cabo de 6 meses, debes tirar las fresas congeladas.[4]
- Utilízalas dentro de los 6 meses para preparar un batido de fresas o como una adición rápida y fácil para el helado.
Método 2
Método 2 de 3:Almacenar fresas congeladas con azúcar
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1Lava las fresas con agua fría. Antes de quitarles el rabito, ponlas en un bol colador y enjuágalas bajo un chorro de agua fría para retirar cualquier residuo de pesticidas, químicos o suciedad.[5] Asegúrate de que el agua escurra por el fondo del colador de modo que las fresas no se remojen por mucho tiempo.
- Si utilizas fresas orgánicas, puedes preparar un lavado de frutas orgánicas para dejarlas muy limpias.
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2Quita el rabito de las fresas con un cuchillo o una pajilla. Para utilizar un cuchillo, corta un círculo alrededor del rabito (el tallo con hojas ubicado en la parte superior) de una de las fresas con un cuchillo de pelar pequeño. Inclina el cuchillo hacia el centro de la fruta mientras cortas, luego tira de las hojas con los dedos para retirar el rabito. Para utilizar una pajilla, métela por el extremo pequeño y puntiagudo de la fresa y empújala hasta que salga el rabito por el otro lado.
- Repite el proceso con un cuchillo o una pajilla hasta quitar el rabito de todas las fresas.
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3Corta o machaca las fresas en un bol. Una vez lavadas y sin el rabito, puedes cortarlas en mitades, cuartos o rodajas finas con un cuchillo afilado. Si prefieres una consistencia más similar a la mermelada, colócalas en un bol y machácalas con una cuchara de madera o un prensador de papas.[6]
- También puedes dejar las fresas enteras, aunque no absorberán tanta azúcar como cuando están cortadas o trituradas.
- Si deseas utilizarlas luego para untar o rellenar pasteles, es mejor machacarlas.
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4Añade azúcar blanca granulada por encima. Utilizando una taza medidora, vierte las fresas en un bol grande, contando la cantidad de tazas que añades. Luego, espolvorea 1/2 taza (125 g) de azúcar blanca granulada por cada 4 tazas (1 kg) de fresas.[7] Puedes reducir o aumentar un poco la cantidad de azúcar según tu gusto.
- Aunque es más común utilizar azúcar blanca, también puedes utilizar azúcar morena o un sustituto de azúcar, como Splenda o estevia.
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5Mezcla por 1 o 2 minutos hasta que el azúcar se note apenas. Revuelve las fresas con el azúcar con una cuchara grande. Sigue revolviendo hasta que el azúcar las cubra por completo, más o menos por 1 o 2 minutos. Mientras revuelves y el azúcar cubre las fresas, estas empezarán a absorber el azúcar, lo que la hará apenas visible.
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6Traslada las fresas cubiertas de azúcar a una bolsa para congelador. Una vez cubiertas con azúcar, vierte las fresas poco a poco en una bolsa grande para congelador. Si el bol es muy grande para el vertido, puedes utilizar una cuchara grande para trasladar las fresas una cucharada a la vez. Cuando todas estén en la bolsa, séllala bien y colócala en el congelador para utilizar la fruta en el futuro.
- La cubierta de azúcar evitará que las fresas se amontonen y se congelen pegadas, así que no es necesario preocuparte por congelarlas por separado.[8]
- Anota la fecha de almacenamiento en la bolsa antes de colocarla en el congelador, de modo que sepas cuánto tiempo se conservarán las fresas congeladas con azúcar.
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7Conserva las fresas congeladas con azúcar en el congelador hasta por 6 meses. Antes de utilizarlas, revisa la fecha que escribiste en la bolsa. Al cabo de 6 meses, tira las fresas congeladas con azúcar.[9]
- Si las utilizas dentro de los 6 meses, las fresas congeladas con azúcar quedan bien al utilizarlas en un pastel. A diferencia de las congeladas en un jarabe simple, dichas fresas contienen menos líquido y no hacen la masa de pastel aguada.[10]
Método 3
Método 3 de 3:Almacenar fresas congeladas en un jarabe simple
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1Prepara el jarabe simple con agua y azúcar. Para hacer un jarabe simple casero, mezcla agua y azúcar blanca granulada en partes iguales en una cacerola. Pon a hervir la mezcla y luego baja el fuego para que siga calentándose a fuego lento. Deja la mezcla a fuego lento por 3 a 5 minutos hasta que el azúcar se haya disuelto, revolviendo de forma ocasional con una cuchara o un batidor de alambre. Después, retira la cacerola del fuego para dejar enfriar el jarabe simple a temperatura ambiente.
- Para saber qué cantidad de jarabe simple debes hacer, mide la cantidad de fresas. Por cada 2 tazas (500 g) de fresas, necesitarás 1/2 taza (125 ml) de jarabe simple. Por ejemplo, si tienes 8 tazas (2 kg) de fresas, prepara 2 tazas (500 ml) de jarabe simple.
- Si haces el jarabe simple con anticipación, puedes mantenerlo fresco en el refrigerador por varias semanas.[11]
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2Enfría el jarabe simple en el refrigerador por 4 horas. Cuando haya alcanzado la temperatura ambiente, trasládalo a un frasco o una botella de vidrio. Colócalo en el refrigerador por 4 horas o hasta que el jarabe se haya enfriado por completo.
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3Lava las fresas bajo un chorro de agua fría. Mientras el jarabe simple se enfría en el refrigerador, lava las fresas colocándolas en un colador y enjuagándolas bajo un chorro de agua fría.[12] Asegúrate de que el agua escurra por el fondo del colador y que las fresas no se remojen por mucho tiempo o empezarán a perder su sabor.
- Si utilizas fresas orgánicas, puedes preparar un lavado de frutas orgánicas para asegurarte de que estén muy limpias.
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4Quita el rabito de las fresas con un cuchillo o una pajilla. Para utilizar un cuchillo, corta un círculo alrededor del rabito (el tallo con hojas ubicado en la parte superior) de una de las fresas con un cuchillo de pelar pequeño. Inclina el cuchillo hacia el centro mientras cortas y luego tira de las hojas con los dedos para retirar el rabito. Para utilizar una pajilla, métela por el extremo pequeño y puntiagudo de la fresa y empújala hasta que el rabito salga por el otro lado.
- Repite el proceso con un cuchillo o una pajilla hasta quitar el rabito de todas las fresas.
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5Corta o machaca las fresas (opcional). Cuando las fresas estén lavadas y sin el rabito, puedes cortarlas en mitades, cuartos o rodajas finas con un cuchillo afilado. Si prefieres una consistencia más similar a la mermelada, colócalas en un bol y machácalas con una cuchara de madera o un prensador de papas.[13]
- Si deseas dejar las fresas enteras, omite este paso.
- Si piensas utilizarlas en un coctel, es mejor machacarlas en un bol.[14]
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6Coloca las fresas en un recipiente para congelador con tapa. Ya sea que estén cortadas, machacadas o enteras, utiliza una taza medidora para verterlas en un recipiente grande que sea apto para congelador. Si no tienes uno o deseas hacer varias tandas individuales, puedes separar las fresas en varios recipientes pequeños. Cuenta la cantidad de tazas que viertes en cada recipiente.
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7Vierte el jarabe simple frío sobre las fresas. Retíralo del refrigerador. Luego, con la ayuda de una taza medidora, vierte 1/2 taza (125 ml) de jarabe simple por cada 2 tazas (500 g) de fresas hasta llenar el recipiente. Las fresas deben quedar inundadas por completo con el jarabe.
- Si el jarabe no las cubre por completo, añade más hasta que todas queden sumergidas en el líquido.
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8Añade un extracto de sabor para darles a las fresas un sabor más interesante (opcional). Para añadirles un toque de sabor sutil, incorpora 1 cucharadita de un extracto de sabor, como la ralladura de naranja o la esencia de vainilla, a cada 2 tazas (500 g) de fresas en jarabe simple.[15] Estas absorberán el extracto durante su congelación, lo que les dará un sabor único e interesante más adelante.
- También puedes añadir las especias que desees. Por ejemplo, la canela y el cardamomo son sabrosos en las fresas congeladas con jarabe simple.
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9Conserva las fresas en el congelador hasta por 6 meses. Cuando los recipientes estén llenos y hayas añadido los sabores adicionales de tu elección, sella bien los recipientes. Coloca las fresas con jarabe simple en el congelador para utilizarlas en el futuro.
Consejos
- Si deseas una forma rápida y fácil de congelar unas cuantas fresas, haz cubitos de hielo con ellas para añadirlas a tus bebidas.
- Aunque es posible congelar las fresas con todo y rabito, será difícil quitarlo una vez que estén congeladas. Si optas por dejarlo, deja que las fresas se descongelen por 2 a 4 horas y luego retira el rabito con un cuchillo afilado.
Cosas que necesitarás
- fresas frescas
- azúcar blanca granulada
- agua
- colador
- bolsas para congelador
- recipientes aptos para congelador
- extractos de sabor adicionales (opcional)
Referencias
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ https://www.tasteofhome.com/article/freezing-fresh-picked-strawberries/
- ↑ https://www.epicurious.com/expert-advice/how-to-freeze-strawberries-article
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ https://www.canr.msu.edu/news/freezing_strawberries
- ↑ https://www.canr.msu.edu/news/freezing_strawberries
- ↑ https://www.canr.msu.edu/news/freezing_strawberries
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ https://www.canr.msu.edu/news/freezing_strawberries
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ https://www.canr.msu.edu/news/freezing_strawberries
- ↑ https://www.gardenmandy.com/how-to-freeze-strawberries/
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
- ↑ http://www.simplebites.net/four-simple-methods-for-freezing-strawberries/
Acerca de este wikiHow
Para congelar fresas, primero corta las hojas en la parte superior. Luego colócalas en una bolsa plástica o un recipiente para el congelador, y guárdalas hasta por 2 meses. Si no quieres que las fresas se peguen la una a la otra cuando se congelen, colócalas en una bandeja para hornear forrada de modo que no se toquen, y congélalas sobre ella. Para guardar las fresas por más tiempo, prepara un jarabe simple hirviendo cuatro partes de agua y una de azúcar. Luego vierte el jarabe sobre las fresas antes de congelarlas, lo que hará que duren 6 meses.
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