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En comparación a la mayoría de los demás vegetales, las papas se conservan de manera increíble. Con ayuda de las técnicas de almacenamiento adecuadas, una buena papa puede durar varios meses. Saber todos los detalles sobre el almacenamiento adecuado de las papas es crucial para aprovecharlas al máximo, sea que las compres en el supermercado o las cultives tú mismo.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Almacenar las papas
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1Escoge tus papas. Después de comprarlas o recogerlas de tu jardín, tómate un momento para escogerlas. Busca las que tengan la cáscara rota, abolladuras o algún otro daño visible. Estas no deben almacenarse pues se podrirán más rápido de lo normal y podrían contagiar a las papas que están bien. Más bien, elige alguna de estas opciones:
- Utiliza las papas dañadas en uno o dos días. Corta cualquier parte lastimada o que se vea mal antes de utilizarlas.
- "Cúralas" para anular el daño y aumentar su tiempo de conservación (lee el paso que explica cómo curarlas más adelante).
- Echa a la basura las papas muy dañadas o que se están pudriendo.
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2Almacena las papas sanas en un lugar oscuro y seco. Una vez que hayas separado las papas dañadas de las que están en buen estado, pon estas últimas en un lugar que no esté expuesto a la luz o la humedad, ya que estas condiciones pueden provocar que se pongan verdes o se pudran. Los sótanos, las bodegas y los gabinetes de cocina alejados son buenas opciones.
- Asimismo, tus papas tendrán que estar bien ventiladas. La mayoría de papas se venden en bolsas de red que permiten que les entre el aire. Estas son una buena opción, así que no las traslades a un recipiente hermético.
- Si cosechaste las papas tú mismo, trata de ponerlas en capas en una canasta de paja o una caja ventilada. Pon una página de periódico entre cada capa y al final de todo.
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3Mantén la temperatura fría. Las papas se conservan mejor en temperaturas menores a 10 °C (50 °F).[1] Para que duren el mayor tiempo posible, las papas deben estar entre 2 y 4 °C (35 y 40 °F). Normalmente estará bien una habitación oscura y fría como el sótano o el ático.
- Ten en cuenta que el refrigerador es muy frío para las papas y podría arruinar su sabor. Lee la sección siguiente para mayor información.[2]
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4Revisa tus papas cada cierto tiempo para ver si hay señales de putrefacción. Si las almacenas con el método indicado anteriormente, la mayoría durará al menos unos cuantos meses sin ningún problema. Sin embargo, es bueno revisarlas rápidamente cada cierto número de semanas para ver si presentan señales de "tener algún problema". Una papa podrida puede contagiar a las que están a su alrededor, así que es crucial deshacerse de ellas antes de que se propague el problema. Algunas señales que debes observar son:
- Verdor: la papa adquiere un color ligeramente verde. Con el tiempo, la cáscara se suavizará y parecerá un poco marchita. Normalmente esto se debe a la exposición a la luz. Si solo hay un poco de verdor, corta estas áreas de la cáscara antes de cocinar.[3]
- Brotes: empiezan a crecer "brotes" pequeños, parecidos a los botones de una planta, y por lo general la papa también se pondrá un poco verde o suave. Corta los brotes antes de cocinar si la papa no está demasiado suave o verde.
- Putrefacción: la papa se ve como si estuviera pudriéndose; podría apestar, tener una textura suave o estar cubierta de hongos. Desecha estas papas y cambia el papel que haya estado en contacto con ellas.
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5Cura tus papas para almacenarlas por un periodo largo. Si quieres que estas te duren aún más, prueba la técnica que se describe a continuación. Esta también es una buena opción para las papas que tienen daños menores y podrían podrirse con facilidad. "Curar" papas por lo general sanará algunos cortes y abolladuras menores. Sigue las siguientes indicaciones para hacerlo:
- Coloca tus papas en una base de papel periódico en un lugar oscuro y frío.
- Eleva la temperatura hasta 10 a 15 °C (50 a 60 °F), un poco mayor a la del almacenamiento normal.
- Deja que las papas reposen de esta manera sin alteraciones. Después de dos semanas aproximadamente, las cáscaras se habrán vuelto más gruesas y secas. Retírale cualquier suciedad acumulada con un cepillo y guárdalas siguiendo las direcciones de arriba (tendrás que bajar un poco la temperatura).
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Método 2
Método 2 de 2:Saber qué debes evitar
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1No laves las papas antes de almacenarlas. Aunque parezca que "limpiar" las papas las hará menos propensas a podrirse, la verdad es que sucede lo contrario. Exponerlas a la humedad disminuye su tiempo de conservación y las vuelve mucho más propensas a la putrefacción. Mantenlas lo más secas posibles antes y durante el proceso de almacenamiento.[4]
- Si tus papas tienen una capa de tierra, déjalas que sequen y luego usa un cepillo seco para retirar cualquier suciedad acumulada. Puedes (y debes) lavarlas justo antes de cocinarlas.
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2No almacenes papas en el refrigerador. Como se mencionó anteriormente, el refrigerador es muy frío para almacenar bien las papas. La baja temperatura en el interior de este electrodoméstico hará que el almidón de la papa se convierta en azúcar, lo que hará que tenga un sabor dulce desagradable. Además, su color también podría alterarse.[5]
- Si guardas papas en el refrigerador, déjalas llegar a temperatura ambiente poco a poco antes de cocinarlas. De este modo reducirás la decoloración (aunque tal vez no la elimines por completo).
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3No dejes papas cortadas expuestas. Una vez que hayas cortado un papa, cocínala lo más pronto posible ya que su pulpa expuesta no se conserva bien en comparación con la cáscara que es más fuerte. Si no puedes cocinar varias papas en ese momento, guárdalas sumergidas en un par de centímetros de agua fría. De esta manera se conservarán por un día más o menos sin perder su textura y color.[6]
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4No guardes las papas cerca de las frutas. Muchas de ellas, como las manzanas, peras y plátanos despiden un compuesto químico llamado etileno, que alienta la maduración. Quizás te has dado cuenta de que las frutas maduran más rápido si están juntas. En consecuencia, el etileno puede hacer que tus papas germinen rápido, así que guarda tus frutas en otro lugar.Anuncio
Consejos
- Si te queda alguna papa que recogiste de tu jardín una vez llegada la primavera, utilízala para plantar el cultivo del año que viene. Lee nuestro artículo acerca de plantar papas para mayor información.
- Si tus papas se ponen dulces durante el tiempo de almacenamiento, ponlas en un lugar más cálido (pero de todos modos oscuro y seco) por una semana antes de cocinarlas. Los azúcares se volverán a convertir en almidón, lo que disminuirá el sabor dulce.[7]
Referencias
- ↑ http://www.gardeners.com/how-to/storing-potatoes-onions-garlic-squash/5021.html
- ↑ http://www.huffingtonpost.com/2012/03/09/dont-refrigerate-these_n_1335168.html
- ↑ http://www.potatogoodness.com/all-about-potatoes/buying-storing/
- ↑ http://www.potatogoodness.com/all-about-potatoes/buying-storing/
- ↑ http://www.potatogoodness.com/all-about-potatoes/buying-storing/
- ↑ http://www.marthastewart.com/264222/keeping-cut-potatoes-in-water
- ↑ http://www.garden.org/foodguide/browse/veggie/potatoes_harvesting/574
Acerca de este wikiHow
Para almacenar papas, primero colócalas en una bolsa abierta, una canasta u otro recipiente ventilado ya que los recipientes cerrados hacen que las papas se echen a perder más rápido. Luego, guarda las papas en un lugar fresco, seco y oscuro, como una despensa o el sótano. No guardes las papas crudas en el refrigerador, ya que la temperatura fría puede cambiar su sabor. Almacenadas de esta manera, las papas se mantendrán en buen estado durante aproximadamente 1 o 2 semanas. Si quieres almacenarlas a largo plazo, mantén las papas entre 7 y 13º Celsius (45 y 55º Fahrenheit), donde se mantendrán en buen estado hasta por 3 meses. Si quieres más consejos, incluyendo el motivo por el que no debes guardar las papas en el refrigerador, ¡sigue leyendo!