Aunque se parece al ajo y sabe como tal, el ajo elefante tiene una relación más próxima con los puerros. Es mucho más grande que el ajo común. ¡Un solo diente de ajo elefante puede ser tan grande como un bulbo de ajo entero! Por esa razón, tiene algunos requerimientos de cultivo específicos. Por suerte, es fácil de cultivar y los resultados son deliciosos, en especial si lo asas.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Plantar el ajo

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    Compra bulbos de ajo elefante en un vivero o en un mercado de productores. En esencia, los bulbos son la "semilla" y una vez separados en dientes, pueden producir varias plantas de ajo. Puedes utilizar ajo del supermercado, siempre y cuando esté etiquetado como "orgánico".[2]
    • Verifica que los bulbos sean firmes, con envolturas secas y similares al papel. Evita cualquiera con dientes magullados, podridos o sueltos.
    • También puedes comprar los bulbos en Internet si no los encuentras en el vivero o el mercado local.
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    Separa los dientes del tallo, pero deja las envolturas. Separa suavemente los dientes de la base del bulbo. Para hacerlo, tendrás que retirar parte de la envoltura similar al papel. Pero no peles los dientes en sí. Después de todo, no comerás el ajo.[3]
    • Revisa bien los dientes y tira cualquiera que parezca magullado, dañado o enfermo.
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    Busca una parcela que reciba mucha luz solar y rellénala con tierra de buen drenaje. Para lograr mejores resultados, utiliza tierra con un pH entre 6 y 7. Considera añadir también un poco de estiércol o composta bien fermentada. De este modo, la tierra será más fértil e impulsarás la cosecha.[4]
    • No es necesario plantar el ajo al mismo tiempo que preparas la parcela. Sin embargo, plantarás en el otoño.
    • Considera construir un lecho de cultivo de 15 a 20 cm (6 a 8 pulgadas) de altura. Así mantendrás la zona de plantación libre de piedras y maleza.[5]
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    Planta el ajo a 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) de profundidad en el otoño. Cava un agujero de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) y luego introduce un diente, con la punta hacia arriba. Pasa la mano sobre el agujero para cubrirlo. Repite este proceso para cada diente que desees plantar. Mantén los agujeros al menos a 30 cm (12 pulgadas) de distancia de modo que el ajo tenga espacio para crecer.[6]
    • Si vas a plantar mucho ajo, considera crear varias hileras. Mantenlas a 90 cm (3 pies) de distancia. Esto facilitará la cosecha.
    • El extremo inferior del diente de ajo es liso y sin filo. La parte superior es puntiaguda y afilada.
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    Riega la tierra hasta que se sienta húmeda. La tierra debe sentirse esponjosa y adherirse a tu dedo al tocarla. No debe empezar a formarse un charco si la presionas. No es bueno para el ajo que le eches demasiada agua, ya que los bulbos pueden pudrirse.[7]
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    Añade un poco de mantillo si vives en un clima frío. La paja es un excelente mantillo, puesto que protegerá el ajo del frío y las heladas. Será suficiente con 2,5 a 7,5 cm (1 a 3 pulgadas) de mantillo.[8]
    • No necesitarás el mantillo si vives en un clima cálido, ya que el objetivo de esto es mantener la tierra caliente, no húmeda.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Cuidar del ajo

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    Riega la tierra cada vez que se sienta seca durante el periodo vegetativo. Recuerda que la tierra debe sentirse húmeda y esponjosa, no empapada. La frecuencia con la que lo hagas dependerá de qué tan caliente y seca sea la zona donde vives. Sin embargo, espera regarla al menos una vez por semana.[9]
    • Cuando se acerque la época de la cosecha, deja de regar el ajo una vez que las hojas empiecen a secarse. De lo contrario, los bulbos se pudrirán.[10]
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    Aplica fertilizante una o dos veces durante el periodo vegetativo. Un fertilizante rico en nitrógeno funcionará bien, pero utilízalo con moderación. Una vez que los dientes empiecen a multiplicarse y formar bulbos, deja de utilizar el fertilizante por completo, ya que esto puede afectar el desarrollo de los bulbos.[11]
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    Retira las flores. Debes poder pellizcarlas con los dedos, pero también es posible cortarlas con tijeras comunes o tijeras de podar limpias. Si dejas las flores en el ajo, absorberán la energía que de otro modo podría ir al bulbo en desarrollo.[12]
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    Quita la maleza apenas la detectes. Esto no debe ser un problema si construiste un lecho de cultivo, pero aun así es buena idea verificar la maleza. Si la dejas, agotará todos los nutrientes que el ajo necesita para crecer.[13]
    • Si añadiste mantillo, debes revisar debajo de él para ver si hay maleza.
    • Añadir composta bien fermentada al mantillo ayudará a reducir la maleza. Hazlo en la primavera.
    • Si la maleza empieza a convertirse en un problema, considera utilizar un herbicida adecuado para plantas alimenticias.[14]
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    Presta atención a las plagas y enfermedades y trátalas lo antes posible. Dado que el ajo se cultiva en invierno en los climas cálidos, las plagas no son un gran problema, pero aún pueden aparecer en la primavera cuando el clima se vuelve cálido. Las enfermedades bacterianas y fúngicas son un problema mayor debido a las condiciones húmedas. Trátalas con espráis y químicos formulados de manera específica para cultivos.[15]
    • El ajo elefante es propenso a la oxidación y la pudrición blanca.
    • Las moscas de la cebolla y los nematodos del tallo y de los bulbos son plagas comunes del ajo elefante.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cosechar el ajo

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    Revisa los bulbos a mediados o finales del verano. En este punto, el tallo se habrá puesto amarillo y habrá empezado a secarse. Cava la tierra, busca 1 o 2 bulbos e inspecciona las envolturas similares al papel. Si las envolturas tienen de 3 a 5 capas de grosor, el ajo está listo para la cosecha.[16]
    • El ajo tardará de 180 a 210 días en madurar por completo.
    • Ten presente que es posible que los tallos no se vuelvan marrones y secos en los climas húmedos.
    • No esperes mucho tiempo para cosechar el ajo. De lo contrario, se partirá en el suelo y se echará a perder.
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    Saca el ajo de la tierra. Si la tierra está seca y se desmorona, podrás agarrar el ajo por el tallo y arrancarlo. Sin embargo, si el ajo está firme en la tierra, debes deslizar una paleta o una horca para papas por debajo y luego sacarlo.[17]
    • Ten cuidado al sacar el ajo de la tierra para no magullarlo o dañarlo por accidente.
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    Retira las raíces y los tallos. Con la ayuda de tijeras comunes o de podar, corta los tallos hasta que midan entre 2,5 y 5 cm (1 a 2 pulgadas) de largo. Luego, corta las raíces lo más cerca posible de la base del bulbo. Debes poder hacerlo con tijeras.
    • No arranques las raíces o los tallos, o arruinarás el ajo.
    • Asegúrate de que las tijeras estén limpias.
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    Deja secar el ajo antes de retirar las envolturas sucias. Pon el ajo al sol para que se seque, lo que puede tardar de 1 a 2 horas. Una vez que se haya secado, pela 1 o 2 envolturas exteriores hasta que vuelva a verse limpio.[18]
    • No retires todas las envolturas, solo las sucias.
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    Cura el ajo en una zona con sombra durante 2 a 3 semanas. Una vez cosechado, puedes tratar el ajo elefante como cualquier otro tipo de ajo. Corta las raíces y los tallos, luego espárcelos en una zona con sombra por 2 o 3 semanas para que se sequen y se curen.[19]
    • Después de curar el ajo, guárdalo en un lugar frío y seco.
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Consejos

  • Analiza la tierra con un kit de pH.
  • El ajo elefante tiene un sabor más suave que el ajo común, lo que lo hace excelente para asar.
  • Ajusta el programa de riego y fertilización en función de las necesidades individuales de tu planta. Podría ser necesario regar más o utilizar menos fertilizante.
  • Si dejas dientes de ajo elefante en el suelo, pueden formar otro bulbo con varios dientes, lo que te dará más para plantar la siguiente temporada.
  • Puedes cultivar el ajo elefante como una planta anual para la cosecha o como una planta perenne en los climas adecuados. Las plantas perennes deben desenterrarse y dividirse de forma regular.
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Cosas que necesitarás

  • un bulbo de ajo elefante
  • tierra de buen drenaje
  • fertilizante rico en nitrógeno
  • mantillo de paja (opcional, para los climas fríos)

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014.
Categorías: Siembra y cultivos
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