Tu gato no tiene que salir para ser feliz. Uno de los factores esenciales para mantener feliz y satisfecho a un gato que viva dentro de casa es brindarle entretenimiento y estimulación con frecuencia. Además del ejercicio y la estimulación mental, el gato requerirá un entorno seguro en el cual vivir, comida, agua y un aseo y cuidados de salud frecuentes. Si puedes brindarle todo ello, es probable que viva feliz y saludable dentro de casa.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Mantener seguro a tu gato

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    Crea un ambiente seguro para gatos. Un gato de casa se divierte por sí solo, para lo cual suele explorar la casa y jugar con todo lo que le llame la atención. Es esencial que revises tu casa con los “ojos de un gato”, que identifiques las cosas que podrían lastimarlo y que te cerciores de que sean seguras.[1]
    • Ten en cuenta que los gatos podrían saltar hacia todo tipo de superficie. El simple hecho de que una superficie esté a la altura de la cintura (o incluso de la cabeza) no quiere decir que tu gato no podrá explorarla de manera minuciosa.
    • Aleja las cosas que atraigan a los gatos. Por ejemplo, los gatos consideran atractivos a los espumillones, las agujetas de los zapatos, la lana, los hilos y los implementos de costura. Si el objeto es largo, delgado y tiene la forma de una serpiente, el gato querrá jugar con él. Debes recoger todos estos objetos, ya que si el gato explora con su hocico y se traga un pedazo de lana, podría sufrir una obstrucción intestinal grave que requerirá una cirugía para solucionarla.
    • Las velas no son seguras para los gatos. Los gatos adoran saltar; por ello, incluso si colocas una vela en un estante alto, esto no significa que esté segura. En el peor caso, el gato no sabrá que la vela está ahí, la volcará y provocará un incendio en casa.
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    Mantén las toxinas fuera del alcance de tu gato. Siempre cerciórate de que los agentes limpiadores y otros químicos estén bajo llave y lejos del alcance. Usamos muchos químicos en casa que son altamente tóxicos para los gatos.
    • Por ejemplo, muchos limpiadores de piso comunes cuentan con cloruro de benzalconio. Este químico puede provocar quemaduras en el tejido delicado, como en la lengua o el revestimiento del hocico de un gato. Si un gato pasa por un piso que aún está mojado con el limpiador y se lame las patas para limpiarse, esto podría provocarle úlceras de lengua desagradables que harán que no pueda comer.
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    Averigua si las plantas de tu casa podrían ser tóxicas para tu gato. Muchas de ellas lo son. Evidentemente, no debes colocar lirios en una casa con un gato, ya que el polen es extremadamente tóxico y provoca insuficiencia renal grave. Otras plantas que no debes colocar son las azaleas, las hortensias, las pastoras, los narcisos y los muérdagos. Esta no es una lista completa, por lo que siempre debes averiguar si una planta es segura para los gatos antes de llevarla a casa.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Cubrir las necesidades básicas de tu gato

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    Bríndale una caja de arena, la cual tendrás que limpiar todos los días. A los gatos les gusta tener privacidad cuando hacen sus necesidades. Coloca la caja en un lugar tranquilo en el que ningún ruido repentino (como la lavadora de la lavandería) perturbe o asuste a tu gato. Si tienes varios gatos, ten en cuenta que necesitarás una caja para cada uno. Incluso es una buena idea tener una adicional. Por lo tanto, si tienes 5 gatos, debes contar con 6 cajas.
    • Mantén las cajas limpias, así tu gatito las considerará lugares agradables que podrá visitar. Esto significa que tendrás que recoger las heces y limpiar las áreas manchadas todos los días, y realizar una limpieza completa en las cajas una vez a la semana.[2]
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    Dale comida y agua. Ten en cuenta que los gatos que viven dentro de casa son propensos a subir de peso. Puedes evitarlo si mides su comida y le das la cantidad recomendada en el envase. Si tu gato aumenta de peso (si tienes más dificultad para identificar sus costillas), disminuye su consumo diario.
    • ¡SIEMPRE debe tener agua fresca disponible! Esto es muy importante.
    • Puedes darle comidas elaboradas para gatos “de casa” o “esterilizados”, ya que estas tienen un poco menos de calorías, lo que hace que coincidan con el estilo de vida del gato.
    • Una buena idea consiste en brindarle a tu gato un medio a través del cual pueda ejercer su comportamiento de cazador. Puedes darle comederos tipo rompecabezas, así tendrá que esforzarse para obtener su cena. Puedes comprarlos en Internet y en la mayoría de las tiendas de mascotas.
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    Bríndale a tu gato su propio lugar especial en donde pueda pasar un tiempo a solas. Es esencial que el gato cuente con su propio espacio pequeño, incluso si duerme contigo durante la noche. Este espacio pequeño podría ser una cama o un mueble para gatos en cuyo interior pueda acurrucarse.[3]
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    Bríndale un rascador. Arañar es una parte normal del comportamiento de un gato. Al arañar, el gato deja su aroma en cantidades pequeñas, lo que les indica a otros gatos que ha marcado algo como su territorio. Si no le brindas un rascador, el gato buscará algo que arañar y podría ser tu mejor sofá.[4]
    • Observa a tu gato para determinar si araña de manera horizontal (en la alfombra) o vertical (en el sofá). Bríndale un rascador que sea plano (horizontal) o vertical, de modo que coincida con la manera en la que prefiera arañar.
    • El rascador debe ser más alto que el gato y debes asegurarlo con firmeza, así no se moverá cuando el gato lo arañe. Coloca el rascador cerca de una entrada o una salida, ya que estas son las áreas en las que a los gatos les gusta dejar su aroma.
    • Asimismo, coloca un rascador cerca de la cama del gato, ya que a ellos les agrada arañar al despertarse.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Brindarle estimulación mental y ejercicio a tu gato

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    Cerciórate de que tu gato se ejercite lo suficiente. Juega con tu gato con frecuencia. Debes contar con sesiones de juego frecuentes, varias veces al día. A los gatos les gusta correr distancias cortas, no maratones; por ello, es mejor que tengan aproximadamente 3 o 4 sesiones de 5 a 10 minutos, en lugar de jugar 20 minutos de una sola vez.
    • Consigue una varilla pequeña con pluma, algunos ratones de juguete o incluso un pedazo de hilo (nunca se cansan de ello). Sacude la varilla a la altura del gato, no la tuya. Lanza el ratón y observa al gato luchar con él. Sostén el extremo del hilo y corre por toda la casa con él o tan solo sacúdelo.
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    No asumas que tu gato no desea jugar tan solo porque también adora tomar siestas. Los gatos son cazadores, lo que significa que cuentan con periodos de inactividad intercalados con actividades de caza. El simple hecho de que los gatos adoren dormir no significa que no requieran estimulación mental que obtendrían al rastrear el olor de un ratón, acecharlo y atraparlo.[5]
    • Muchos problemas de comportamiento (como manchar la casa, arañar o actuar de forma agresiva con otras mascotas) se deben al aburrimiento o la frustración. Por ello, debes brindarle a tu gato muchas cosas interesantes con las que pueda jugar.
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    Haz que tu gato tenga vista al exterior. Debes brindarle un posadero por el cual pueda ver a través de la ventana. Esto permitirá que el gato se entretenga con la vista exterior y sacie la necesidad felina de estar en un lugar alto, ya que los gatos escalan árboles por naturaleza.[6]
    • Si vives en un departamento, cerciórate de que el balcón sea seguro y que el gato no pueda caerse de la baranda. Podrías tener que colocar a tu gato en una jaula en un área del balcón, así podrá mirar el vecindario sin correr el riesgo de lesionarse.
    • Del mismo modo, cerciórate de que toda ventana sea a prueba de escapes. Revisa las pantallas para cerciorarte de que sean seguras y no estén dañadas, así el gato no se resbalará cuando no estés observándolo.
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    Entabla un vínculo con tu gato al entrenarlo. Los perros no son los únicos que se benefician con un entrenamiento de obediencia. Entrena a tu gato con un clicker, lo que le brindará una estimulación mental importante a tu amigo felino y también le ayudará a entablar un vínculo contigo. Este entrenamiento se realiza de manera similar al que se lleva a cabo en los perros; no obstante, tan solo debes tenerle paciencia al gato y buscar una golosina que lo motive a seguir tus órdenes.
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    Bríndale a tu gato algunas cosas que mantengan su mente ocupada mientras estés fuera de casa. Déjale juguetes que pueda usar cuando no pueda jugar contigo. Podrías dejarle ratones de juguete o menta gatuna, pero también puedes dejarle objetos menos comunes que sean seguros para él. Coloca una bolsa de papel o una caja de cartón para que tu gato las explore y juegue con ellas.[7]
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    ¡Disfruta el tiempo que pases con tu gato! Dale mucho amor y atención, si tu gato lo desea. Tendrás aproximadamente 20 años más que podrás pasar con tu gato; por ello, aprovéchalos al máximo entablando un vínculo de afecto mutuo.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Cuidar la salud de tu gato

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    Acicala a tu gato de vez en cuando. Los gatos que viven dentro de casa requieren que les corten las uñas con más frecuencia, ya que no van al aire libre a desgastarlas. Puedes hacer que el técnico en veterinaria o el peluquero de gatos las corte, o puedes pedirles que te enseñen a hacerlo. Corta las puntas una vez al mes.
    • Asimismo, cepilla a tu gato siempre que te lo permita. ¡Incluso es probable que se eche boca arriba y te permita cepillarle su barriga peluda si se siente muy afectuoso! Por lo general, no se requiere cepillar al gato para mantener su pelaje en buenas condiciones (los gatos suelen acicalarse ellos mismos); sin embargo, esta es una manera adecuada de entablar un vínculo con tu mascota. Esta también es una oportunidad para revisar el pelaje y el cuerpo de tu gato para identificar todo posible problema de salud.
    • Busca si hay puntos negros o cosas moviéndose en el pelaje de tu gato. Separa el pelo y observa la piel expuesta. Si hay cosas que se mueven o muchos puntos negros pequeños (heces de pulgas), consíguele un collar o un aerosol contra las pulgas o las garrapatas, o llévalo al veterinario para que te recomienden un tratamiento.
    • En ocasiones, conforme los gatos envejecen, estos ya no pueden acicalar su pelaje por completo. Ellos pierden flexibilidad, lo que hace imposible que puedan alcanzar todo su pelaje. Si esto le ocurre a tu gato, es probable que tengas que acicalarlo con más frecuencia para mantener la salud de su pelaje.[8]
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    Castra a tu gato de casa. Los animales no castrados son mucho más territoriales y propensos a marcar su territorio (¡tu casa!) con orina o heces. Asimismo, son más propensos a atraer a gatos callejeros a la casa, lo que a su vez puede hacer que tu gato se sienta amenazado o angustiado al ver a otros gatos en su patio.
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    Haz que vacunen a tu gato. El gato no saldrá de casa, pero a pesar de ello deberás hacer que lo vacunen. Algunas infecciones virales (como el moquillo felino) surgen a causa de virus resistentes que pueden ingresar por medio de tus zapatos. Además, si tu gato sale de casa una noche oscura, correrá un mayor riesgo de contraer una enfermedad, ya que su sistema inmunitario nunca habrá estado expuesto a los insectos del exterior.
    • Los gatos que no cazan ni salen de casa también requieren que los desparasiten dos veces al año. Esto se debe a que nacen con parásitos que obtienen mediante su madre, y los huevos inactivos en los tejidos corporales eclosionan a lo largo de la vida de tu mascota.
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    No olvides controlar las pulgas. El riesgo de contraer pulgas es bajo en los gatos de casa; sin embargo, si tu perro contrae una pulga, esta podría reproducirse de forma drástica. Existen muchos productos para pulgas eficaces que son excelentes y seguros para tu gato. Conversa con el veterinario para determinar cuál es el producto más adecuado para cubrir tus necesidades y las de tu gato.
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    Haz que le coloquen un microchip a tu gato. Este se implantará debajo de la piel del cogote. Al escanear el chip, este brindará un número único que se registrará en una base de datos con tu información. Si tu gato se escapa, el chip brindará una manera infalible de rescatarlo, ya que las personas sabrán que tiene dueño y harán que vuelvan a reunirse.
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Cosas que necesitarás

  • comida para gatos;
  • dos tazones (de comida y agua), de preferencia de cerámica o acero inoxidable;
  • caja de arena y arena sanitaria;
  • rascador;
  • juguetes como ratón de juguete, una varilla con pluma o un hilo;
  • implementos de aseo, como cepillo (que no sea de plástico) y un collar o un aerosol contra pulgas o garrapatas.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 7464 veces.
Categorías: Cuidado de los gatos
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