wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 23 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo.
Este artículo ha sido visto 9475 veces.
Ya sea que ames el aire libre y estés buscado una forma de obtener un jarro humeante de café en el medio de la naturaleza y sin acceso a la tecnología moderna y sofisticada, o simplemente estés buscando una forma fácil y de bajo costo de preparar tu taza matutina de café, usar una cafetera de filtro puede ser una decisión sabia. Las cafeteras de filtro son muy fáciles de ensamblar y usar; aunque algunas máquinas modernas funcionan con electricidad, las cafeteras de filtro tradicionales solo necesitan una fuente de calor, como una estufa o un fogón, para hacer café, lo que las convierte en una gran opción para el bebedor práctico de café. Para aprender a percolar café, comienza con el paso 1 a continuación.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Usar una cafetera de filtro en la estufa
-
1Agrega agua al depósito. Como con las otras formas de preparar café (como los métodos de "goteo"), lo primero que tienes que hacer es decidir cuánto café quieres preparar y luego agregar esa cantidad de agua al "tanque" o "depósito" de la cafetera. Dependiendo de cómo esté ensamblada tu cafetera, es posible que simplemente tengas que abrir la tapa y verter el agua, o es posible que tengas que retirar la "canasta" superior, la cual alberga el café molido durante la preparación, para acceder al depósito.
- La mayoría de cafeteras de tamaño estándar podrán albergar alrededor de 4 a 8 tazas, aunque existen variedades de distintos tamaños. Como punto de referencia, cuatro tazas de café equivalen aproximadamente a dos tazas estándar llenas de agua.
-
2Agrega el ensamblaje de la cámara y el tubo. Luego, si tuviste que retirar la cámara o canasta superior o el tubo central para agregar el agua, vuelve a colocarlos. Aunque cada cafetera es diferente, la construcción básica de la mayoría de ellas es casi idéntica; el café molido debe estar sobre el agua en una pequeña canasta o cámara llena de agujeros pequeños. Un tubo angosto debe extenderse desde esta canasta hasta el agua debajo.
- Cuando el agua se caliente, se moverá naturalmente hacia arriba por el tubo en dirección al café molido. A medida que el agua moje el café, tomará un poco de su aroma y sabor y se escurrirá de regreso hacia el agua que se encuentra debajo, donde el ciclo se repetirá.
-
3Agrega el café molido a la canasta. Luego, agrega el café molido a la canasta superior llena de agujeros pequeños. Puedes usar ya sea café recién molido o granos premolidos, los que prefieras. Si te gusta el café fuerte, utiliza aproximadamente 1 cucharada por cada taza de agua que uses. Para un café más suave, utiliza 1 cucharadita por taza. Al usar tu cafetera, es posible que encuentres que debes ajustar estas medidas para hacer que tu café sepa tal como te gusta.
- Como discutiremos más adelante, para la mayoría de cafeteras debes usar granos de un tueste ligero y de baja acidez, y un grado de molienda bastante grueso, más grueso de lo que usarías para una máquina de goteo estándar.
-
4Coloca la cafetera sobre una fuente de fuego medio. Ya estás listo para comenzar; ahora lo único que tienes que hacer es calentar el agua en la parte inferior de la cafetera y la física hará el resto. Tu objetivo es calentar el agua hasta que esté bastante caliente, pero no hirviendo. Mientras más caliente esté el agua, absorberá más rápido el sabor de los granos, lo que significa que el agua hirviendo puede ocasionar que el café sea demasiado fuerte. Utiliza el fuego medio para hacer que el agua llegue a apenas debajo del punto de ebullición y luego reduce el fuego para mantenerla caliente, pero no hirviendo ni a fuego lento. Si en algún momento observas vapor, quiere decir que tu cafetera está demasiado caliente y debes reducir el fuego (o mover cuidadosamente la cafetera a un área más fría).
- En términos de fuentes de calor, las estufas ofrecen un mayor control, pero también puedes usar una fogata si observas cuidadosamente el progreso del café.
- Siempre opera tu cafetera a fuego medio desde abajo; no utilices un horno u otra fuente de calor general o correrás el riesgo de dañar tu equipo y arruinar tu jarro de café.
-
5Observa la esfera de vidrio para monitorear su progreso. Muchas cafeteras tienen un vidrio o esfera transparente en la parte superior que te permite monitorear el progreso del café mientras se prepara. A medida que el agua comience a circular a través de la cafetera, notarás que chisporroteará o burbujeará dentro de esta esfera. Mientras más rápido sea el chisporroteo, el agua estará más caliente, y mientras más oscura esté el agua, el café estará más "hecho". Idealmente, una vez que alcances un fuego medio, debes observar un burbujeo a un intervalo de varios segundos. Esto representa un buen "ritmo" de percolación.
- No utilices cafeteras con esferas de plástico. Los aficionados al café afirman que exponer el café caliente al plástico puede ocasionar que el sabor del plástico se transfiera al café, lo que resultará en un café con sabor repugnante.
-
6Permite que el café percole por alrededor de diez minutos. Dependiendo de qué tan fuerte te guste el café y qué tan caliente esté el agua, el tiempo ideal de preparación de tu cafetera puede variar. Toma nota de que preparar café por diez minutos al ritmo medio sugerido producirá un jarro de café bastante fuerte en comparación con un jarro promedio de café por goteo. Obviamente, para un café más suave, debes prepararlo durante menos tiempo y, para un café aún más fuerte, debes prepararlo durante más tiempo.
- Usar un temporizador de cocina para monitorear el progreso del café puede ser una idea inteligente, pero no simplemente programes el temporizador y regreses cuando suene; si haces esto, es fácil sobrecalentar el café y crear un producto amargo y lodoso.
-
7Retira tu cafetera de la fuente de calor. Cuando el café haya terminado de percolar, retíralo cuidadosamente de su fuente de calor (usa una toalla o agarraderas para el horno para evitar quemarte). Abre inmediatamente la tapa de la cafetera y retira cuidadosamente la canasta que contiene el café molido empapado. Deséchalo (o recíclalo). No dejes el café en la cafetera; si lo haces, de todas formas puede derramarse sobre tu taza al verter el café y puede continuar haciendo que tu café sea más fuerte al gotear sobre el café en el depósito.
- Después de retirar la canasta con el café molido, el café percolado está listo para servir. ¡Disfruta tu taza de café fuerte y a la antigua!
Parte 2
Parte 2 de 3:Usar una cafetera eléctrica
-
1Agrega agua y café como siempre. Las cafeteras automáticas eléctricas funcionan según los mismos principios físicos que las cafeteras de estufa, pero generalmente requieren menos trabajo y supervisión de tu parte. Para comenzar, agrega agua y café como lo harías normalmente. Decide cuánto café quieres y agrega esta cantidad de agua a la cámara inferior. Retira la canasta de la cámara superior y agrega el café molido.
- Las proporciones para la cantidad de café molido que debes usar son las mismas para las cafeteras eléctricas que para las cafeteras de estufa: usa 1 cucharada por taza de agua para un café fuerte y 1 cucharadita para un café suave.
-
2Cierra la tapa y enchufa la cafetera. Una vez que la cafetera esté armada y llena de café y agua, tu trabajo está básicamente terminado. Conecta el enchufe de la cafetera a una toma de corriente cercana. La mayoría de cafeteras comenzará a calentar automáticamente, pero si la tuya tiene un botón de encendido, debes presionarlo en este momento. El elemento de calentamiento interno de la cafetera debe activarse y comenzar a calentar el agua en la cámara inferior, ocasionando que se desplace hacia arriba por el tubo, a través del café molido y de regreso al depósito como lo haría en una cafetera estándar.
-
3Espera alrededor de siete minutos para que el café se prepare. Lo único que tienes que hacer ahora es esperar. La mayoría de cafeteras eléctricas toman aproximadamente el mismo tiempo para terminar de preparar el café que las cafeteras de estufa; generalmente alrededor de siete a diez minutos. Muchas cafeteras eléctricas tienen un sensor interno que evita que calienten el café más allá de su temperatura óptima, pero si la tuya no lo tiene, es posible que necesites observar la cafetera a medida que prepara el café. De otro modo, asumiendo que no hay niños pequeños o mascotas en la zona que podrían quemarse con la máquina caliente, simplemente programa un temporizador y deja que la cafetera haga el resto.
- Recuerda que, si en algún momento observas que hay vapor saliendo de la cafetera, quiere decir que está preparando el café con demasiado calor. Si observas esto con una cafetera eléctrica, desenchúfala inmediatamente y deja que se enfríe por uno o dos minutos antes de volver a conectarla.
-
4Al terminar la preparación, desconéctala inmediatamente y retira el café molido. Cuando el temporizador suene (o, si tienes una cafetera con un temporizador automático, cuando esta se apague automáticamente), desenchufa la cafetera. Abre la tapa cuidadosamente y retira la canasta superior que contiene el café molido mojado. Deséchalo de la forma que desees.
- En este momento ¡has terminado! ¡Sirve el café y disfrútalo!
Parte 3
Parte 3 de 3:Preparar un buen café percolado
-
1Elige un café fino y de baja acidez. Como se mencionó anteriormente, el café que se prepara en una cafetera tiende a ser un poco fuerte, amargo y "lodoso". Esto se debe a que, a diferencia de muchos otros métodos de preparación de café, la percolación involucra una recirculación continua de agua a través del café molido, en lugar de simplemente dejar que se escurra una vez. Sin embargo, con unos cuantos trucos simples, es posible preparar café no demasiado fuerte en una cafetera. Por ejemplo, comenzar con un tueste que esté clasificado como ligero, fino, bajo en cafeína y de mínima acidez puede reducir la amargura del café percolado. Aunque la percolación generalmente hace que el café sea más fuerte de lo que sería de otro modo, comenzar con ingredientes "suaves" ayuda a minimizar este efecto.
- Si estás buscando un café más suave, intenta comprar un tueste etiquetado como "suave" o "fino" de tu marca favorita de café u opta por un tueste "oscuro"; aunque estos pueden ser amargos, tienen un menor contenido de cafeína y acidez que los tuestes ligeros. Si tienes el dinero suficiente, también puedes intentar con un tueste artesanal suave.[1] ¡No te olvides de que también tienes la opción de preparar café descafeinado!
-
2Utiliza granos gruesos. Cuando se trata de café molido, en general, mientras más finos los granos, estos transferirán más rápidamente su sabor al agua y producirán un café más fuerte. Debido a esto, cuando uses una cafetera para preparar café, generalmente debes usar granos gruesos. Los granos gruesos interactuarán con el agua con menor rapidez, lo que resultará en un jarro final que no sea tan fuerte como lo sería de otro modo.
- Si tienes tu propio molino de café, intenta utilizar la configuración para "grueso". De otro modo, si compras el café premolido, busca una etiqueta de "grueso" en el empaque.
-
3Mantén la temperatura del agua entre 90 y 93 grados Celsius (195 a 200 grados Fahrenheit). Al percolar, la temperatura es clave; si es demasiado fría, el agua no se desplazará hacia arriba por el tubo central, pero, si es demasiado caliente, corres el riesgo de tener una taza de café recocido que sea muy fuerte y poco atractiva. Para una preparación óptima, generalmente debes mantener el agua entre 90 y 93 grados Celsius (195 a 200 grados Fahrenheit) durante el proceso de percolación. Esto es justo por debajo del punto en donde el agua comienza a echar humo y hervir (100 grados Celsius o 212 grados Fahrenheit), pero no tan fría que el proceso de preparación se prolongue innecesariamente.
- Intenta usar un termómetro de cocina para revisar la temperatura del agua a medida que el café percola. Para una lectura precisa, intenta no tocar los lados metálicos calientes del jarro con el termómetro. En cambio, sumérgelo cuidadosamente en el líquido.
-
4Deja que el café se asiente después de prepararse para eliminar la nubosidad. El café percolado tiene una reputación por ser un poco turbio o "lodoso". Afortunadamente, en la mayoría de casos, esto es fácil de arreglar. Simplemente deja que el café repose por unos minutos después de percolarse. Esto le da a las partículas y sedimentos suspendidos en el agua tiempo para asentarse, resultando en una taza de café más clara.
- Toma nota de que hacer esto puede producir un "charco" de sedimento en la parte inferior de tu taza cuando termines de beberlo. Debes evitar beber esto, ya que a algunos bebedores de café les parece amargo y poco apetecible.
-
5Mantén el tiempo de percolación corto. Si no puedes hacer que tu café percolado sepa mejor con ningún otro método, simplemente reduce la cantidad de tiempo que lo dejas percolando. Como se ha mencionado a lo largo del artículo, percolar café puede ocasionar que el producto final sea excepcionalmente fuerte en comparación con otros métodos, así que reducir la cantidad de tiempo que lo dejas preparándose puede contrarrestar esto. Aunque la mayoría de instrucciones de preparación recomiendan percolar por alrededor de siete a diez minutos, está bien prepararlo hasta por solo cuatro o cinco minutos si resulta en un café que te parece más apetitoso.
- Si no estás seguro de cuánto tiempo percolar el café, más vale prevenir y utilizar un menor tiempo, pero debes estar dispuesto a experimentar para encontrar la longitud de tiempo que sea adecuada para ti.
Consejos
- Siempre resella firmemente la bolsa de café. El oxígeno es un veneno para el sabor.
- Es mejor guardar los granos de café a temperatura ambiente, en un armario oscuro en un recipiente hermético. Refrigerar o congelar los granos destruye los aceites esenciales que forman una parte fundamental del aroma y el sabor.
- Utiliza Splenda®, Sweet N' Low®, Equal®, Stevia® o néctar de agave para un endulzante bajo en calorías.
- Debido a que el café es mayoritariamente agua, es muy importante prepararlo usando agua de buena calidad. Nada destruye el sabor del café como el cloro. Utiliza agua que haya sido filtrada (como mínimo) a través de un filtro de carbón activado para eliminar el sabor y el olor a cloro.
- Es posible que necesites ajustar la cantidad de café molido o de agua para adaptarlo a tu gusto.
- Para un mayor sabor a café, siempre utiliza granos recién molidos.
Advertencias
- No comiences a utilizar una cafetera con agua caliente.
- Como siempre que se trabaja con líquidos calientes, ten cuidado.
- Una buena cafetera mantendrá la temperatura del café entre 88 y 93 grados Celsius (190 a 200 grados Fahrenheit) a lo largo del proceso de percolación. Desafortunadamente, una cafetera tiende a hervir el café, arruinando lo mejor de los sabores.
- Percolar café comienza a extraer color y sabor del café molido desde la primera percolación. Ahí terminan los aspectos positivos. Este proceso burbujea el agua a través del café molido continuamente hasta que el elemento de calentamiento se apaga.
Cosas que necesitarás
- Cafetera
- Café molido
- Agua fría y clara
- Fuente de calor o toma de corriente
- Taza