Las venas hinchadas (venas varicosas) pueden provocar dolor y tener una apariencia desagradable. Las venas pueden hincharse por muchos motivos, pero esto ocurre mayormente cuando algo las obstruye u obstaculiza el flujo sanguíneo adecuado. Las enfermedades comunes que pueden hacer que las venas se hinchen son el embarazo, la herencia, el peso, la edad y la tromboflebitis (una vena inflamada con un coágulo de sangre asociado). Es probable que notes que estas se abultan cerca de la superficie de la piel y que provocan dolor. En la mayoría de los casos, podrás disminuir la hinchazón en casa. Asegúrate de adoptar medidas para tratar las venas hinchadas con rapidez, ya que es probable que se agraven si no las atiendes.

Método 1
Método 1 de 4:
Obtener alivio con rapidez

  1. 1
    Colócate calcetines de compresión. El uso de calcetines de compresión es una manera de aliviar las venas hinchadas. Son unos calcetines ajustados que ejercen presión en tus piernas, lo que ayuda a hacer que la sangre fluya por tus venas reduciendo así el diámetro el diámetro del vaso sanguíneo y mejorando el flujo de sangre. Existen dos tipos de calcetines de compresión que puedes obtener sin una receta médica, o puedes obtener los del tipo más fuerte si conversas con el doctor.[1] Estos son los siguientes:
    • Sigue las recomendaciones del producto con respecto al momento y la duración en que debes usar estos calcetines de compresión. Asegúrate de revisar la condición de tu piel debajo de los calcetines varias veces al día. La edad avanzada, la diabetes, el daño nervioso y otras condiciones médicas pueden elevar considerablemente el riesgo de provocar un daño en la piel relacionado con la presión prolongada y las infecciones cutáneas. Los calcetines deben ser del tamaño adecuado para la quien los use sin llegar a apretar demasiado.
    • Calcetines de soporte tipo pantimedia. Estas son básicamente calcetines tipo pantimedia ajustados, los cuales brindan la menor cantidad de presión. Estos ejercerán presión en toda tu pierna, no en una parte determinada; sin embargo, pueden ser de utilidad si la hinchazón no es grave.
    • Calcetines de compresión de gradiente de venta sin receta. Puedes encontrarlos en las tiendas de suministros médicos y en las farmacias. Estos brindarán una presión más focalizada. Busca productos cuya etiqueta indique “gradiente” o “graduado”.
    • Podrás obtener calcetines de venta con receta si conversas con un doctor. Estos calcetines les brindarán la mayor presión a tus piernas y pueden estar dirigidos a diferentes partes de las mismas, así te cerciorarás de recibir presión en donde más lo necesites. Debes usarlos con la frecuencia indicada. Si obtienes calcetines de venta con receta, no dejes de usarlos sin consultar antes con el doctor.[2]
  2. 2
    Eleva las piernas. Puedes hacer que la sangre fluya de tus piernas y tu espalda, en dirección a tu corazón. Para ello, recuéstate y levanta las piernas por encima de tu corazón. Eleva tus piernas como mínimo 15 minutos, 3 o 4 veces al día.[3] :
    • Algunas maneras adecuadas de elevar las piernas consisten en colocar almohadas debajo de ellas mientras te recuestas en la cama, recostarte en un sofá con las piernas elevadas sobre almohadas en una silla frente a ti, o inclinarte hacia atrás en una silla reclinable que eleve tus piernas por encima de tu corazón.
    • No eleves las piernas más de 6 veces al día, ya que esto ejerce una cantidad considerable de presión en las paredes venosas.
  3. 3
    Disminuye la hinchazón consumiendo AINE. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden ser de utilidad para disminuir la hinchazón en tus venas. Estos brindan alivio al bloquear la liberación de prostaglandinas, las cuales provocan hinchazón y dolor. Es esencial que consumas AINE con el estómago lleno para evitar los dolores de estómago y la hiperacidez.[4]
    • No empieces a consumir AINE sin antes consultarlo con un doctor. Él podrá recomendarte las dosis que puedan brindarte el mayor alivio sin consumir el medicamento en exceso. Si consumes AINE por más de dos semanas, podrías sufrir úlceras estomacales o intestinales como efecto secundario.
    • Entre los AINE comunes tenemos la aspirina, el Ibuprofeno (distribuido con el nombre comercial Advil o Nuprin), al naproxeno (Aleve) y el ketoprofeno (Orudis KT).
  4. 4
    Puedes consumir otros medicamentos. Si padeces de tromboflebitis, quizás necesites consumir medicamentos que diluyan la sangre o disuelvan los coágulos. Necesitarás una receta para obtener estos medicamentos, por lo que tendrás que conversar con un doctor sobre las opciones más adecuadas para ti.[5]
    • Los medicamentos anticoagulantes evitarán que tu sangre se coagule, lo que creará un mejor flujo en tus venas. Entre los anticoagulantes comunes tenemos a la heparina o el fondaparinux (distribuido con el nombre Arixtra), la warfarina (Coumadin) o el rivaroxabán (Xarelto).
    • Los medicamentos para disolver los coágulos se encargan de los coágulos existentes y suelen emplearse en los casos más extensos y graves. Entre estos tenemos a la alteplasa (Activase) y su función es disolver los coágulos de sangre que tengas en las venas.
  5. 5
    Disminuye la inflamación empleando remedios naturales. Si el consumo de AINE te incomoda, o no puedes consumirlos, puedes disminuir la hinchazón con algunos remedios naturales. También debes conversar con el doctor sobre el uso de estos tratamientos, así te cerciorarás de que la dosis sea la correcta y de que no reaccione con otros medicamentos que puedas estar consumiendo.[6]
    • Los extractos de raíz de regaliz pueden consumirse de manera interna y externa. Si vas a consumirlos, debes diluirlos de manera adecuada. No los consumas si tienes una enfermedad cardiaca, un cáncer sensible a las hormonas (de seno, ovario, útero o próstata), presión arterial elevada, diabetes, una enfermedad hepática o renal, niveles bajos de potasio, disfunción eréctil, si estás embarazada o si das de lactar.[7]
    • Coloca hierbas de caléndula en el área afectada antes de aplicarte compresión, ya sea con un paño o tus calcetines.
    • Los baños con sales de Epsom también pueden disminuir la hinchazón. Agrega una o dos tazas de sal en el agua de baño y deja que se disuelva antes de entrar en ella. No tienes que lavarte con ella, tan solo siéntate y relájate.[8] Toma al menos un baño a la semana o remoja los pies en agua tibia con las sales de Epsom todos los días.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 4:
Fomentar la circulación con estiramientos

  1. 1
    Estira las piernas luego de estar sentado por un tiempo prolongado. Podrías estar trabajando en un escritorio, sentado en un auto, viajando en avión o pasando gran parte de tu día sentado en casa. En cualquier caso, deberás estirarte algunas veces al día. Si estás sentado todo el día, tus venas podrían hincharse, ya que la circulación sanguínea disminuirá. Existen muchos estiramientos adecuados que puedes realizar, incluso mientras estás sentado.[9]
    • Siéntate con las piernas rectas frente a ti, por debajo de tu escritorio, y cerciórate de que solo los talones toquen el suelo.
    • Encoge los dedos de tus pies de modo que apunten hacia ti, y mantén esa posición por 30 segundos. Deberás sentir un estiramiento en los músculos de la pantorrilla, no te estires tanto como para sentir dolor.
    • Apunta con los dedos del pie lejos de ti y mantén esta posición por 30 segundos. Sentirás un estiramiento en la parte delantera de la pierna, pero cerciórate de no sentir dolor.
  2. 2
    Estira el pecho un par de veces al día. Tus piernas no son lo único que tienes que estirar. Este estiramiento de pecho será de ayuda para los músculos de tu pecho y fortalecerá los músculos de la espalda para así combatir la mala postura. Si cuentas con una buena postura, esto será de utilidad para mantener un flujo de sangre uniforme en tu cuerpo.
    • Siéntate erguido en tu silla. Imagina que hay cuerdas en el techo que jalan tu pecho hacia arriba. Entrelaza tus dedos y gira las palmas de tus manos hacia el techo. Levanta el mentón, inclina la cabeza hacia atrás y mira al techo. Respira profundamente mientras estás en esta postura, exhala y abandona la posición.[10]
  3. 3
    Aprovecha todos los descansos que tengas en el transcurso del día. Podrías estar sentado en tu escritorio en el trabajo o en el auto conduciendo por un largo trayecto; en cualquier caso, busca oportunidades para levantarte y dejar de estar sentado. Si no tienes la oportunidad de hacerlo, reserva un poco de tiempo para tomar un descanso.
    • Si estás en el auto, puedes levantarte y estirarte un poco si vas a la gasolinera, al baño o incluso a ver el paisaje. Estos momentos pueden funcionar incluso si no vas a llenar el tanque de combustible o ir al baño. Un simple momento para pararte puede ayudar a las venas de tus piernas.
    • Si estás en el trabajo, busca excusas para pararte en el transcurso del día. En lugar de enviar un correo electrónico, ve hacia el escritorio de la persona para conversar cara a cara. A la hora del almuerzo, ve a algún lugar a comer y no te quedes sentado en tu escritorio.[11]
    • Esto puede ser difícil si vas a viajar en avión; no obstante, si vas a realizar viajes largos, puedes pararte, caminar hacia la parte trasera del avión y luego regresar a tu asiento. Quizás también puedas pararte e ir al baño una vez durante el vuelo.
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 4:
Modificar tu estilo de vida

  1. 1
    Conoce los síntomas de las venas hinchadas. Si presentas estos síntomas, esto puede ser un signo de que deberías iniciar un tratamiento y quizás comunicarte con un doctor. Mientras más rápido adoptes medidas, más pronto podrás sentir alivio. Los síntomas de las venas hinchadas solo surgen en el área en donde ocurre la hinchazón de la vena.[12]
    • Entre los síntomas comunes tenemos a la sensación de llenura, la pesadez y el dolor en las piernas, una hinchazón leve de los pies o los tobillos, y comezón. Asimismo, es probable que puedas ver las venas hinchadas, en particular en tus piernas.
    • Entre los síntomas más graves tenemos a la hinchazón de la pierna; dolor en la pierna o la pantorrilla luego de estar sentado o parado por periodos prolongados; cambios en el color de la piel de las piernas o los tobillos; piel reseca, irritada y escamosa que se agrieta con facilidad; llagas en la piel que no se curan con facilidad; y el engrosamiento y endurecimiento de la piel en piernas y tobillos.
  2. 2
    No te quedes parado por periodos prolongados. Esto hace que tus piernas se esfuercen, lo que puede provocar dolor y un flujo de sangre inadecuado. Busca maneras de tomar un descanso y siéntate por un momento. Divide el tiempo que permanezcas parado.[13]
    • Cerciórate de no cruzar las piernas cuando te sientes. Mantenlas elevadas siempre que sea posible, lo que permitirá que la sangre fluya hacia el cuerpo. Si es posible, levanta las piernas por encima de la altura del corazón (quizás estando recostado) para así disminuir aún más el flujo de sangre.
  3. 3
    No te sientes con las piernas cruzadas a la altura de las rodillas. Si te sientas en esta posición, provocarás una restricción del flujo de sangre. El flujo de sangre restringido puede hacer que las venas inferiores se dilaten (ya que se restringirá el drenaje venoso hacia el corazón).[14]
  4. 4
    Haz ejercicio. Busca ejercicios que sean de utilidad para estimular los músculos de las piernas. La contracción del músculo esquelético en las piernas permitirá que tu sangre fluya de regreso hacia el corazón y por el resto del cuerpo, lo que disminuirá la presión ejercida en las venas de tus piernas.[15] Incluso el solo hecho de flexionar el pie hacia arriba y hacia abajo mientras estás inmóvil puede mejorar el flujo de sangre en las venas de las piernas.[16]
    • Entre los ejercicios recomendados para las personas que padecen esta condición están el caminar, trotar y nadar. La natación en particular es una buena opción, ya que mantiene el cuerpo en posición horizontal, lo que significa que será menos probable que tu sangre se acumule en tus piernas, lo que haría que tus venas se hinchen.
  5. 5
    Baja un poco de peso. Si sufres de sobrepeso, debes contemplar la opción de bajar un poco de peso para ayudar a curar tus venas hinchadas. El sobrepeso hace que se ejerza más presión en la parte inferior de tu cuerpo, incluidas tus piernas y tus pies. Esto puede hacer que una mayor cantidad de sangre vaya hacia esa área, lo que puede generar una hinchazón en las venas.[17]
    • Busca maneras de controlar tu dieta, así bajarás de peso con la mayor eficacia. Restringe los tamaños de las porciones y equilibra tus alimentos de manera adecuada. Busca proteínas magras, productos lácteos bajos en grasa, cereales integrales y fibras, aceites saludables, y frutas y vegetales frescos. No consumas dulces, comidas fritas o procesadas, o alimentos ricos en grasas trans o hidrogenadas.[18]
    • Conversa con un doctor sobre tus objetivos de pérdida de peso. Él podrá indicarte si son realistas o manejables, y podrá brindarte una orientación adicional para ayudarte a alcanzarlos. Asimismo, el doctor te ayudará a elaborar un plan dietético que considere todos los medicamentos que consumas.
  6. 6
    Deja de fumar. Además de ser poco saludable en general, el consumo de cigarrillos también puede aumentar la presión en tus venas. Algunas substancias presentes en el humo del cigarrillo cuentan con efectos muy negativos en tus vasos sanguíneos, incluidas las paredes venosas. Es mejor que dejes de fumar, ya que así tus venas no se dilatarán demasiado, lo que haría que se hinchen.[19]
    Anuncio

Método 4
Método 4 de 4:
Recibir tratamiento médico

  1. 1
    Conversa con el doctor sobre la escleroterapia. Este consiste en un procedimiento que no provoca un dolor considerable, en el cual se inyecta un químico líquido o una solución salina en las venas con el objetivo de cerrarlas, lo que las hace desaparecer. Este es adecuado para las varices o las arañas vasculares más pequeñas. Podrías requerir varios tratamientos, los cuales se llevarán a cabo cada 4 a 6 semanas. Luego del tratamiento, es probable que te envuelvan las piernas con vendajes elásticos para así disminuir la hinchazón.[20]
    • Asimismo, existe un tipo de tratamiento llamado microescleroterapia, el cual está dirigido a las arañas vasculares. Este emplea una aguja muy delgada que inyecta el químico líquido en las venas.
  2. 2
    Ten en cuenta la terapia láser. Este procedimiento solo suele emplearse para tratar las varices pequeñas. Se aplicará un láser en la piel cercana a la vena hinchada. Este generará energía para calentar el tejido venoso, lo que eliminará todos los elementos sanguíneos que estén cerca. Luego de ello, la vena hinchada se obstruirá, se cerrará y tu cuerpo la reabsorberá luego de un tiempo.[21]
  3. 3
    Aprende más sobre la ablación. La ablación venosa trata tus venas con un calor más intenso, y puede llevarse a cabo con radiofrecuencia o energía de tecnología láser. El doctor perforará la vena, introducirá una sonda en ella hasta la ingle y luego enviará calor a través de ella. Este calor cerrará y destruirá la vena, la cual desaparecerá con el tiempo.[22]
  4. 4
    Conversa sobre la opción de someterte a una flebectomía ambulatoria. Este consiste en un procedimiento quirúrgico mediante el cual el doctor hará cortes pequeños en tu piel para extraer las venas pequeñas. Luego empleará ganchos pequeños para jalar la vena y retirarla de la pierna. Este procedimiento es adecuado para tratar las arañas vasculares y otras venas pequeñas.[23] [24]
    • En los casos normales, esta cirugía se lleva a cabo en un solo día. El doctor solo entumecerá el área cercana a la vena, por lo que estarás despierto durante el procedimiento. Es probable que presentes algunas contusiones leves.
    • Los procedimientos de flebectomía podrían realizarse junto con otros procedimientos, incluida la ablación. El doctor sabrá si el uso conjunto de los tratamientos será de utilidad.[25]
  5. 5
    Consulta con el doctor sobre la extirpación de venas. Este consiste en un procedimiento invasivo que se lleva a cabo para combatir las venas problemáticas, y solo suele emplearse en los casos graves de varices. El doctor realizará cortes pequeños en tu piel, luego atará y retirará las venas de tu pierna. Te encontrarás bajo los efectos de la anestesia durante el procedimiento, y deberás recuperarte por completo luego de una a cuatro semanas.[26]
    • Si bien se extirparán las venas, esta cirugía no afectará tu circulación sanguínea. Las demás venas que se encuentren a una mayor profundidad en tu pierna se encargarán de la sangre, y la circulación en tu pierna no tendrá ningún problema.
    Anuncio

Consejos

  • No te avergüences por estirarte en un lugar público, como un avión o tu oficina. Si te estiras, esto será de tanta utilidad a largo plazo que definitivamente valdrá la pena hacerlo.
  • No te estires hasta sentir dolor. Un estiramiento suele ser una sensación de incomodidad leve que puedes tolerar y que se vuelve agradable cuando te acostumbras a ella.
Anuncio

Advertencias

  • En el caso de los coágulos, estos pueden desplazarse hacia los pulmones, lo que puede provocar un embolismo pulmonar grave. Esto sucede con muy poca frecuencia, pero debes conversar sobre ello con el doctor.[27] Las señales de una embolia pulmonar incluyen la dificultad para respirar, piel húmeda o azulada, latidos cardiacos irregulares, mareos, inquietud, esputo sanguinolento o pulso débil.[28]
  • Las varices son un tipo de hinchazón común, y determinadas personas corren un mayor riesgo de padecerlas. Entre ellas tenemos a las personas de edad avanzada, las mujeres, las personas nacidas con válvulas deficientes, las personas obesas, las mujeres embarazadas y aquellos con un historial de coágulos sanguíneos o un historial familiar de varices.[29]
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Timothy Sherman, RN
Coescrito por:
Enfermero registrado
Este artículo fue coescrito por Timothy Sherman, RN. Timothy Sherman es un enfermero registrado con sede en Austin, Texas y afiliado a St. David's HealthCare. Con más de siete años de experiencia en enfermería, Timothy se especializa en trabajar con adultos en un entorno médico quirúrgico general, quimioterapia y con la administración de bioterapia. También ha impartido clases de Fundamentos de Terminología Médica y Anatomía, y Fisiología para Auxiliares Médicos en Austin Community College. Recibió su licenciatura en enfermería en la Universidad Estatal de Wichita en 2012. Este artículo ha sido visto 321 034 veces.
Anuncio