Las cebollas de invierno son verduras grandes y resistentes que sobreviven en las bajas temperaturas del invierno. Generalmente su mayor crecimiento lo experimentan en los meses de esa estación. La mayoría de estas cebollas son consideradas “cebollas caminantes”, lo que significa que producen un bulbillo superior, que si no se toca, se cae al suelo y se planta por sí solo, generando cebollas “caminantes” en el jardín. De todas las variedades de cebollas, la de invierno es la más fácil de plantar y de cuidar. Comienza por juegos, pequeños bulbos pre-crecidos, para tener mejores resultados

Método 1
Método 1 de 2:
Planta

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    Prepara el cantero durante la última parte del verano o en otoño. Puedes plantar los juegos tan temprano como en agosto, aunque muchos jardineros prefieren esperar hasta octubre, cuando las temperaturas hayan bajado considerablemente. Hasta puedes plantar los juegos al principio del invierno, siempre y cuando el suelo no se haya solidificado todavía.
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    Selecciona un lugar con sol del jardín. Las cebollas de invierno son lo suficientemente resistentes como para crecer en una variedad de condiciones, pero prefieren exponerse al sol pleno.
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    Rompe la tierra. Usa un rastrillo o una paleta para aflojar la tierra del lugar que hayas escogido. Las cebollas de invierno prefieren el suelo flojo y con buen drenaje. Pero, evita los suelos arenosos porque pierden la humedad muy rápidamente, previniendo que las cebollas se remojen en los nutrientes que necesitan para prosperar.
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    Mezcla materia orgánica en el suelo. El abono esterilizado es una elección popular. La materia orgánica le da nutrientes adicionales y hasta puede mejorar la habilidad que tiene el suelo para retener los niveles de humedad.
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    Planta cada uno de los juegos a una profundidad de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas). Suavemente empuja los juegos dentro de la tierra hasta que estén justo debajo del nivel de la tierra. Cubre con tierra adicional de ser necesario, acomodándola sobre el bulbo.
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    Pon los juegos a una distancia de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) unos de otros en cada fila. Cada fila debe estar espaciada de la otra por 30 cm (1 pie) .
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    Cubre tus recién plantados juegos con una gruesa capa de mantillo. El mantillo le permite al suelo retener la humedad por más tiempo y también mantiene a las cebollas más templadas porque no se lo deja expuesto.
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Método 2
Método 2 de 2:
Cuidado y cosecha

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    Riega a las cebollas dos veces por semana durante las primeras dos semanas. Luego, evita los riegos completamente, especialmente una vez que el suelo se haya congelado. Cuando las temperaturas vuelvan a subir, riega sólo si hay sequía y el suelo luce duro, quebrado y seco.
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    Dale a las cebollas dos dosis de fertilizante. La primera dosis debes proporciónarselas un poco antes de la primera helada pesada. Si vives en un área en la que no hay heladas, aplica la primera dosis en cualquier momento desde octubre a noviembre. La segunda debes dárselas al principio del verano, antes de la cosecha.
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    Quita las malezas de la zona. Durante toda la temporada de crecimiento, las malezas no constituyen un problema. Aunque si las ves, quítalas inmediatamente, a mano o usando una azada afilada. Las malezas compiten con las cebollas por los nutrientes del suelo, haciendo que la cosecha sea pequeña y deshidratada.
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    Vigila las plagas. No tendrás muchas plagas durante toda la temporada de crecimiento, pero si notas alguna cuando el tiempo sea más caluroso, usa un pesticida que no sea peligroso para erradicarla y proteger a las cebollas.
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    Cosecha la parte verde de las cebollas durante la primavera. Una vez que esta parte tenga varias pulgadas (10 cm o más) de altura, la puedes cortar con una tijera. Tiene un sabor suave, aunque sirve para las recetas que incluyen cebollas.
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    Cosecha las cebollas una vez que la parte de arriba se haya puesto marrón. Generalmente ocurre desde el final de la primavera al principio del otoño, dependiendo de cuándo las hayas plantado. Debido al prolongado período de crecimiento, las cebollas de invierno producen bulbos notablemente grandes. Tira de la parte de arriba de las plantas para sacar los bulbos o cava con una trinche de jardín. Quítales la mayor cantidad de tierra que puedas antes de ponerlas a secar.
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    Permite que algunos de los bulbos “caminen”. Las cebollas de invierno más comunes son las “caminantes”, que producen un bulbillo en la parte de arriba. Una vez que el bulbillo crece lo suficiente, su peso hace que se caiga al suelo y se plante por sí solo. Con frecuencia, lo único que necesitas para sacarlo, si no quieres que prospere, es tirar del tallo luego de que se haya plantado. Si permites que los bulbillos se planten te asegurarás una cosecha para la próxima temporada.
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Consejos

  • Cuelga a las cebollas para que se sequen o ponlas en un recipiente de red. Si las mantienes alejadas del suelo se secarán por completo.
  • Quítale a las cebollas la mayor cantidad de piel que puedas antes de almacenarlas. Cuanta más piel les saques, más secas estarán. Las cebollas secas se pueden almacenar por un largo tiempo.
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Advertencias

  • Siempre lee la etiqueta antes de elegir un producto químico, como un fertilizante o un pesticida, para las cebollas. Muchos productos pueden ser tóxicos si se ingieren.
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Cosas que necesitarás

  • Juegos de cebollas de invierno
  • Rastrillo o paleta
  • Regadera
  • Tijera para jardín
  • Trinche de jardín
  • Fertilizante
  • Abono
  • Pesticida

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Categorías: Cultivo de hortalizas
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