En películas como Una historia de Navidad o Una pareja de idiotas, habrás visto escenas en las que a ciertos personajes se le queda la lengua pegada a un poste congelado. Desafortunadamente, esta no es solo una situación cómica que ocurre en las películas. Si la lengua se te queda pegada a una superficie metálica congelada, o le sucede a alguien a quien conozcas, puedes seguir unos pasos simples para desprenderte.

Método 1
Método 1 de 3:
Desprenderte de la superficie congelada

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    Mantén la calma. Lo principal es mantener la calma. Esto puede ser difícil si estás solo, pero tómate un momento para respirar hondo y tranquilizarte.[1]
    • Cuando te des cuenta de que tu lengua se ha quedado pegada a una superficie congelada, no entres en pánico. Si tiras con demasiada fuerza, literalmente arrancarás tu lengua de la superficie, lo cual te ocasionará mucho daño y te hará sangrar mucho. Solo debes intentarlo cuando sea el último recurso.
    • Si ves a alguien cerca, llama su atención agitando los brazos o gritando (si puedes). La situación será menos estresante si tienes a alguien que te ayude.
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    Ahueca las manos alrededor de la boca para calentar esa parte de la superficie congelada. Si estás solo, prueba primero este método. La lengua se pega a las superficies metálicas congeladas porque estas conducen el calor que proviene de ella. Por tanto, para desprenderte, debes calentar el metal.[2]
    • Una forma es hacerlo con tu aliento. Ahueca las manos alrededor de tu boca (pero sin que tus labios y tus manos toquen la superficie metálica, ya que esto hará que acumulen humedad y también se queden pegados) y sopla aire caliente sobre la zona a donde esté pegada tu lengua.
    • También puedes protegerte del viento frío con una bufanda o chaqueta y usarlas para calentar tu aliento.
    • Mientras haces esto, tira suavemente de tu lengua para ver si puedes soltarla un poco o incluso desprenderla del todo.
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    Vierte un líquido caliente sobre la superficie congelada. Si tienes una taza de café, chocolate caliente o algún otro líquido, puedes usarla para calentar la superficie metálica. Vierte el líquido sobre la parte a donde esté pegada tu lengua e intenta desprenderla suavemente.[3]
    • Lo mejor es usar agua tibia, pero, si estás en un apuro, cualquier líquido servirá.
    • Aunque no es recomendable, también puedes usar orina. Si estás solo y nadie puede ayudarte, considéralo como un último recurso en una situación de emergencia.
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    Llama al número local de emergencias. Si tienes un teléfono celular y puedes acceder a él con facilidad, una de las primeras opciones que debes considerar es llamar al número de emergencias.[4]
    • Si lo haces, quizás no puedas hablar claramente con el operador. Mantén la calma y trata de explicarle lentamente la situación y en dónde te encuentras. De esta forma, si es necesario, podrá rastrear la llamada y encontrarte.
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    Tira rápidamente de tu lengua. Si todo lo demás falla, este debe ser un último recurso, ya que en realidad nunca deberías recurrir a este método. Este método con seguridad te ocasionará una herida en la lengua y será muy doloroso, así que ármate de valor y despréndete de la superficie congelada.
    • Por lo general, calentar la zona alrededor de tu lengua con tu aliento y usar una bufanda o chaqueta para proteger la zona del viento es suficiente para desprender la lengua, incluso en temperaturas de alrededor de 4 °C (40 °F).
    • Después de desprenderte, busca atención médica inmediata.
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Método 2
Método 2 de 3:
Ayudar a alguien a desprenderse

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    Pídele que mantenga la calma y no tire de su lengua. La lengua suele pegarse a las superficies metálicas congeladas porque está húmeda y a tu temperatura corporal, por lo que el metal absorbe el calor que emana de ella. Cuando esto sucede, la saliva se congela y se adhiere a la superficie metálica como si tuviera un pegamento extrafuerte, mientras que el relieve de las papilas gustativas de la lengua también hace que se aferren con fuerza.[5]
    • Debido a que la lengua se pega con tanta fuerza a las superficies metálicas congeladas, no será suficiente tirar suavemente de la lengua para desprenderla.
    • Por otro lado, tirar con fuerza de la lengua hará que una parte de ella se quede pegada a la superficie metálica y ocasionará un sangrado abundante.
    • Si ves que a alguien se le ha quedado pegada la lengua a una superficie metálica congelada, pídele que mantenga la calma y no tire de la lengua, ya que esto solo empeorará la situación.
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    Asegúrate de que la persona esté bien. A menos que la hayas visto pegar voluntariamente su lengua a la superficie metálica, no conoces las circunstancias en las que esto ocurrió. Por tanto, asegúrate de que la persona se encuentre bien y no esté lesionada en otras partes del cuerpo.[6]
    • Si la persona tiene otras lesiones serias (por ejemplo, chichones o moretones), llama inmediatamente al número de emergencias.
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    Pídele que respire hondo. Si el metal se calienta, es posible que la lengua se desprenda por sí sola. Puedes intentarlo pidiéndole a la persona que ahueque sus manos alrededor de su boca y respire hondo sobre el metal varias veces, dirigiendo el flujo de aire hacia el lugar a donde la lengua esté pegada.[7]
    • También puedes cubrir la superficie metálica para calentarla y, de esta forma, ayudar a que el aire caliente que la persona sople sobre la superficie tenga un mayor efecto.
    • Ten cuidado de que la persona no deje que sus labios o sus manos también se queden pegados a la superficie metálica. Esto solo empeorará la situación.
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    Consigue agua tibia. Si vives cerca o hay un grifo cerca, llena un vaso o una botella con agua tibia (no caliente). Viértela sobre el lugar en donde la lengua esté unida a la superficie metálica y pídele a la persona que trate de desprenderse lentamente.[8]
    • Si no puedes conseguir agua tibia y el método de soplar aire caliente sobre la superficie no funciona, llama al número de emergencias para pedir ayuda.
    • No necesariamente tienes que usar agua. Si tú o algún transeúnte tienen una taza de café, té o algún otro líquido caliente, esto también servirá. La única desventaja es que ocasionarás un mayor desorden.[9]
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    Llama al número local de emergencias. Si ni el método del aire caliente ni el del agua tibia dan resultado, tendrás que llamar al número local de emergencias. Sin embargo, si vives en un lugar que alcance temperaturas extremas durante el invierno, es probable que los operadores estén acostumbrados a recibir muchas llamadas como esta.[10]
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Método 3
Método 3 de 3:
Tratar las lesiones en la lengua

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    Lávate las manos. Como debes usar las manos para detener el sangrado, primero debes lavártelas. Sin embargo, esto podría ser difícil si estás en el mismo lugar en donde te lastimaste.[11]
    • También puedes usar guantes de látex si los tienes o si puedes acceder a ellos en donde te encuentres.
    • Trata de no tocarte la lengua directamente con las manos para detener el sangrado.
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    Inclina la cabeza hacia adelante. Trata de no tragarte la sangre, ya que esto te ocasionará náuseas y vómitos. Siéntate con la cabeza inclinada hacia adelante para que la sangre salga por la boca.[12]
    • Si tenías algo en la boca, como goma de mascar, sácatelo.
    • Si tienes un piercing en la boca o dentro de ella y puedes quitártelo de forma segura, hazlo.
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    Detén el sangrado. Con un paño limpio o el más limpio que puedas encontrar, aplica presión sobre tu lengua. Si no tienes nada más, puedes usar las manos, pero esto solo debe ser un último recurso (sobre todo si no pudiste lavártelas).[13]
    • Puedes usar un gorro o bufanda, ya que es probable que los tengas a la mano debido al clima invernal. Sin embargo, evita usar guantes para detener el sangrado, ya que lo más probable es que estén sucios.
    • Si te haces algún corte o herida en la lengua, sangrarás mucho, ya que esta, así como el resto de la boca, contiene muchos vasos sanguíneos. Sin embargo, esto podría ser una ventaja, ya que esta mayor cantidad de vasos sanguíneos hará que la herida se cure más rápido.[14]
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    Presiona firmemente tu lengua durante 15 minutos. Presiona el paño contra la herida durante 15 minutos como mínimo, tomando el tiempo con un reloj. Durante este tiempo, no levantes el paño para revisar si sigues sangrando.[15]
    • Si el paño queda completamente empapado de sangre, coloca otro paño sobre él sin retirarlo ni disminuir la presión.
    • Si el sangrado es leve, por lo general disminuirá después de 15 minutos, pero continuará sangrando levemente durante 45 minutos más.
    • Si después de 15 minutos la herida sigue sangrando abundantemente, llama al número local de emergencias o ve al hospital.
    • No hagas ejercicio durante varios días. El ejercicio eleva tu presión arterial, lo cual puede ocasionar que la herida vuelva a sangrar.
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    Usa hielo para aliviar el dolor y la inflamación. Si bien dadas las circunstancias es posible que no quieras colocar más hielo sobre la herida, esto puede ayudar a aliviar el dolor. En lugar de hielo, puedes aplicar una compresa fría (por ejemplo, un paño limpio empapado en agua fría).[16]
    • Puedes usar el hielo de dos formas. La primera es simplemente chupar un cubo de hielo o hielo triturado. La segunda es envolver el hielo en un paño limpio y colocarlo sobre la herida.[17]
    • Aplica el hielo o la compresa fría durante 1 a 3 minutos de 6 a 10 veces al día durante el primer día como mínimo.
    • El hielo no solo ayudará a reducir la inflamación y detener el sangrado sino que también aliviará el dolor.[18]
    • Si no tienes o no quieres usar hielo, puedes usar una paleta de helado o algo similar.
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    Enjuágate la boca con agua salada. Prepara una solución de agua salada añadiendo una cucharadita de sal a una taza de agua. Enjuágate con esta solución agitándola dentro de la boca y escupiéndola sin tragártela.[19]
    • Empieza a enjuagarte con esta solución al día siguiente de haberte hecho la herida.[20]
    • Enjuágate con esta solución por lo menos después de cada comida y hasta entre cuatro y seis veces al día.
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    Protege la herida del frío. Mientras tus labios o tu lengua estén sanando, podrían ser más vulnerables al congelamiento o los sabañones (llagas o bultos en la piel). Cúbrete el rostro con bufandas, guantes o pasamontañas para proteger la herida mientras sana.
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    Ten cuidado con lo que comes. Es probable que tu boca y tu lengua estén bastante sensibles, además de adoloridas. Por tanto, trata de comer solo alimentos blandos al principio. Evita los alimentos salados, picantes o ácidos, ya que serán muy dolorosos.[21]
    • Puedes comer malteadas, yogur, helado, queso cottage, huevos, atún, mantequilla de maní y frutas y vegetales enlatados o bien cocidos.
    • No bebas ni fumes mientras tu herida esté sanando.
    • Quizás también debas evitar el enjuague bucal con alcohol, ya que podría hacerte arder la herida.
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    Si es necesario, toma medicamentos. Consulta con un doctor para que te aconseje cuáles medicamentos tomar y sigue sus instrucciones al pie de la letra. Si la herida no fue lo suficientemente grave como para consultar con un doctor, puedes tomar analgésicos sin prescripción médica para aliviar el dolor.[22]
    • Algunos medicamentos sin prescripción médica que puedes tomar son el paracetamol (Tylenol), el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve). Puedes encontrarlos en su forma genérica o como la marca comercial en la mayoría de las farmacias y supermercados.
    • Al tomar medicamentos sin prescripción médica, siempre debes seguir las instrucciones en el empaque y consultar con un farmacéutico si tienes alguna pregunta.
    • Si estás embarazada o podrías estarlo, no debes tomar ibuprofeno ni naproxeno.
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    Determina en qué situaciones es importante consultar con un doctor. Pídele a tu doctor que te revise la herida en los siguientes casos:[23]
    • Si el dolor incrementa conforme pasa el tiempo en lugar de disminuir.
    • Si tu lengua o alguna otra parte de tu boca empiezan a inflamarse.
    • Si tienes fiebre.
    • Si tienes dificultades para respirar.
    • Si la herida no deja de sangrar o se abre y vuelve a sangrar abundantemente.
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Consejos

  • No solo a los seres humanos se les puede quedar pegada la lengua a una superficie congelada. También puede ocurrirles a los perros. Si el tuyo pasa tiempo al aire libre durante el invierno, dale la comida y el agua en tazones de cerámica, vidrio o plástico en lugar de metal.[24]
  • Si quieres aprender sobre las razones científicas por las que la lengua se pega a las superficies metálicas congeladas, en esta página de Live Science puedes encontrar una infografía y una buena explicación.
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Acerca de este wikiHow

Anthony Stark, EMR
Coescrito por:
Miembro del servicio de emergencias médicas
Este artículo fue coescrito por Anthony Stark, EMR. Anthony Stark es un miembro del servicio de emergencias médicas certificado en Columbia Británica, Canadá. Actualmente trabaja para Mountain View Safety Services y anteriormente trabajó para el Servicio de Ambulancia de Columbia Británica. Anthony tiene una licenciatura en ingeniería eléctrica, electrónica y comunicaciones del Instituto de Tecnología de Georgia. Este artículo ha sido visto 15 402 veces.
Categorías: Dientes y boca
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