Los costos fijos son los costos asociados a la fabricación de un producto que no cambian independientemente del número de unidades producidas. Por ejemplo, si tu empresa produce cortinas, tu lista de costos fijos incluirá cosas como el alquiler del edificio, máquinas de coser, recipientes de almacenamiento, dispositivos de iluminación de techo y sillas para coser. El costo fijo promedio (CFP) es la cantidad del costo fijo por unidad de producto fabricado. Hay dos métodos para calcular el CFP dependiendo del tipo de información con el que trabajes. Sigue estas instrucciones para saber cómo calcular y usar el costo fijo promedio.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar el método de la división

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    Elige un periodo de tiempo para calcular. Debes elegir un periodo de tiempo determinado para tu cálculo. Esto te ayudará a alinear tus costos con tu producción y calcular adecuadamente el costo fijo. En general, es más fácil usar un mes o una cantidad de meses porque puedes determinar fácilmente los costos fijos a lo largo de este periodo de tiempo. También puedes abordarlo desde el otro extremo y usar la cantidad de tiempo que toma producir una cantidad determinada de unidades.
    • Por ejemplo, podrías determinar que produces 10 000 unidades cada dos meses y usar esta restricción de tiempo para averiguar tus costos fijos.
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    Combina los costos fijos totales. Los costos fijos son aquellos costos que no cambian con base en cuántos productos fabricas. Esto incluye cosas como el alquiler del edificio usado para producir o vender el producto, el costo de comprar o mantener el equipo de fabricación, los impuestos inmobiliarios y el seguro. Esto también puede incluir el costo de la nómina para los empleados que no estén directamente involucrados en el proceso de fabricación.[1] Suma estos costos para determinar los costos fijos totales.
    • Usando el ejemplo anterior de fabricar 10 000 unidades en dos meses, digamos que gastas $4000 al mes en alquiler para el espacio de fabricación, pagas $800 al mes en impuestos inmobiliarios, $200 en seguro, $5000 en sueldos para empleados que no estén involucrados en el proceso de fabricación (administrativos) y $1000 en gastos de depreciación sobre tu maquinaria. Esto daría un total de $11 000 al mes en gastos fijos. Debido a que vas a calcular para dos meses, simplemente duplica este número para obtener $22 000 en costos fijos totales.
    • Para obtener más información, lee el artículo cómo calcular los costos fijos.
    • Ten en mente que esto no incluye ningún costo variable o costos en los que hayas incurrido con base en cuántos productos fabriques. Los costos variables pueden ser materiales usados en la producción, los servicios públicos, los costos laborales de los empleados involucrados en la fabricación y los gastos de embalaje.[2]
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    Determina la cantidad de unidades producidas. Simplemente usa tus cifras para los bienes producidos dentro del periodo que vayas a calcular. Asegúrate de que el periodo de tiempo de producción encaje con el periodo de tiempo del cual hayas recolectado la información para los gastos de costos fijos.
    • En nuestro ejemplo, esto sería las 10 000 unidades producidas en los dos meses que vamos a calcular.
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    Divide el total de costos fijos entre la cantidad de unidades producidas. Esto te da el costo fijo promedio.[3] Para terminar nuestro ejemplo, ahora debemos dividir los $22 000 en costos fijos totales a lo largo del periodo de dos meses entre las 10 000 unidades producidas en ese periodo. Esto nos da un costo fijo promedio de $2,20 por unidad.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar el método de la resta

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    Calcula el costo total. Esta es la cantidad total de dinero que cuesta fabricar un producto, igual al costo fijo total más el costo variable total. Todos los elementos de producción deben tomarse en cuenta en el costo total, incluyendo mano de obra, comisiones, servicios públicos, marketing, costos administrativos, suministros de oficina, manejo y envío, materiales, interés y cualquier otro costo que concierna al producto específico. Es la suma del costo fijo total y el costo variable total.[4]
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    Calcula el costo total promedio (CTP). El CTP es el costo total dividido entre el número de unidades.[5]
    • Siguiendo con nuestro ejemplo anterior del método 1, si el costo total es de $35 000 a lo largo de dos meses cuando se producen 10 000, el CTP será de $3,50 por unidad.
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    Determina la cantidad del costo variable total. Los costos variables cambian según la cantidad de producto fabricado, incrementando a medida que la producción aumenta y disminuyendo a medida que la producción baja. Por ejemplo, los dos costos variables más predominantes son la mano de obra de fábrica y los materiales. Los costos variables también incluyen utilidades que varían con la producción, como la electricidad y el gas usado en la fabricación, por ejemplo.[6]
    • Continuando con el mismo ejemplo, imagina que el costo variable total está compuesto de $2000 en materiales, $3000 en servicios públicos ($1500 al mes durante dos meses) y $10 000 ($5000 al mes durante dos meses) en sueldos para los trabajadores involucrados en la fabricación. Suma estos números para obtener un costo variable total de $15 000 para tu periodo de dos meses.
    • Para obtener más información, lee el artículo Cómo calcular costos variables.
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    Calcula el costo variable promedio (CVP) dividiendo los costos variables totales entre el número de unidades producidas. Entonces, para nuestro costo variable total de $15 000 cuando se producen 10 000 unidades, el CVP sería $1,50 por unidad.
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    Calcula el costo fijo promedio. Resta el costo variable promedio al costo total promedio. La respuesta será el costo fijo promedio. En el ejemplo, el costo variable promedio de $1,50 por unidad debe restarse al costo total promedio de $3,50 por unidad a fin de obtener una cantidad del costo fijo promedio de $2 por unidad. Toma nota de que esto encaja con el costo fijo promedio calculado en el método 1.

Método 3
Método 3 de 3:
Analizar la producción usando el costo fijo promedio

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    Usa el CFP para revisar la rentabilidad del producto. Calcular un CFP realista puede ser útil para comprender la rentabilidad potencial de tu producto. Antes de empezar un nuevo proyecto, prueba hacer un análisis del punto de equilibrio para comprender mejor cómo el CFP, el CVP y el precio afectan tu línea de tiempo hacia la rentabilidad. En general, lo más importante es que el precio del producto siempre esté por encima del CVP (costo variable promedio). El exceso luego se usa para cubrir los costos fijos.[7]
    • El CFP disminuye a medida que la producción aumenta y, por lo tanto, es más fácil que te engañes y pienses que fabricar la mayor cantidad posible de productos (manteniendo los costos fijos totales) es una forma de alcanzar la rentabilidad.
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    Analiza los costos con el CFP. También puedes usar los costos fijos promedio para determinar en dónde reducir gastos. Reducir gastos puede ser necesario debido a las condiciones del mercado o puede usarse simplemente para incrementar la rentabilidad. Si los costos fijos conforman una gran parte de tu costo total, más que los costos variables, puede ser una buena idea considerar los lugares en donde podrías reducirlos. Por ejemplo, podrías pensar en reducir el consumo de electricidad con iluminación o equipo de fabricación más eficientes. Usar los CFP te permitiría ver cómo este cambio podría afectar tus beneficios por producto.
    • Reducir los costos fijos te proporciona más "apalancamiento operativo" (más beneficios de mayores cifras de producción). Hacerlo también disminuirá las ventas necesarias para llegar al punto de equilibrio.
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    Usa el CFP para realizar economías de escala. Las economías de escala son un beneficio que viene de grandes cantidades de producción. Esencialmente, al producir más, puedes disminuir el costo fijo por artículo e incrementar el margen de beneficio. Al calcular el CFP en varios niveles de producción, puedes determinar cuánto más rentable podrías ser produciendo más. Luego, puedes comparar esto con el precio de alcanzar este nivel de producción (quizás además del espacio de fabricación o las compras de maquinaria) para determinar si una expansión sería rentable o no.[8]

Consejos

  • El costo fijo promedio nunca será cero o negativo porque la cantidad del costo fijo total siempre será un número positivo.

Advertencias

  • No puedes obtener una perspectiva precisa de la viabilidad económica de un producto tomando en cuenta solo el costo fijo promedio. Deben considerarse los costos totales (los costos fijos y variables) para obtener una comprensión completa del costo de producción.

Acerca de este wikiHow

Michael R. Lewis
Coescrito por:
Asesor financiero
Este artículo fue coescrito por Michael R. Lewis. Michael R. Lewis es un ejecutivo corporativo jubilado, empresario y asesor de inversiones en Texas. Tiene más de 40 años de experiencia en negocios y finanzas, incluso como vicepresidente de Blue Cross Blue Shield de Texas. Tiene una licenciatura en Administración de Empresas en Gestión Industrial de la Universidad de Texas en Austin. Este artículo ha sido visto 166 664 veces.