Puedes ser naturalmente hermosa realizando algunos cambios pequeños en tus rutinas alimenticias y de belleza. La clave para sentirte más atractiva es saber mantener tu piel saludable, llevar un estilo de vida saludable y cuidar de tu pelo. Si haces unos cuantos cambios para mejorar tu salud y confianza, estarás en camino a lograr una belleza natural en poco tiempo.

Método 1
Método 1 de 3:
Mantener tu piel saludable

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    Determina tu tipo de piel. Saber cuál es tu tipo de piel es fundamental si vas a elegir los limpiadores faciales adecuados y otros productos de maquillaje. Si aún no conoces tu tipo de piel, descúbrelo lavándote la piel antes de acostarte sin ningún otro producto. Al levantarte por la mañana, toca la zona T de tu rostro: frente, mejillas, nariz y mentón. Nota qué partes están grasosas, secas o normales.[1]
    • Si la zona T se siente muy aceitosa, significa que tienes la piel grasosa.
    • Si la zona T está aceitosa y la zona exterior seca, tu piel es mixta.
    • Si la piel está seca por todo el rostro, tu piel es seca.
    • Si la piel de la zona T está un poco aceitosa y relativamente seca (no escamosa) en la zona exterior, tienes piel normal.
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    Quítate el maquillaje con un desmaquillante antes de acostarte cada noche. Aunque sea conveniente dormir con el maquillaje puesto, puede dañar la piel e impedir que se vea joven y radiante. Para retirar el maquillaje con rapidez antes de acostarte, utiliza una almohadilla de algodón con un desmaquillante bifásico o a base de aceite para limpiar el rímel y el delineador de los ojos. Mantén la almohadilla sobre los párpados y las pestañas por 10 segundos para romper el maquillaje.[2]
    • Evita las motitas de algodón, puesto que dejan fibras en la piel que obstruyen los poros.
    • El desmaquillante a base de aceite es más eficaz para el maquillaje a prueba de agua y el desmaquillante bifásico funciona para los demás productos.
    • Utiliza un desmaquillante a base de aceite para el lápiz labial de larga duración.
    • También puedes utilizar almohadillas desmaquillantes ya humedecidas como una opción rápida.
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    Lávate el rostro con un limpiador dos veces al día. El lavado diario del rostro puede romper la acumulación de aceites y maquillaje en los poros durante el día. Para utilizar el limpiador, frótalo en las mejillas, la nariz, alrededor de los oídos, la línea de crecimiento del pelo, la frente y las cejas. Retíralo con una toallita húmeda hasta que el rostro quede limpio.[3]
    • Puedes llenar el lavabo o un bol con agua caliente y colocar tu rostro por encima durante 2 minutos para abrir los poros y soltar la suciedad antes de lavarte.
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    Utiliza menos maquillaje para promover la salud de la piel. Muchos cosméticos contienen químicos dañinos que le restan salud a la piel con el paso del tiempo. Por ejemplo, el corrector cierra los poros y le impide respirar a la piel, mientras que aplicar maquillaje sobre el acné empeora este problema. Diversos tipos de maquillaje también irritan e inflaman la piel.[4]
    • Cuando decides dejar de utilizar maquillaje, puedes desarrollar una perspectiva distinta respecto a las cosas que considerabas como defectos, por ejemplo, las cicatrices, las marcas de nacimiento o las pecas.
    • También te ahorrarás tiempo en la mañana y la noche cuando decidas no utilizar maquillaje en todo momento. No perderás mucho tiempo limpiándolo en la noche y tendrás tiempo para otra cosa que te guste hacer antes de acostarte.
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    Exfolia tu rostro una vez por semana para destapar los poros. Para exfoliarte, lávate la piel y frótate con suavidad el exfoliante. Frota suavemente para no irritar la piel y luego enjuágate con agua tibia.[5]
    • Elige un exfoliante suave no abrasivo y sin alcohol, puesto que el alcohol puede provocar irritación y ardor en la piel.
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    Utiliza protector solar. Cada vez que sales al exterior, aunque esté nublado, expones la piel a los rayos UV que pueden dañarla. Para un máximo efecto, aplica 30 g (1 onza) de protector solar en todas las zonas expuestas de la piel 15 minutos antes de salir al exterior.[6]
    • Debes aplicarte protector solar cada 2 horas o después de nadar o sudar.
    • Para proteger tus labios de los rayos UV, aplica un bálsamo labial que incluya protector solar con un FPS superior a 30.
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    Lávate el rostro con aceite de árbol de té para eliminar el acné. El aceite de árbol de té posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que implica que reduce el enrojecimiento de las espinillas y previene el acné. Para utilizarlo en la piel, dilúyelo con un aceite portador como el aceite de almendras para evitar la irritación. Coloca un par de gotas en una almohadilla de algodón y aplícala en las zonas afectadas de la piel.[7]
    • El aceite de árbol de té de aplicación tópica al 5 % puede ser eficaz para el acné leve o moderado.[8]
    • Para utilizar un limpiador de aceite de árbol de té, echa una cantidad pequeña en lo dedos y frótalo en el rostro y cualquier otra parte afectada con acné. Enjuágate con agua fría después de frotar bien el limpiador en la piel.
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Método 2
Método 2 de 3:
Desarrollar un estilo de vida saludable

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    Come alimentos saludables para retrasar el envejecimiento y evitar las enfermedades. El pescado, la carne blanca, las frutas, las verduras y los frutos secos son excelentes para la salud. Además, las verduras crucíferas, como el repollo, la col rizada, las coles de Bruselas y el brócoli poseen propiedades antiinflamatorias, pueden evitar el cáncer y están llenas de vitaminas. Sustituye los alimentos poco saludables como las grasas procesadas o los carbohidratos simples con alimentos más llenos de vitaminas y minerales.[9]
    • Si te es difícil comer saludable, sustituye una comida a la semana con una alternativa más saludable. Por ejemplo, en vez de hacer una tostada con pan blanco en la mañana, elige una opción de trigo integral.
    • Otra excelente forma de comer saludable es tomar agua en vez de gaseosas o jugos azucarados. Para darle sabor, puedes añadir un chorrito de limón o lima al agua.
    • Comer saludable es un proceso lento y constante. No intentes cambiar tu alimentación de un solo golpe. En vez de eso, haz cambios de forma gradual hasta que comas principalmente frutas saludables, verduras y proteínas de forma regular.
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    Practica comer con moderación para llevar un estilo de vida más saludable. Cuando armes tu plato para una comida, crea un equilibrio de proteína, granos, verduras y frutas. Además, evita salir a comer siempre que sea posible. Preparar tu comida no solo te permite asegurarte de saber lo que hay en ella, sino también te facilita el control de las porciones.
    • Si comes comida rápida de forma regular, redúcela a un par de veces por semana y sustitúyela con comidas caseras.
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    Ejercítate para controlar tu peso, aumentar tu fuerza y evitar las enfermedades. La práctica regular de ejercicios (incluso la actividad aeróbica de intensidad moderada) favorece la pérdida y el control del peso, lo que te hará sentirte más atractiva. Los ejercicios mejoran el estado anímico, así que te sentirás mejor después de hacer actividad física moderada. También aumentan la fuerza de los huesos y los músculos, lo que te evitará lesiones en el futuro.[10]
    • Si no estás acostumbrada a hacer ejercicios, empieza poco a poco para evitar problemas cardiacos. Empieza con una caminata enérgica unas cuantas veces por semana y aumenta la intensidad de forma gradual.
    • Una recomendación general en cuanto a la actividad física es hacer 150 minutos de ejercicios moderados por semana o 75 minutos de ejercicios intensos por semana.[11]
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    Duerme bien logrando de 7 a 9 horas de sueño cada noche. Dormir bien no solo mejora la función cognitiva, sino también es excelente para la salud en general. Mientras duermes, las hormonas curativas trabajan duro para sanar el daño en la piel a causa del sol y la exposición a la contaminación. También evitarás la aparición de ojeras y arrugas prematuras si tienes un sueño de calidad.[12]
    • Limita el consumo de cafeína en la noche, puesto que los estimulantes interfieren con el ritmo circadiano.
    • Duerme en colchones y almohadas cómodas para evitar el dolor de espalda en la noche.
    • Practica un ritual relajante para la hora de dormir. Escuchar música relajante o leer un libro antes de acostarte promueve la calma.
    • Un baño o una ducha también calma los nervios antes de acostarte.
    • Mantén tu habitación más fría para mejorar la calidad de tu sueño.
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    Toma de 6 a 8 vasos de agua al día para tener un cuerpo más saludable. Cada célula corporal necesita agua. Ella es necesaria para mantener las articulaciones lubricadas, combatir la fiebre, transportar oxígeno por todo el cuerpo y regular la temperatura corporal. Tomar más agua también disminuye los brotes de acné eliminando los desechos del cuerpo por medio de la orina y la transpiración.[13]
    • La deshidratación deja la piel más vulnerable al eczema, la psoriasis y las arrugas.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar de tu pelo

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    Lávate bien el pelo dejando un día o conforme sea necesario. Al contrario de la creencia popular, no debes lavarte el pelo a diario. En vez de eso, lávalo cada dos días o cuando empiece a ponerse grasoso. Para lavar bien tu pelo, mójalo bajo un chorro de agua y coloca una cantidad pequeña de champú en la mano. Masajéalo con suavidad en el cuero cabelludo, pero no frotes porque puedes romper tu pelo. Luego, enjuágalo por completo.[15]
    • Dado que las puntas del pelo suelen ponerse más secas que el cuero cabelludo, no les apliques mucho champú.
    • Si tienes problemas de frizz, cepilla tu pelo antes de ducharte para reducir el frizz.
    • Asegúrate de utilizar el champú y el acondicionador adecuados para tu pelo. Por ejemplo, si lo tienes grasoso, utiliza un producto para pelo grasoso o normal.
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    Aplica acondicionador para mantener tu pelo hidratado. Masajéalo en las puntas del pelo o a 2,5 cm (1 pulgada) de distancia del cuero cabelludo. Déjalo actuar en el pelo por 3 a 8 minutos, según su longitud. Programa un temporizador después de aplicar acondicionador. Cuando el temporizador se apague, enjuágate hasta eliminar por completo los residuos de acondicionador.[16]
    • Utilizar acondicionador es bueno para el pelo, pero debes elegir el tipo adecuado para tu tipo de pelo.
    • Si tienes el pelo grasoso, evita aplicar acondicionador en la raíz, ya que esto lo hará aún más grasoso.
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    Seca tu pelo con el aire para evitar el daño a causa del calor. El calor crea puntas abiertas con frizz, así que no utilices la secadora todos los días si puedes evitarlo. En vez de eso, seca tu pelo suavemente con una toalla después de lavarlo.[17]
    • Si necesitas secar tu pelo con la secadora, utiliza un difusor para distribuir el calor de manera uniforme.
    • La plancha alisadora y otras herramientas térmicas de estilismo producen rompimiento del pelo, sin importar lo bien que lo hagan verse. El uso excesivo de estos aparatos quema el pelo con el paso del tiempo.
    • Cuando seques tu pelo con una toalla, no lo frotes de forma enérgica. En vez de eso, aprieta las partes húmedas con suavidad. Esto reducirá el rompimiento y el pelo se verá con menos frizz.
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    Cepilla tu pelo con regularidad para mantenerlo limpio y desenredado. Cepíllalo en la mañana para quitarle el polvo, la suciedad y la piel muerta.[18] Primero cepilla las puntas y luego avanza hacia la raíz para evitar el cepillado doloroso del pelo.[19]
    • Elige un cepillo de cerdas naturales, puesto que tiene menos probabilidades de arrancar tu pelo.
    • Utiliza un peine de dientes anchos en vez de un cepillo para el pelo para desenredarlo y evitar dañarlo.
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    Aplica una mascarilla capilar una vez por semana para hidratar y fortalecer tu pelo. Después de lavarte el pelo, masajea la mascarilla en la raíz y baja hacia las puntas. Utiliza un movimiento de masaje para permitir que la mascarilla cubra el pelo por completo y luego péinate con los dedos. Pon una toalla tibia o un gorro de ducha sobre tu cabeza por 20 minutos y luego enjuaga la mascarilla.[20]
    • De manera opcional, puedes utilizar un suero antifrizz después enjuagar la mascarilla y secarte el pelo.[21]
    • Lee las instrucciones del bote antes de comprar la mascarilla, puesto que algunas mascarillas requieren un uso diario, mientras que otras se utilizan una vez por semana.[22]
    • La frecuencia de uso de la mascarilla capilar depende de tu tipo de pelo. Si tienes el pelo con mucho frizz, deja actuar la mascarilla durante toda la noche para lograr mejores resultados.
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    Utiliza sal marina en espray para obtener rizos naturales. Para utilizar el espray, humedece el pelo y cepíllalo con un peine de dientes anchos. Debe estar húmedo, no empapado. Después aplica la sal marina en espray en la mitad inferior del pelo. Evita utilizarla en la raíz o provocarás frizz. Luego, estruja y tuerce el pelo con las manos desde abajo hacia arriba para formar ondas y rizos.[23]
    • Si te lavas con champú antes de utilizar la sal marina en espray, utiliza un champú hidratante, puesto que los espráis de sal secan el pelo.
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Consejos

  • Utiliza bálsamo labial para hidratar tus labios.
  • Asegúrate de tener las uñas siempre limpias. Ponte un poco de esmalte de uñas transparente para darles un aspecto saludable.
  • Utiliza productos de belleza diseñados para tu tipo de piel, ya sea grasosa, seca o sensible.
  • Sé tú misma.
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Advertencias

  • Si estás empezando a hacer ejercicios y sufres de una enfermedad crónica, consulta con tu doctor para desarrollar una rutina de ejercicios.
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Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

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