El polvo de olmo resbaladizo u olmo rojo es un tratamiento elaborado a partir de la corteza de dicho árbol. Aunque su uso se recomienda para aliviar distintas dolencias, existen estudios que demuestran que es especialmente eficaz para tratar el síndrome del colon irritable, el dolor de garganta y las irritaciones cutáneas. Habla siempre con tu doctor antes de tomar corteza de olmo rojo en polvo, y sigue las indicaciones del fabricante acerca de la dosis recomendada y el modo de uso.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Decidir si el olmo rojo en polvo es adecuado para ti

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    Habla con tu médico antes de incorporar un suplemento alimentario a tu dieta. Siempre debes hablar con tu médico antes de tomar un nuevo suplemento, especialmente si tomas otros medicamentos. El olmo rojo en polvo es conocido por su capacidad de ralentizar el proceso de absorción de otros medicamentos orales. Si tomas medicinas por vía oral, pregunta a tu médico si es seguro combinarlas con olmo rojo en polvo.[1]
    • Dado que no hay suficientes estudios acerca de este suplemento, si estás embarazada o en periodo de lactancia, no debes tomar olmo rojo en polvo.
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    Toma olmo rojo en polvo para tratar el síndrome del colon irritable (SCI). Ciertos estudios demuestran que el olmo rojo en polvo tiene efectos laxantes. Por ello, es un tratamiento efectivo en caso de padecer el síndrome del colon irritable con predominio de estreñimiento.[2]
    • También hay estudios que demuestran que los tratamientos herbales con olmo rojo en polvo reducen el dolor de estómago, la hinchazón y los gases en casos de colon irritable con predominio de diarrea.
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    Utiliza el olmo rojo en polvo si tienes la garganta irritada. Dado que el olmo rojo en polvo tiene una textura similar a la de las mucosas, puede funcionar como una capa protectora y calmante para gargantas irritadas. También puede ayudar a aliviar la tos y el dolor de garganta.[3]
    • También puedes encontrar olmo rojo en pastillas para reducir el malestar propio de un resfriado común.
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    Aplica olmo rojo en polvo sobre úlceras y abscesos cutáneos. Ciertos estudios demuestran que mezclar olmo rojo en polvo con agua formando una pasta y aplicarlo sobre la piel puede reducir la sequedad y la irritación. También se utiliza para calmar el eccema y tratar abscesos y úlceras.[4]
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    Presta atención a posibles irritaciones, erupciones y brotes de urticaria si te aplicas el olmo rojo por vía tópica. Aunque el olmo rojo en polvo se considera seguro cuando se toma por vía oral, hay posibles efectos secundarios asociados a su uso tópico. Si extiendes el olmo rojo en polvo sobre la piel, deja de utilizarlo en el caso de que notes alguno de estos síntomas:[5]
    • erupción
    • irritación
    • inflamación
    • enrojecimiento
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Utilizar el olmo rojo en polvo

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    Toma el olmo rojo al menos una hora después de haber tomado otros medicamentos si es necesario. Si tomas medicamentos orales y tu médico te ha dicho que puedes tomar también olmo rojo en polvo, deja pasar una hora como mínimo entre la toma de otro medicamento y la del olmo rojo.[6]
    • Este margen de tiempo permitirá que el proceso de absorción del medicamento se complete correctamente antes de que el olmo rojo lo ralentice.
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    Disuelve el polvo de olmo rojo en agua y bébete la solución. Sigue las indicaciones del fabricante para saber cuál es la dosis de olmo rojo que debes disolver en agua. La mayoría de los fabricantes aconsejan disolver 1 o 2 cucharaditas de olmo rojo en 1 vaso de agua. Bébete la mezcla inmediatamente después de que se haya espesado.[7]
    • Probablemente tengas que beber la mezcla de olmo rojo hasta 4 veces al día.
    • Si no te gusta el sabor, considera la posibilidad de disolver el polvo en jugo en lugar de hacerlo en agua.
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    Haz gachas de olmo rojo en polvo. Si prefieres comerte el olmo rojo en polvo en lugar de bebértelo, echa 1 o 2 cucharaditas de polvo en una olla pequeña. Mezcla el polvo con copos de avena, arroz o salvado y vierte suficiente agua o leche para que la mezcla se disuelva. Calienta las gachas a fuego medio y, después, endúlzalas con un poco de miel o azúcar.[8]
    • Dado que esta receta es flexible, puedes hacer las gachas tan líquidas, espesas o dulces como quieras.
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    Prepara el olmo rojo en polvo como infusión. Si prefieres beberte una infusión caliente, echa 1 cucharadita de este polvo en un tarro de cristal de 1 pinta (500 ml) de capacidad. Mide 1 taza (240 ml) de agua fría, viértela en el tarro y cierra la tapa. Agita el tarro para que el polvo se disuelva y, después, retira la tapa. Vierte 1 taza (240 ml) de agua caliente y vuelve a cerrar la tapa. Agita el tarro durante unos 5 segundos y retira la tapa. Deja que la infusión repose durante 1 minuto para que se espese un poco antes de bebértela.[9]
    • Puedes dejar que la infusión repose durante más tiempo, pero se espesará más cuanto más tiempo se deje en reposo.
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    Mezcla el olmo rojo en polvo con agua caliente para preparar una pasta de uso tópico. Echa unas cuantas cucharadas de olmo rojo en polvo dentro de de un cuenco pequeño. Echa unas cuantas gotas de agua sobre el polvo y remueve ambos ingredientes. Sigue echando unas gotas de agua poco a poco mientras remueves la mezcla hasta que el olmo rojo en polvo adquiera la consistencia que buscas. Extiende la pasta sobre la piel seca, el absceso o la úlcera que quieras tratar.[10]
    • Deja que la pasta actúe de 1 a 2 horas y mantenla húmeda rociándola con agua fría cuando haga falta.
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Categorías: Remedios caseros
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