Las hemorroides son venas dilatadas que se pueden encontrar fuera o dentro del ano. Pueden ser causadas por una mayor presión en las venas pélvicas y rectales, y guardan relación con el estreñimiento, la diarrea y la tensión al evacuar. Las hemorroides internas pueden ser difíciles de autodiagnosticar, pero hay algunos signos y síntomas de los que puedes estar al tanto.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Detectar los síntomas de las hemorroides

  1. 1
    Debes estar al tanto del sangrado durante las evacuaciones. Podrías notar un poco de sangre en el papel higiénico o en el inodoro. Este es el síntoma más común de una hemorroide interna.
    • La sangre o la mucosidad en las heces también pueden ser un síntoma de otras enfermedades. Podrían ser un signo del cáncer del colon y del recto, así como de hemorroides.[1] Asegúrate de consultar con tu médico si presentas estos síntomas.
  2. 2
    Fíjate si tienes la sensación de un recto lleno, incluso después de haber evacuado. Muchas personas con hemorroides internas describirán una sensación de que no han evacuado por completo. Es probable que esto se deba a que las venas protuberantes de una hemorroide se sienten similares a las heces en el ano.
  3. 3
    Debes saber que una hemorroide interna puede salir del ano. Podrías sentir que una hemorroide interna ha sobresalido cuando te limpias alrededor del ano. Será una masa de piel rosa que ha salido del ano.[2] Se denomina prolapso y puede causar la filtración de contenido rectal. Si tienes un prolapso, puede causarte un poco de molestias, pero por lo general no es doloroso.
    • Las hemorroides internas no son dolorosas porque no hay fibras dolorosas en las venas de ese lugar.
  4. 4
    Debes sospechar que tienes una hemorroide si corres el riesgo de tener una. Aunque las hemorroides normalmente son ocasionadas por la tensión durante la evacuación, también pueden ser causadas por la obesidad, por cargar objetos pesados y por el embarazo. Durante la gestación, las hemorroides se deben a la tensión adicional de llevar a un bebé y a la presión adicional resultante en las venas de la parte inferior del abdomen.[3]
  5. 5
    Trata las hemorroides leves en casa. La mayoría de las hemorroides internas pueden tratarse en casa aumentando el consumo de fibra y tomando más agua. Esto suavizará y desarrollará las heces, haciendo que las evacúes con más facilidad. Esto también disminuirá la presión interna que puede causar hemorroides.[4]
    • Come más alimentos ricos en fibras o toma un suplemento de fibras. Sigue las indicaciones del envase si decides tomar un suplemento de fibras.
    • Toma suficiente agua para que no te deshidrates y las heces se suavicen. Se recomienda que tomes entre 9 y 13 vasos de líquidos al día. Por lo general, esto es de 6 a 8 vasos llenos de agua.[5]

Parte 2
Parte 2 de 2:
Recibir un diagnóstico médico

  1. 1
    Comunícate con tu médico si los síntomas no desaparecen rápido. Si crees que tienes una hemorroide interna y esa sensación no desaparece con un mayor consumo de agua y fibras en unos días, debes sacar una cita con tu médico. Él determinará si tienes hemorroides internas u otro problema de salud.
    • Prepárate para el examen anotando tus síntomas, elaborando una lista de preguntas que tenga para el médico y tratando de suavizar las heces.
    • Normalmente, las hemorroides no duelen y puedes reconocerlas si ves que sangre de un rojo intenso pasa por el recto.
  2. 2
    Hazte un examen médico. Un médico puede diagnosticar las hemorroides internas o externas realizándote un examen rectal. El médico tendrá que mirar tu ano durante el examen para que pueda ver las hemorroides y evaluar su gravedad.
    • Asegúrate de que el médico te haga un tacto rectal. En este examen, el médico revisará el recto con un dedo enguantado y lubricado.
  3. 3
    Debes prepararte para más exámenes. Si el sangrado rectal no es causado por una hemorroide, es probable que el médico te recomiende una prueba más extensiva, denominada sigmoidoscopía o colonoscopía. Esto es porque el sangrado rectal es uno de los síntomas del cáncer de colon.[6]
    • La sigmoidoscopia es un proceso que se emplea para revisar el recto y la parte inferior del colon, mientras que la colonoscopía se usa para revisar todo el colon y el recto.[7] Para ambos exámenes, el médico tendrá que insertar un aparato en el ano para observarlo.
    • También se puede usar la anoscopia y endoscopía para diagnosticar las hemorroides internas. Con una anoscopia, el médico inserta un tubo delgado con luz a unos centímetros del recto.[8] Una endoscopía es similar, pero el tubo podría meterse más adentro del recto o colon.[9]
  4. 4
    Recibe un tratamiento médico. Los tratamientos médicos de las hemorroides internas pueden ser molestas e incómodas, pero por lo general no son dolorosos. Estos son algunos tratamientos médicos para las hemorroides internas:[10]
    • Ligación. Se ata una liga elástica alrededor de la base de la hemorroide para cortar el flujo sanguíneo.
    • Inyección o solución química elaboradas para encoger la hemorroide.
    • Cauterización. Se quema la hemorroide.
    • Hemorroidectomía. Se extirpa la hemorroide mediante un procedimiento quirúrgico.

Acerca de este wikiHow

Chris M. Matsko, MD
Coescrito por:
Médico de medicina familiar
Este artículo fue coescrito por Chris M. Matsko, MD. El Dr. Chris M. Matsko es un médico retirado con sede en Pittsburgh, Pennsylvania. Con más de 25 años de experiencia en investigación médica, el Dr. Matsko recibió el Premio a la Excelencia de la Universidad de Pittsburgh Cornell. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Cornell y un doctorado en medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple en 2007. El Dr. Matsko recibió una certificación de Escritura de Investigación en la Asociación Americana de Escritores Médicos (AMWA, por sus siglas en inglés) en 2016 y una Certificación de Escritura y Edición Médica en la Universidad de Chicago en 2017. Este artículo ha sido visto 16 162 veces.
Categorías: Estreñimiento