La hipocondría, ahora llamada trastorno de ansiedad por enfermedad, no es difícil únicamente para la persona que la padece, sino para quienes la quieren y se preocupan por ella.[1] Vivir con una persona que padece hipocondriasis puede ser más sencillo si aprendes tanto como puedas de este problema y te aseguras de que tu ser querido reciba ayuda profesional. Aprende a ayudar a un amigo o familiar con hipocondriasis y no olvides ocuparte de ti.

Método 1
Método 1 de 3:
Ayudar a alguien con ansiedad por enfermedad

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    Comprende que la ansiedad por enfermedad crea una angustia real. El trastorno de ansiedad por enfermedad es un trastorno mental, como la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo, y es una enfermedad real. Por más que la enfermedad no sea real, el estrés se siente muy real.[2] Las enfermedades graves parecen una posibilidad grave para tu ser querido, y las palabras tranquilizadoras no harán que desaparezca.
    • Gracias a internet, el mundo está lleno de información acerca de los últimos brotes de la enfermedad y las causas posibles de las distintas enfermedades. Ayudar a una persona que tiene un trastorno de ansiedad por enfermedad a evitar tanta información como sea posible permite filtrar parte de ello.[3]
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    Escucha, por más que las quejas parezcan bizarras o inventadas. Las personas que padecen el trastorno de ansiedad por enfermedad necesitan ser escuchadas. Esto ayuda a prevenir la ansiedad y el pánico que pueden experimentar al ser ignoradas. Si nadie lo nota, las creencias de tu ser querido acerca de la enfermedad podrían multiplicarse, haciendo que crea que su estado no real empeora.
    • Escuchar de manera activa no significa estar de acuerdo con sus miedos, sino brindarle a la persona tu tiempo para ser escuchada de manera comprensiva, y hacerle saber que estás dispuesto a escuchar sus preocupaciones.
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    Reconoce los síntomas y ofrécele recordatorios amables de que estará bien. Las personas que sufren el trastorno de ansiedad por enfermedad suelen preocuparse por sus síntomas de manera excesiva.[4] Al reconocer los síntomas de tu ser querido, es posible que puedas validar sus sentimientos, lo cual le proporcionará calma. Si le sugieres amablemente que su dolor podría ser producto de una causa menos grave, también podrás ofrecerle una solución más sencilla frente a sus miedos.
    • Por ejemplo, puedes decir "Tenía un dolor similar en el hombro por cargar una mochila pesada, antes de cambiar por una con ruedas. Quizás estés tenso o dolorido por la actividad".
    • También puedes decir "El dolor estomacal generalmente no significa cáncer de estómago. Lo más probable es que estés estresado, descompuesto o digiriendo algo que no te ha sentado bien".
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    Ofrece tratar los síntomas, sin apresurarte por determinar una causa. Si tu ser querido tiene dolor de estómago, ofrécele pastillas para el estómago. Si tiene dolor en el hombro, muéstrale algunos estiramientos para que haga. Hacer algo con respecto a sus síntomas, por más pequeño que sea, puede ayudar a tu ser querido a dejar de obsesionarse con sus molestias.
    • Trata el dolor o la queja sin especular demasiado sobre un posible diagnóstico. Mostrar una reacción desmedida o suponer lo peor es gran parte de su estrés, así que no aceptes este estrés.
    • Supón que los síntomas son reales. Tu ser querido sin dudas experimenta un dolor real. Quizás tenga una causa física, como una tensión en la rodilla o una gripe leve, o quizás sea producto del estrés. De cualquier modo, posiblemente se sienta mejor si recibe un tratamiento. Consulta con un médico de confianza para tratar el dolor.[5]
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    Anima a tu ser querido a que haga actividades que disfrute. Procura que esté al aire libre o realice su actividad favorita. Esto puede ayudarlo a olvidar las cosas estresantes y a relajarse un poco. Realizar más actividad física puede ser muy útil para la ansiedad, el bienestar y el estado físico.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Buscar ayuda profesional

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    Acompaña a tu ser querido a un médico. Permite que le explique los síntomas al médico. Si el profesional no identifica el trastorno de ansiedad por enfermedad, entonces hazlo a un lado y explícale brevemente tus preocupaciones.
    • "Hipocondría" es un término desactualizado, por lo que probablemente el médico la identifique como trastorno de ansiedad por enfermedad.[7]
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    Ayuda a tu ser querido a escoger entre las opciones de tratamiento. La ansiedad por enfermedad se puede tratar con antidepresivos o medicamentos ansiolíticos, y terapia psicológica. Haz los arreglos necesarios para que la persona visite a un terapeuta aproximadamente una vez por semana, en caso de ser posible.
    • La terapia cognitivo conductual puede ser un enfoque efectivo, al igual que la terapia de exposición gradual.[8]
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    Habla acerca de la posibilidad de problemas concurrentes. Las personas con hipocondría también pueden experimentar otros trastornos de ansiedad o depresión.[9] Considera la posibilidad de ayudar a tu ser querido para que se someta a evaluaciones para descartar estos problemas.
    • Si tu ser querido está nervioso, dile que el examen solo implica llenar un formulario con los síntomas. Recuerda que el miedo es un gran aspecto del trastorno. Escucharlo y validar sus sentimientos lo ayudará a lidiar con sus miedos.
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    Asiste a los encuentros de los grupos de apoyo para este trastorno. Una persona con trastorno de ansiedad por enfermedad podría encontrar un grupo de apoyo cercano para personas que padecen este problema. Quizás a también le resulte útil asistir a un grupo de apoyo para la ansiedad, dado que ambos están estrechamente relacionados.[10]
    • Existen grupos de apoyo disponibles tanto para la persona que padece el trastorno como para los miembros de su familia. Habla con el terapeuta de la persona y pídele recomendaciones de grupos de apoyo.
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Método 3
Método 3 de 3:
Mantener el equilibrio

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    Establece límites cuando sea necesario. Tu salud y bienestar son tu primera responsabilidad. Está bien terminar una conversación o exigir espacio si no tienes energía para lidiar con su ansiedad en el momento. Intenta cambiar amablemente de tema. De lo contrario, dile que necesitas un tiempo en silencio o que precisas tomarte una pausa.
    • Al principio, alejarte y respetar los límites establecidos puede ser difícil, pero limitarte a ellos te ayudará a reforzarlos con el paso del tiempo.
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    Ayuda a tu ser querido a construir un sistema de apoyo. No es necesario que seas la única persona que lo ayuda. Anímalo a ponerse en contacto con otras personas para que reciba apoyo a través de distintas fuentes. El apoyo puede venir de los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo, los grupos religiosos, los consejeros y los miembros de un grupo de apoyo.
    • Además de beneficiarlos a ambos, cuantas más personas sepan del trastorno y puedan ofrecer un apoyo real, mejor. Ocultar el diagnóstico puede hacer que una persona con este trastorno busque personas con quienes hablar que desconozcan su problema, y la persona podría verse atrapada en un espiral de ansiedad con ellas.[11]
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    Tómate el tiempo que sea necesario para relajarte. No puedes ayudar a una persona que se ahoga si apenas puedes flotar. Pasa un tiempo todos los días haciendo algo que disfrutes para poder mantener tu salud mental al máximo.
    • El cuidado propio puede ser cualquier cosa que te haga sentir bien o que te ayude a relajarte. El lado bueno del cuidado propio es que depende de ti si eliges relajarte con un masaje, pasando tiempo a solas mientras lees o incluso realizando un ejercicio intenso.
    • Encuentra un confidente con quien puedas hablar de tus dificultades. Debe ser alguien que sea ajeno a la situación y que te escuche sin juzgar.
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    Habla con un terapeuta si te sientes abrumado. Es difícil ayudar a alguien si no te sientes bien contigo mismo. Encuentra una fuente de apoyo en la forma de un terapeuta o consejero. Esta persona puede ofrecerte sugerencias útiles para lidiar con el hecho de vivir con una persona que sufre el trastorno de ansiedad por enfermedad y para ayudar a tu ser querido a sentirse mejor.
    • Hablar con un terapeuta puede ser un ejemplo positivo para la persona que quieres ayudar, además de obtener apoyo para ti. Una persona con trastorno de ansiedad por enfermedad puede sentirse avergonzada por hacer terapia, y el hecho de que busques servicios puede normalizar el proceso para tu ser querido.[12]
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    Hagan cosas divertidas juntos para mantener un vínculo positivo. Reforzar el aspecto positivo le demostrará que puede disfrutar la vida y obtener atención positiva por las cosas, más allá de estar siempre “enfermo”.
    • Las cosas divertidas pueden ser cualquier cosa que les permita conectarse y cambiar el diálogo para hablar de otra cosa que no sea la enfermedad. Algunos ejemplos incluyen practicar un deporte, mirar una película o planificar unas vacaciones emocionantes.
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Advertencias

  • Presta atención a los pensamientos suicidas. El trastorno de ansiedad por enfermedad puede llevar a la depresión, lo que conlleva un riesgo de suicidio. Llama a un médico de inmediato si tu ser querido expresa deseos de morir, desaparecer o de "ya no ser una carga para los demás".
  • No confundas el trastorno de ansiedad por enfermedad con fingir una enfermedad. Las personas que padecen este trastorno realmente temen estar enfermas, y no lo hacen por atención o para manipular.
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Acerca de este wikiHow

Asa Don Brown, PhD, DNCCM, FAAETS
Coescrito por:
Psicólogo clínico
Este artículo fue coescrito por Asa Don Brown, PhD, DNCCM, FAAETS. El Dr. Asa Don Brown es psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia. Se especializa trabajando con familias, niños y parejas, tratando una serie de trastornos psicológicos, traumas y abusos. Además, se ha especializado en negociación y evaluación de perfiles. También es orador y autor de tres libros originales publicados, y ha escrito para una variedad de revistas, diarios y publicaciones populares. Recibió una licenciatura en teología y religión con una especialización en marketing, así como una maestría en consejería con especialización en matrimonio y familia en la Universidad de Great Falls. El Dr. Brown también recibió un doctorado en psicología con una especialización en psicología clínica en Capella University. Es miembro de la Academia Estadounidense de Expertos en Estrés Traumático y diplomático para el National Center for Crisis Management. Asimismo, continúa participando en varias juntas psicológicas y científicas. Este artículo ha sido visto 1095 veces.
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