La mayoría de los niños empieza a perder los dientes de leche alrededor de los 6 años y, por lo general, los dientes de la parte frontal de la boca son los primeros en caerse. Para los niños, perder los dientes de leche puede ser emocionante y aterrador. Ellos pueden estar esperando impacientemente que se les caiga un diente y al mismo tiempo sentir ansiedad sobre si se lo tragarán o no mientras comen o duermen, o si será doloroso. Como padre, puedes aliviar su ansiedad y minimizar el dolor que puede ocurrir cuando un diente está listo para salir. Anima a los niños a mover y aflojar el diente por su cuenta, y solo tira de él si ya está muy flojo.

Método 1
Método 1 de 4:
Dejar que el diente del niño caiga naturalmente

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    Evalúa qué tan listo está el diente para salir. Los dientes de leche se aflojan gradualmente y, a menudo, tardan dos o más semanas en aflojarse lo suficiente como para sacarlos de la boca del niño. Si bien los niños estarán emocionados de perder sus dientes de leche, puede ser doloroso si el diente no está lo suficientemente flojo. Revisa el diente y ve si está listo para salir. Si solo está conectado por un pequeño hilo de tejido de las encías, anima al niño a que lo afloje hasta que se caiga.
    • La raíz de un diente de leche se reabsorbe lentamente por el crecimiento del diente permanente que se encuentra debajo. Si este proceso no se completa, sacar el diente puede causar dolor y sangrado.
    • A menos que un diente esté muy flojo (literalmente, colgando de un hilo), evita sacárselo de la boca del niño.[1] Sacar un diente puede ser doloroso para él y además podrías dañar el tejido de las encías.
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    Anima al niño a presionar su lengua contra el diente flojo. La mayoría de los niños facilita la caída del diente de esta manera, moviendo los dientes hacia adelante y hacia atrás sin dolor con los dedos. Aliéntalo a usar estas tácticas para aflojar más los dientes por su cuenta, lo que la mayoría de ellos estará feliz de hacer.
    • También es importante recordarle que este proceso toma tiempo. Si un diente está demasiado tenso para caerse, dile que pueden pasar varios días antes de que salga por sí solo.
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    Deja que el niño manipule sus propios dientes. Como padre, puede ser tentador sacarle un diente a tu hijo. Sin embargo, es mejor dejar que mueva y afloje sus dientes por su propia cuenta. A menudo, los dientes flojos salen solos después de que el niño los manipule incesantemente.
    • En lugar de tirar innecesariamente del diente del niño, deja que lo afloje con el tiempo. Él podrá medir su propio dolor (o la ausencia del mismo) y podrá saber cuándo y qué tan fuerte están tirando del diente.
    • Haz que se lave las manos primero para ayudar a prevenir infecciones causadas por suciedad o bacterias en las manos.

Método 2
Método 2 de 4:
Sacar un diente flojo de la boca del niño

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    Aplica un analgésico oral en las encías alrededor del diente. El analgésico tardará de 2 a 3 minutos en adormecer las encías. Mientras esperas, tranquiliza al niño diciéndole que el proceso de extracción del diente flojo no le causará dolor.[2] Si el niño tiene miedo de sentir dolor, también le puedes dar una dosis para niños de un analgésico de venta libre, como ibuprofeno.
    • Puedes comprar analgésicos orales o ibuprofeno en cualquier farmacia o botica de tu localidad. Los analgésicos no requieren una receta. Consulta con un dentista pediátrico antes de darle el analgésico para asegurarte de administrar la dosis correcta.
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    Mueve suavemente el diente para aflojarlo. En lugar de tirar de él, muévelo ligeramente hacia adelante y hacia atrás, y de izquierda a derecha, si es posible, para ayudar a aflojar más fibras. El diente debe estar bastante flojo en este punto. Si todavía está firmemente adherido a la encía, entonces no está listo para que lo extraigas. Una vez que se haya aflojado, podrás empezar a sacarlo de la encía del niño con mucho cuidado.
    • Antes de poner las manos en la boca del niño, primero colócate un par de guantes de látex o usa un paño de algodón limpio para tocar el diente.
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    Tira del diente con firmeza hasta salga. Un diente debe estar muy flojo antes de tratar de sacarlo.[3] Incluso si lo está, evita tirar de él, ya que es probable que estos movimientos bruscos le causen dolor al niño y le rompan las encías. Ejerce una presión suave y constante sobre el diente, o incluso gíralo ligeramente hasta que las últimas fibras que conectan el diente con la encía se rompan.
    • Después de extraerlo, límpialo con un pequeño trozo de gasa. También puedes presionar un poco de ella en el lugar donde estaba el diente en la boca del niño para detener el sangrado.
    • Una vez que el diente esté limpio, enséñaselo al niño. Los niños suelen sentir curiosidad por los dientes que les salen de la boca. Deja que lo sostenga y lo ponga debajo de la almohada para el hada de los dientes.

Método 3
Método 3 de 4:
Incentivar al diente a que caiga por sí solo

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    Dale al niño alimentos duros o masticables. La firmeza de los alimentos duros hará que el diente se atasque en la comida y se separe de las encías del niño, o simplemente hará que se desprenda. Hazlo solo cuando el diente está muy flojo; de lo contrario, el niño podría sentir dolor e hinchazón innecesarios, lo que puede requerir una visita al dentista. Algunos ejemplos de alimentos duros que pueden sacar el diente incluyen:
    • zanahorias crujientes
    • manzanas o melocotones crujientes
    • caramelo o chicle para masticar
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    Pídele al niño que use hilo dental todos los días. Por supuesto, ya debe hacerlo, pero recuérdale que es importante. A menudo, las fibras del hilo dental se engancharán dentro o debajo de diente suelto y lo sacarán sin dolor de su boca.
    • Trata de hacerlo solo cuando el diente está muy flojo. Si el niño trata de usar hilo dental para sacar un diente que no está listo para caer, el proceso será doloroso y podría terminar lastimándose las encías.
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    Consulta con un dentista si el diente no quiere salir. Si el niño tiene un diente flojo que no sale por sí solo, o si le duele mucho, llévalo al dentista. Un dentista puede evaluar si el diente está sano o si se va a caer prematuramente, quizás debido a una caries u otra infección.[4]
    • Un dentista pediátrico también puede decirte si los dientes permanentes del niño están saliendo correctamente.

Método 4
Método 4 de 4:
Responder a la sangre y los fragmentos de diente

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    Detén cualquier sangrado presionando una gasa limpia sobre la herida. Una vez que has extraído el diente de las encías del niño, es posible que deje algunas manchas de sangre. Esto es común y no hay razón para que tú o el niño se alarmen. Para limpiar la sangre, presiona una gasa o un paño de algodón limpio sobre las encías del niño, o explícale cómo morderlo durante un minuto sin hablar ni mirarlo, y dile que le darás un premio.[5]
    • Si el niño se siente incómodo con la sangre, distráelo diciéndole cuán grande es ahora que perdió su primer diente de leche.
    • Si le has contado sobre el hada de los dientes, explícale que, si deja el diente debajo de la almohada, el hada de los dientes lo visitará y le dejará un dólar debajo de ella.
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    Revisa las encías del niño en busca de fragmentos de dientes de leche. Los dientes de leche suelen salir enteros, en una sola pieza, y no dejan fragmentos rotos. Sin embargo, si el diente se fracturó o se rompió durante el proceso de extracción, es posible que queden fragmentos de hueso en las encías del niño.[6]
    • Tratar de extraer los fragmentos de dientes por tu cuenta podría causarle dolor al niño, sobre todo si están incrustados en la encía.
    • Si hay fragmentos de dientes, programa una cita con un dentista para que se los extraiga lo antes posible.
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    Vigila la herida para prevenir infecciones. Quitar un diente de la boca de un niño dejará una herida abierta en sus encías, la cual sanará rápidamente si no es demasiado profunda. Debido a que la boca contiene bacterias de forma natural, la herida pequeña correrá el riesgo de infectarse. Si bien es poco probable, revisa la boca del niño todos los días durante una semana o dos para asegurarte de que no se esté desarrollando una infección en el lugar donde se extrajo el diente.[7]
    • Asegúrate de que el desgarro en la encía del niño se cure por completo o que un diente adulto haya empezado a asomarse una semana después de haber extraído el diente de leche.
    • Si la encía muestra signos de infección, lleva al niño al dentista lo antes posible.

Consejos

  • Evita medios más dramáticos y complicados de extracción de dientes. Hay muchos videos en línea de niños que se sacan los dientes sueltos atándolos a la perilla de una puerta, un vehículo en movimiento o una tostadora que se deja caer desde un balcón. Sin embargo, estos métodos pueden hacer más daño que bien si se extrae prematuramente un diente flojo y se ejerce una fuerza excesiva.
  • Dale tiempo al diente. Con el tiempo, se caerá por sí solo.
  • Trata de girar y tirar al mismo tiempo el diente, o empújalo suavemente con la lengua en una dirección y luego en la otra para aflojarlo.
  • Con las manos limpias, golpea suavemente el diente contra la lengua hasta que llegue al punto de colgar de un hilo. Luego, tira de él ligeramente.

Acerca de este wikiHow

Tu Anh Vu, DMD
Coescrito por:
Dentista certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Tu Anh Vu, DMD. La Dra. Tu Anh Vu es una dentista certificada por el colegio oficial que dirige su consultorio privado, Tu's Dental, en Brooklyn, Nueva York. La Dr. Vu ayuda a adultos y niños de todas las edades a superar su ansiedad con fobia a los dentistas. La Dra. Vu realizó una investigación relacionada con la búsqueda de la cura para el cáncer de sarcoma de Kaposi y presentó su investigación en la reunión Hinman en Memphis. Recibió su licenciatura en Bryn Mawr College y un doctorado en Medicina Dental en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania. Este artículo ha sido visto 2895 veces.
Categorías: Dientes y boca