Los croissants son un delicioso manjar que se disfrutan en todo el mundo como bocadillo o plato principal para un delicioso desayuno. Un croissant calentado puede ser particularmente delicioso. Puedes calentar un croissant que ya está cocinado en un horno o tostadora. Si tienes croissants crudos, deben ser horneados en un horno antes de que los comas.

Método 1
Método 1 de 3:
Calentar un croissant en el horno

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    Corta el croissant por la mitad. Usa un cuchillo para mantequilla para cortar suavemente el croissant por la mitad, a lo largo. Corta lentamente, pues los croissants son delicados. Cortar demasiado rápido o bruscamente , el croissant puede romperse.[1]
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    Coloca los croissants en una bandeja para hornear. Coloca los croissants en una bandeja para hornear con el lado cortado hacia abajo.[2] Para evitar que los croissants se peguen puedes forrar la bandeja con papel para hornear o usar un espray antiadherente para cocinar.
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    Deja que el horno se precaliente. Calienta el horno a 204 °C (400 °F). Luego, coloca la bandeja para hornear, que contiene el croissant, en el horno.[3]
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    Hornea por cinco minutos. Pon un temporizador. Por al horno los croissants durante unos cinco minutos para que se calienten y se tuesten ligeramente. Cuando estén listos, el pan estará ligeramente firme y crujiente.[4]
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    Añade los ingredientes que escogiste. Los croissants suelen estar cubiertos de mantequilla y mermelada. Sin embargo, puedes añadir cualquier ingrediente que quieras. Por ejemplo, si quieres algo más sabroso puedes cubrir un croissant con mostaza y unas cuantas rebanadas de carne de charcutería.[5]
    • También puedes usar croissants en lugar de pan para un sabroso sándwich para el desayuno. Intenta poner un huevo y una rebanada de queso entre dos croissants.
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Método 2
Método 2 de 3:
Calentar un croissant en la tostadora

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    Corta el croissant por la mitad. Usa un cuchillo para mantequilla para cortar suavemente el croissant por la mitad. Ve despacio para evitar que se rompa el croissant.[6]
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    Pon el croissant en la tostadora. Desliza suavemente cada lado del croissant en un lado de la tostadora. De nuevo, ve despacio. Usar demasiada fuerza podría causar que un croissant se desmigaje.[7]
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    Tuesta el croissant por cortos intervalos. Diferentes tostadoras tienen diferentes ajustes de calor y es difícil saber exactamente cuánto tiempo tardará algo en calentarse. Es una buena idea calentar el croissant en pequeños intervalos y revisarlo cada dos o tres minutos para ver si está crujiente y ligeramente dorado. Los croissants son masas ligeras, por lo que tienden a quemarse fácilmente.
    • Para obtener mejores resultados, peca de precavido y empieza con un ajuste más ligero. Si el croissant no se tuesta lo suficientemente rápido, puedes aumentar el calor a una configuración más alta.
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    Opta por el horno si la tostadora no es lo suficientemente grande. Los croissants son una masa muy delicada. Si el croissant no cabe fácilmente en la tostadora, es mejor calentarlo en el horno para evitar que se rompa.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Hornear un croissant crudo

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    Primero prueba los croissants. Antes de calentar los croissants crudos, estos necesitan tiempo para levantarse. Pon los croissants crudos en una bandeja para hornear cubierta con papel para hornear. Coloca la bandeja en un área de tu casa donde la temperatura esté entre 24 °C (75 °F) y 27 °C (80 °F). Déjalos reposar de una hora a 90 minutos.[9]
    • Cuando esté completamente levantados, podrás ver capas claras cuando veas los croissants de lado. Además, si agitas suavemente la bandeja, deberías ver que los croissants se mueven ligeramente.
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    Calienta el horno. En la mayoría de las recetas, los croissants deben ser horneados a 204 °C (400 °F). Sin embargo, revisa la receta que estás usando o el empaque en el que vinieron los croissants crudos. La temperatura precisa varía.[10]
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    Pinta los croissants con un batido de huevos. Bate un huevo en un tazón para mezclar usando un batidor de alambre o un tenedor. Usa una brocha para hornear para pintar cada croissant con el batido de huevos, cubriendo la parte superior y los lados. Asegúrate de que cada croissant esté cubierto con una capa completa de batido de huevos.[11]
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    Arregla las rejillas del horno. Coloca una rejilla en el tercio superior del horno. Coloca la otra rejilla en el tercio inferior del horno.[12]
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    Coloca los croissants en el horno. Si usas dos bandejas para hornear, pon una en la rejilla superior y otra en la inferior. Si solo usas una bandeja, ponla en la rejilla superior o inferior. No importa en qué rejilla empiecen a hornearse los croissants.[13]
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    Cambia la posición de los croissants después de 10 minutos. Pon un temporizador a 10 minutos. Cuando el temporizador se apague, rota los croissants. Mueve una bandeja de una rejilla a otra o cambia las posiciones de las bandejas si usas dos.[14]
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    Hornea los croissants durante 8 o 10 minutos más. Cuando estén listos, los croissants deben tener un color marrón uniforme en toda su extensión. Los bordes deben ser ligeramente más oscuros.[15]
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    Enfría los croissants. Saca los croissants del horno. Colócalos en las rejillas del horno para que se enfríen antes de comerlos.[16] Los tiempos de enfriamiento varían, pero la mayoría de los productos horneados se enfrían en 10 o 20 minutos.
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    Guarda los croissants. Los croissants que no se coman de inmediato pueden ser envueltos en papel de aluminio o sellados en una bolsa de plástico. Puedes guardar los croissants en la despensa o en la encimera, o refrigerarlos. Los croissants se guardan por dos días en la despensa y hasta una semana en la nevera.[17]
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    Aumenta la vida útil congelando los croissants. Los croissants congelados se conservan hasta por un año. Envuélvelos en plástico antes de colocarlos en una bolsa hermética. El tiempo de descongelación depende de la temperatura exacta de la casa, pero la mayoría de los croissants se descongelan en 24 horas.
    • Los croissants también pueden ser recalentados inmediatamente en el horno sin ser descongelados primero, pero tendrás que aumentar el tiempo de recalentamiento normal. Hornea durante unos 7 minutos y luego revísalos, añadiendo tiempo hasta que el croissant se caliente.[18]
  11. 11
    Has terminado.
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Categorías: Panes
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