Acumular es una condición clínica que se caracteriza por la incapacidad de descartar o dejar las posesiones. A menudo, este comportamiento se agrava hasta el punto de causarle angustia a la persona que exhibe el comportamiento de acumulación y a sus seres queridos. Es importante reconocer que acumular no solo se refiere a acumular cosas, sino que implica un apego emocional hacia los objetos. No hay una manera “correcta” de tratar el trastorno acumulador, pero la conversación compasiva y la comprensión puede ayudar al acumulador a mejorar su calidad de vida.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Ayuda a un acumulador

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    Reconoce los comportamientos de acumulación. Las personas que luchan con la acumulación excesiva guardan muchos objetos de manera desorganizada, creando a menudo un entorno peligroso para vivir. Por lo general, las personas que acumulan son incapaces de descartar cualquier objeto, incluso si no tienen un valor monetario. Guardan estos objetos por sentimentalismo o debido al temor de que puedan necesitar el objeto en el futuro.[2] [3]
    • Por lo general, los acumuladores crean habitaciones en sus casas que no se pueden usar más, pues tienen por objeto la acumulación del desorden.
    • Por lo general, los acumuladores recolectan periódicos, revistas, folletos y otros documentos que contienen información que podrán leer y digerir posteriormente, pero muchos ni siquiera leen los periódicos.
    • Los acumuladores sienten un apego muy fuerte hacia los objetos y sienten que las posesiones les ofrecen una sensación de comodidad y seguridad. Sienten que dejar ir una posesión es como perder una parte de ellos mismos.
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    Entiende los problemas subyacentes que llevan a la acumulación. Las razones detrás de la acumulación varían de persona en persona, pero los acumuladores muestran consistentemente una conexión emocional o psicológica a los objetos. También exhiben una resistencia a pensar o a hablar del alcance del desorden.[4]
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    Vigila al acumulador con frecuencia. Si no vives con el acumulador, asegúrate de pasar por su casa para vigilarlo y socializar con él cuando puedas. Debes hacer las visitas para determinar si la condición ha mejorado o ha empeorado. Quizás necesites evaluar si el acumulador ha alcanzado el punto de ser peligroso para sí mismo.
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    Identifica el problema. Muchos acumuladores pueden admitir que son “guardones” o que desean guardar cosas, pero no entienden las implicancias de la salud o la seguridad. Quizás no vean su comportamiento como problemático y a menudo no notan el impacto que su comportamiento tiene en otros.[5]
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    Manifiesta tu preocupación de una manera no sentenciosa. Debes comunicar tu preocupación por la salud y la seguridad del acumulador, pero trata de no sonar sentencioso.[6] Trata de enfocarte en los riesgos para la salud (incluyendo el moho y el polvo) y en la limpieza. También puedes enfocarte en la seguridad ambiental, mencionando el riesgo de incendio y el bloqueo de las salidas.
    • Trata de no pasar mucho tiempo enfocando en el desorden o en los objetos en sí, pues eso causará probablemente que el acumulador se ponga defensivo.
    • Por ejemplo, puedes decir “Te estimo y me preocupa tu salud. El departamento está lleno de polvo y moho y, debido a todas las cosas amontonadas, no creo que puedas salir rápido y de manera segura en una emergencia”.
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    Pide permiso para ayudar. Organizar o tirar los objetos sin el permiso del acumulador puede producirle una gran ansiedad.[7] En vez de eso, asegúrale que nadie entrará a su casa y tirará sus cosas. Ofrécete a ayudarlo a clasificar las cosas o a buscar la asesoría de un organizador profesional. Finalmente, el acumulador necesita mantener el control de la decisión sobre qué hacer con los objetos.
    • Trata de usar el lenguaje que el acumulador usa para referirse al desorden. Si el acumulador llama a los objetos “su colección” o “sus cosas”, refleja el lenguaje que usa para que no se sienta confrontado.
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    Haz preguntas acerca de los objetos recolectados. Puedes reunir información y tratar de ayudar al acumulador averiguando sobre cómo y por qué ha guardado y organizado los objetos que tiene. Trata de reforzar la sensación de control del acumulador. Recuerda que tratas de ayudar, no de decirle qué hacer.
    • Algunos ejemplos de preguntas que puedes hacer son: “Noté que hay muchos libros en el vestíbulo, ¿por qué decidiste ponerlos ahí?”, “Me preocupa que esos libros puedan ser un obstáculo en una emergencia, ¿podrías ponerlos en otro lado?”, “¿Sabes cómo podríamos hacer más segura está área?”.
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    Ayuda al acumulador a establecer metas. Las metas productivas que puedan ayudar al acumulador harán que se enfoque en mejorar la calidad de vida y la funcionalidad del espacio para vivir. Asegúrate de que las metas sean medibles.
    • No enfoques en las metas negativas (deshacerse de toda esa basura).
    • No establezcas metas vagas como “dejar la casa limpia y organizada”. Una mejor meta podría ser “limpiar el vestíbulo y dejar accesibles todas las puertas de salida”.
    • Empieza con las inquietudes más grandes sobre la salud y la seguridad, luego pasa a las metas más pequeñas que mejorarán la calidad de vida.
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    Evita causar angustia. Es importante ser amable y paciente cuando trabajas con un acumulador. Recuerda que acumular es un problema emocional y para un acumulador la limpieza no resolverá el problema a largo plazo. También te arriesgas a violar la confianza del acumulador y a perder cualquier progreso que hayas hecho con él.
    • No critiques, fuerces o castigues a alguien que lucha con la acumulación.
    • No discutas o grites a una persona que acumula. En vez de eso, trata de trabajar con ella para lograr la meta juntos.[8]
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    Felicita las mejoras. Cuando el acumulador haga un esfuerzo para mejorar en un área, felicítalo por su progreso. Quizás notes una pequeña área en la que ha arreglado su desorden o has podido ver un parche en la pared que antes era invisible. Sin importar cuán pequeña sea la mejora, debe suscitar en ti la felicitación y el positivismo.
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    Busca una motivación para mejorar. Aunque puede ser difícil motivar externamente a alguien, quizás puedas encontrar una manera de que el acumulador se motive para mejorar. Por ejemplo, puedes sugerir que organice una fiesta o una reunión social. Esto puede animarlo a mejorar su superficie habitable antes de que las personas lleguen.
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    Elabora un plan. Una persona que lucha con la acumulación quizás no tenga las habilidades para organizar y clasificar los objetos por sí misma. Si él está abierto a recibir ayuda, ofrécete a ayudarlo a organizar y a clasificar los objetos. Antes de empezar, quizás debas reunir contenedores de almacenamiento, estanterías, cajas y etiquetas.
    • Empieza etiquetando las cajas o las bolsas con etiquetas como “conservar”, “basura” y “donar”. Probablemente necesites hacer un espacio para amontonar objetos a fin de pensar qué hacer con ellos.
    • Agrupa objetos similares. Ver una gran cantidad de cosas de un tipo puede ayudar al acumulador a aceptar la reducción del número de un objeto específico. Por ejemplo, si tiene 100 cajas de pañuelos de papel, tal vez esté dispuesto a reducir el número de cajas a 50. Este es un paso pequeño, pero ayudará.
    • Categoriza con “quiero” y “no quiero”. Puedes empezar el montón de “no quiero” con algo que sea fácil de decidir, como productos alimenticios que hayan expirado o plantas muertas.
    • Discute adónde irán las cosas que conservará. Esto puede ser una habitación específica de la casa o una unidad de almacenamiento.
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    Conoce las consecuencias de la acumulación extendida. Dos indicaciones importantes de la acumulación son las discapacidades sociales u ocupacionales y un entorno para vivir inseguro. Si no se controla, la acumulación puede conducir a un entorno cada vez más inseguro, a problemas de salud, a consecuencias financieras y a relaciones tensas.[9]
    • Los peligros específicos que la acumulación puede traer como consecuencia son:
      • El bloqueo de las salidas, las cuales crean peligro de incendio o violaciones al código del edificio.
      • Un mayor riesgo a la salud por los irritantes ambientales (como el moho y el polvo), así como por las violaciones del código de salud.
      • La reducción de los hábitos higiénicos debido a la incapacidad de realizar tareas higiénicas como bañarse.
      • Un aumento del aislamiento y la evasión de la socialización.
      • Tensión en las relaciones familiares, el abandono de los niños y la separación o el divorcio.
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    Dale tiempo. El proceso de limpiar y organizar una gran acumulación de objetos tomará una cantidad significativa de tiempo. Este no es un problema que pueda arreglarse en un día. Tomará un periodo largo de esfuerzos pequeños y persistentes para organizar la casa de un acumulador.

Método 2
Método 2 de 3:
Vive con un acumulador

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    Distingue entre acumular y coleccionar. Los coleccionistas son personas que adquieren objetos específicos. Los coleccionistas ofrecerán mostrar esos objetos de una forma organizada. Por otro lado, los acumuladores guardan objetos al azar y crean montículos peligrosos de desorden.
    • Las personas que coleccionan un tipo de cosas (como muñecas, estampillas, mesas antiguas, figuras, etc.) y las organizan de una manera particular no son acumuladores, son coleccionistas.
    • No permitas que tus sentimientos acerca de la limpieza, la organización o la conservación de objetos importantes o significativos te influencien para etiquetar a alguien, que es desorganizado o es coleccionista, como un acumulador. [10]
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    Sé paciente. Vivir con un acumulador puede ser especialmente difícil, ya que es molesto cada vez que tratas de limpiar u organizar. También puede ser difícil lograr que un acumulador con el que vives te ayude a limpiar el desorden.
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    Enfoca en la naturaleza compartida de tu casa. Necesitas recordarle al acumulador que ambos comparten un ambiente para vivir. Enfatiza en la idea de hacer mejoras a “nuestro” ambiente para vivir. Trata de no separar “sus cosas” del espacio compartido de la casa.
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    Ofrece un compromiso. Si tu pareja se cierra con que “necesita” conservar todas sus cosas, trata de establecer límites aceptables en los espacios compartidos. Quizás quieras conservar los espacios comunes como la sala y la cocina sin desorden o designar una habitación particular o habitaciones para almacenar cosas.
    • Puedes proveer el espacio para las cosas de tu pareja mientras abordas tus preocupaciones sobre la acumulación y sobre tus propias necesidades de un ambiente menos desordenado.
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    No tires las pertenencias del acumulador. Descartar las pertenencias, aunque las veas como basura, puede crear una grieta entre tú y tu pareja. Puede causar que pierdas cualquier progreso que hayas hecho para ayudar al acumulador a ser más organizado.

Método 3
Método 3 de 3:
Anímalo a que busque ayuda profesional

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    Reconoce los factores de riesgo para el comportamiento de acumulación. Hay muchos factores complejos que contribuyen al comportamiento de acumulación, pero muchos acumuladores tienen factores de riesgo comunes. Por lo general, los acumuladores tienen un familiar que también es acumulador, experimentan un daño cerebral o atraviesan una circunstancia difícil, como la muerte de un ser querido. Algunos comportamientos de acumulación también son el resultado de condiciones de salud mental coexistentes, como:[11] [12]
    • La ansiedad
    • El trauma
    • La depresión
    • El trastorno de déficit de atención o la hiperactividad
    • El abuso del alcohol
    • La crianza en un hogar caótico
    • La esquizofrenia
    • La demencia
    • El trastorno obsesivo compulsivo
    • Los trastornos de la personalidad
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    Ofrece ayudar a contratar a un tercero para que ayude con la organización. Puede ser emotivo o vergonzoso para el acumulador que un familiar clasifique sus cosas. Tal vez esté más abierto a que un organizador profesional o un desconocido objetivo ayude.
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    Anima al acumulador a que vaya a terapia. Tan solo limpiar no resolverá los problemas de la acumulación. Por lo general, las personas que padecen el trastorno de acumulación necesitan una combinación de terapia cognitivo conductual (TCC), desarrollo de aptitudes y medicación.[13]
    • El método particular de TCC que se usa con los acumuladores se llama exposición y prevención de respuesta, lo cual desensibiliza a los participantes a las cosas que temen y reduce su respuesta a esos temores.[14]
    • Por lo general, los medicamentos prescritos para los acumuladores son antidepresivos ISRS que también se usan para tratar el trastorno obsesivo compulsivo.[15] Algunos de estos medicamentos son Anafranil, Zofran, Lexapro, Zoloft, Prozac y Paxil.[16]
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    Ofrece acompañarlo a la terapia. Si vives con un acumulador o si es un familiar, ambos pueden beneficiarse de la terapia de pareja, terapia de familia o terapia de grupo.[17] Asistir a terapia juntos puede animarle a ir a sus sesiones de terapia.
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    Ponte en contacto con un doctor o un profesional de salud mental. Un médico podrá darte consejo sobre cómo trabajar mejor con un acumulador o convencerlo de buscar ayuda por medio de la terapia. Además, algunas comunidades ofrecen asistencia para la acumulación o para los problemas de salud mental por medio de sus agencias públicas de salud.
    • Puede ser necesario para las agencias públicas de salud o de bienestar animal intervenir al acumulador.

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 16 337 veces.
Categorías: Adicciones