Muchas personas experimentan la aparición de las muelas de juicio (un tercer grupo de molares). Si la boca no cuenta con el espacio suficiente para que la muela pueda salir correctamente, puede causar dolor y otros problemas.[1] Si este es tu caso, pide una cita con tu dentista cuanto antes para que te recomiende un tratamiento y para evaluar si es necesario realizar una extracción. Mientras tanto, existen algunos métodos simples que te proporcionarán cierto alivio.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Enjuagar una muela de juicio

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    Alivia el dolor de dientes con enjuague de agua salada. Disuelve una cucharadita de sal en una taza (8 onzas o 250 ml) de agua tibia. Haz buches con la solución alrededor de la muela dolorida y luego escupe el líquido. Repite varias veces al día (cada dos o tres horas) para reducir el dolor de las encías y la inflamación.[2] [3]
    • También puedes diluir una taza de solución de peróxido de hidrógeno con agua (una parte de peróxido de hidrógeno con dos partes de agua) y luego enjuagarte. Repite tres veces por día.
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    Usa un enjuague bucal de venta libre. Un enjuague antiséptico evitará el crecimiento de las bacterias y calmará el dolor de las encías.[4] Úsalo según las instrucciones, a menos que tu dentista te recomiende lo contrario.
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    Usa un enjuague bucal recetado. Tu dentista podría recetarte un enjuague antibacteriano con gluconato de clorhexidina, que también reduce la inflamación.[5] Asegúrate de seguir exactamente sus indicaciones, y pregúntale al profesional acerca de los posibles efectos secundarios (incluyendo a las manchas en las piezas dentarias).
    • La clorhexidina no se debe utilizar por más de tres semanas seguidas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Aliviar el dolor causado por una muela de juicio

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    Toma analgésicos como el ibuprofeno o el naproxeno. Estos medicamentos reducen la inflamación y alivian el dolor. Siempre recuerda seguir las indicaciones del envase o del profesional. Si el dolor persiste, pide una cita con tu dentista.[6] [7]
    • Si tomas antiinflamatorios, trágalos en lugar de colocarlos directamente en la muela o las encías.[8] Esto es muy importante, en especial si estás tomando aspirinas, dado que pueden dañar las encías.[9]
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    Usa clavo de olor para calmar el dolor. El clavo de olor y el aceite de clavo de olor son calmantes tradicionales para tratar los problemas de los dientes, y los profesionales médicos reconocen sus beneficios.[10] Puedes aplicarlo directamente sobre la pieza dentaria para experimentar una sensación de adormecimiento y un efecto analgésico.
    • Compra clavo de olor en las tiendas donde venden especias o en una farmacia. Sigue las indicaciones que figuren en el envase o pregúntale al dentista cuál es la cantidad correcta que debes aplicar (por lo general, no tendrás que usar mucho).
    • También puedes probar el clavo de olor seco, disponible en las tiendas donde venden especias. Chupa o muerde suavemente el clavo para obtener un efecto calmante. Ten cuidado de no masticarlo o morderlo muy fuerte, dado que sus bordes afilados podrían irritar las piezas dentarias o las encías. Tragarlo podría causar irritación en la garganta o causar tos.
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    Apoya una compresa de hielo en el lado de la mejilla donde se encuentra la muela de juicio. La compresa debe ser suave y flexible para poder presionarla sobre el rostro y obtener cierto alivio. Si no tienes una, puedes hacerla fácilmente.
    • Mezcla 3 tazas (700 ml) de agua y 1 taza (240 ml) de alcohol desinfectante, y vierte la mezcla en una bolsa plástica para el congelador de 1 litro. Séllala bien y colócala dentro de otra bolsa. Luego, guárdala en el refrigerador hasta que se congele. Cuando esté lista, estará fría pero flexible, perfecta para proporcionarte cierto alivio causado por la muela de juicio.[11]
    • Déjala sobre la mejilla durante 15 o 20 minutos a la vez.[12]
    • Jamás apliques una compresa fría directamente sobre la piel. En cambio, envuélvela con una toalla o una camiseta para no dañarte la piel.
    • No se recomienda usar compresas calientes.
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    Consume alimentos que reduzcan el dolor de dientes. Los dentistas recomiendan una dieta baja en azúcares para prevenir las caries y el dolor. Además, existen muchos alimentos y bebidas tradicionales que se supone que ayudan a aliviar los síntomas del dolor y la inflamación causada por las muelas de juicio. Habla con el profesional para obtener recomendaciones con respecto a la dieta y para que te informe cuáles son los alimentos que podrían proporcionarte cierto alivio. Además del clavo de olor, puedes probar las siguientes opciones:
    • El jengibre puede reducir la inflamación.
    • La cebolla contiene compuestos antibacterianos y antiinflamatorios.
    • El ajo es un antioxidante natural que tiene propiedades antiinflamatorias.
    • El té negro o de manzanilla pueden reducir la inflamación.
    • Las hierbas y las especias como el orégano, la menta y la canela tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Consultar con tu dentista

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    Pide una cita con tu dentista para que te examine la boca. El profesional examinará la muela de juicio, como así también la salud general de la boca, los dientes y la mandíbula. En ocasiones, se recomienda realizar rayos X para determinar la posición de la muela de juicio. Esta evaluación le ayudará a determinar el mejor curso de acción.[13]
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    Habla con tu médico acerca de una posible extracción.[14] Con frecuencia, la extracción se recomienda como tratamiento para una muela de juicio que causa molestias. Algunos dentistas sugieren extraerla, por más que no presente síntomas problemáticos.[15]
    • En ocasiones, esto sirve como medida preventiva o porque su crecimiento podría traer problemas en el futuro.
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    Consulta con tu médico acerca de otras opciones para lidiar con la muela de juicio.[16] Algunos profesionales consideran que no es necesario extraer una muela de juicio que no causa molestias, se niegan a extraer piezas dentarias en pacientes que tienen otros problemas de salud o les preocupan las posibles complicaciones.[17] [18] Las alternativas a la extracción incluyen a:[19]
    • controles regulares para verificar cambios o detectar complicaciones
    • medicamentos para controlar los síntomas y tratar las infecciones
    • operculectomía (remoción quirúrgica del colgajo del tejido gingival)
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    Discute el procedimiento de la extracción, en caso de que optes por esta opción. Durante la consulta, el dentista te explicará cómo será el procedimiento, cómo te beneficiará y los posibles riesgos o complicaciones, además de los cuidados posteriores para la recuperación de la cirugía. Aprovecha esta oportunidad para hacer todas las preguntas que consideres necesarias.[20]
    • Por lo general, la cirugía se realiza en el consultorio del profesional y toma entre 30 y 60 minutos. Podrás irte a tu casa el mismo día.
    • El profesional administrará una anestesia local y, en algunos casos, un sedante durante el procedimiento. El dentista extraerá la encía y los tejidos conectivos adheridos a la pieza dentaria, y realizará la remoción de la muela cuidadosamente. Por último, cerrará con suturas la apertura causada por la extracción.[21]
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    Recupérate de la extracción. El dentista te proporcionará indicaciones específicas para recuperarte de la cirugía. Deberás prepararte para algunas cosas:[22]
    • Podrías experimentar un leve sangrado durante el primer día después de la extracción. El dentista te indicará qué hacer para detener la hemorragia.
    • Es posible que experimentes cierta inflamación y dolor en la mandíbula durante los días posteriores a la extracción. Si la cirugía ha sido complicada, podrían aparecer moretones en las mejillas. El dentista te informará cuáles son los analgésicos que puedes tomar para aliviar el dolor.
    • Para reducir la inflamación posterior a la extracción, el cirujano puede inyectar un medicamento antiinflamatorio, como dexametasona.
    • Planifica algunos días de descanso para poder recuperarte por completo.
    • No te cepilles los dientes ni uses enjuagues bucales durante las 24 horas posteriores a la extracción.
    • Dado que es posible que sientas dolor en la mandíbula, procura comer alimentos blandos, como compota de manzana o yogur durante una semana. [23]
    • Bebe mucha agua durante los primeros días después de la extracción, pero evita las opciones cafeinadas, carbonatadas o calientes. No uses un sorbete para beber, dado que la succión puede causar complicaciones en la herida.[24]
    • La herida curará por completo después de algunas semanas.
    • Comunícate con tu dentista si tienes dudas o preocupaciones en cualquier momento después de la extracción, incluyendo a las señales de fiebre, adormecimiento o dolor agudo.
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Consejos

  • Recuerda ver a tu dentista cuanto antes para que te recomiende el mejor tratamiento en tu caso.
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Acerca de este wikiHow

Tu Anh Vu, DMD
Coescrito por:
Dentista certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Tu Anh Vu, DMD. La Dra. Tu Anh Vu es una dentista certificada por el colegio oficial que dirige su consultorio privado, Tu's Dental, en Brooklyn, Nueva York. La Dr. Vu ayuda a adultos y niños de todas las edades a superar su ansiedad con fobia a los dentistas. La Dra. Vu realizó una investigación relacionada con la búsqueda de la cura para el cáncer de sarcoma de Kaposi y presentó su investigación en la reunión Hinman en Memphis. Recibió su licenciatura en Bryn Mawr College y un doctorado en Medicina Dental en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania. Este artículo ha sido visto 6569 veces.
Categorías: Dientes y boca
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