La preparación de una taza perfecta de café negro es cuestión de arte. El café negro sin azúcar, leche ni crema puede ser un gusto adquirido, pero, de esta forma, la persona que lo bebe puede enfocarse más en el cuerpo del sabor proveniente de los granos recién tostados. Si bien este tipo de café suele prepararse en una cafetera, algunos expertos modernos tienden a insistir que el mejor sabor se obtiene dominando el método del goteo.

Método 1
Método 1 de 2:
Preparar café negro por goteo

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    Compra café en grano recién tostado. Debes conseguirlo directamente de quien lo tueste, en el espacio de alrededor de una semana después de que se realice este proceso. De lo contrario, cómpralo a un tostador nacional de café de buena reputación en una bolsa sellada al vacío.
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    Consigue un molinillo de café o pide que te lo muelan en donde lo compres. Lo mejor es tilizar un molinillo que tenga muelas en lugar de cuchillas. Asimismo, obtendrás los mejores resultados moliendo el café cada día antes de prepararlo.
    • Experimenta con el tamaño de la molienda. Se suele preferir una molienda más fina, aunque esto puede producir un café de un sabor más amargo que el que se obtendría con una molienda más gruesa.
    • Según varias recomendaciones, lo ideal es apuntar a que la molienda sea del tamaño del azúcar grueso.
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    Usa agua de buena calidad. Lo más probable es que el agua del grifo produzca un buen café si es que tiene un buen sabor. Nunca debes usar agua suavizada ni destilada. Sin embargo, si quieres reducir el sabor a químicos que se puede percibir en algunos tipos de agua del grifo, puedes usar agua filtrada con carbón.
    • Ten en cuenta que los minerales que el agua contiene son fundamentales para la preparación del café.
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    Consigue una jarra eléctrica, un embudo y filtros sin blanquear. Usarás estos utensilios para preparar el café por goteo. Según la mayoría de los aficionados, el café negro con el sabor más intenso se obtiene mediante el método del goteo a una sola taza.
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    Coloca el embudo sobre una taza. Esta debe tener la capacidad suficiente como para que quepa todo el café que vayas a preparar. Justo antes de empezar, coloca alrededor de tres cucharadas de café molido en el filtro.
    • Las personas que se toman más en serio la preparación del café tienden a no enfocarse tanto en el volumen de los granos café sino más bien en su peso. Por tanto, si optas por seguir este método, debes usar entre 60 y 70 g (2 a 2,5 onzas) por cada litro (4 tazas) de agua que utilices. Luego, puedes modificar estas proporciones basándote en el tamaño de la taza.[1]
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    Hierve la jarra eléctrica. Luego, espera entre 30 segundos y 1 minuto para que se enfríe. También puedes simplemente apagarla justo antes de que empiece a hervir. La temperatura ideal para la preparación del café es de 93 °C (200 °F).
    • Ten en cuenta que, en general, debes usar agua de menor temperatura mientras más oscuro sea el tueste. Por ejemplo, si el tueste es más claro, debes usar agua de hasta 97 °C (207 °F), mientras que, si es más oscuro, la temperatura debe ser de 90,5 °C (195 °F).
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    Programa 4 minutos en el temporizador. Vierte agua por primera vez sobre el café molido para humedecerlo. Apenas debes verter aproximadamente entre 30 y 60 ml (1 a 2 onzas) de agua para esto. Luego, espera 30 segundos antes de volver a verter agua sobre el café y repite el procedimiento hasta que se te acabe el agua y se terminen los 4 minutos.[2]
    • También puedes experimentar programando tres minutos en el temporizador. Sin embargo, debes tratar de no llenar en exceso el filtro. Quizás termines prefiriendo los resultados obtenidos mediante este menor tiempo de preparación.[3]
    • Los tuestes claros necesitan un mayor tiempo de preparación, mientras que los más oscuros necesitan menos tiempo.[4]
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Método 2
Método 2 de 2:
Preparar café negro en una cafetera

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    Compra el café en grano recién tostado en tandas más pequeñas. Esto se debe a que, si los granos entran en contacto con el aire o la luz solar, se ranciarán.
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    Consigue filtros de café sin blanquear del tamaño adecuado para la cafetera. También tómate un tiempo para limpiarla si no sabes cuándo fue la última vez que lo hiciste. De esta forma, el café tendrá el mejor sabor posible. Para ello, llénala con una mezcla de partes iguales de vinagre blanco destilado y agua y prográmala en el modo de limpieza o en el modo de preparación simple.[5]
    • Luego, llénala de agua y programa dos modos de preparación adicionales. De esta forma, te asegurarás de eliminar completamente todos los residuos de vinagre.
    • Si vives en un lugar en donde el agua sea muy dura, puedes usar una mezcla con una mayor proporción de vinagre. Realiza esta limpieza todos los meses.
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    Utiliza un molinillo de muelas o de cuchillas para moler los granos cada día antes de preparar el café. Ten en cuenta que, si bien los molinillos de muelas producen una molienda más uniforme, también son mucho más costosos que los de cuchillas. En caso de que optes por uno de cuchillas, asegúrate de mecerlo varias veces al moler los granos para que la molienda sea más uniforme.
    • Experimenta con el tamaño de la molienda. Una molienda más fina producirá un café de mayor sabor, aunque también puede producir un café más amargo.
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    Utiliza aproximadamente 2 3/4 de cucharada de café molido por cada taza de 235 ml (8 onzas). Con la práctica, sabrás determinar cuántas cucharadas de granos de café se necesitan para producir esta cantidad de café molido. Puedes modificar esta cantidad a tu gusto.[6]
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    Apaga la opción de calentamiento automático. La mayoría de las cafeteras tiene una opción que les permite preparar el café a exactamente 93 °C (200 °F). Sin embargo, la opción de calentamiento podría hacer hervir el café, dándole un sabor amargo. Por tanto, bebe de inmediato el café negro recién preparado para obtener los mejores resultados.
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    Listo.
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Consejos

  • Compra los granos de café en tandas que puedan durarte entre 5 y 7 días y guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente en un lugar alejado de la luz solar directa. No debes guardarlo ni en el refrigerador ni en el congelador.
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Cosas que necesitarás

  • café en grano recién tostado
  • recipiente hermético para almacenarlo
  • molinillo de muelas o de cuchillas
  • filtros sin blanquear
  • cafetera o gotero
  • balanza (opcional)
  • cucharas medidoras
  • agua del grifo o filtrada con carbón
  • vinagre (para limpiar)
  • temporizador

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Categorías: Café
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