Madonna, Elton Jhon, Elvis Costello y Condoleeza Rice son solo algunas de las personas famosas que tienen un espacio entre sus dientes frontales. Incluso se ha vuelto común ver modelos de alta costura con los dientes separados.[1] De hecho, tener los dientes separados o diastema, como lo denominaría el dentista, no es razón para avergonzarse. Algunas culturas incluso asocian a las personas que tienen los dientes separados con rasgos positivos como fertilidad, riqueza y suerte. A pesar de los aspectos positivos de tener los dientes separados, algunas personas aún no están felices con la apariencia del espacio en sus dientes. Si quieres conocer los distintos tratamientos dentales que pueden corregir los espacios en los dientes, ¡continúa leyendo!

Parte 1
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Evalúa el espacio en tus dientes

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    Reúne los materiales. Necesitarás un espejo, una cinta métrica o regla con marcas métricas, un bolígrafo y papel. Este proceso será más fácil con un espejo fijo que con uno portátil. También puedes pedir a un amigo que te ayude si quieres estar cómodo al hacerlo.
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    Examina tus dientes. Mira en el espejo e identifica los dientes que están separados. Toma notas sobre la apariencia de los espacios y de la razón por la que te gustaría arreglarlos. También, anota cualquier otra imperfección que quisieras arreglar junto con tus espacios (tamaño de los dientes, su color, alineación, roturas, etc.).
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    Mide tus espacios. Usa una cinta métrica o regla, mide el espacio entre los dientes separados. Anota las medidas en milímetros.
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    Guarda tus notas. Estas notas sobre las medidas y la apariencia te ayudarán a determinar qué tratamiento dental te beneficiará más. Las imperfecciones que hayas identificado también ayudarán a tu dentista a decidir la mejor opción de tratamiento para ti.

Parte 2
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Considera tus opciones

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    Aprende sobre tus opciones. Existen pocas formas diferentes de que tu dentista pueda cerrar el espacio o espacios entre tus dientes. Antes de programar una cita con tu dentista, piensa en la opción que mejor se ajuste a tu situación.
    • Si solo tienes un espacio pequeño (menos de 5 mm), la adhesión dental podría ser tu mejor opción. La adhesión dental no es permanente y el material compuesto puede mancharse con el tiempo, pero es el método más fácil y barato para corregir los espacios entre los dientes.[2]
    • Si presentas decoloración o tienes roturas en tus dientes además de los espacios, entonces las carillas podrían ser tu mejor opción.[3] Las carillas son fundas que se fabrican a medida para tus dientes, por lo que son similares a la adhesión dental; sin embargo, pueden ofrecer resultados más impresionantes y fascinantes.
    • Si tienes varios espacios, más anchos de 5 mm, dientes torcidos y no quieres cubrir los dientes que tienes, entonces la aparotología fija podría ser tu mejor opción.[4] La aparotología fija endereza tus dientes con alambres que están unidos a tus dientes con material compuesto, parecido al material usado en la adhesión dental.
    • Si tienes varios espacios que no exceden los 5 mm, entonces Invisalign podría ser tu mejor opción.[5] Invisalign cierra los espacios y endereza los dientes con una serie de alineadores transparentes y muy delgados que cambias cada dos semanas.
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    Ten en cuenta tus prioridades a medida que revises cada opción. Consulta con frecuencia las notas que hiciste cuando evaluaste tus dientes y asegúrate de que la opción que elijas sea compatible con tu situación.
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    Haz una lista de preguntas y preocupaciones sobre tu tratamiento preferido. Esta lista será útil cuando vayas a una consulta con tu dentista. Podrás encontrar las respuestas a algunas de tus preguntas al buscar en Internet, pero probablemente tu dentista tendrá las mejores respuestas.

Parte 3
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Visita a tu dentista

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    Programa una cita con tu dentista. Cuando programes la cita, explica que te gustaría programar una cita para discutir tus opciones para cerrar uno o más espacios entre tus dientes.
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    Lleva tus notas contigo a la cita. Estas notas te ayudarán a recordar específicamente lo que quieres cambiar sobre tu sonrisa y podrían ayudar a tu dentista a formular la mejor recomendación para ti. También podrías anotar algunas preguntas sobre tus opciones preferidas de tratamiento de manera que puedas recordar realizarlas a tu dentista durante tu consulta.
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    Sé asertivo. Si tu dentista sugiere un plan de tratamiento que no satisface tus necesidades o expectativas, ¡di lo que piensas! Pregunta la razón por la que tu dentista sugirió esta opción de tratamiento por encima de las otras. Es posible que tu dentista pueda tener una muy buena razón para sugerir un tratamiento particular, pero que no sabrás a menos que la preguntes. Si no estás de acuerdo con las razones de tu dentista para recomendar un plan específico de tratamiento, no te sientas obligado a aceptar esta opción. Siempre puedes consultar con un dentista diferente para saber si las recomendaciones son las mismas.
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    Pregunta sobre el procedimiento y el tratamiento posterior. Si estás de acuerdo con la recomendación de tu dentista, ese es el momento ideal para averiguar toda la información del procedimiento y qué necesitarás hacer para asegurar el mejor resultado.

Parte 4
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Sigue un plan de tratamiento

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    Acude a la primera cita para el tratamiento. Según la opción de tratamiento que tu dentista y tú hayan decidido, esta cita puede ser la primera de muchas. Prepárate para esta cita tal como te lo indicó tu dentista y recuerda realizar cualquier pregunta que tengas relacionada con el tratamiento antes de que el procedimiento inicie.
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    Sigue las instrucciones del tratamiento posterior al pie de la letra. Te pueden indicar que evites o te abstengas de comer ciertos alimentos hasta completar el tratamiento o tal vez solo por un periodo corto. Toma este consejo en serio porque si no sigues estas instrucciones puedes afectar tus resultados de forma negativa.
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    ¡Disfruta tu nueva sonrisa! Después de que completes tu tratamiento, tendrás incluso más razones por las cuales sonreír. Puedes considerar la posibilidad de celebrar tu nuevo aspecto al tomarte algunas fotos profesionales.

Consejos

  • Si el dentista te pone nervioso, busca un dentista que se especialice en odontología spa o suave. Los consultorios de algunos dentistas cuentan con televisión, música, masajes y otras opciones diseñadas para ayudar a que la experiencia sea más agradable.
  • Habla con tus amigos o familiares que se hayan sometido a tratamientos dentales que consideres. Aprenderás de sus experiencias y sus contribuciones también podrían ayudarte a decidir la mejor opción de tratamiento para ti.
  • Si experimentas alguna molestia o dolor inusual después del tratamiento, llama a tu dentista de inmediato. Este dolor puede ser una parte normal del proceso, pero si no lo es, entonces tu dentista te puede pedir que programes una cita para ver qué causa el dolor.

Advertencias

  • Los espacios no siempre se pueden arreglar sin también tender a otros problemas de ortodoncia. Debes estar preparado para esta posibilidad. Por ejemplo, si tienes una sobremordida grave o una submordida, tu dentista puede sugerirte que uses un arco extraoral además de la aparatología fija.

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Categorías: Dientes y boca