Si alguna vez has visto a Muhammad Ali en una pelea de boxeo, es probable que una de tus preguntas más apremiantes sea cómo es que su oponente no puede golpearlo. A inicios de su carrera, Ali se jactaba de que nunca entrenaba duro para las peleas. Verdaderamente, su mayor talento era su habilidad casi sobrehumana de esquivar los golpes. El concepto es simple: aléjate del golpe. Esta habilidad se puede aprender, pero requiere reflejos muy rápidos y años de práctica.

Método 1
Método 1 de 4:
Esquivar un jab hacia adentro

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    Comienza con ambas manos hacia arriba y el peso del cuerpo centrado. Para esquivar un golpe dentro del jab, posiciona ambas manos cerca del rostro y lleva el peso del cuerpo a ambas piernas para centrarlo. Esta es la posición perfecta para rotar el cuerpo y esquivar un golpe.[1]
    • Mantén las piernas separadas al ancho de los hombros, con el pie menos dominante un poco hacia adelante. Si eres diestro, la pierna izquierda debe estar un poco hacia adelante. Esto te permitirá tener más equilibrio a la hora de esquivar o lanzar un golpe.[2]
    • Esta posición defensiva es muy importante, dado que a menudo es difícil contraatacar al estar muy cerca del oponente.
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    Gira el cuerpo en sentido antihorario. Inclínate un poco hacia la izquierda y lleva parte del peso corporal para que se apoye más en la pierna izquierda. Al inclinarte, gira un poco el cuerpo en sentido antihorario. Esto te ayudará a mantener la guardia alta mientras te mueves para esquivar el golpe.[3]
    • Debes rotar el pie de atrás con un movimiento antihorario que imite el movimiento del cuerpo. Levanta un poco la almohadilla del pie derecho (trasero) y gíralo en coordinación con el resto del cuerpo.
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    Levanta un poco la mano trasera. La mano trasera debe ser la mano dominante. Este movimiento te pondrá en la posición perfecta para protegerte si tu oponente decide tirarte un gancho de izquierda. La mano trasera podrá bloquear cualquier golpe que no puedas esquivar al rotarte.[4]
    • En este punto, podrás dar un paso hacia adelante con el pie delantero y lanzar un jab. Dependiendo de la posición de tu oponente, posiblemente lances un jab con la mano dominante.
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    Compacta el cuerpo al esquivar el golpe hacia adentro. Si tu oponente lanza un jab izquierdo, lleva tu hombro derecho hacia tu rodilla izquierda, en vez de simplemente eludir el golpe. Flexiona un poco las rodillas, gira un poco las caderas en sentido antihorario, lleva el hombro derecho en dirección a la rodilla izquierda y mueve la cabeza hacia abajo. Haz todo esto con un solo movimiento. Esto hará que tu cuerpo esté más compacto y te dará más control sobre tus movimientos.[5]
    • Asegúrate de mantener el contacto visual con tu oponente y la barbilla pegada detrás del hombro durante todo el movimiento.
    • Este movimiento te ayudará a tener un centro de gravedad sólido, y hará que te resulte más sencillo volver arriba después de esquivar el golpe.
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Método 2
Método 2 de 4:
Esquivar un jab hacia afuera

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    Párate con los pies al ancho de los hombros y las manos levantadas. Mantén los pies un poco separados, con el pie menos dominante (el izquierdo si eres diestro) un poco delante del pie más dominante (el derecho si eres diestro).
    • Levanta las manos cerca del rostro para adoptar una buena postura defensiva. Esta será la posición inicial correcta para esquivar un golpe por fuera del jab.
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    Gira el cuerpo en sentido horario. A medida que el oponente lance el jab, gira un poco el cuerpo en sentido horario e inclínate un poco hacia la derecha. En el proceso, debes llevar parte del peso corporal a la pierna trasera. Si eres diestro, la pierna trasera será la derecha. Estos movimientos deben ser bastante breves; no querrás alejarte y moverte demasiado, dado que podrías perder el equilibrio.[6]
    • Necesitarás girar ambos pies en la misma dirección horaria en que has rotado las caderas.
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    Da un paso hacia adelante mientras lanzas un jab. Después de girar para alejarte, puedes acercarte un poco al oponente al dar un paso en dirección a él mientras lanzas un golpe. Si lanzas un golpe con la mano dominante (por ejemplo, la derecha), la pierna opuesta (izquierda) debe ir hacia adelante. Esto te permitirá alejar la cabeza del alcance del jab del oponente.[7]
    • En este punto, habrás esquivado exitosamente el golpe del oponente y deberías ser capaz de lanzar un golpe cruzado en su brazo, o un gancho desde abajo hacia su cuerpo.
    • Escoge el brazo que usarás para el jab o gancho en función de la posición del cuerpo del oponente. Si tienes un gancho limpio, posiblemente puedas lanzarle un jab con el mismo brazo que ha usado el oponente, dado que “cruzará” su brazo.
    • Si tienes la oportunidad de lanzarle un gancho, usa el brazo que esté más cerca o que proporcione el ángulo más efectivo.
    • Una ventaja inherente de esquivar un golpe es que una de las manos del oponente estará cerca de tu cabeza. Esto significa que tendrá una mano menos para defenderse, y una mano que debes alejar antes de que pueda moverse hacia otro lugar.
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    Evita mover la cabeza hacia la posición original. Este error de aficionado es muy predecible y puede llevar a un nocaut rápido. En cambio, corrige la posición de los pies para alinearlos con la cabeza o agacharte y esquivar para adoptar una nueva posición (cualquier lugar menos aquel en que se encuentra la cabeza inicialmente servirá).[8]
    • Ser predecible y regresar a la misma posición son formas ideales de ayudar al oponente a predecir tus movimientos.
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Método 3
Método 3 de 4:
Ser rápido y ágil

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    Practica ejercicios de rapidez y agilidad. Usa una escalera para completar los ejercicios de agilidad. Comienza por colocar una escalera en el piso y salta cada peldaño con una pierna hasta alcanzar el extremo. Regresa y repite el proceso con la otra pierna. Una vez que domines estos pasos, podrás alternar las piernas a medida que subes la escalera.[9]
    • También puedes probar actividades de carreras de velocidad, dado que permiten mejorar la agilidad en el cuadrilátero. Estas actividades consisten en correr tan rápido como puedas durante lapsos breves.
    • También puedes probar un ejercicio que consiste en seguir a un entrenador e imitar sus movimientos. Esto te ayudará a mejorar tus habilidades de observación y perfeccionar tu tiempo de reacción.
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    Mueve la cabeza de lado a lado. Este es un movimiento clásico del boxeo para esquivar un golpe y mantener al oponente en sus pies. Si te agachas y mueves la cabeza hacia adelante y hacia atrás dentro del rango del jab, el oponente tendrá que adivinar adónde estará tu cabeza cuando intente golpearte. Siempre es más difícil golpear a un objetivo que se encuentra en movimiento.[10]
    • Asegúrate de que los movimientos con la cabeza sean algo irregulares, no simplemente hacia adelante y hacia atrás en un ritmo constante. De lo contrario, el movimiento será tan predecible como mantener la cabeza quieta.
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    Adopta una postura rítmica. Uno de los aspectos más emocionantes del boxeo es que es impredecible. Nunca se sabe por dónde se recibirá el golpe o qué es lo que el oponente hará. Para mantenerte en la cima del juego, necesitas adoptar una postura rítmica y sencilla. Lleva el peso del cuerpo hacia adelante y hacia atrás entre ambos pies. Mantén las manos arriba cerca del rostro en una posición defensiva. Salta un poco.
    • Estos tipos de movimientos te ayudarán a estar en el momento, enfocarte en lo que tu oponente hace y esquivar golpes en el momento cuando los veas acercarse.
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    Procura mantenerte alerta. Uno de los aspectos más importantes de un tiempo de reacción rápido es permanecer alerta y presente. Procura estar en el momento y no permitas que tu mente comience a divagar. Observa atentamente al oponente para estar listo para reaccionar y esquivar el golpe tan pronto como veas que se acerca.
    • No alejes la vista del oponente en ningún momento. Esto podría darle la oportunidad perfecta para sorprenderte con la guardia baja.
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Método 4
Método 4 de 4:
Prepararte para una pelea

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    Entra en calor antes de cualquier pelea. Una parte crucial de estar listo para esquivar un golpe en una pelea es que tu mente esté alerta y tu cuerpo esté listo. Siempre es una buena idea hacer entrar el calor al estirar y saltar un poco. Esto te ayudará a estar listo y alerta para esquivar golpes cuando veas que se acercan.[11]
    • Algunos estiramientos ideales para realizar antes de entrar en el cuadrilátero son los estiramientos de pantorrillas, estiramientos de pecho reversos asistidos y estiramientos abdominales giratorios.[12]
    • Siempre debes hacer entrar en calor el cuello para evitar tensiones. Esto te permitirá moverte más rápido cuando tengas que esquivar un golpe.
    • Para calentar el cuello, afloja la mandíbula y haz rodar la cabeza alrededor del cuello. Rótala hacia adelante y luego hacia atrás para formar un semicírculo. Luego, rótala en el sentido contrario. Repite por varios minutos.
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    Aprende tus movimientos por defecto. Identificar la forma en que reaccionas naturalmente en situaciones de boxeo es ideal para evitar ser predecible para tu oponente. Evita ser predecible al mismo tiempo que esquivas un golpe al aprender algunos de los movimientos comunes.
    • Lanza un jab un poco hacia la izquierda del centro para tomar al oponente con la guardia baja.
    • Lanza o finta un jab y luego lanza otro rápido con la esperanza de que el oponente no se recupere lo suficientemente rápido.
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    Observa a tu oponente. A menudo, no es suficiente con tener reflejos rápidos. Durante una pelea, podrías sentirte aturdido o cansado y perder tus facultades. Por este motivo, es útil estudiar al oponente al principio de la pelea e identificar su estilo.[13]
    • Observar a tu oponente te ayudará a identificar cuándo lanzará un golpe y qué tipo de golpe será. No hagas demasiadas suposiciones con respecto a su comportamiento. Existe la posibilidad de que quiera acostumbrarte a un hábito para colocarte en la posición perfecta para lanzarte un golpe de nocaut.
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Consejos

  • Esquivar un gancho izquierdo es tan sencillo como inclinarte algunos centímetros hacia atrás. Un golpe derecho recto es la mejor forma de hacer que tu oponente pague por su gancho izquierdo fallido. Esto podría terminar la pelea.
  • Después de esquivar un golpe, es probable que se acerque otro. Mantén la calma, presta atención y prepárate para otro golpe.
  • Las instrucciones de este artículo son para un oponente diestro. Si tu oponente es zurdo, tendrás que revertir las direcciones.
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Advertencias

  • Esquivar los golpes de manera efectiva requiere mucha práctica. Entrena con un amigo de confianza y tómate las cosas con calma. No hagas que lance golpes fuertes hasta estar seguro de que estás listo.
  • Nunca esquives un golpe de forma tal que pierdas el equilibrio. El objetivo es ser capaz de estar bajo control y mantener el cuerpo un poco inclinado hacia adelante.
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Categorías: Deportes de lucha
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