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Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania.
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La menta es una planta encantadora y de bajo mantenimiento que se puede utilizar de varias formas en comidas, bebidas y productos para el hogar. La menta crece mejor en una maceta, de forma que es una planta encantadora que puedes cultivar en el interior. Si te gustaría cultivarla en tu casa, todo lo que necesitas es conseguir una plántula de menta, volver a plantarla y realizar un cuidado rutinario. Podrás cosecharla después según lo necesites para preparar mojitos o té de menta.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Conseguir una plántula de menta
Parte 1
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1Compra una plántula. Las plantas de menta son notoriamente difíciles de cultivar a partir de semillas. En su lugar, ve a un vivero (o incluso a un supermercado) y compra una plántula. Busca una que tenga al menos entre 7,5 y 10 cm (3 y 4 pulgadas) de alto.[1]
- Algunas variedades de menta incluyen la menta dulce, menta chocolate, hierbabuena, menta cítrica, mastranzo y menta piperita.
- La hierbabuena y menta piperita son las más comunes. La hierbabuena se utiliza por lo general en la repostería y la cocina. La menta piperita se usa con más frecuencia en las bebidas, como en los mojitos y el chocolate caliente.
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2Reproduce una nueva planta de menta a partir de un esqueje. Corta una ramita de 10 cm (4 pulgadas) de una planta ya existente, aproximadamente 1,5 cm (1/2 pulgada) por encima de una unión. Coloca el recorte en un vaso con agua y espera una semana. Deben empezar a aparecer raíces blancas y pequeñas debajo del agua. Espera entre 2 y 7 días más para dejar que las raíces se desarrollen.[2]
- Agrega agua al vaso si es necesario.
- Cambia el agua cada 4 o 5 días para mantener el recorte saludable.
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3Usa un “estolón” de una planta de menta existente en el exterior. Si un amigo tuyo tiene esta planta en el exterior, puedes usar uno de sus estolones. Los estolones son tallos largos que crecen fuera de la planta de menta. Estos fijan sus propias raíces en el suelo, lo que significa que se pueden sacar y trasplantar cuidadosamente a una nueva maceta. Busca un estolón y usa una pala de jardinería para sacarla de la tierra con cuidado.
Parte 2
Parte 2 de 3:Plantar la menta
Parte 2
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1Consigue un contenedor con una superficie amplia. Las plantas de menta necesitan un lugar muy ancho para crecer de manera efectiva. No obstante, no necesitan que sea muy profundo. Busca un contendedor con al menos 20 a 30 cm (8 a 12 pulgadas) de ancho para cada planta.[3]
- Las macetas de cerámica son porosas y pierden humedad con facilidad. Por lo tanto, la menta puede ser más feliz en un contenedor de plástico.
- Puedes reutilizar un contenedor de plástico al perforar un agujero en la parte inferior para el drenaje.
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2Llena el contenedor con tierra para macetas. Puedes conseguir tierra para macetas en un vivero, en una tienda de materiales de construcción para el hogar o en un gran supermercado. A estas plantas les gusta que la tierra tenga un buen drenaje, así que no llenes mucha al punto de comprimir la tierra demasiado.[4]
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3Revisa que la tierra tenga un pH de entre 6 y 7,5. Estas plantas no son muy quisquillosas, por lo que aceptarán un relativamente amplio rango de pH. Usa un kit de prueba para asegurarte de que la tierra se encuentre en este rango óptimo.
- Para bajar el pH de la tierra, agrega un poco de compost, estiércol compostado o mantillo ácido.
- Para elevar el pH de la tierra, agrega cal en forma de pellets o ceniza de madera.
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4Coloca la plántula en el contenedor. Usa una pala de jardinería pequeña o tus dedos, y haz un agujero pequeño en la tierra. Coloca la plántula con cuidado en esa abertura. Mueve la tierra alrededor de la plántula, de modo que las raíces no estén expuestas y la plántula pueda estar erguida.[5]
- Las plantas de menta de interiores no requieren fertilizante o mantillo.
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5Riega la plántula inmediatamente después de plantarla. Una vez que la hayas plantado en la tierra, riégala generosamente. Dale aproximadamente entre 180 y 240 ml (6 y 8 onzas) de agua fluida.[6]
Parte 3
Parte 3 de 3:Cuidar tu planta
Parte 3
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1Ubica la menta en un lugar donde reciba la luz indirecta del sol. Elige un área que reciba sol en la mañana y sombra parcial en la tarde. Querrás que la planta reciba un poco de luz sin morir por completo.[7] Rótala cada 3 o 4 días. Las plantas de menta crecerán en la dirección de la luz solar. Por lo tanto, rótalas para evitar que crezcan de manera desigual.
- Algunas buenas opciones incluyen:
- una ventana orientada al norte
- el estante en una habitación frente a una ventana orientada al sur
- Algunas buenas opciones incluyen:
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2Riega la planta con frecuencia. Riega la planta al menos cada 2 o 3 días. Puedes regarla más si vives en un clima seco o si la planta ha recibido una gran cantidad de luz solar directa. Revisa con un dedo la tierra todos los días para asegurarte de que esté húmeda.[8]
- Usa aproximadamente entre 240 y 470 ml (1 y 2 tazas) de agua para regar la planta.
- La humedad puede ser importante en el proceso de crecimiento, así que considera rociar un poco de agua sobre tus plantas entre cada riego.
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3Usa un fertilizante soluble en agua si lo deseas. Las plantas de menta por lo general no requieren fertilizante, pero este puede mejorar su crecimiento si lo usas de forma ocasional. El mejor momento para usar un fertilizante es en primavera, cuando la nueva temporada de crecimiento comienza.
- Opta por un fertilizante soluble en agua y de liberación prolongada.[9]
- Usar demasiado fertilizante puede cambiar el sabor de la menta.
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4Cosecha las hojas de menta. Dale a la planta entre 2 y 6 semanas para establecerse. Luego, empieza a sacar las hojas tanto como lo necesites. Evita cosechar más de 1/3 de la planta de una sola vez ya que esto puede evitar que vuelva a crecer apropiadamente.[10]
- Sujeta los tallos de la menta al revés para secarlas.
- Guarda las hojas en un contenedor hermético, como en un frasco o en una bolsa de plástico pequeña.
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5Saca todos los botones florales antes de que se abran. Si bien las flores que aparecen en la parte superior de la planta son bonitas, deberás podarlas tan pronto como aparezcan. Usa un par de tijeras afiladas para cortar las flores y así evitar que haya hojas en menor cantidad y blandas.[11]
- Esto evitará que la planta muera. Cuando una planta de menta empieza a producir semillas, le dedica menos energía a la producción de hojas.
Cosas que necesitarás
- plántulas de menta o una planta de menta existente
- un contenedor
- tierra
- agua
- un par de tijeras
Referencias
- ↑ http://www.gardeningblog.net/how-to-grow/mint/
- ↑ http://foodiegardener.com/grow-mint-indoors-spearmint-and-peppermint/
- ↑ http://foodiegardener.com/grow-mint-indoors-spearmint-and-peppermint/
- ↑ https://www.almanac.com/plant/mint
- ↑ https://www.almanac.com/plant/mint
- ↑ https://www.almanac.com/plant/mint
- ↑ https://www.almanac.com/plant/mint
- ↑ http://www.bhg.com/gardening/vegetable/herbs/grow-mint-plants/
- ↑ https://bonnieplants.com/growing/growing-mint/