El orégano ha sido usado como una hierba medicinal por miles de años y entre esos usos se encuentra el tratamiento de las infecciones respiratorias. No se ha demostrado que el aceite de orégano sea efectivo como tratamiento de las infecciones de las vías respiratorias superiores e inferiores, pero ha ganado popularidad como remedio casero para estos trastornos.[1] El aceite de orégano se puede tomar por vía oral o se puede inhalar. Si quieres probar el aceite de orégano para tratar una infección respiratoria, debes hablar primero con un médico.

Método 1
Método 1 de 4:
Calmar la congestión con aceite de orégano

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    Añade algunas gotas a un humidificador. Inhalar aceite de orégano con vapor también puede brindarte algo de alivio. Si tienes un humidificador, puedes usarlo para infundir al aire humedad y el aroma del aceite de orégano. Solo añádele algunas gotas del aceite de orégano y respira profundamente.[2]
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    Crea una tienda de vapor aromático en el lavabo del baño. Si no tienes un humidificador, trata de llenar el lavabo del baño con agua caliente y de añadir algunas gotas del aceite de orégano al agua. Luego, ponte una toalla sobre la cabeza y acerca la cara al lavabo. Inhala el vapor y deja que te abra los conductos nasales.[3]
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    Toma un baño caliente de orégano. Si quieres abrir los conductos nasales y limpiar los senos, entonces toma un baño caliente añadiendo unas gotas del aceite de orégano al agua. Métete en la bañera e inhala el vapor. El vapor con aroma a orégano te ayudará con la congestión y también te relajará.
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    Frótate el aceite de orégano en el pecho. Combina algunas gotas del aceite de orégano con una cucharadita de un aceite base, como aceite de almendra, y frótatelo en el pecho. El aroma del aceite debe ayudar a abrir los conductos nasales y aflojar el moco de los senos. Ponte el aceite antes de ir a dormir para ayudar a abrir los conductos nasales mientras duermes.[4]
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Método 2
Método 2 de 4:
Tomar aceite de orégano como suplemento

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    Toma cápsulas de aceite de orégano. Busca cápsulas de aceite de orégano que contengan carvacrol, que es el ingrediente activo de este aceite. Toma una cápsula de 50 mg 3 veces al día si tienes una infección del tracto respiratorio superior o inferior. Hay varios productos que puedes comprar en tiendas locales y en línea. Asegúrate de escoger un producto con las siguientes características:
    • Que use aceite de orégano orgánico (sin herbicidas ni pesticidas).
    • Que haya sido estandarizado entre 75 y 85 % de carvacrol.
    • Que use las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) o el conjunto de normas y regulaciones que haya establecido la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) o cualquier organización gubernamental que supervise la fabricación de los suplementos en el área en la que vives.[5]
    • Que tenga el “sello de aprobación” de un organismo de verificación externo como la Asociación de Productos Naturales (NPA, por sus siglas en inglés) o la Farmacopea de los Estados Unidos (USP, por sus siglas en inglés).[6]
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    Mezcla aceite de orégano con aceite de oliva. Añade de 2 a 3 gotas de aceite de orégano a 1 cucharada de aceite de oliva y toma la mezcla por vía oral una vez al día. También puedes añadir de 2 a 3 gotas de aceite de orégano a tu comida cada día para ingerir la dosis correspondiente.
    • No excedas esta cantidad. El aceite de orégano puede ser tóxico e incluso letal si se toma en dosis grandes.[7]
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    Trata de preparar un té con hojas de orégano. El té de hojas de orégano también puede brindarte algunos beneficios medicinales y tiene muchos menos efectos secundarios que el aceite. Si no te quieres arriesgar a experimentar los efectos secundarios que pueden surgir al tomar aceite de orégano, entonces es posible que quieras preparar un poco de té.[8]
    • Para hacer té de orégano, vierte 1 taza de agua hirviendo sobre 1 cucharadita de hojas de orégano secas o frescas. Remueve el té durante aproximadamente 5 minutos. Luego, usa un colador para quitar las hojas del líquido. Toma de 1 a 3 tazas al día hasta que te recuperes de la infección respiratoria.
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Método 3
Método 3 de 4:
Tomar en cuenta los riesgos y los beneficios del aceite de orégano

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    Aprende acerca de los efectos secundarios potenciales del aceite de orégano. Este aceite es una forma concentrada del orégano, así que tiene una mayor probabilidad de tener efectos secundarios. Los siguientes son los efectos secundarios potenciales:[9]
    • malestar estomacal
    • reacciones alérgicas
    • aborto espontáneo
    • riesgo mayor de hemorragia
    • reducción de los niveles de azúcar en la sangre
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    Debes saber cuándo evitar el aceite de orégano. Se ha demostrado que el orégano tiene efectos adversos en personas con trastornos médicos y alergias determinados. No uses aceite de orégano si tienes alergia o sensibilidad al orégano. Tampoco se recomienda si estás embarazada o si debes someterte pronto a una cirugía. No uses aceite de orégano en los siguientes casos:[10]
    • Si estás embarazada.
    • Si tienes un trastorno hemorrágico.
    • Si tienes diabetes.
    • Si tienes una alergia a cualquier planta de la familia Lamiaceae (albahaca, lavanda, hisopo, menta y mejorana).[11]
    • Si te vas a someter a una cirugía en 2 semanas o menos.
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    Toma en cuenta que el aceite de orégano puede interaccionar con el litio. El aceite de orégano puede hacer que tu cuerpo elimine líquidos, lo cual puede hacer que los niveles de litio en la sangre se eleven a cantidades peligrosas. Debido a que es importante mantener un nivel constante y seguro de litio al tomar este medicamento, ingerir aceite de orégano no es recomendable mientras lo tomas.[12]
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    Piensa en cómo puede ayudar el aceite de orégano. Se cree que los ingredientes activos del aceite de orégano tienen propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a tratar las infecciones de las vías respiratorias superiores e inferiores. Estos ingredientes son carvacrol, timol y eugenol. Todos estos componentes tienen grandes propiedades antiparasitarias, antibacterianas, antimicóticas y antivirales. El aceite de orégano ha demostrado ser efectivo contra los parásitos intestinales.[13]
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Método 4
Método 4 de 4:
Buscar tratamiento médico

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    Visita al médico si tienes una congestión nasal grave o persistente. La mayoría de las congestiones nasales asociadas a una infección de las vías respiratorias inferiores pasan por sí solas en 1 a 2 semanas. Si no te pasa después de 10 días o más, visita a un médico para averiguar si hay alguna causa subyacente. También debes visitarlo en los siguientes casos:[14]
    • Si tienes una congestión nasal con fiebre alta (por ejemplo, de más de 39 °C o 102 °F).
    • Si tienes moco amarillo, verde o sanguinolento junto con dolor en los senos paranasales o fiebre.
    • Si experimentas hemorragia o si expeles secreción transparente de la nariz después de una lesión en la cabeza.
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    Recibe atención médica si tienes tos con flema verde o sibilancias. Una tos es un efecto secundario común de muchas infecciones respiratorias y generalmente no es motivo de preocupación. Sin embargo, algunos síntomas asociados con la tos pueden indicar complicaciones más serias que requieran tratamiento médico, como una infección bacteriana secundaria. Visita a un médico si la tos dura más de dos semanas o en los siguientes casos:[15]
    • Si experimentas una tos con flema verde, amarilla o marrón.
    • Si experimentas sibilancias junto con la tos.
    • Si sientes que te falta el aliento.
    • Si la tos está acompañada de una fiebre de 38 °C (100 °F) o más.
    • Ve a la sala de emergencias o llama a los servicios de emergencia si experimentas asfixia, si tienes problemas para respirar o para tragar, o si tienes una tos con sangre o con flema de color rosa.
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    Habla con el médico antes usar el aceite de orégano. El aceite de orégano se considera “potencialmente seguro” cuando se consume con cantidades normales de alimentos y “posiblemente seguro” cuando se emplea con fines medicinales. Sin embargo, hay algunos riesgos. Antes de probar el aceite de orégano o cualquier remedio o suplemento natural, habla con un médico sobre tu salud en general y dile si tomas actualmente algún otro suplemento o medicamento.[16]
    • No intentes tratar una infección respiratoria grave solo con aceite de orégano.
    • Por tu seguridad y para que tengas la mejor chance de recuperación, el médico puede recomendar una variedad de medicamentos para tratar la infección y controlar los síntomas, como inhaladores, expectorantes o antibióticos.
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Acerca de este wikiHow

Zora Degrandpre, ND
Coescrito por:
Doctora en salud natural
Este artículo fue coescrito por Zora Degrandpre, ND. La Dra. Degrandpre es una médico naturista con licencia en Vancouver, Washington. También es revisora de subvenciones para los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa. Recibió su doctorado en neuropatía en el Colegio Nacional de Medicina Natural en 2007. Este artículo ha sido visto 1287 veces.
Categorías: Remedios caseros

Descargo de responsabilidad médica

El contenido de este artículo no pretende ser un sustituto del consejo, examen, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre debes comunicarte con tu médico u otro profesional de salud calificado antes de comenzar, cambiar o suspender cualquier tipo de tratamiento de salud.

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