Las bolsas de agua caliente son una forma natural y relativamente segura de mantenerse caliente o aliviar el dolor. Puedes comprar una en la mayoría de los supermercados o tiendas de comestibles, y solo te tomará unos minutos prepararla.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Llenar una bolsa de agua caliente

  1. 1
    Escoge una bolsa de agua caliente. La mayoría son relativamente similares, más allá de la marca. Tienen un revestimiento grueso, son planas, de goma y con una especie de almohadilla o funda en la parte exterior. Algunos revestimientos son más gruesos que otros y pueden estar hechos de diferentes materiales. Por lo tanto, escoge el que te resulte más conveniente. Asegúrate de comprar una bolsa con una cobertura o funda, dado que es importante proteger la piel del contacto directo con el calor de la bolsa.
    • Antes de llenar la bolsa, asegúrate de que tenga la funda puesta. Es posible que se humedezca un poco, pero si intentas sostenerla con la mano mientras la llenas, la goma podría calentarse y quemarte las manos.
  2. 2
    Desenrosca la tapa de la bolsa de agua caliente. La bolsa probablemente ya tenga la funda puesta y una tapa o tapón en la parte superior para evitar que el agua se derrame. Comienza a desenroscar la tapa para poder llenar la bolsa con agua caliente.
    • Si la bolsa aún tiene agua dentro, asegúrate de vaciarla. El objetivo es conservar el mayor calor posible y, si hay agua fría dentro, no podrás lograrlo.
  3. 3
    Calienta agua. Puedes usar agua del grifo, pero a menudo no se calienta lo suficiente como para obtener una buena temperatura en la bolsa. Sin embargo, el agua hervida en una tetera estará demasiado caliente. El agua no debe superar los 42 °C (100 °F).
    • Si tienes una tetera, hierve el agua y déjala reposar por unos minutos. De esta forma, el agua estará caliente, pero no tanto como para quemar la piel.
    • Usar agua demasiado caliente no solo podría dañarte la piel, sino que reducirá la vida útil de la bolsa de agua caliente. Dado que están hechas de goma, no pueden soportar agua demasiado caliente por mucho tiempo. Para prolongar su vida útil, procura que la temperatura no exceda los 42 °C (100 °F).
    • Las distintas bolsas de agua caliente tienen diferentes requisitos de temperatura, por lo que es importante consultar las instrucciones antes de usarlas.
  4. 4
    Llena dos tercios de la bolsa con agua caliente. En este paso, debes tener mucho cuidado para evitar quemarte con agua caliente. Si usas una tetera, vierte lentamente el agua en la bolsa hasta completar dos tercios de su capacidad. Si usas agua del grifo, ciérrala cuando se caliente. Luego, sujeta la apertura de la bolsa debajo del grifo y vuelve a abrirlo lentamente para que la presión del agua no te salpique las manos.[1]
    • Asegúrate de sostener la bolsa desde la parte superior (su “cuello”) para una mayor estabilidad. Si la sostienes desde otra parte, es posible que el agua se salga desde la parte superior, lo que hará que se derrame sobre la bolsa y sobre tus manos.
    • Puedes usar guantes u otro tipo de protección para las manos, en el caso de que te salpiques accidentalmente. También puedes apoyar la bolsa contra algo para que quede erguida por sí sola, de forma tal que puedas llenarla sin correr el riesgo de quemarte las manos.
  5. 5
    Retira la bolsa de la fuente de agua. Una vez que esté casi llena, cierra el grifo. Recuerda que no debes llenarla hasta la parte superior, dado que necesitarás un poco de espacio para quitarle el aire y, de lo contrario, el agua podría derramarse fácilmente. Luego, retira la bolsa del grifo con cuidado para no derramar el contenido.
    • Si usas una tetera, apóyala en otra superficie mientras sostienes la bolsa de agua caliente en una posición vertical. Ten cuidado de no inclinarla para evitar derramar el agua.
  6. 6
    Retira el aire de la bolsa. Asegúrate de que esté en una posición vertical y de que su parte inferior esté apoyada sobre una superficie plana. Luego, presiona lentamente los laterales para quitarle el aire hasta ver que el agua llega hasta la apertura de la bolsa.[2]
  7. 7
    Vuelve a enroscar la tapa en la bolsa. Después de quitar el aire, vuelve a colocar la tapa y asegúrate de enroscarla firmemente. Gírala hasta su punto máximo y lentamente voltea la bolsa para comprobar que su contenido no se derrame.[3]
  8. 8
    Coloca la bolsa en el lugar deseado. Es posible que quieras utilizarla para aliviar el dolor o para proporcionar calor en una noche fría. Después de llenarla, colócala en tu cuerpo o en la cama durante 20 o 30 minutos. Es posible que necesites un tiempo para que se caliente, pero poco después de llenarla, debe alcanzar el calor máximo.[4]
    • Asegúrate de no dejar la bolsa de agua caliente sobre el cuerpo durante más de 30 minutos. El calor directo durante mucho tiempo podría causar lesiones en la piel, por lo que es importante que te ocupes de tu seguridad. Si deseas aliviar el dolor y sigues sintiéndolo después de aplicar el calor, retira la bolsa después de 30 minutos y vuelve a colocarla después de 10 minutos.
    • Si colocas la bolsa en la cama, déjala debajo de las mantas durante 20 a 30 minutos antes de acostarte. Luego, cuando te metas en la cama, retírala y vacíala. Si dejas la bolsa en la cama mientras duermes, corres el riesgo de quemarte o quemar las sábanas.
  9. 9
    Vacía la bolsa después de usarla. Asegúrate de hacerlo cuando el agua se haya enfriado, y déjala colgando hacia abajo y sin la tapa para que se seque. Antes de volver a usarla, comprueba que no haya filtraciones o daños al llenarla con agua fría.
    • No seques la bolsa en un área donde haya fluctuaciones de temperatura como, por ejemplo, arriba de una estufa, debajo del fregadero o expuesta a la luz solar directa, dado que esto podría afectar la calidad de la bolsa.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Usar una bolsa de agua caliente

  1. 1
    Alivia los calambres menstruales. Las bolsas de agua caliente son muy populares para aliviar el dolor causado por la menstruación. El calor puede ayudar a bloquear las señales de dolor que se envían al cerebro al activar los receptores de calor en el área afectada. Estos receptores evitan la detección de los mensajeros químicos que causan dolor corporal. Por lo tanto, si tienes calambres dolorosos, llena una bolsa de agua caliente y colócala en la parte inferior del abdomen durante aproximadamente 30 minutos.[5]
  2. 2
    Alivia el dolor de espalda y otras molestias. Si tienes dolor de espalda, en las articulaciones o en los músculos, una bolsa de agua caliente podría ayudarte a aliviar las tensiones. Al igual que con los calambres musculares, el calor en las áreas afectadas evita que los mensajeros químicos del dolor lleguen al cerebro. Además, permite estimular la circulación sanguínea, promoviendo los nutrientes curativos en las áreas de dolor.[6]
    • Con frecuencia, la combinación de calor y frío permite aliviar el dolor muscular. El contraste de ambos tratamientos causa una estimulación y fuertes sensaciones sin mucho movimiento, lo cual es beneficioso para aliviar el dolor. Puedes usar una bolsa de agua caliente o alternar su uso al colocar una compresa fría en el área afectada durante unos minutos y luego colocar la bolsa de agua caliente.[7]
  3. 3
    Trata las cefaleas. El calor permite aliviar el dolor y la tensión muscular que pueden causar las cefaleas. Coloca una bolsa de agua caliente en la frente, las sienes o el cuello. Prueba distintos lugares para identificar dónde alivia la mayor parte de la tensión. Deja la fuente de calor en el área afectada durante 20 a 30 minutos, o hasta que el dolor desaparezca.[8]
  4. 4
    Calienta la cama. En las noches frías de invierno, una bolsa de agua caliente puede ser el truco ideal para mantener los pies y el cuerpo calientes. Coloca la bolsa a los pies de la cama o debajo de las mantas, cerca de donde te acostarás para que comience a calentarse. Las bolsas de agua caliente también son una excelente opción cuando estás enfermo y experimentas cambios frecuentes en la temperatura corporal.[9]

Advertencias

  • Al usar una bolsa de agua caliente, asegúrate de seguir las instrucciones para evitar lesiones o quemaduras tanto en ti como en los demás.
  • No apliques presión sobre la bolsa mientras esté caliente. Por ejemplo, no te acuestes o sientes arriba de ella. Si quieres aplicarte calor en la espalda, recuéstate boca abajo o de costado. También puedes colocarla en la zona afectada y envolverla en tu cuerpo con un paño o toalla para mantenerla en su lugar.
  • Evita usar una bolsa de agua caliente en niños pequeños o bebés, dado que el calor podría ser demasiado fuerte para su piel.
  • Si tienes una piel sensible, ten cuidado al usar una bolsa de agua caliente. Comienza con una temperatura más baja e increméntala gradualmente en la medida que puedas.
  • Nunca la uses si sospechas que está rota o tiene una fisura. Siempre debes probarla con agua fría primero y, si no estás seguro, no te arriesgues. Compra una bolsa nueva si crees que la tuya podría tener algún problema.
  • Llenar la bolsa con agua del grifo puede deteriorarla más rápido, debido a los productos químicos presentes en el agua. Si quieres garantizar su mayor durabilidad, usa agua depurada.[10]
  • Algunas pocas bolsas de agua caliente se pueden calentar en el microondas. Sin embargo, asegúrate de leer siempre primero el envase. En muchos casos, no es posible calentarlas en el microondas o el horno.

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 16 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 35 479 veces.
Categorías: Remedios caseros
Resumen del artículoX

Para llenar una botella con agua caliente, primero hierve agua en una olla. Una vez que haya hervido, apaga el fuego y deja que el agua se enfríe hasta una temperatura segura durante unos 15 a 20 minutos. Mientras tanto, revisa la botella de agua caliente para ver si tiene alguna grieta o rasgadura a fin de que su uso sea seguro. Una vez que el agua se haya enfriado, desenrosca la tapa de la botella y vacía el resto de agua que pueda haber. Con cuidado, vierte el agua en la botella hasta llenar tres cuartas partes. Luego, apriétala para retirar el exceso de aire y vuelve a colocar la tapa bien ajustada. Evita llenar la botella con agua hirviendo, ya que podrías dañar el interior de esta y aumentar los riesgos de quemaduras. Si la botella no vino con una cubierta, envuélvela con una toalla antes de usarla para así evitar quemaduras. Puedes utilizar la botella de agua caliente para aliviar dolores y malestares apoyándola contra el cuerpo durante 20 minutos cada vez. Solo asegúrate de no aplicar presión sobre la botella para evitar que explote. También puedes colocarla debajo de las sábanas unos 5 a 10 minutos antes de ir a dormir para calentar la cama. Asegúrate de quitar la botella de la cama cuando vayas a acostarte, ya que dormir con ella puede aumentar los riesgos de quemaduras. Si quieres saber más sobre cómo usar la botella de agua caliente, ¡sigue leyendo!