El reflujo ácido (también llamado hiperacidez, ardor estomacal y enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE) es producto de la liberación del ácido estomacal hacia el esófago.[1] Si bien normalmente no se trata de una condición grave, genera incomodidad y puede dar lugar a problemas más graves, como las úlceras o el esófago de Barrett. Cuando sufres de reflujo ácido, puedes tener dificultad para dormir, puesto que puedes sentir ardor en el pecho, náuseas y dolor que se intensifica al agacharte o al acostarte.[2]

Método 1
Método 1 de 3:
Tomar medicamentos

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    Toma un antiácido de venta libre. Estos fármacos de venta libre ayudan a neutralizar el ácido del estómago y a disminuir el reflujo ácido. Debes esperar hasta dos semanas para que surtan efecto. Si los síntomas no mejoran al finalizar este periodo, es mejor acudir a un doctor.[3]
    • No tomes antiácidos a largo plazo, ya que pueden tener efectos negativos en el equilibrio de los minerales y en los riñones. También pueden provocar diarrea.
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    Toma los antagonistas de los receptores H2. Los antagonistas H2 son medicamentos que ayudan a reducir la secreción de ácido gástrico. Puedes encontrarlos en las farmacias. Busca marcas como Zantac, Pepcid y Tagamet. Siempre sigue las instrucciones de la etiqueta. Si los antagonistas H2 de venta libre no te hacen efecto, el doctor te prescribirá una dosis mayor.[4]
    • Presta atención a los efectos secundarios de los antagonistas H2, como el estreñimiento, la diarrea, los mareos, el dolor de cabeza, la urticaria, las náuseas y los vómitos. También es posible que experimentes dificultad para orinar. Si los efectos secundarios son graves, deja de tomarlos y acude al doctor.
    • Si presentas efectos secundarios más graves como dificultad para respirar o hinchazón del rostro, los labios, la garganta o la lengua, debes buscar atención médica de inmediato. Es probable que tengas una reacción anafiláctica. Llama al número de emergencias de tu país o ve a la sala de emergencias.
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    Prueba los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Los IBP bloquean la producción de ácido gástrico y por ende, ayudan a aliviar los síntomas del reflujo ácido. Búscalos en las farmacias con las marcas esomeprazol (Nexium), lansoprazol (Prevacid), omeprazol (Prilosec), pantoprazol (Protonix), rabeprazol (Aciphex), dexlansoprazol (Dexilant) y omeprazol con bicarbonato de sodio (Zegerid). Asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta.[5]
    • Presta atención a los efectos secundarios de los IBP, entre ellos el dolor de cabeza, el estreñimiento, la diarrea, el dolor abdominal, las náuseas y los sarpullidos.
    • No los tomes a largo plazo, puesto que aumentan el riesgo de fracturas de cadera, muñeca o columna vertebral relacionadas con la osteoporosis.
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    Toma tabletas que forman una barrera protectora de espuma. Estos medicamentos son producto de la combinación de un antiácido y un agente espumante. La tableta se disuelve en el estómago y forma una espuma que impide la entrada del ácido al esófago.[6]
    • En la actualidad, Gaviscon es el único medicamento de este tipo en el mercado.
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Método 2
Método 2 de 3:
Ajustar tus hábitos alimenticios y de sueño

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    Identifica los desencadenantes alimenticios y evítalos. Si sufres de reflujo ácido crónico, tal vez necesitas ajustar tu dieta, de modo que no tengas ningún alimento o bebida que pueda desencadenar el reflujo ácido. Empieza un diario de alimentos (ya sea en un cuaderno o en tu celular), anotando todo lo que comas dentro de 1 o 2 horas antes de la aparición de los síntomas de reflujo ácido. Luego, excluye dichos alimentos de tu dieta, de modo que el cuerpo no se vea afectado por ellos.
    • Por ejemplo, supongamos que comes pollo empanizado, brócoli y pasta con salsa de tomate en la cena. Al transcurrir una hora, experimentas reflujo ácido. El desencadenante podría ser el pollo, el empanizado del pollo, el brócoli, la pasta o la salsa de tomate. Primero elimina la salsa de toma de la próxima comida. Si no desarrollas el reflujo ácido después de comerla, lo más probable es que la salsa de tomate sea el desencadenante. Pero si aún tienes reflujo ácido, el problema podría ser los demás alimentos que comiste. Elimina cada uno hasta que dejes de sufrir de reflujo ácido.
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    Consume comidas más pequeñas y mastica con lentitud. El hecho de ingerir comida más pequeñas ejerce menos presión en el estómago, lo que le permite al sistema digestivo funcionar de forma adecuada y reducir el malestar que causa el ácido estomacal.
    • También debes comer despacio masticando la comida varias veces antes de tragarla. De este modo, la digestión será más fácil y más rápida, puesto que habrá menos comida en el estómago y menos presión en el sistema digestivo.
    • Trata de cenar 2 a 3 horas antes de irte a dormir. Si comes más temprano en la noche, esto le permitirá al estómago digerir la comida de forma adecuada antes de acostarte.
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    No fumes dos horas antes de irte a dormir o deja de fumar. El consumo de cigarrillos aumenta el ácido del estómago y el riesgo de sufrir de reflujo ácido. Si no puedes dejar de fumar, intenta no hacerlo al menos dos horas antes de acostarte.
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    Mastica chicle después de ingerir una comida pesada, sobre todo en la noche. Si masticas chicle sin azúcar, estimularás las glándulas salivales. En consecuencia, esto liberará bicarbonato en la saliva para neutralizar el ácido en el esófago.[7]
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    Levanta la cabecera de la cama. De este modo, la gravedad mantendrá el ácido en el estómago y evitará que suba hacia el esófago. Necesitarás levantar el somier o la parte superior de la cama. Colocar la cabeza sobre una pila de almohadas no te servirá de nada, ya que así solo conseguirás doblar el cuello y el cuerpo de una forma que aumentará la presión. En consecuencia, el reflujo ácido empeorará.[8]
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    Levanta el talón por 15 a 30 minutos antes de acostarte. Es un ejercicio usado para tratar la hernia de hiato, pero también sirve para aliviar el reflujo ácido. Este método ayuda a realinear el estómago y el diafragma.[9]
    • Primero toma 180 a 240 ml (6 a 8 onzas) de agua tibia. Luego, párate y extiende los brazos hacia los costados. Dóblalos en los codos y lleva ambas manos hacia el pecho.
    • Párate de puntas, de modo que levantes los talones. Luego, bájalos hasta el suelo. Repite el ejercicio 10 veces. Después de la décima vez, mantén los brazos levantados y da respiros breves y rápidos por 15 segundos.
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar remedios naturales

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    Toma 1/2 taza de jugo de aloe vera orgánico 1 o 2 horas antes de irte a dormir. El aloe vera ayuda a bajar la inflamación y a neutralizar el ácido estomacal.
    • También puedes tomarlo poco a poco a lo largo del día. Limítate a o 2 tazas por día, ya que el aloe puede tener un efecto laxante.
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    Toma vinagre de manzana orgánico mezclado con agua 1 a 2 horas antes de acostarte. Este método emplea los sensores de ácido de tu cuerpo para indicarle que es hora de detener la producción de ácido gástrico. Vierte 1 cucharada de vinagre de manzana en 180 ml (6 onzas) de agua.
    • También puedes preparar una limonada o una limada (bebida a base de jugo de lima) y tomarla antes de irte a dormir. Mezcla unas cuantas cucharaditas de jugo puro de limón o lima y agrega agua al gusto. También puedes agregarle miel. Toma la limonada o la limada durante y después de las comidas. El ácido del limón o la lima le indicará al cuerpo que es hora de detener la producción de ácido por medio de un proceso llamado “inhibición por retroalimentación”.[10]
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    Come una manzana 1 hora antes de irte a dormir. La pectina que contiene la cáscara de manzana es un antiácido natural que ayuda a reducir la producción de ácido gástrico.[11]
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    Toma té de jengibre, té de hinojo o té de manzanilla 1 a 2 horas antes de acostarte. El té de jengibre es un antiinflamatorio natural que ayuda a calmar el estómago y a aliviar las náuseas. Utiliza bolsitas de té de jengibre o pica 1 cucharadita de jengibre fresco. Si lo prefieres fresco, agrégalo al agua hirviendo y déjalo en infusión por 5 minutos.[12]
    • El té de hinojo también puede calmar el estómago y reducir los niveles de ácido estomacal. Machaca 1 cucharadita de hinojo e incorpóralo a 1 taza de agua hirviendo.[13]
    • El té de manzanilla también puede calmar el estómago gracias a su acción antiinflamatoria.[14]
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    Disuelve mostaza en agua o consúmela sola. La mostaza puede ser un excelente antiinflamatorio y neutralizador del ácido. Tómala en agua 1 hora antes de acostarte o consume 1 cucharadita.[15]
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    Consume olmo resbaladizo. Tómalo en la forma de té (90 a 120 ml o 3 a 4 onzas) o en tabletas (dos) 1 hora antes de acostarte. El olmo resbaladizo ayuda a aliviar los tejidos irritados.
    • Esta planta se considera segura para las mujeres embarazadas.[16]
  7. 7
    Prueba la raíz de regaliz. Puedes consumir la raíz de regaliz desglicirrizado (DGL) en tabletas masticables. Aunque es probable que te tome tiempo acostumbrarte a su sabor, puede curar el estómago y controlar el ácido gástrico. Toma 2 o 3 tabletas antes de irte a dormir.[17]
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    Toma bicarbonato disuelto en agua 1 hora antes de acostarte. El bicarbonato es un eficaz neutralizador del ácido estomacal y alivia los síntomas del reflujo ácido. Asegúrate de utilizar bicarbonato, no polvo de hornear, ya que este último es menos eficaz. Disuelve 1 cucharadita de bicarbonato en 180 ml (6 onzas) de agua y tómalo 1 hora antes de irte a dormir.
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Consejos

  • Si has modificado tu dieta y hábitos de sueño, además de probar remedios naturales, pero el reflujo ácido no desaparece en 2 a 3 semanas, acude al doctor. Es probable que necesites medicamentos más fuertes.
  • Si estás embarazada o das de lactar, consulta con el doctor antes de probar cualquiera de los métodos sugeridos.
  • Si manifiestas síntomas de reflujo ácido más de dos veces a la semana o los síntomas persisten después de haber probado remedios de venta libre, llama al doctor de inmediato.
  • Si crees que el reflujo ácido se debe a los medicamentos que tomas, pídele al doctor que ajuste la prescripción.
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  1. Vemulapall, R. Diet and Lifestyle Modifications in the Management of Gastroesophageal Reflux Disease. Nutr Clin Pract. 2008 vol. 23 no. 3 293-298.
  2. Vemulapall, R. Diet and Lifestyle Modifications in the Management of Gastroesophageal Reflux Disease. Nutr Clin Pract. 2008 vol. 23 no. 3 293-298.
  3. Willetts, K. E., Ekangaki, A. and Eden, J. A. (2003), Effect of a ginger extract on pregnancy-induced nausea: A randomised controlled trial. Australian and New Zealand Journal of Obstetrics and Gynaecology, 43: 139–144.
  4. Vemulapall, R. Diet and Lifestyle Modifications in the Management of Gastroesophageal Reflux Disease. Nutr Clin Pract. 2008 vol. 23 no. 3 293-298.
  5. Petry JJ, Hadley SK. Medicinal herbs: answers and advice, Part 2. Hosp Pract (1995). 15 de agosto de 2001; 36(8):55-9.
  6. Petry JJ, Hadley SK. Medicinal herbs: answers and advice, Part 2. Hosp Pract (1995). 15 de agosto 2001; 36(8):55-9.
  7. Petry JJ, Hadley SK. Medicinal herbs: answers and advice, Part 2. Hosp Pract (1995). 15 de agosto de 2001; 36(8):55-9.
  8. Glick, L., Deglycyrrhizinated liquorice for peptic ulcer. Lancet. 9 de octubre de 1982; 2(8302):817.

Acerca de este wikiHow

Shari Forschen, NP, MA
Coescrito por:
Profesional en enfermería
Este artículo fue coescrito por Shari Forschen, NP, MA. Shari es una enfermera registrada en Sanford Health en Dakota del Norte. Recibió su maestría en Enfermería Familiar en la Universidad de Dakota del Norte y es enfermera desde 2003. Este artículo ha sido visto 15 471 veces.
Categorías: Náuseas y vómitos
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