Sea cual sea la frecuencia con la que uses tu tapete de yoga, con el uso se ensuciará y se desgastará. La piel, los aceites, el sudor y la suciedad pueden penetrar la superficie del tapete y acelerar su deterioro. Estos elementos pueden dificultar tu práctica de yoga, porque dejan el tapete resbaladizo. Al lavarlo regularmente y darle un mantenimiento diario podrás extender la vida de tu tapete de yoga y seguir disfrutando de unas sesiones limpias y sin riesgo a resbalarse.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Lavar un tapete de yoga

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    Determina el momento adecuado para lavar el tapete. Debes dar una lavada completa a tu tapete de yoga después de un par de meses de uso y con más frecuencia si no le haces un mantenimiento periódico o si haces yoga todos los días. Esto no solo puede extender la vida de tu tapete, sino que también evitará que huela mal y te transmita bacterias.[1]
    • Si haces yoga todos los días, puedes lavar el tapete 1 vez al mes, sobre todo en verano.
    • Entre más polvo veas en tu tapete, será más probable que necesite una lavada profunda.
    • Si tu tapete de yoga se pela o se desmorona en trozos que se adhieren a tu ropa, considera la idea de comprarte uno nuevo.
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    Remoja tu tapete de yoga. Con una solución de agua tibia y detergente suave como líquido lavavajilla, sumerge tu tapete de yoga en una bañera y déjalo remojando unos cuantos minutos. Esto ayudará a quitar la suciedad, los aceites y todo mal olor.[2]
    • Para los tapetes de yoga, dos de los mejores limpiadores suaves son el líquido lavavajilla o el detergente de ropa hipoalergénico.[3]
    • No eches demasiado detergente en el agua caliente. No tiene que ser un baño de burbujas, sino que solo debes echar lo suficiente para limpiar el tapete. Echar demasiado detergente puede dejar el tapete resbaladizo y será difícil hacer asanas.[4]
    • Echa 1 cucharada (15 ml) de detergente de ropa o líquido lavavajilla por cada 4 litros (1 galón) de agua tibia de grifo.
    • Algunos sugieren usar vinagre para lavar el tapete. Ten presente que el vinagre puede dejar un aroma duradero y desagradable en la superficie del tapete, lo cual podría hacer que la práctica de yoga sea menos amena. Dependiendo del material de tu tapete, el vinagre también podría desgastar su calidad.
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    Lava el tapete a mano con un paño suave. Después de remojar el tapete durante unos minutos, usa un paño suave para lavar ambos lados del tapete. Limpia bien cada lado, principalmente en las zonas donde tus manos y pies tienen el mayor contacto.[5]
    • Te darás cuenta de las zonas que usas más, porque tienen un color ligeramente diferente del resto del tapete.
    • Asegúrate de limpiar cada lado suavemente para que no desgastes el tapete o le quites trozos.
    • Si no ves burbujas por el detergente, no te preocupes. Recuerda que solo debes echar suficiente detergente (y de burbujas) para limpiar el tapete y no dejarlo resbaladizo.
    • Nunca laves tu tapete de yoga en la lavadora. Lavarlo en la lavadora puede desgastar su calidad y dejarlo inservible para hacer yoga, porque lo dejará demasiado resbaladizo.
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    Enjuaga el tapete con agua limpia. Desagua la bañera donde hayas puesto el tapete y enjuaga el tapete lavado con agua limpia. Esto ayudará a retirar los residuos del detergente y minimizar el riesgo de terminar con un tapete resbaladizo.[6]
    • Sigue enjuagando el tapete hasta que veas que el agua sale sin residuos.[7]
    • Si el agua no sale limpia rápidamente, considera la posibilidad de volverlo a lavar con el paño suave.
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    Elimina el exceso de agua del tapete. Sacude el tapete para retirar el agua de la superficie del tapete. Extiende el tapete sobre una toalla seca y enrolla ambos para escurrir el resto de agua.[8]
    • ¡No escurras el tapete retorciéndolo! Sino podría romperse o deformarse.
    • Más efectivo para sacar el exceso de agua es parándote sobre el tapete y la toalla enrollados.[9]
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    Cuelga el tapete para que seque. Cuando termines de escurrir el exceso de agua, desenrolla el tapete de yoga de la toalla. Cuélgalo hasta que esté bien seco.[10]
    • Puedes colgarlo con perchas para pantalón, pero ten presente que pueden dejar marcas.
    • Si tienes una rejilla para secar ropa, pon el tapete de yoga encima. Así secarán ambos lados de manera efectiva.
    • Nunca seques un tapete de yoga en la secadora. Además de arruinar el tapete, puede provocar un incendio.
    • Solo vuelve a usar tu tapete cuando esté completamente seco. Para saber si todavía hay humedad en el tapete, puedes presionar diversos puntos con tus dedos.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Darle mantenimiento periódico a un tapete de yoga

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    Conoce la importancia del lavado y mantenimiento periódicos. La suciedad, los aceites y el sudor pueden desgastar rápidamente la calidad de tu tapete, lo cual puede dificultar la práctica de yoga. Hacer tareas sencillas de mantenimiento en tu tapete de yoga después de cada uso puede extender su vida útil y reducir la frecuencia de lavados profundos.
    • Sea cual sea la frecuencia con la que practicas, puedes contribuir al mantenimiento de tu tapete limpiándolo y manteniendo tus manos y pies limpios.
    • Si haces yoga a diario o varias veces a la semana, es importante que limpies y guardes tu tapete adecuadamente después de cada uso.
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    Lávate los pies y las manos. Tus manos y pies tocan constantemente el tapete. Como estas partes del cuerpo suelen ensuciarse más que las demás, lávate los pies y las manos antes de empezar cualquier rutina de yoga. Esto puede extender la vida útil del tapete y evitar que las bacterias pasen de tu piel a la superficie del tapete.[11]
    • Lavarte las manos y los pies también eliminará los residuos de lociones y cremas que pueden desgastar el tapete y hacerte resbalar durante la rutina.[12]
    • Si no puedes lavarte las manos y los pies, lleva contigo paños húmedos para bebés para que te limpies las palmas y las plantas.[13]
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    Limpia el tapete. Cada vez que practiques yoga en tu tapete, límpialo ya sea con un paño húmedo para bebés, para tapetes de yoga o con un paño humedecido con un poco de jabón suave. Esto ayudará a mantenerlo limpio y libre de sudor, polvo y aceites, pero también extenderá su vida útil.[14]
    • Solo limpia todo el tapete con el paño de tu elección y luego déjalo secar antes de enrollarlo.[15]
    • Los paños especialmente formulados para tapetes de yoga se venden en las tiendas de deportes físicas o virtuales.[16]
    • Si para limpiar tu tapete decides usar paños húmedos para bebés, compra unos suaves que no contengan muchos detergentes para que no dejen el tapete resbaladizo.[17]
    • Si decides usar un paño humedecido con un poco de detergente, asegúrate de no empaparlo con agua ni jabón. Asegúrate de quitar todos los residuos de detergente para que tu tapete no quede resbaladizo.
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    Pon toallas sobre el tapete durante tus sesiones de práctica. Si sudas mucho o solo si quieres una capa entre tú y tu tapete, pon una toalla sobre él. Las toallas absorben el exceso de humedad y facilitarán el agarre a tu tapete.
    • Considera la posibilidad de comprar una toalla de yoga. Estas toallas muy absorbentes traen agarraderas especiales que evitan que el material (y tú) se resbale sobre el tapete.
    • Puedes comprar toallas de yoga en algunas tiendas de deportes y en casi todas las tiendas de deportes virtuales.
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    Airea tu tapete periódicamente. Casi todos enrollan su tapete de yoga después de cada uso y lavada, y lo dejan guardado en su respectiva bolsa en una esquina de la casa o estudio. Dejar que el tapete se airee periódicamente ayuda a evaporar los restos de sudor o humedad y lo mantendrá con un olor fresco.
    • Puedes colgar tu tapete en perchas o ponerlo sobre una rejilla para secar ropa. Debes asegurarte de airear ambos lados del tapete, aunque solo practiques sobre uno.
    • Piensa solo en usar la bolsa de tapete para transportarlo para que puedas dejarlo aireando bien después de cada uso.
    • Mantén tu tapete en un lugar oscuro, frío y seco. Así evitarás que acumule un exceso de humedad, lo cual puede propagar bacterias.
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Consejos

  • Lee bien las especificaciones del fabricante para asegurarte de poder lavar tu tapete con los métodos que te hemos mencionado.
  • Enrolla el tapete cuando no lo utilices. Los tapetes de yoga atraen polvo y suciedad.
  • Puedes pensar en usar tu propio tapete en el estudio de yoga. Si no es posible, averigua la frecuencia con la que el estudio lava los tapetes. Si alguien tiene gripe o un problema cutáneo contagioso y usa un tapete del estudio, podrías correr el riesgo de contraer lo mismo.
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Cosas que necesitarás

  • tapete de yoga
  • jabón líquido
  • ducha, bañera o manguera de jardín
  • lugar donde colgar el tapete como una barra de ducha

Acerca de este wikiHow

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