En poco tiempo, este artefacto increíble se volverá tu mejor amigo. Luego de unos cuantos experimentos, te preguntarás qué no puedes hacer con esta cosa. Todo lo que debes hacer es presionar un botón. Revisa los pasos a continuación para comenzar a hacer casi cualquier cosa.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Dominar lo básico

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    Asegúrate de que la licuadora esté conectada, limpia y funcional. Puedes comprobarlo a simple vista: si se ve en buena condición, es probable que sea segura.
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    Coloca los ingredientes. Te daremos sugerencias en la siguiente sección, pero por ahora, solo debes saber que todo va dentro del vaso de la forma que prefieras. Es buena idea poner un poco de líquido en el fondo para comenzar o los elementos sólidos no se moverán con facilidad.
    • Si vas a licuar hielo, debes agregar un poco de líquido. El hielo flota en el agua, permitiendo que las cuchillas lo alcancen. Sin agua, se pega a los costados y se derrite lentamente.
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    Cierra la tapa y sostenla firmemente. ¿Qué es la tapa pequeña que puede retirarse? Es el vaso dosificador. Puedes dejar la licuadora funcionando, retirar el vaso dosificador y añadir algunos ingredientes (pequeños) adicionales si quieres. No obstante, en cualquier otra situación, es mejor dejar la tapa puesta si no quieres terminar con las paredes salpicadas.
    • Si no enciende, asegúrate de que el fondo del vaso esté asegurado a la base. Si la base y el vaso no se conectan de manera adecuada, no echará a andar.
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    ¡Comienza a licuar! Experimenta con los botones. Elige una velocidad apropiada según lo que vayas a licuar. Por lo general, los botones de la derecha son los de velocidades más altas.
    • Hay varias opciones: trozar, rallar, triturar, incorporar, hacer puré, batir y licuar. No les prestes mucha atención, pues ninguna puede usarse de manera incorrecta. Si la mezcla no obtiene la consistencia que querías, prueba con una velocidad más alta. Si no funciona, detén la licuadora, saca la tapa, revuelve y comienza de nuevo.
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    Destapa la licuadora y vacíala. Listo. Quizás tengas que rascar el fondo o desarmar las cuchillas para extraer todo el contenido, en especial si es de consistencia espesa. ¡Terminamos!
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    Limpia la licuadora. Quita las cuchillas del vaso y lava las dos partes por separado. Solo ponlas debajo del grifo con un poco de jabón. Alternativamente, puedes ponerla en el lavaplatos. Es seguro.
    • ¡Nunca, nunca, jamás, pongas la base en el agua! Si se obstruye, limpia con un paño húmedo o una esponja. Es difícil dañar una licuadora: el agua (o cualquier otro líquido) es la única vía para hacerlo.
      • Mantén la licuadora alejada del fuego.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Utilizar tu creatividad

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    Haz batidos, gelato, malteadas o helados. La forma más esencial de usar la licuadora es para hacer bebidas dulces y azucaradas. Basta con algo de fruta, hielo, azúcar y leche. Puedes inventar sabores locos al prepararlos por ti mismo. Revisa algunos de estos artículos:
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    Prepara salsas, hummus y dips. Basta de comprar basura envasada. Con la licuadora, puedes hacer casi todo, hasta iniciar una fiesta. ¡Solo asegúrate de no licuar por completo los tomates si haces salsa!
    • Cómo hacer hummus
    • Cómo hacer salsa
    • Cómo hacer dip francés de cebolla
    • Cómo hacer dip de frijoles
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    Prepara cocteles. Ha llegado el momento que esperabas: los cocteles. Con la licuadora, puedes preparar cualquier bebida que quieras e incluso algunas que no sabías que podían hacerse. Un poco de hielo, algo de alcohol y tus sabores favoritos serán suficiente. wikiHow también tiene sugerencias para esto:
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    Prepara sopas y salsas. Claro que puedes hacer sopas y salsas en una licuadora. ¡Por lo menos las cremosas y suaves! Revisa estas recetas:
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    Haz mermeladas y mantequillas. ¡Seguro creías que la lista había terminado! Las jaleas y mantequillas hechas en casa se están volviendo populares, ¿por qué no te unes a la diversión? Además, ahorrarás mucho. Te presentamos algunas para empezar:
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    Ralla queso, haz miga de pan y tritura semillas. Si se puede desintegrar, puede ponerse en la licuadora para rallarse, trozarse o hacerse tiras. Solo no pongas piedras en ella. ¡Descongela las cosas antes de ponerlas en la licuadora!
    • Tritura semillas u hojuelas de avena, palomitas de maíz y otros granos para hacer harina o especias.
    • Ralla queso como aderezo para casi cualquier plato.
    • Pon cubos pequeños de pan duro para hacer miga de pan fácilmente.

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Categorías: Consejos en la cocina