La mayoría de la gente rechina o aprieta los dientes de vez en cuando. Una persona con bruxismo, palabra procedente del latín que significa "rechinar los dientes", aprieta o rechina los dientes repetidamente a lo largo del día o de la noche. El bruxismo grave puede causar alteraciones en la mandíbula, dolores de cabeza y lesiones dentales.[1] No existe ningún tratamiento para curar el bruxismo de forma definitiva. Sin embargo, controlando el estrés, realizando terapias de relajación y utilizando férulas o protectores dentales, se puede mantener a raya.

Método 1
Método 1 de 6:
Realizar ejercicios para controlar el estrés en casa

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    Practica ejercicios de respiración antes de acostarte. Este método es una forma sencilla de relajarse antes de dormir y de reducir la sensación de estrés. Puedes practicar este ejercicio con música de fondo a un volumen bajo o crear un ambiente relajante.[2]
    • Siéntate en un lugar cómodo, sin distracciones.
    • Inhala durante 3 segundos, utilizando el diafragma.
    • Exhala durante 2 o 3 segundos.
    • Inhala de nuevo durante 3 segundos y vuelve a exhalar durante 2 o 3 segundos. Repite el ejercicio 10 veces.
    • Cierra los ojos tras la décima repetición. Concéntrate en tu respiración. Intenta respirar llevando un ritmo regular. Siéntate durante un periodo de entre cinco y diez minutos, hasta que te sientas tranquilo y relajado.
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    Considera la posibilidad de meditar antes de irte a dormir. Muchas veces, el bruxismo es causado por el estrés. Por lo tanto, una forma de tratar el bruxismo consiste en practicar técnicas de relajación, como la meditación, antes de dormir.[3]
    • Túmbate en la cama o en el piso. Coloca las manos a los lados del cuerpo y cierra los ojos. Respira unas cuantas veces, inhalando y exhalando lentamente.
    • Con los ojos cerrados, concéntrate en tu cuerpo. Empieza por los brazos. Concéntrate en hacer un recorrido a lo largo de la parte superior de los brazos. Después, concéntrate en los codos. Pasa a las palmas de las manos. Siente su peso y piensa en cómo se extienden sobre el piso.
    • Ahora concéntrate en las piernas. Piensa en lo largas y pesadas que son tus piernas. Haz un recorrido a lo largo de las piernas, hasta llegar a los dedos de los pies. Siente la presión que ejercen los talones sobre el piso.
    • Sube lentamente por las espinillas y concéntrate en los muslos. Después, continúa por la pelvis, hasta llegar al estómago. Sigue respirando.
    • Sube desde el estómago hasta la cara. Concéntrate en la barbilla, la boca, las mejillas, las orejas y la frente.
    • Una vez que termines este ejercicio, es posible que te duermas profundamente.
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    Evita la cafeína y el alcohol antes de irte a dormir. No bebas café ni infusiones con cafeína u otras sustancias estimulantes después de cenar. Toma infusiones herbales o agua caliente con limón. Estimular el cuerpo antes de dormir puede hacer que duermas mal y que rechines los dientes durante la noche.[4]
    • También es buena idea evitar el alcohol y el tabaco por la noche. Estas sustancias pueden producir efectos estimulantes y dificultar el sueño, fomentando el rechinamiento de los dientes.
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    Habla con tu pareja antes de dormir. Si duermes con alguien, pídele que se fije en cualquier sonido de rechinamiento o mordida que hagas durante la noche. Esta información será muy útil para tu médico o dentista, y les ayudará a elegir el tratamiento adecuado para tu caso de bruxismo.[5]
    • Hablar con tu pareja antes de dormir también te ayudará a relajarte y a reducir el nivel de estrés. Probablemente consigas dormir profundamente después de dedicar algo de tiempo a comunicarte con tu pareja.[6]
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Método 2
Método 2 de 6:
Recurrir a la terapia profesional para controlar el estrés

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    Infórmate sobre la terapia cognitivo-conductual (TCC). Una de las principales causas del bruxismo es el estrés y la ansiedad. La TCC es un tratamiento psicológico que te ayudará a controlar el estrés modificando la forma en que piensas y actúas.[7]
    • Un psicoterapeuta cualificado te animará a hablar sobre lo que piensas de ti mismo, del mundo y de otras personas. El psicoterapeuta también te pedirá que hables sobre cómo afectan tus acciones a tus pensamientos y sentimientos.
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    Prueba la hipnosis. Algunas personas que padecen bruxismo aseguran notar una gran mejoría a través de la hipnosis. De hecho, existe un estudio que analizó los resultados de la hipnosis a largo plazo, descubriendo que los efectos positivos seguían presentes 36 meses después del tratamiento.[8]
    • Hay sesiones de hipnosis grabadas que puedes comprar en Internet para tratar el bruxismo.[9]
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    Pídele a tu médico que te informe sobre la biorretroalimentación. La biorretroalimentación es un tipo de medicina que utiliza procedimientos y equipamientos monitorizados para enseñarte a controlar la actividad muscular de la mandíbula. La biorretroalimentación utiliza equipamiento monitorizado, como los sensores mecánicos en las férulas dentales. La idea es que, una vez que seas más consciente de la forma exacta en que rechinas o aprietas los dientes, puedas aprender a controlar los músculos de la mandíbula, haciendo desaparecer el bruxismo.[10] [11]
    • Tu médico podrá informarte con más detalle sobre el funcionamiento de la biorretroalimentación y el equipamiento utilizado.
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Método 3
Método 3 de 6:
Practicar ejercicios para relajar la mandíbula

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    Masajéate los músculos de la mandíbula. Concéntrate en relajar el masetero, que es el principal músculo utilizado para masticar. Cubre los laterales de la mandíbula, justo por detrás de las mejillas.[12]
    • Para masajearte los músculos de la mandíbula, coloca las manos justo debajo de los pómulos. Los dedos deberán quedar, aproximadamente, a 2,5 cm (1 pulgada) por delante de las orejas.
    • Presiona este punto firmemente y frótalo. Se trata de una zona muy resistente de la cara, así que no tengas miedo de aplicar una presión firme con movimientos hacia arriba y hacia abajo.
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    Reajusta la posición de la lengua para relajar la mandíbula. Hazlo colocando la punta de la lengua entre los dientes. De esta forma, evitarás rechinar o apretar los dientes.[13]
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    Haz el ejercicio del "borracho falso" una vez al día como mínimo. Este ejercicio consiste en mascullar o hablar sin articular bien las palabras, como si estuvieras borracho o tuvieras mucho sueño.[14]
    • Empieza diciendo la frase: "Estoy tan relajado que apenas puedo hablar". Después, dilo de nuevo pero, esta vez, mascullando cada palabra. Vuelve a probar esto último diciendo: "Puedo hablar", mascullando cada palabra que pronuncies.
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    Haz el ejercicio de la "sorpresa larga" una vez al día como mínimo. Este ejercicio te ayudará a relajar la mandíbula, ya que requiere mantener la boca bien abierta durante un largo rato.[15]
    • Mantén la boca suficientemente abierta como para que te quepan dos dedos entre los dientes.
    • Intenta mantener la boca abierta en esta posición durante una hora aproximadamente.
    • Si te das cuenta de que tienes la boca cerrada o los dientes superiores se tocan con inferiores, ábrela de nuevo lentamente.
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Método 4
Método 4 de 6:
Utilizar protectores y férulas dentales

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    Habla con tu dentista sobre la posibilidad de hacerte un molde para encargar una férula dental. Las férulas dentales ayudan a aliviar la presión ejercida por la mandíbula y a crear una barrera física entre los dientes superiores y los inferiores. Además, protegen los dientes para evitar futuros daños causados por el rechinamiento o el apretamiento.[16]
    • Las férulas dentales se suelen fabricar en goma o plástico flexible. El dentista podrá hacerte una férula que se adapte a tu boca. El lado negativo es que las férulas hechas a medida son bastante caras.[17]
    • Otra opción consiste en acudir a la farmacia y comprar una férula o un protector dental de precio más asequible. Ten en cuenta que una férula de forma estándar no se adaptará a tu boca como lo haría una férula hecha a medida.
    • Tu pareja también agradecerá que uses la férula, ya que reducirá los ruidos producidos al rechinar o apretar los dientes mientras duermes.[18]
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    Pídele al dentista que te informe sobre las férulas oclusales. Este tipo de férulas, también llamadas "férulas de descarga", son protectores dentales fabricados en un plástico más duro que las férulas corrientes. El dentista podrá hacerte una férula oclusal a medida para que se adapte perfectamente a los dientes superiores e inferiores.[19]
    • Las férulas de oclusales o de descarga no son más eficaces que las férulas protectoras. Sin embargo, las primeras suelen durar más que las segundas, tres o cuatro años como mínimo.
    • La férula oclusal te ayudará a reducir los ruidos y a proteger tus dientes del daño causado por el rechinamiento. Sin embargo, una férula oclusal es más cara que una férula protectora.[20]
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    Ten en cuenta que ni la férula protectora ni la oclusal sirven para curar el bruxismo. Estos protectores dentales reducen la actividad muscular de la mandíbula por la noche, pero solo sirven para controlar la enfermedad, no para curarla.[21]
    • Curar el bruxismo probablemente requiera una combinación de métodos como la terapia contra el estrés, la medicación y el uso de una férula protectora u oclusal.
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Método 5
Método 5 de 6:
Tomar medicamentos

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    Pídele a tu médico que te informe sobre la posibilidad de tomar relajantes musculares. Es posible que el médico te prescriba algún relajante muscular para ayudarte a relajar los músculos de la mandíbula antes de dormir.[22]
    • Estos medicamentos no suponen una cura efectiva para el bruxismo a largo plazo y, probablemente, solo te ayuden a dormir mejor, no a dejar de rechinar los dientes.
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    Habla con tu médico sobre los medicamentos para tratar la ansiedad. Algunos ansiolíticos como la bluspirona y el clonazepam pueden ayudar a eliminar el bruxismo. Sin embargo, hay ansiolíticos que crean resistencia y dejan de funcionar tras unos meses de uso.[23]
    • Algunas personas pueden padecer bruxismo como efecto secundario del uso de ansiolíticos. Si esto ocurre habla con tu médico sobre la posibilidad de cambiar de medicación. Nunca dejes de tomar tu medicación sin consultarlo con el médico previamente.
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    Habla con tu médico sobre los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Estos medicamentos pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación de la mandíbula causados por el rechinamiento de los dientes. Sin embargo, no sirven para curar ni prevenir el bruxismo.[24]
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Método 6
Método 6 de 6:
Prevenir el bruxismo

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    Programa una revisión mensual con el dentista. De esta forma, tu dentista podrá detectar cualquier daño o problema dental serio antes de que empeores, incluyendo el bruxismo.[25]
    • El rechinamiento dental puede producir grietas en los dientes. Si una grieta dental no se trata, el nervio del diente afectado podría morir, favoreciendo el desarrollo de un absceso. Esta infección puede llegar a requerir terapia de conductos (endodoncia), un procedimiento complejo y caro que se podría evitar tratando el diente agrietado a tiempo.
    • Los problemas dentales como las grietas o la pérdida de alguna pieza, normalmente, se pueden tratar con cirugía dental reconstructiva. De hecho, estos tratamientos a veces ayudan a remodelar la superficie de los dientes responsable de la mordedura, eliminando el hábito del rechinamiento.
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    Evita mordisquear bolígrafos, lápices y mascar chicle. Mordisquear objetos no comestibles, como un bolígrafo o un lápiz, puede producir tensión en la mandíbula y favorecer el rechinamiento de los dientes.[26]
    • Mascar chicle hace que los músculos de la mandíbula se acostumbren a contraerse para apretar los dientes, lo cual podría favorecer el rechinamiento de los dientes o empeorar el bruxismo.
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    Evita consumir bebidas y alimentos con cafeína. Entre estos productos se incluyen la soda, el chocolate, el café y las bebidas energéticas. La cafeína no solo altera el patrón de sueño, sino que puede aumentar tu nivel de estrés. Estos efectos pueden favorecer el rechinamiento dental o empeorar el bruxismo.[27]
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Acerca de este wikiHow

Pradeep Adatrow, DDS, MS
Coescrito por:
Dentista y cirujano oral certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Pradeep Adatrow, DDS, MS. El Dr. Pradeep Adatrow es el único dentista, periodoncista y prostodoncista certificado en el sur de los Estados Unidos. Con más de 15 años de experiencia, el Dr. Adatrow se especializa en implantes dentales, tratamientos de ATM, cirugía plástica periodontal, periodoncia quirúrgica y no quirúrgica, regeneración ósea, tratamientos con láser y procedimientos de injertos de encías y tejidos blandos. Obtuvo una licenciatura en epidemiología y bioestadística de la Universidad de Alabama y su título de Doctor en Cirugía Dental (DDS) de la Facultad de Odontología de la Universidad de Tennessee. Posteriormente, completó un programa de posgrado de tres años en periodoncia e implantología de la Universidad de Indiana y luego completó otro programa de posdoctorado de tres años en prostodoncia avanzada de la Universidad de Tennessee. También se desempeña como maestro a tiempo completo y director de prostodoncia quirúrgica en la Universidad de Tennessee. Obtuvo el Dean's Junior Faculty Award, así como el John Diggs Faculty Award, y fue incluido en la Deans Odontological Society. Tiene una certificación de la Junta Estadounidense de Periodoncia y es miembro del prestigioso Colegio Internacional de Odontología, una hazaña que solo otros 10 000 en todo el mundo pueden reclamar. Este artículo ha sido visto 18 655 veces.
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