El robo es un problema común en la sociedad. Si bien algunos roban una o un par de veces, otros no pueden resistir el impulso de hacerlo. Algunas personas roban porque no tienen los medios para comprar los artículos, otras sienten una tremenda emoción al hacerlo, mientras que otras creen que tienen el derecho a tomar lo que quieren sin pagarlo. El robo acarrea muchísimas consecuencias negativas, tales como ir a la cárcel o terminar con antecedentes penales. Si bien el robo todavía no está clasificado como una adicción, la cleptomanía es un trastorno de control de impulsos que implica robar y que puede dejarte sintiéndote culpable o avergonzado. Para poder detener este problema, será importante que: identifiques tu adicción a robar, busques ayuda externa, cambies tus pensamientos sobre el robo, crees un plan de prevención por si recaes, busques alternativas al robo y te informes más sobre el tema.

Método 1
Método 1 de 6:
Identificar tu adicción a robar

  1. 1
    Comprende que mereces ayuda. Es importante que sepas que eres valioso, porque muchas personas con culpa (incluida la vergüenza de robar) creen que no merecen ayuda.[1] Esto suele impedirles buscar ayuda. Tú mereces ayuda y comprensión. No estás solo.
  2. 2
    Define tus comportamientos de robo. Es importante que primero identifiques las razones específicas por las cuales robas para que empieces a cambiar ese comportamiento.[2]
    • ¿Robas para sentir adrenalina? ¿Sientes la tensión inicial, luego una ola de adrenalina cada vez más grande antes del robo y un gran alivio después de consumado? ¿Suele aparecer a continuación un episodio de culpa, vergüenza y remordimiento? Estos son algunos signos que indican que podrías tener un problema con la adicción a robar.
    • ¿Robas para escapar? Cuando robas, ¿te sientes diferente, como si no fueras tú mismo o no estás en contacto con la realidad? Esto es algo que suelen sentir muy a menudo aquellos que roban.
  3. 3
    Vuelca tus sentimientos por escrito. Después de descubrir lo que te impulsa a querer robar, prueba escribir libremente sobre tu necesidad de hacerlo. No censures tus sentimientos: todo lo que piensas o sientas es importante para escribir.[3]
    • Asegúrate de especificar los sentimientos, por ejemplo, ira, temor, tristeza, soledad, repugnancia, vulnerabilidad, etc. que acompañan tu necesidad de robar
  4. 4
    Determina las consecuencias. Pensar en las consecuencias de tu comportamiento puede ayudarte a reducir la impulsividad.[4] Si casi te atrapan o te han atrapado ya (o te han atrapado varias veces), escríbelo. También escribe los sentimientos que sentiste luego, tales como vergüenza y culpa, y las acciones que tomaste para lidiar con esos sentimientos, remordimiento o repugnancia, por ejemplo, beber en exceso, cortarte a ti mismo, destruir las cosas que robaste u otras acciones destructivas.
    • Si te han atrapado, ¿qué tan fuertes eran los sentimientos que sentías? ¿Por qué sientes que incluso que te atrapen no es suficiente para detener tu necesidad de robar? Escríbelo todo.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 6:
Buscar ayuda externa

  1. 1
    Considera someterte a terapia. Si bien es posible vencer la adicción a robar por cuenta propia con una gran determinación, también puede serte útil considerar someterse a un tratamiento. El mejor tipo de ayuda es tener sesiones de consejería con un sicólogo o siquiatra. Una terapia en combinación con medicación puede ser efectivo para tratar la cleptomanía o el robo compulsivo.
    • Ten la seguridad de que la terapia para la cleptomanía o robo compulsivo puede ser muy efectivo para vencer ese trastorno, ¡pero también recuerda que el resultado depende de cuánto lo quieras y cuánto estés dispuesto por lograrlo!
  2. 2
    Conoce las opciones de tratamiento. Los tipos de terapia más comunes suelen ser: terapia cognitivo conductual (TCC), terapia dialéctica conductual (TDC), tratamiento sicodinámico y grupo de terapia o programas de 12 pasos.[5] [6] La TCC ayuda a cambiar la manera de pensar de las personas para cambiar sus sentimientos o comportamiento. La TDC se enfoca en la enseñanza de la tolerancia de la angustia, la regulación de la emoción, la efectividad interpersonal y la concientización. Las intervenciones sicodinámicas analizan el pasado y la crianza para poder identificar las causas del problema y encontrar maneras de resolver los problemas actuales. Los programas de 12 pasos se centran en las adicciones a sustancias principalmente, pero también los hay para cuestiones de adicciones al robo.[7]
    • Puedes contemplar estas opciones con un profesional de la salud mental.
    • También hay maneras de explorar estos tipos de terapia por tu cuenta con medidas de autoayuda, por ejemplo, la TCC implica cambiar tus pensamientos para poder cambiar tus sentimientos y comportamiento.
  3. 3
    Explora las opciones de medicación. Hay varios fármacos que se recomiendan en el tratamiento de la cleptomanía, entre ellos, la fluoxetina y la naltrexona.[8]
    • Consulta con un siquiatra por más información o para analizar tus opciones sicotrópicas.
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 6:
Cambiar tus pensamientos sobre el robo

  1. 1
    Identifica y desafía tus pensamientos. Cambiar los pensamientos para poder cambiar los sentimientos y comportamientos es un componente clave de la terapia cognitivo conductual (TCC), que es un tipo de terapia muy usada para tratar el robo y la cleptomanía.[9] Si monitoreas tus pensamientos automáticos, podrás cambiar el comportamiento que te incita a robar.[10]
    • Piensa en los pensamientos que surgen cuando consideras la idea de robarte algo. Por ejemplo, puedes pensar: “Tengo muchas ganas de tenerlo” o “Nadie se dará cuenta”.[11]
    • Analiza quién se beneficia. ¿El robo solo te beneficia a ti? ¿O también a tu familia, tus amigos u otras personas? ¿Y en qué manera te beneficia a ti o a los demás? ¿Si sientes que parte de tu impulso para robar consiste en validar tu posición o sentirte más seguro dentro de tu grupo de amigos o familiares, porque de alguna manera estás “comprando” su afecto o premiando su atención con cosas, entonces tendrás que empezar a analizar esos impulsos y la inseguridad interna que representan.
  2. 2
    Entrénate para pensar diferente. Después de identificar tus patrones de pensamiento, puedes empezar a pensar en otros. Es decir, prestar atención a los pensamientos negativos que refuerzan tu impulso de robar, y cambiar activamente tu proceso de pensamiento en el momento.
    • Por ejemplo, si piensas: “Realmente quiero ese anillo, así que lo voy a robar”, mejor cámbialo a: “Quiero ese anillo, pero robar es malo, así que me centraré en ahorrar”.
  3. 3
    Reflexiona sobre el panorama general. Cuando estés más seguro de lo que te fuerza a robar y lo que tienes pensado hacer al respecto, dedícate algún tiempo a reflexionar sobre lo que has venido haciendo y adónde te llevará con toda seguridad. El tiempo para reflexionar es importante, porque es probable que sientas que tu vida no tiene significado, o quizá te sientas sin el control de los demás aspectos de tu vida.
    • Para algunos, el robo es una especie de rebelión pasiva en contra de situaciones que les hacen sentir impotentes. Reflexionar sobre los problemas del panorama general te ayudará a empezar a desarrollar tus propias metas para tu vida y te ayudará a poner límites a aquellos malos comportamientos que te impiden lograr tus metas.
  4. 4
    Prepárate para defenderte más a ti mismo y tus necesidades. Si no tienes la seguridad para defenderte o te sientes ignorado, burlado o decepcionado todo el tiempo, será más fácil valerse del robo para “vengarse” de aquellos quienes percibes que te han herido o ignorado. Si no, podrías valerte del robo para sedar tus sentimientos en general. Desafortunadamente, al no defenderte y no apreciar tu valor personal, sino optando más bien por robar, pones en riesgo tu futuro y dejas que las acciones de los demás te lleven a herirte incluso más. Recuérdate que la única persona que en verdad hieres eres tú mismo: es probable que afectes a quienes te aman, pero no estarás castigándoles a ellos, sino a ti mismo.
    Anuncio

Método 4
Método 4 de 6:
Elaborar un plan de prevención de recaídas

  1. 1
    Identifica tus historial de robos. Elaborar un plan de prevención de recaídas es un componente crucial para tomar el control de tu impulso de robar, además de prevenir posibles futuros robos.[12] [13] El primer paso para prevenir las recaídas consiste en identificar los problemas pasados que hayas tenido con el robo.
    • Puedes usar la información que escribiste durante el ejercicio de escritura anterior para poder empezar a elaborar este plan.
    • Escribe tu historial de robos. Incluye la mayor cantidad posible de robos que has cometido, desde que eras niño. Observa las situaciones por las que estaban pasando durante esa época o qué te influía a tomar la decisión de robar.
    • Clasifica tu necesidad de robar para cada episodio. Emplea una escala de 1 al 10 para mostrar la intensidad de tus impulsos para robar en cada ocasión que lo hayas hecho.
  2. 2
    Comprende y hazle frente a los desencadenantes que te impulsan a robar. Los desencadenantes son pensamientos y sentimientos sobre una situación que puede conllevar a cierto comportamiento. Escribe los pensamientos y sentimientos que tenías asociados con el robo.
    • Conoce las situaciones de alto riesgo. La clave para controlar los impulsos es comprender las situaciones de riesgo y evitarlas.[14]
    • ¿Qué sentías cuando robabas? Observa si puedes identificar desencadenantes específicos, por ejemplo, si alguien te gritaba, te sentías decaído, no amado,rechazado, etc.
    • Observa la correlación entre lo que desencadenó tu necesidad de robar y la nota que le pusiste a la intensidad de tu impulso de robar.
    • Mantén esa lista, diario o libreta en un lugar muy seguro.
    • Apártate de las situaciones desencadenantes que puedan animarte o facilitarte un posible robo. Algunos ejemplos de estos tipos de desencadenante son: estar con amigos que roban o ir a tiendas que sabes que tienen poca seguridad. Evita estas situaciones a toda costa para que no estés tentado.
  3. 3
    Adopta un plan para controlar tu impulso. Esto implica hablarte a ti mismo antes de proseguir. [15] Prueba lo siguiente:
    • Detente. En vez de actuar por impulso, detente de inmediato.
    • Respira. Párate quieto y date un momento para respirar.
    • Observa. Piensa en lo que está pasando: “¿Qué está pasando? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué estoy pensando? ¿A qué estoy reaccionando?”.
    • Apártate. Procura analizar la situación objetivamente: ¿Hay otra manera de pensar sobre la situación? Proyéctate a lo que pasa después del robo, cuando estés sosteniendo el artículo, te preguntes qué hacer con él y no sepas cómo superar la culpa.
    • Practica lo que funciona. Opta por aquello que prefieras hacer en vez robar algo. Ten pensado cambiar tu comportamiento siempre que las ganas de robar te abrumen. Algunas sugerencias que pueden ayudarte son: repetirte quién eres y cuáles son tus valores, recordarte que eres una buena persona de gran valor, emplear técnicas de autorelajación e imaginar escenarios pacíficos para calmar los latidos de tu corazón y tensión.
  4. 4
    Sigue monitoreando tus impulsos. Después de dominar el arte del control de tus impulsos y hayas reducido o eliminado tus impulsos de robar, tendrás que seguir monitoreando tu plan de prevención de recaídas y modificarlo según sea el caso.[16]
    • Vuelve al presente. Escribe relatos diario de tus hazañas actuales de robo, si las hay. Como antes, sigue escribiendo qué sentimientos tienes y ponle nota al deseo de robar.
    • Equilibra lo que escribas. Asegúrate de anotar tus logros, las cosas que te enorgullecen y aquello por lo cual estás agradecido. Procura que con el tiempo todo esto sea el enfoque principal de tu diario para poder aumentar tu autoestima.
    Anuncio

Método 5
Método 5 de 6:
Buscar alternativas al robo

  1. 1
    Distráete. Busca alternativas al robo que te generen adrenalina o un enfoque, pero que no generen más daños en tu vida.[17] Por ejemplo, pasatiempos, actividades, voluntariado, ayudar a los demás, hacer cosas, cultivar plantas, cuidar animales, escribir, pintar, estudiar, ser activista de una causa importante para ti , entre muchas otras alternativas maravillosas. Sea lo que sea que escojas, toma elecciones beneficiosas para ti y que no sea solo un cambio de trastorno a otro (como sedarte con licor).
  2. 2
    Sé activo. Si el robo llena un vacío en tu vida, llénala de actividades.[18] Empieza a practicar un deporte o ejercicio, empieza un nuevo pasatiempo, o empieza a hacer voluntariado. En vez de recurrir al robo para llenar tu tiempo, usa tu tiempo de manera más productiva y beneficiosa. Así evitarás robar por no tener mejores cosas que hacer o por no tener un sentido en la vida. Solo sigue manteniéndote ocupado y el resto caerá por su propio peso.
  3. 3
    Busca un empleo, busca obtener un aumento de tu mesada o salario, o reevalúa tu presupuesto. Si has estado robando por cuestiones de supervivencia o pobreza además de tener desencadenantes emocionales, tener un flujo estable de ingresos podría paliar tu deseo o “necesidad” de robar. Por otra parte, la seguridad y la rutina de tener un empleo si no tienes uno puede devolverte la responsabilidad y la autoestima que podrías carecer. Este paso quizá no sea para ti si ya tienes el dinero suficiente, un empleo o si el dinero no es un problema, pero si una relación tóxica con el dinero es el centro de tu problema, obtener tu propia fuente segura puede ser útil.
  4. 4
    Busca fugas emocionales. Emplea el conocimiento ganado gracias a la terapia de escritura para empezar a hacerle frente a las emociones y los sentimientos que desencadenan tu necesidad de robar.[19] Hazles frente a tu ira, confusión, tristeza, angustia y demás. Reconoce tus sentimientos originales y busca nuevas maneras de hacerles frente que no sean mediante el robo.
    • Observa nuevas maneras de distraerte, entretenerte y divertirte. ¿Qué tipo de pensamientos y acciones descubres que pueden hacerte sentir mejor?
    Anuncio

Método 6
Método 6 de 6:
Informarte más sobre el robo

  1. 1
    Aprende a diferenciar el robo de la cleptomanía. Para poder tratar tus luchas con la adicción a robar, puedes beneficiarte identificando si tienes comportamientos de robo o si puedes tener un trastorno específico.[20] Te recomendamos sacar una consulta con un profesional de la salud mental.
    • La cleptomanía se da en aproximadamente del 0,3 al 0,6 % de la población general.[21] En otras palabras, casi 1 de cada 200 personas puede reunir los criterios para sufrir de cleptomanía.
    • El 11 % de la gente ha robado en las tiendas al menos una vez en su vida.[22] Es decir, casi 1 de 10 personas ha robado en alguna tienda al menos una vez. Sin embargo, este tipo de robo no constituye un trastorno en sí.
    • La cleptomanía es un trastorno de control de los impulsos. Está asociada con la adrenalina que genera el hecho de robar, seguido de un sentimiento de culpa. También está caracterizada por la incapacidad de controlar o detener el robo pese a esfuerzos repetidos.[23]
    • El robo no está considerado como una adicción según el Manual Estadístico y Diagnóstico (DSM-5) actual, que es una guía referencial para los sicólogos y siquiatras para diagnosticar trastornos mentales.[24]
  2. 2
    Identifica otras posibles causas. El síntoma de robar puede ser parte de otro trastorno. Por ejemplo, los diagnósticos como el trastorno conductual, el trastorno bipolar, el trastorno de personalidad antisocial y el trastorno obsesivo compulsivo reúnen requisitos que podrían estar relacionados a la adicción a robar.[25] También mereces ser evaluado por otros trastornos que podrían habilitar tus hábitos cleptomaníacos, tales como los trastornos de estados disociativos, de estrés, de ansiedad y de la personalidad.
  3. 3
    Infórmate más a fondo sobre el robo. Pide más información en tu biblioteca o librería local. En la era de Internet, es fácil averiguar más información sobre nuestra salud y bienestar. Solo asegúrate de buscar en sitios de buena reputación, tales como sitios gubernamentales de salud y páginas escritas por doctores y sicólogos con buenas referencias y experiencia verificada. A su vez, lee publicaciones y foros donde pacientes de tu mismo trastorno compartan sus pensamientos, sentimientos, preocupaciones, etc., ya que esto te ayudará a darte cuenta de que no estás solo.
    Anuncio

Consejos

  • Si no puedes pagar por algo, pero lo quieres, busca obtenerlo a bajo precio mediante una reunión de trueque. Quizá incluso pedirlo prestado temporalmente te ayude a paliar tu deseo desmedido de poseerlo.
  • Dile a tu mejor amigo o familiar (o familiares) sobre tu problema de adicción robar. Esa persona puede darte buenos consejos y serte de gran ayuda. Compartir tu problema con un ser querido puede ayudar muchísimo.
  • Si sientes que no puedes hablar con alguien como un doctor, conversa con un miembro de confianza de tu familia.
Anuncio

Advertencias

  • Devolver los artículos robados puede causarte problemas legales. Si hay alguna manera de devolver artículos robados sin incriminarte en el intento, hazlo. Quizá puedas dejarlos frente a la tienda antes de que abra o enviarlos por correo, con una carta o nota de arrepentimiento.
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • Libreta o diario para anotar tus sentimientos, desencadenantes y soluciones. Haz tu propia libreta o diario o COMPRA uno económico. Debes pagarlo u obtenerlo por alguna vía legítima, si no estarás violando el propósito por el cual quieres empezar, cosa importantísima.
  1. http://digital.doctorsonly.co.il/wp-content/uploads/2011/12/2006_2_3.pdf
  2. http://digital.doctorsonly.co.il/wp-content/uploads/2011/12/2006_2_3.pdf
  3. http://www.solanocounty.com/civicax/filebank/blobdload.aspx?blobid=14403
  4. http://www.minddisorders.com/Kau-Nu/Kleptomania.html
  5. https://www.psychologytoday.com/blog/do-the-right-thing/201005/six-principles-best-manage-impulses-maximize-life-satisfaction-and
  6. http://www.getselfhelp.co.uk/stopp.htm
  7. http://www.solanocounty.com/civicax/filebank/blobdload.aspx?blobid=14403
  8. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/kleptomania/basics/coping-support/con-20033010
  9. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/kleptomania/basics/coping-support/con-20033010
  10. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/kleptomania/basics/coping-support/con-20033010
  11. http://digital.doctorsonly.co.il/wp-content/uploads/2011/12/2006_2_3.pdf
  12. http://download.springer.com/static/pdf/539/art%253A10.1007%252Fs40429-014-0027-6.pdf?originUrl=http%3A%2F%2Flink.springer.com%2Farticle%2F10.1007%2Fs40429-014-0027-6&token2=exp=1436814442~acl=%2Fstatic%2Fpdf%2F539%2Fart%25253A10.1007%25252Fs40429-014-0027-6.pdf%3ForiginUrl%3Dhttp%253A%252F%252Flink.springer.com%252Farticle%252F10.1007%252Fs40429-014-0027-6*~hmac=48f637fe608860f85a2b6c4779eaf1bc72a3e240a245bee8f21add9ce550d053
  13. http://download.springer.com/static/pdf/539/art%253A10.1007%252Fs40429-014-0027-6.pdf?originUrl=http%3A%2F%2Flink.springer.com%2Farticle%2F10.1007%2Fs40429-014-0027-6&token2=exp=1436814442~acl=%2Fstatic%2Fpdf%2F539%2Fart%25253A10.1007%25252Fs40429-014-0027-6.pdf%3ForiginUrl%3Dhttp%253A%252F%252Flink.springer.com%252Farticle%252F10.1007%252Fs40429-014-0027-6*~hmac=48f637fe608860f85a2b6c4779eaf1bc72a3e240a245bee8f21add9ce550d053
  14. http://www.theravive.com/therapedia/Kleptomania-DSM--5-302.32-%28F63.3%29
  15. http://download.springer.com/static/pdf/539/art%253A10.1007%252Fs40429-014-0027-6.pdf?originUrl=http%3A%2F%2Flink.springer.com%2Farticle%2F10.1007%2Fs40429-014-0027-6&token2=exp=1436814442~acl=%2Fstatic%2Fpdf%2F539%2Fart%25253A10.1007%25252Fs40429-014-0027-6.pdf%3ForiginUrl%3Dhttp%253A%252F%252Flink.springer.com%252Farticle%252F10.1007%252Fs40429-014-0027-6*~hmac=48f637fe608860f85a2b6c4779eaf1bc72a3e240a245bee8f21add9ce550d053
  16. http://www.bandbacktogether.com/kleptomania-resources/

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 99 274 veces.
Categorías: Adicciones
Anuncio