Este artículo fue coescrito por Lauren Baker, DVM, PhD. La Dra. Baker es veterinaria y candidata a un PhD en Ciencias Biomédicas Comparativas. La Dra. Baker recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Wisconsin en 2016, y continuó para recibir un PhD a través de su trabajo en Comparative Orthopaedic Research Laboratory.
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Si tu gato tiene un resfriado, podrías preocuparte por eso. Los resfriados en los gatos son infecciones respiratorias menores; sin embargo, todavía necesitan tratamiento. Tu gatito enfermo necesitará tu cuidado para sentirse mejor. Afortunadamente, tratar a uno que tiene resfriado es más fácil de lo que parece.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Cuidar a tu gato en casa
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1Identifica los síntomas. La causa de los síntomas del resfriado en un gato puede ser una infección bacteriana o un virus.[1] Busca síntomas que podrían incluir olfateos, estornudos, secreción nasal, secreción de pus alrededor de los ojos, dificultad para respirar y letargo, todo lo cual puede indicar un resfriado.[2]
- En casos extraños, tu gato también podría tener tos.
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2Mantén húmeda tu casa. El aumento de humedad ayudará a la respiración de tu gato mientras esté enfermo. Si tienes un humidificador, utilízalo, o encierra a tu gato en un baño de vapor unas cuantas veces al día durante 10 a 15 minutos cada vez.[3]
- A algunos gatos no les gusta estar encerrados. Muchos llorarán o rascarán la puerta para salir. Si tu gato lo hace por más de 3 a 5 minutos, no lo obligues. Eso puede causar estrés que exacerbará la enfermedad y prolongará la recuperación.
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3Limpia la cara de tu gato. Cuando tu gato esté enfermo, podrías notar secreción alrededor de sus ojos, nariz y orejas. Unas cuantas veces al día, toma un paño húmedo y lava con cuidado la cara de tu gato mientras le murmuras unas palabras tranquilizadoras.[4] Los gatos reaccionan al tono en tu voz y eso podría ayudarlo a mantenerse calmado mientras haces esta tarea desagradable para ellos.
- Utiliza agua tibia. Asegúrate de que el agua que utilices no esté muy caliente ni fría, ya que eso puede afectar el sistema de tu gato.
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4Anima a tu gato a comer. Si tu gato está enfermo, es posible que no quiera comer. Sin embargo, es importante que obtenga los nutrientes que necesita para mantenerse fuerte durante una enfermedad. Los gatos con frecuencia perderán el apetito cuando se enfermen y se alejarán de los alimentos que ayer habrían devorado con felicidad. Si a tu gato no le interesa comer, trata de calentárselo un poco en el microondas por unos minutos. Esto creará un olor más fuerte y podría incitarlo a comer. También puedes tratar de darle un alimento especial y sabroso que sea más probable que coma.[5]
- Asimismo, puedes tratar de agregar un poco de agua a la comida para que el gato pueda comerla con más facilidad.
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5Separa a las demás mascotas de la casa. Si tienes otras mascotas, tal vez debas separarlas. Hay infecciones que son contagiosas dentro del período de incubación, el cual puede durar entre 2 y 10 días.[6]
- Es posible que tu mascota también sea letárgica y que coma más lento de lo normal. Mantener alejados a los otros animales durante el tiempo de alimentación reducirá la posibilidad de que coman la comida del gato enfermo antes de que este termine de comer.
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6Dale mucha agua a tu gato. Asegúrate de que tenga agua fresca y limpia en todo momento, ya que un gato enfermo necesitará mantenerse hidratado. Presta atención al tazón de agua y rellénalo o límpialo según sea necesario.
- Agregar agua a los alimentos enlatados puede ayudar a tu gato a mantenerse hidratado.
- Las señales de deshidratación incluyen ojos hundidos, encías “pegajosas” y disminución en la elasticidad de la piel.
Método 2
Método 2 de 3:Buscar atención veterinaria
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1Determina si tu gato necesita ver a un veterinario. En general, las infecciones pueden durar de 7 a 21 días. Con frecuencia, una infección menor desaparecerá por sí sola. Sin embargo, bajo determinadas circunstancias deberás buscar un veterinario.
- Si el resfriado de tu gato no desaparece en 5 a 7 días, consulta a un veterinario.
- También debes ver a un veterinario si tu gato está deshidratado, si no come o si tiene dificultades para respirar.[7]
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2Asegúrate de hacerle pruebas a tu gato para determinar la causa subyacente. Hay diversas enfermedades que pueden causar síntomas parecidos al resfriado en un gato. Dependiendo de los otros síntomas y factores de riesgo de tu gato, el veterinario deberá evaluar otras afecciones. No dudes en hablar con el veterinario sobre las pruebas necesarias para diagnosticar y tratar a tu mascota.[8]
- Se debe realizar un hemograma completo para descartar cualquier afección relacionada con la sangre.
- Las pruebas químicas evalúan la función de órganos como el hígado y los riñones.
- Se pueden realizar pruebas de electrolitos para verificar si hay deshidratación y desequilibrio.
- Las pruebas de orina ayudan a detectar infecciones del tracto urinario y problemas renales.
- Si tu veterinario sospecha que hay una afección más grave, podría realizar una prueba para detectar el virus de inmunodeficiencia felina (VIF) o la leucemia felina (VLFe).
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3Asegúrate de darle a tu gato todos los medicamentos necesarios. Dependiendo de la causa subyacente de los síntomas de tu gato, el veterinario podría recetarle medicamentos. Si lo hace, adminístraselos exactamente según las instrucciones. Hazle al veterinario cualquier pregunta que tengas sobre el medicamento antes de salir de la clínica. Asegúrate de darle a tu gato una ronda completa de los medicamentos recetados, incluso una vez que los síntomas hayan pasado.
Método 3
Método 3 de 3:Evitar la recurrencia
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1Dale vitamina C a tu gato. A diferencia de los humanos, los gatos pueden producir su propia vitamina C.[9] Sin embargo, un suplemento de vitamina C le puede ayudar a recuperarse de algunas afecciones médicas, como un resfriado.
- Habla con el veterinario sobre la posibilidad de darle este suplemento a tu mascota. Sin embargo, asegúrate de que no tenga un historial de formación de cálculos de oxalato urinario (cristales). La vitamina C puede no ser adecuada para todas las mascotas.[10]
- No le administres vitamina C sin hablar primero con tu veterinario, en especial si tu gato tiene problemas de salud subyacentes o si está tomando algún medicamento.
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2Vacuna a tu gato. Mantente al día con las vacunas de tu gato. Las vacunas ayudan a prevenir infecciones y enfermedades comunes que pueden provocar resfriados y síntomas como los del resfriado. Consulta con tu veterinario una vez al año para ver si tu gato debe recibir alguna vacuna.
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3Mantén a tu gato en el interior. Los gatos normalmente tienen resfriados por estar en contacto con otros. La mejor manera de evitarlo es minimizar su contacto con animales externos. Mantén a tu gato en el interior y alejado de gatos extraños que posiblemente no estén vacunados. Si simplemente debe estar afuera de vez en cuando, trata de vigilarlo de cerca.
Referencias
- ↑ http://www.pethealthnetwork.com/cat-health/cat-diseases-conditions-a-z/feline-upper-respiratory-infection
- ↑ https://www.vetinfo.com/natural-remedies-cat-cold.html
- ↑ http://www.pethealthnetwork.com/cat-health/cat-diseases-conditions-a-z/feline-upper-respiratory-infection
- ↑ http://www.pethealthnetwork.com/cat-health/cat-diseases-conditions-a-z/feline-upper-respiratory-infection
- ↑ https://www.vetinfo.com/cat-cold-home-remedies.html
- ↑ http://www.pethealthnetwork.com/cat-health/cat-diseases-conditions-a-z/feline-upper-respiratory-infection
- ↑ http://www.catcare.com/publications/oc-register-112309.pdf
- ↑ http://www.pethealthnetwork.com/cat-health/cat-diseases-conditions-a-z/feline-upper-respiratory-infection
- ↑ http://www.petmd.com/blogs/thedailyvet/ktudor/2012/sept/vitamin_c_and_calcium_oxalate_stones-27000