La citología vaginal, conocida también como prueba de Papanicolaou, es un procedimiento ginecológico que se realiza como parte de un examen pélvico regular. Generalmente, se realiza durante un chequeo médico anual y solo toma unos cuantos minutos. Es esencial pasar por este examen una vez al año, ya que permite detectar la presencia de células anormales en el cuello uterino que podrían ser precancerosas. Hay algunas pautas que puedes seguir como preparación antes del examen para que te sientas más cómoda, ya sea la primera vez que pasas por esta prueba o si ya te la hiciste antes para que las tengas presentes. ¡Es normal si te sientes un poco nerviosa antes del examen, pero antes de que te des cuenta, ya habrá terminado!

Método 1
Método 1 de 3:
Prepararte para el examen

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    Programa tu cita para una semana después del fin de tu período. Si te toca tu chequeo y la citología vaginal anual, trata de programar la cita para la semana posterior a tu período o para cualquier día en que no estés menstruando. Si estos son irregulares, comunícate con tu ginecólogo con anticipación para que conversen al respecto y te sugiera en qué momento realizarte el examen.[1]
    • El médico determinará la conveniencia de realizar la prueba mientras estás menstruando o si tienes un sangrado irregular; sin embargo, no es lo más recomendable, ya que los resultados podrían alterarse. Si te vas a realizar el examen durante tu período, deberás usar toallas sanitarias en lugar de tampones durante los 2 primeros días previos a la cita.
    • Si tienes más de 21 años, deberías someterte a una prueba de Papanicolaou cada 3 años.
    • Si tienes más de 30, solo necesitas realizarte el examen cada 5 años. No obstante, el médico podría recomendarte que te sometas a la prueba con mayor frecuencia según tu caso en particular como, por ejemplo, si tienes antecedentes médicos de cáncer de ovario.
    • Si te han practicado una histerectomía completa (extirpación del útero y cuello uterino), no hace falta realizar este examen a menos que te hayan sometido a una cirugía de cáncer o precáncer cervical.
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    Evita las duchas vaginales durante los 2 o 3 días previos al examen. Si tienes costumbre de realizar duchas vaginales, evítalas durante los 2 o 3 días anteriores al examen, ya que podrías eliminar células anormales que el médico requiere examinar. Además, esta práctica altera el equilibrio bacteriano vaginal, lo que podría incrementar el riesgo de infecciones.[2]
    • Asimismo, suspende el uso de espumas espermicidas o medicamentos vaginales durante los 2 días previos al examen, ya que estos productos también pueden alterar los resultados.
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    Evita el sexo vaginal durante 48 horas antes de la prueba. Abstente de mantener relaciones sexuales durante los 2 días anteriores al examen; de lo contrario, las células anormales de la vagina podrían camuflarse y los resultados perderían precisión.[3]
    • La masturbación es positiva, pero si vas a hacerlo, evita el uso de lubricantes.
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    Prepárate para responder preguntas acerca de tu ciclo menstrual. Si mantienes un registro de las fechas de inicio y fin de tu período en una agenda o en un calendario, llévalo a tu cita. El médico te hará preguntas relacionadas con las fechas de tu ciclo, qué tan abundante es, y si tienes o no sangrados irregulares entre períodos. Quizá te sientas rara al hablar del tema, pero el médico está acostumbrado; solo muéstrate franca y honesta.[4]
    • Asimismo, te preguntará si presentas dolores pélvicos durante tu período.
    • Si usas algún método anticonceptivo, probablemente también necesite que le informes sobre el tema (por ejemplo, si te sientes cómoda con el método que usas y qué efectos ha tenido sobre tu ciclo menstrual).
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    Anota todas tus preguntas antes de llegar al consultorio. Si durante los días previos al examen surgen preguntas que quisieras hacerle al médico, asegúrate de escribirlas para que no se te olviden, ya que si estás nerviosa quizá no puedas recordarlas. También puedes anotarlas en una aplicación para tomar apuntes en tu teléfono.[5]
    • Por poner un ejemplo, quizá tengas preguntas sobre tu período como: “¿Es normal el dolor de cadera durante la menstruación?” o “Tengo planeado tener un bebé en los próximos meses. ¿Cuándo debo suspender el uso de anticonceptivos?”.
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    Utiliza prendas cómodas que sean fáciles de poner y sacar. Prepárate para quitarte toda la ropa y ponerte una bata que se abre por delante. Asimismo, considera la posibilidad de ponerte unos pantalones holgados o una falda, ya que después del examen quizá te sientas un poco incómoda o sientas un exceso de humedad.[6]
    • Algunas opciones que pueden resultar adecuadas son una falda con una blusa, un buzo, ropa deportiva o unos jeans de tela suave.
    • Puede ser que presentes un exceso de humedad debido al lubricante que el médico utiliza con el espéculo. Para que te sientas más cómoda, siempre puedes limpiarte y secarte con papel higiénico; sin embargo, todo volverá a la normalidad en unas cuantas horas.
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    Anda al baño justo antes del examen. Antes de salir de casa entra al baño, incluso si no sientes ganas. Si para llegar al consultorio tienes que manejar de 10 a 15 minutos, trata de llegar 5 o 10 minutos antes para que puedas ir al baño antes de que sea tu turno.[7]
    • Durante el examen sentirás una presión en la pelvis y tendrás la sensación de que necesitas orinar en ese momento y en ese lugar, por eso te sentirás más cómoda si vas al baño con anticipación.

Método 2
Método 2 de 3:
Conversar con el médico antes del examen

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    Siéntete libre de hacerle preguntas al médico antes y durante el examen. Si tienes dudas en tu mente acerca del examen, no temas preguntar. Escuchar lo que el médico tiene que decirte hará que no te sientas tan nerviosa. Generalmente, durante la prueba los médicos van explicando al paciente lo que están haciendo, no obstante, cada uno tiene una forma de trabajar distinta.[8]
    • Por ejemplo, puedes preguntarle si sentirás algún dolor o si solo sentirás algo extraño. Quizá también quieras saber si necesitas lavarte la vagina después del examen.
    • Si tú o un miembro de tu familia ha sufrido de cáncer de mama, es necesario que le pidas al médico que te enseñe cómo realizar una autoexploración mamaria de tal forma que puedas hacerla entre citas.
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    Coméntale al médico cualquier cambio que hayas notado en la zona genital. Independientemente si previamente te han realizado una citología vaginal o no, si has observado algún cambio en tu zona vaginal debes de conversar con el médico como, por ejemplo, enrojecimiento anormal, picazón, hinchazón o úlceras. Probablemente resulte incómodo hablar de este tema, pero es necesario para determinar si todo está bien o existe algún problema en la zona. Trata de ser lo más franca y honesta posible, ¡lo más probable es que tu ginecólogo lo haya visto y oído todo! [9]
    • Esto cobra particular importancia si has tenido sexo sin protección, ya que la picazón, la presencia de úlceras que saltan a la vista y la inflamación pueden ser síntomas de una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
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    Infórmale a tu médico si anteriormente has tenido algún problema durante un examen pélvico. Comunícale al médico si anteriormente has tenido alguna mala experiencia durante algún examen o si has sido víctima de abuso sexual (como una violación) que pueda provocar cierto nivel de incomodidad. Quizá sea difícil tocar el tema (no hace falta entrar en detalles), pero vale la pena hacerlo de tal forma de que te sientas tan cómoda como sea posible. El médico adaptará lo que tenga que hacer durante el examen de acuerdo a tus necesidades.[10]
    • Por ejemplo, antes de iniciar el examen puedes informarle al médico que en el pasado has sido víctima de abuso sexual y pedirle que te indique qué es lo que va a hacer y en qué momento para saber a qué atenerte y no sentirte tan incómoda.
    • Si has sido víctima de abuso sexual y el médico que te atenderá es nuevo, lo recomendable sería que programes una cita preliminar para generar confianza y puedas hacerle saber qué es lo que te haría sentir incómoda.
    • En algunos casos, el médico permite que la propia paciente se introduzca el espéculo si eso hace que se siente menos incómoda.
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    Pregúntale al médico si alguien más podría estar presente durante el examen si te sientes muy nerviosa. Si estás inquieta, pregúntale si una enfermera podría acompañarte o si acudiste a la cita con un familiar o una amiga, averigua si pueden estar presentes durante el examen para ayudar a calmar tus nervios.[11]
    • Puedes solicitar la presencia de una enfermera mujer durante la prueba si eso te hace sentir más cómoda.

Método 3
Método 3 de 3:
Durante el examen

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    Desvístete de tal forma que te sientas cómoda y ponte la bata que se abre por delante. Si fuera necesario que te desvistas completamente, la enfermera te dará una bata de hospital. Asegúrate de que se abra por delante. Si la enfermera te pide que te desvistas solo de la cintura para abajo, puedes quedarte con la blusa puesta.[12]
    • Si únicamente te van a realizar una citología vaginal (y no un examen de mamas) lo más probable es que solo tengas que desvestirte de la cintura para abajo.
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    Acuéstate en la mesa de exploración y coloca los pies en los estribos. Deslízate hacia abajo de tal manera que tus nalgas queden al borde la mesa; quizá te sientas un poco extraña, pero si la pelvis está cerca al extremo de la mesa el examen se realiza con más facilidad. Si el médico va a demorar en llegar, no hay problema si acomodas tus piernas fuera de los estribos de la forma que quieras para que te sientas más cómoda mientras esperas.[13]
    • Los estribos permiten que las piernas se mantengan lo suficientemente separadas para que el médico pueda realizar el examen con comodidad.
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    Deja que el médico introduzca el espéculo dentro de tu vagina. Intenta relajarte mientras te preparas para que el médico coloque este instrumento de plástico o de metal dentro de tu vagina. Al comienzo, mientras lo introduce, quizá sientas que está muy frío, pero esto es solo al principio, luego pasará.[14]
    • Para que el procedimiento sea más sencillo el médico lubricará el espéculo con anterioridad.
    • Asimismo, lo entibiará para mayor comodidad.
    • Este instrumento ayuda a mantener separadas las paredes vaginales de tal forma que el médico pueda examinar el cuello uterino.
    • En muchos consultorios, colocan una imagen o algo gracioso en el techo para que la paciente se distraiga en caso se sienta incómoda o nerviosa.
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    Permanece quieta y respira mientras el médico realiza el raspado del interior del cuello uterino. Durante esta parte del examen es posible que sientas una ligera presión y molestia, así que respira hondo para ayudar a relajarte. No te dolerá, solo sentirás algo extraño. Trata de pensar en otra cosa o en algo que te distraiga para que no te enfoques en lo que sientes.[15]
    • Es probable que el médico permanezca pendiente de ti para verificar que te sientas relativamente cómoda.
    • El dispositivo de raspado es un cepillo suave que se usa para tomar una muestra de las células del cuello uterino.
    • ¡Siéntete libre de hablar con el médico o con la enfermera acerca de algo que te distraiga como, por ejemplo, un acontecimiento reciente, películas, música o sobre cualquier cosa que te guste!
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    Espera hasta 2 semanas para obtener los resultados. Espera noticias acerca de los resultados en cualquier momento después de unos días y las 2 semanas siguientes. Las muestras se enviarán a un laboratorio y algunos de ellos demoran más que otros en enviar los resultados, así que no pienses que el médico se ha olvidado del tema ni tampoco es necesario que te contactes con él todos los días.[16]
    • El médico se comunicará contigo cuando los resultados estén listos para conversar al respecto.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Jennifer Butt, MD

    Jennifer Butt, MD

    Obstetra y ginecóloga certificada por lel colegio oficial
    Jennifer Butt tiene un doctorado en Medicina, y es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial que opera su consultorio privado, Upper East Side OB/GYN, en la ciudad de Nueva York. Está afiliada al Hospital Lenox Hill. Recibió una licenciatura en estudios biológicos en la Universidad de Rutgers y un doctorado en Medicina en la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson. La doctora Butt está certificada por la Junta Americana de Obstetricia y Ginecología. Es miembro del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, y miembro de la Asociación Médica Estadounidense.
    Jennifer Butt, MD
    Jennifer Butt, MD
    Obstetra y ginecóloga certificada por lel colegio oficial

    Sabías que? El hecho de obtener un resultado anormal en una citología vaginal no implica necesariamente que debas preocuparte. Mientras te realices la prueba periódicamente y cuentes con los cuidados de seguimiento adecuados, en realidad, las posibilidades de que esto se convierta en algo maligno o canceroso son muy pequeñas.

Consejos

  • Lee los comentarios en la internet o pídeles a tus familiares o amigos que te recomienden un ginecólogo que sea gentil en su trato con los pacientes.
  • Los ginecólogos y enfermeras están acostumbrados a ver genitales todos los días, así que no hay motivo para avergonzarse.
  • Si te sientes nerviosa, evita programar actividades una hora antes y una hora después del examen para que tengas tiempo de prepararte y relajarte.

Advertencias

  • Si el médico te toca de manera no apropiada (de una forma que no tenga nada que ver con el examen) o te hace comentarios indebidos u obscenos acerca de ti o de tu cuerpo, retírate del consultorio y denúncialo ante la junta médica estatal o con la autoridad competente en tu país. Asimismo, puedes comunicarte con su superior o con la linea de atención policial para no emergencias.[17]

Acerca de este wikiHow

Jennifer Butt, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por lel colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Jennifer Butt, MD. Jennifer Butt tiene un doctorado en Medicina, y es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial que opera su consultorio privado, Upper East Side OB/GYN, en la ciudad de Nueva York. Está afiliada al Hospital Lenox Hill. Recibió una licenciatura en estudios biológicos en la Universidad de Rutgers y un doctorado en Medicina en la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson. La doctora Butt está certificada por la Junta Americana de Obstetricia y Ginecología. Es miembro del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, y miembro de la Asociación Médica Estadounidense. Este artículo ha sido visto 3144 veces.
Categorías: Salud de la mujer