Su sabor suave y un poco dulce, y su textura suave, hacen que las arvejas sean un vegetal popular y versátil. Hay muchas maneras de cocinarlas, ¡e incluso más de aderezarlas! Las arvejas combinan con diversas hierbas y especias, así que experimenta para encontrar las combinaciones de sabor que más te gusten. Dependiendo de si son arvejas frescas, congeladas o enlatadas, podrás usar diferentes técnicas de cocción para conseguir el mejor sabor.

Método 1
Método 1 de 3:
Mejorar el sabor de las arvejas frescas

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    Hiérvelas en agua a fuego lento por 8 a 10 minutos. Llena una olla con agua suficiente como para cubrir la cantidad de arvejas que quieres cocinar, y hiérvela. Agrega las arvejas, reduce la intensidad a fuego lento y deja que se cocinen por 8 a 10 minutos (o hasta que estén suaves).[1]
    • Algunos cocineros indican que agregarle sal al agua antes de que hierva puede endurecerlas y ralentizar el proceso de cocción.[2] Otros señalan que la sal puede reducir el tiempo de cocción al hacer que el agua hierva más caliente. Esto también puede afectar un poco su sabor.
    • Si te gustaría experimentar con sal, agrega de 1/2 a 1 cucharadita de sal por cada 950 ml (1/4 de galón) de agua antes de que hierva.
    • Si lo deseas, puedes agregarle una pizca de azúcar al agua para mejorar el sabor dulce de las arvejas.[3]
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    Drénalas una vez que se cocinen. Cuando alcancen la textura deseada, colócalas en un colador. Drena toda el agua.[4]
    • Uno de malla puede ser mejor que uno de olla, ya que las arvejas pequeñas pueden quedarse atoradas en los agujeros más grandes de este último.[5]
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    Saltea las arvejas cocidas en mantequilla, sal y pimienta. Derrite un poco de mantequilla en una sartén y agrégale las arvejas recién cocidas. Échales un poco de sal y pimienta al gusto.[6] Saltea las arvejas y las especias con cuidado usando una espátula, para así distribuir la sal y la pimienta de manera uniforme y evitar que se quemen.
    • Si lo deseas, puedes agregarle algunos ingredientes aromáticos (como ajo o cebolleta picados) a la mantequilla y dejar que se ablande un poco antes de agregar las arvejas.
    • Dado que las arvejas ya están cocidas, solo tendrás que saltearlas por 1 o 2 minutos como máximo.
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    Agrégales una pisca de hierbas frescas. A medida que las saltees, agrega un poco de hierbas frescas picadas al gusto. Agrega solo una cucharada pequeña para asegurarte de no opacar el sabor de las arvejas, y aumenta la cantidad si quieres un mayor sabor.[7] Para conseguir el mayor sabor, presiona las hierbas un poco con los dedos antes de agregárselas al plato, y agrégalas justo antes de retirar las arvejas del fuego.[8]
    • Agrega hierbas más dulces (como la menta) para resaltar la dulzura natural de las arvejas. Para un sabor más salado, usa perejil, albahaca, salvia o romero.
    • Si usas una hierba con sabor fuerte (como romero), agrégala en una etapa temprana del proceso de cocción (p. ej., cuando empieces a derretir la mantequilla) para así suavizar el sabor.
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    Aplícales algunas especias adicionales antes de servir, si así lo deseas. Debido a su sabor suave, las arvejas cocidas combinan con diversos aderezos. Cuando estés listo para servirlas, agrégales un aderezo seco de tu elección al gusto.[9]
    • Estas son algunas buenas opciones: mejorana, pimentón, cúrcuma, eneldo, culantro, orégano, mostaza, ajedrea, pimienta inglesa, tomillo y alcaravea.
    • También puedes darles sabor al echarles un poco de vinagre blanco o jugo de limón, un aderezo (como vinagreta), o un aceite con sabor (como uno de sésamo u oliva).

Método 2
Método 2 de 3:
Aderezar arvejas congeladas

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    Agrégalas a una sartén con mantequilla, ajo y azúcar. Hay muchas maneras de cocinar arvejas congeladas, pero saltearlas es una manera fantástica de conseguir un resultado rico y con mucho sabor. Coloca las arvejas en una sartén grande con mantequilla de crema dulce con sal, ajo fresco molido o picado, y un poco de azúcar.[10]
    • Si vas a usar 450 g (1 lb) de arvejas congeladas, agrégales 6 cucharadas de mantequilla, 2 cucharaditas de azúcar y 3 dientes de ajo fresco.
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    Cocina a fuego medio por 5 a 7 minutos. Bate las arvejas de vez en cuando a medida que las saltees para así evitar que se quemen y distribuir la mantequilla y los aderezos de manera uniforme. Estas se cocinarán cuando la mantequilla esté derretida y estén calientes en su totalidad.[11]
    • Si lo deseas, puedes tomar algunas hojas de menta fresca y aplicárselas mientras se cocinan.
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    Retira las arvejas del fuego y aderézalas al gusto. Una vez que estén cocidas, échales un poco de sal y pimienta negra hasta que desarrollen el sabor deseado.[12] Puedes servirlas de esta manera si lo deseas o agregar aderezos adicionales como los siguientes:
    • albahaca
    • perejil
    • orégano
    • estragón
    • pimentón
    • eneldo
    • cúrcuma
    • comino
    • mejorana
    • culantro

Método 3
Método 3 de 3:
Darles sabor a las arvejas enlatadas

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    Coloca una lata de arvejas drenadas en una olla con un poco de agua. Si vas a usar una lata de 450 g (16 oz), usa 120 ml (media taza) de agua. Arroja el agua de la lata antes de agregar las arvejas y el agua fresca a la olla.
    • Muchas arvejas enlatadas tienen sal y azúcar agregadas. Por este motivo, podrías tener que probarlas antes de aderezarlas, ya que estos aditivos pueden afectar su sabor.
    • Si prefieres que tengan más sal o azúcar, busca una lata cuya etiqueta diga “Sin sal agregada”, “Sin azúcar agregada”, “Bajas en sodio” o algo similar.
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    Hiérvelas a fuego lento y agrégales mantequilla. Enciende la cocina y hiérvelas a fuego lento. Agrega un poco de mantequilla sin sal.
    • Si vas a cocinar 450 g (16 oz) de arvejas, agrega 2 cucharadas de mantequilla.
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    Agrega otros aderezos al gusto. Mientras las arvejas y la mantequilla hiervan a fuego lento, échales un poco de sal y pimienta negra al gusto. Si lo deseas, también puedes agregar una cucharada de azúcar. Si son arvejas enlatadas con sal o azúcar agregada, pruébalas primero para no agregar demasiado. Asimismo, puedes agregar otros aderezos, como los siguientes:
    • hojuelas de pimienta roja
    • cebolla en polvo
    • ajo en polvo
    • otras especias, como perejil, salvia, cúrcuma, orégano o albahaca
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    Cocina las arvejas hasta que se calienten por completo y la mantequilla se derrita. Las arvejas enlatadas ya están cocidas, por lo que solo tienes que calentarlas al gusto. Arroja el agua adicional antes de servirlas.
    • Puedes servir arvejas cocidas y aderezadas por sí solas, o junto con otros platos (como pasta, ensaladas o sopas).

Consejos

  • Si vas a cocinar frejoles de ojo negro, dales más sabor con un poco de ají o cocínalos con un caldo de estilo sureño.
  • Las arvejas combinan con vegetales de sabor más fuerte, como coles comunes o rizadas, o nabos.

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Categorías: Frutas y verduras