Las cebollas tienen un contenido de agua bastante alto, así es que normalmente se puede extraer una gran cantidad de jugo a partir de una cebolla. El jugo de cebolla no tiene una cantidad particularmente alta de nutrientes, pero en muchas culturas se cree que este jugo cura la hipertensión, la mala circulación, las infecciones urinarias y el resfriado común. Puedes extraer el jugo de una cebolla con un rallador, una licuadora o un extractor de jugo.

Método 1
Método 1 de 4:
Prepara la cebolla

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    Pela la cáscara. Utiliza un cuchillo de sierra bien afilado para cortar una rebanada pequeña, de no más de 1.3 cm, a partir de la raíz de la cebolla. Corta la cebolla hasta que llegues a la cáscara del otro lado, pero sin cortarla. Agarra la parte parcialmente cortada y jala hacia el extremo inferior de la cebolla, para quitar parte de la cáscara. Agarra el resto de la cáscara con los dedos y jala hacia atrás para quitarla.
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    Corta el otro extremo. Usa el mismo cuchillo para cortar otra rebanada de 1.3 cm del otro lado de la cebolla. Al hacer esto, será más sencillo cortar o picar la cebolla, así es que este paso es muy importante si vas a extraer el jugo con una licuadora o juguera.
    • Si vas a extraer el jugo con un rallador, puedes saltarte este paso. Al mantener el otro lado de la cebolla intacto, será más sencillo rallarla.
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    Enjuaga la cebolla. Coloca la cebolla pelada bajo un chorro de agua tibia para quitar la suciedad o la tierra. Sécala con una toalla de papel.
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Método 2
Método 2 de 4:
Utiliza un rallador

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    Coloca el rallador dentro de un bol o de una olla. Debe ser un contenedor alto de los costados, pero con una boca lo suficientemente ancha como para que quepa el rallador de queso o de base plana, y al menos una de tus manos, ya que deberás rallar la cebolla dentro del recipiente.
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    Sujeta con la mano la manilla del rallador. Presiona hacia abajo ejerciendo una presión pareja para mantenerlo firme, evitando que se resbale mientras rallas la cebolla.
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    Ralla toda la cebolla con el lado más fino del rallador. Agarra con la mano el extremo redondeado de la cebolla, si está intacto.Presiona el lado plano una vez que lo tengas contra la base del lado fino del rallador. Mueve la cebolla hacia abajo sobre los agujeros del rallador. Sigue presionando la cebolla contra el rallador, moviéndola hacia abajo y arriba hasta que la hayas rallado entera.
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    Coloca un colador encima de un bol mediano o grande. Este bol debe tener costados altos y una boca lo suficientemente ancha como para que quepa el colador. Si es posible, coloca el colador sobre los bordes del bol para que se sujete. Si el colador es muy pequeño, sujétalo con tu mano.
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    Presiona la pulpa de cebolla a través del colador. Coloca la pulpa gallada dentro de un colador de malla fina. Con una cuchara o espátula de goma, presiona la pulpa a través del colador, separado la mayoría del jugo y manteniendo los restos sólidos fuera del bol. Sigue presionando hasta extraer la mayor cantidad de jugo, pero sin presionar demasiado como para que los restos sólidos atraviesen la malla del colador.
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    Coloca el resto de la pulpa en un cuadro de paño de queso. Coloca la pulpa en el centro del paño de queso y junta las esquinas al medio, envolviendo la pulpa. Presiona la pulpa hacia abajo para extraer más jugo. Sigue presionando hasta que ya no caigan gotas de jugo.
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Método 3
Método 3 de 4:
Utiliza una licuadora

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    Pica la cebolla. Usa un cuchillo de sierra afilado para picar groseramente la cebolla en trozos medianos. No es necesario picarla finamente, pero los trozos medianos se procesan mejor en la licuadora que los trozos grandes.
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    Coloca los trozos de cebolla dentro de la licuadora y enciéndela. Utiliza la velocidad media o alta y licua la cebolla por alrededor de 1 minuto, hasta que la cebolla se convierta en un puré espeso.
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    Vuelve a licuar si es necesario. Licuar la cebolla por 1 minuto debería ser suficiente, pero todas las licuadoras son diferentes. Si aún observas trozos de cebolla dentro de la licuadora, detén la licuadora, abre la tapa y remueve los trozos hacia los filos con una espátula de goma. Vuelve a colocar la tapa y sigue licuando por intervalos de 30 segundos a velocidad alta hasta que la cebolla esté totalmente licuada.
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    Coloca un colador sobre el borde de un bol. El colador debe ser lo suficientemente pequeño para caber dentro del bol, pero, si es posible, lo suficientemente grande como para apoyarse en los bordes del bol. De lo contrario, deberás sujetar el colador sobre el bol con la mano.
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    Coloca un trozo de paño de queso dentro del colador. El paño de queso permite que sea más sencillo filtrar el jugo y separarlo de los trozos sólidos de pulpa.
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    Presiona la cebolla licuada a través del paño de queso y el colador. Lleva la cebolla de la licuadora al centro del trozo de paño de queso. Con una cuchara o espátula de goma, presiona la pulpa de cebolla a través del paño de queso y el colador. Sigue presionando hasta que no puedas extraer más jugo.
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Método 4
Método 4 de 4:
Utiliza un extractor de jugos

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    Corta la cebolla en cuartos. Una cebolla entera es demasiado grande para que el extractor funcione correctamente, pero si las picas en trozos demasiado pequeños, no podrás presionarlos. Utiliza un cuchillo de sierra afilado para cortar la cebolla en cuartos, a lo largo, para mejores resultados.
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    Escoge el tipo adecuado de extractor. Utiliza un extractor eléctrico centrífugo con entrada y salida. Los extractores de jugo manuales, o aquellos que requieren de presión manual de los vegetales, sólo sirven para frutas blandas como limones, naranjas y limas. Para extraer el jugo de vegetales más duros como la cebolla, necesitas un extractor con una entrada donde puedas ir colocando los otros de vegetales.
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    Coloca un bol debajo de la salida del extractor. Algunos extractores traen un contenedor de vidrio, pero en la mayoría de los casos, deberás colocar un bol o un vaso bajo la salida antes de comenzar, ya que el jugo irá saliendo a medida que vayas procesando la cebolla.
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    Presiona cada cuarto de cebolla para meterlo por la entrada del extractor. Espera a que cada cuarto se haya procesado antes de colocar el siguiente. El jugo se filtrará automáticamente mientras que la pulpa queda en un compartimento separado. No es necesario volver a colar el jugo.
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Consejos

  • Lava el rallador, la licuadora o el extractor con mucho cuidado luego de utilizarlos para extraer jugo de cebolla. Las cebollas tienen un olor muy potente y duradero, y puede que debas remojar los utensilios en agua con detergente por algunos minutos y luego restregarlos para quitar el olor, de modo que no contaminen otros alimentos.
  • También puedes utilizar un extractor de jugos.
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Cosas que necesitarás

  • Cuchillo de sierra bien afilado
  • Rallador de base plana
  • Olla no muy profunda
  • Bol mediano o grande
  • Colador
  • Paño de queso
  • Licuadora
  • Cuchara o espátula de plástico
  • Extractor de jugo eléctrico centrífugo

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Categorías: Cebollas
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