El dolor en la parte superior de la espalda (la zona torácica de la columna vertebral, debajo del cuello y a lo largo de las costillas) es producto de una mala postura (sea sentado o parado) o de traumatismos leves al hacer deporte o ejercicios. Suele caracterizarse por una sensibilidad al tacto, lo que por lo general indica una distensión muscular.[1] La distensión muscular con frecuencia responde bien al descanso u otros tratamientos caseros y se cura en unos días. Si el dolor es intenso, ardiente y persiste por más de una semana de tratamiento casero, lo mejor es consultar con un profesional de la salud.[2]

Parte 1
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Controlar el dolor en casa

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    Cambia o haz una pausa en tu rutina. El dolor en la parte superior de la espalda suele surgir a causa de los movimientos repetitivos en el trabajo o las lesiones leves relacionadas con la práctica de un deporte o los ejercicios vigorosos. Como primera medida, haz una pausa en la actividad que podría haber provocado la distensión y descansa por unos días. Si el problema se relaciona con el trabajo, habla con tu jefe para cambiarte a una actividad distinta o mejorar la ergonomía de tu estación de trabajo. Si el dolor se relaciona con los ejercicios, es posible que estés ejercitándote de manera muy enérgica o incorrecta. En este caso, consulta con un entrenador profesional o un terapeuta deportivo.
    • El reposo absoluto no es recomendable para ningún tipo de dolor de espalda, puesto que el movimiento (incluso una caminata tranquila) es necesario para estimular el flujo de sangre y la recuperación.[3]
    • Mejora tu postura en el trabajo y la casa. Siéntate derecho y no te encorves ni te inclines a un lado de forma excesiva.
    • Examina tus condiciones para dormir. Los colchones muy suaves o las almohadas muy gruesas contribuyen al dolor en la parte superior de la espalda. Evita dormir boca abajo porque el dolor de espalda se agrava al torcer la cabeza y el cuello.[4]
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    Toma un AINE sin prescripción médica. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina, el naproxeno y el ibuprofeno son soluciones a corto plazo para tratar el dolor o la inflamación en la parte superior de la espalda. Ten presente que dichos medicamentos pueden ser fuertes con el estómago, los riñones y el hígado, así que es mejor no utilizarlos por más de dos semanas consecutivas.
    • Por lo general, la dosis para los adultos es de 200 a 400 mg, por vía oral, cada 4 a 6 horas.[5]
    • Como alternativa, puedes probar analgésicos sin prescripción como el paracetamol (Tylenol) o relajantes musculares (como la cyclobenzaprina) para el dolor de espalda, pero nunca los tomes junto con los AINE.
    • No tomes los medicamentos con el estómago vacío o irritarás el revestimiento del estómago y aumentarás el riesgo de úlceras.
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    Aplica hielo en la zona afectada. La aplicación de hielo es un tratamiento eficaz para cualquier lesión musculoesquelética leve, incluido el dolor en la parte superior de la espalda. La terapia con frío es más eficaz para las lesiones agudas (que se han producido en las últimas 48 horas). Debes aplicarla en la parte sensible de la espalda alta para disminuir el dolor y la hinchazón. Aplica el hielo por 20 minutos cada 2 o 3 horas por un par de días, luego reduce la frecuencia a medida que el dolor y la hinchazón desaparecen.[6]
    • Comprime el hielo contra la espalda con un vendaje elástico para controlar la inflamación.
    • Siempre envuelve el hielo o las bolsas de gel congelado en una toalla delgada para evitar la congelación de la piel.
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    Date un baño con sales de Epsom. Sumergir la espalda en un baño caliente con sales de Epsom puede disminuir de forma significativa el dolor y la hinchazón, sobre todo si el dolor se debe a una distensión muscular.[7] El magnesio presente en las sales relaja los músculos. No calientes mucho el agua (para evitar quemarte) y no te sumerjas en el baño por más de 30 minutos, puesto que el agua salada extraerá el líquido del cuerpo y empezará a deshidratarte.
    • Si la hinchazón es un problema particular en tu espalda alta, aplica la terapia fría después del baño con sales hasta sentir la espalda adormecida (más o menos por 15 minutos).
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    Intenta estirar con suavidad la parte superior de la espalda. Estirar la zona afectada de la espalda podría revertir el problema, sobre todo si lo tratas durante las etapas iniciales. Utiliza movimientos lentos y constantes y da respiros profundos durante los estiramientos. En general, mantenlos por 30 segundos y repítelos 3 a 5 veces al día.
    • Arrodíllate sobre una superficie acolchada con las nalgas descansando sobre la planta de los pies. Luego, inclínate hacia adelante a la altura de la cintura, llevando los dedos hacia adelante lo más lejos posible mientras intentas topar el piso con la nariz.
    • Estira los músculos romboides realizando el siguiente ejercicio debajo de una puerta: coloca las manos por encima de la cabeza a cada lado del marco de la puerta e inclínate con suavidad hacia adelante hasta sentir un estiramiento enfrente de los hombros.
    • Estando parado, coloca ambas manos detrás de la cabeza y lleva la cabeza hacia atrás con lentitud mientras arqueas o extiendes la columna de modo que el estómago sobresalga.
    • Párate con los pies separados a la altura de los hombros (para mantener la estabilidad y el equilibrio). Coloca los brazos delante de ti, con los codos doblados. De manera controlada, gira la parte superior del cuerpo lo más que puedas en una dirección, luego haz una pausa por unos segundos y haz el ejercicio en sentido contrario.
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    Utiliza un rodillo de espuma. Rodar sobre un pedazo de espuma firme es una buena forma de masajear la espalda y aliviar la incomodidad leve o moderada, sobre todo en la región media (torácica) de la espalda. El rodillo de espuma se utiliza mucho en la fisioterapia, el yoga y los pilates.
    • Compra un rodillo de espuma en una tienda de deportes o un hipermercado. Es muy económico y prácticamente indestructible.
    • Colócalo en el piso, perpendicular al lugar donde vas a colocar el cuerpo. Acuéstate boca arriba de modo que el rodillo esté debajo de los hombros. Debes formar una "T" entre el cuerpo y el rodillo.
    • Pon los pies firmes en el piso, flexiona las rodillas y levanta la zona lumbar de modo que ruede sobre la espuma de ida y vuelta.
    • Utiliza los pies para mover el cuerpo sobre la espuma, de modo que masajees toda la columna (por 10 minutos como mínimo). Repite el ejercicio las veces que sean necesarias, aunque es posible que te duelan un poco los músculos después de utilizar el rodillo de espuma por primera vez.
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Parte 2
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Buscar ayuda médica

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    Acude a un especialista médico. Los especialistas médicos como el ortopedista, el neurólogo y el reumatólogo pueden descartar las causas más graves de dolor en la parte superior de la espalda, como una infección (osteomielitis), el cáncer, la osteoporosis, una fractura en la columna, la hernia discal o la artritis reumatoide.[8] Dichas enfermedades no son causas comunes de dolor de espalda alta, pero si los tratamientos caseros y tradicionales no surten efecto, debes considerar problemas más graves.
    • La radiografía, la gammagrafía ósea, la resonancia magnética, la ecografía y la tomografía computarizada son exámenes que pueden emplear los especialistas para diagnosticar el dolor en la parte superior de la espalda.
    • El médico también puede pedirte hacer un análisis de sangre para descartar la artritis reumatoide o una infección de la columna.
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    Recibe una inyección en la articulación facetaria. El dolor en la parte superior de la espalda puede deberse a una inflamación crónica de las articulaciones. La inyección en la articulación facetaria consiste en guiar una aguja en tiempo real con un fluoroscopio (dispositivo de rayos X) a través de los músculos de la espalda hasta la articulación de la columna que está inflamada o irritada. Luego se libera una mezcla de un anestésico y un corticosteroide para aliviar con rapidez el dolor y la inflamación en la zona afectada. La inyección en la articulación facetaria tarda de 20 a 30 minutos y los resultados pueden durar desde varias semanas hasta varios meses.[9]
    • Esta inyección se limita a tres aplicaciones en un periodo de 6 meses.
    • Por lo general, el alivio del dolor empieza el segundo o tercer día posterior al tratamiento con la inyección. Hasta ese momento, es posible que el dolor de espalda empeore un poco.
    • Las posibles complicaciones de la inyección en la articulación facetaria son infección, sangrado, atrofia muscular localizada e irritación y daño de los nervios.
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    Consulta con el médico sobre la escoliosis. Se trata de una curvatura lateral de la columna vertebral que suele ocurrir en la los jóvenes antes de la pubertad.[10] Puede provocar dolor en la parte superior y media de la espalda. Aunque las formas leves de la escoliosis pueden pasar desapercibidas, incluso la escoliosis leve puede producir dolor o agravarse con el paso del tiempo, lo que da lugar a complicaciones más graves como daños en los pulmones y el corazón o cambios en el aspecto físico, como los hombros y las caderas desiguales y una costilla prominente.[11]
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    Considera la posibilidad de una cirugía. La cirugía para el dolor de espalda es el último recurso y solo debe tenerse en cuenta después de haber probado sin éxito las demás terapias tradicionales y si la causa amerita dichas técnicas invasivas. Algunas razones para someterse a la cirugía de la espalda alta son reparar o estabilizar una fractura (debido a un traumatismo o la osteoporosis), retirar un tumor, reparar una hernia discal o combatir una deformidad como la escoliosis.
    • La cirugía de la columna podría implicar el uso de varillas metálicas, clavos u otros dispositivos para soporte estructural.
    • Las posibles complicaciones de la cirugía de espalda son infección local, reacción alérgica a la anestesia, daño nervioso, parálisis e inflamación crónica o dolor.
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Parte 3
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Utilizar terapias alternativas

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    Acude a un terapeuta de masajes. La distensión muscular ocurre cuando las fibras musculares individuales se llevan más allá de sus límites de elasticidad y se desgarran, lo que produce dolor, inflamación y cierto grado de defensa muscular (espasmos musculares con el fin de evitar mayores daños). El masaje de tejido profundo es de gran ayuda para las distensiones leves o moderadas, puesto que disminuye los espasmos musculares, combate la inflamación y fomenta la relajación. Empieza con un masaje de 30 minutos, centrándote en la espalda alta y la parte baja del cuello. Permite que el terapeuta avance hasta lo máximo que puedas tolerar sin sentirte incómodo.
    • Siempre toma abundante agua después de un masaje para eliminar los productos derivados de la inflamación, el ácido láctico y las toxinas del cuerpo. No hacerlo puede provocar dolor de cabeza o náuseas leves.
    • Como alternativa a la terapia de masajes profesional, coloca una pelota de tenis por debajo del cuerpo y entre los omóplatos (o donde se encuentre el dolor de espalda alta). Rueda sobre la pelota con lentitud por 10 a 15 minutos unas cuantas veces al día hasta disipar el dolor.
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    Consulta con un quiropráctico o un osteópata. Estos son especialistas en la columna vertebral que se centran en restablecer el movimiento y funcionamiento normal de las articulaciones pequeñas que conectan las vértebras de la columna, llamadas articulaciones facetarias espinales. La manipulación manual de las articulaciones (o ajuste vertebral) sirve para desbloquear o reubicar las articulaciones facetarias que están un poco desalineadas, lo que provoca inflamación y dolor agudo, sobre todo al hacer movimiento. Cuando te hacen un ajuste vertebral, con frecuencia puedes escuchar un sonido de "crujido". Las técnicas de tracción o estiramiento de la columna también ayudan a aliviar el dolor de espalda alta.
    • Aunque un solo ajuste vertebral a veces alivia por completo el problema de espalda, lo más probable es que necesites 3 a 5 tratamientos para notar resultados significativos.
    • Los quiroprácticos y los osteópatas también emplean diversas terapias diseñadas para las distensiones musculares, que podrían ser más adecuadas para tu problema de espalda alta.
    • Estos especialistas te ayudarán a mejorar la movilidad de las articulaciones.
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    Recurre a la fisioterapia. Si el dolor de espalda alta es persistente (crónico) y se debe a la debilidad de los músculos espinales, una mala postura o las enfermedades degenerativas como la osteoartritis, considera seguir alguna forma de rehabilitación. El fisioterapeuta puede enseñarte algunos estiramientos específicos y personalizados y ejercicios de fortalecimiento para la parte superior de la espalda.[14] Por lo general, es necesario realizar la fisioterapia de 2 a 3 veces por semana durante 4 a 8 semanas para influir de forma positiva en los problemas de espalda crónicos.
    • Si es necesario, el fisioterapeuta puede tratar los músculos adoloridos con electroterapia, como la terapia por ultrasonido o la estimulación muscular electrónica.
    • Algunos buenos ejercicios de fortalecimiento para la espalda alta son la natación el remo y las extensiones de espalda, pero primero asegúrate de curar tu lesión.
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    Prueba la acupuntura. Es una técnica que consiste en introducir agujas muy finas en puntos de energía específicos de la piel con el fin de reducir el dolor y la inflamación.[15] Puede ser eficaz para el dolor de espalda, sobre todo si se realiza al inicio de los síntomas. Basándose en los principios de la medicina china tradicional, la acupuntura actúa liberando diversas sustancias como la serotonina y las endorfinas, lo que reduce el dolor.
    • También se dice que la acupuntura estimula el flujo de energía (o chi).
    • Diversos profesionales de la salud practican la acupuntura, entre ellos algunos médicos, quiroprácticos, naturópatas, fisioterapeutas y terapeutas de masajes.
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    Consulta con un profesional de la salud mental. Aunque al principio parezca ilógico acudir a un profesional de la salud mental para tratar el dolor físico, se ha demostrado que la terapia cognitiva conductual ayuda a disminuir el estrés y el dolor de espalda en numerosas personas.[16]
    • Escribir un diario de dolor también ayuda a combatir el dolor y puede brindarte información útil para llevársela al médico.
    • Las prácticas antiestrés como la meditación, el tai chi y los ejercicios de respiración han demostrado ayudar a calmar el dolor crónico y evitar lesiones en el futuro.[17]
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Consejos

  • Evita llevar bolsas que distribuyan el peso de forma irregular sobre los hombros como las de una sola correa. En vez de eso, utiliza una bolsa con ruedas o una mochila tradicional de dos correas bien acolchadas.
  • Para mantener una buena postura cuando estés parado, párate con tu peso distribuido por igual sobre los pies y evita bloquear las rodillas. Contrae los músculos del estómago y las nalgas para mantener la espalda recta. Utiliza zapatos planos y que brinden soporte si vas a estar parado por periodos prolongados. Alivia el cansancio muscular descansando un pie en un taburete pequeño de rato en rato.
  • Deja el cigarrillo, puesto que afecta el flujo de sangre, lo que priva de oxígeno y nutrientes a los músculos de la columna y otros tejidos.
  • Para mantener una buena postura cuando estás sentado, elige una silla firme, de preferencia con reposabrazos. Mantén la parte superior de la espalda recta y los hombros relajados. Un cojín pequeño detrás de la zona lumbar te ayudará a mantener la curva natural de la espalda. Mantén los pies firmes en el piso y utiliza un taburete u otra superficie plana como soporte si es necesario. Levántate y estírate de rato en rato para evitar que los músculos se tensen.[18]
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Advertencias

  • Acude al médico de inmediato en los siguientes casos:[19] [20]
    • El dolor de espalda se presenta junto con fiebre, adormecimiento, hormigueos, dolor abdominal o pérdida de peso repentina.
    • La lesión es producto de un traumatismo grave como un accidente automovilístico.
    • Tienes una pérdida del control de la vejiga o los intestinos.
    • Tus pies empiezan a arrastrarse de forma significativa.
    • Sientes dolor por más de 6 semanas.
    • El dolor es constante y empeora cada vez más.
    • Presentas un dolor intenso o que se agrava en la noche.
    • Eres mayor de 70 años de edad.
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Acerca de este wikiHow

Jarod Carter, DPT, CMT
Coescrito por:
Fisioterapeuta
Este artículo fue coescrito por Jarod Carter, DPT, CMT. Jarod Carter es fisioterapeuta, consultor y propietario de Carter Physiotherapy, una clínica de fisioterapia manual en Austin, Texas, que se centra en la terapia manual y en los servicios de telesalud para resolver el dolor y las lesiones. El Dr. Carter tiene más de 15 años de experiencia profesional en fisioterapia. Recibió un doctorado en Terapia Física y una certificación de Terapia Manual en la Universidad de St. Augustine para Ciencias de la Salud. El Dr. Carter también tiene una licenciatura en kinesiología de la Universidad de Texas en Austin. Este artículo ha sido visto 5039 veces.
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