Los desperdicios son más que las cosas que tiras al basurero. Es posible que estés tolerándolos en muchas partes de tu vida, entre ellas, cómo empleas tu tiempo, dinero y energía. Si reduces los desperdicios en tu vida, te ayudará a restaurar tu motivación y equilibrio.

Método 1
Método 1 de 3:
Reflexionar en tus hábitos que desperdician recursos

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    Lleva un registro de tus hábitos. Utiliza un cuaderno para llevar un registro de tus actividades por 1 semana para que detectes patrones derrochadores, por ejemplo, gastar demasiado dinero o comprometerte a demasiadas cosas. Al escribir sobre lo que haces cada día, podrás reconocer mejor qué cosas gastan tu tiempo y energía. El primer paso para cambiar tus hábitos es anotarlos.[1]
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    Reduce tus gastos imprudentes y derrochadores. Es fácil descartar el valor del dinero y gastarlo sin planearlo. Separar una parte de tus ingresos mensualmente para ponerla en una cuenta de ahorros puede ayudarte a tener más libertad económica. Haz presupuestos para cada una de tus necesidades, por ejemplo, renta, comida y vida social.[2]
    • Ahorra dinero elaborando un presupuesto realista y trazándote metas para ahorrar para gastos más grandes. Ahorra el cambio en un tarro y luego llévalo al banco cuando el tarro esté lleno de monedas.
    • Marca las cuentas de servicios y demás plazos de pago en un calendario para que ningún gasto grande te agarre desprevenido. La preparación es clave para financiar tu futuro.
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    Reduce tus desperdicios medioambientales. Evalúa tu impacto medioambiental tomando en cuenta tu uso de luz, de gas, además de lo que haces para reciclar y reutilizar materiales. Piensa en maneras de reducir lo que desperdicias de los recursos de la Tierra. Trata de ir al trabajo caminando o en bicicleta en vez de ir en coche, por ejemplo. Gran parte de lo que usamos puede ser reutilizado o reciclado. También puedes reparar los objetos usados y donarlos a un amigo o hermano.[3]
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    Ahorra dinero en tu uso de agua. Para reducir la cantidad de agua que desperdicias, apágala cada vez que no la estés usando activamente, por ejemplo, mientras te cepillas los dientes. Asegúrate de arreglar cualquier goteo de los grifos o inodoros de inmediato. Toma duchas corta y limita tu uso de agua mientras lavas los platos, es decir, usa solo lo necesario para lavarlos. Las cuentas de servicios seguramente te lo agradecerán y tu huella de carbono también será menor.[4]
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    Reduce los desperdicios de comida. Limpia tu refrigerador cada semana y recuerda las fechas de vencimiento. Tener listas de compras hechas antes de ir al supermercado evitará que hagas compras innecesarias que luego pasen a ser desperdicios.[5]
    • En los Estados Unidos, un 40 % de los desperdicios de comida se generan en las propias casas. Asegúrate de solo comprar lo que necesitas y lo que vas a comer.[6]
    • Si cuando sales a comer te sobra comida, pide que te la envuelvan para llevar. También puedes guardar lo que te sobre de las comidas que hagas en casa. Ten papel film o contenedores de plástico con tapa para que sea más fácil guardar la comida en el refrigerador. Consume lo que guardes a tiempo para que la comida no se eche a perder.[7]

Método 2
Método 2 de 3:
Administrar tu tiempo y energía

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    Planifícate con tiempo. Trázate metas para cada día y elabora un plan que te ayude a alcanzarlas eficientemente para no perder ningún minuto. Planificarse con tiempo ayudará a incrementar tu productividad, a tener más energía y tiempo para alcanzar tus objetivos.[8]
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    Reduce los hábitos que te hacen perder tiempo. Mantente organizado y pon tu celular en silencio. Concéntrate en una sola tarea y termínala hasta el final. Libérate de un estándar de perfección y solo permítelo siempre que todo tenga su lugar y puedas encontrarlo cuando lo necesites. Tu propio sistema será efectivo para ti.[9]
    • Hacer varias tareas a la vez en realidad puede hacerte menos productivo y perder tiempo. Haz una lista de todo lo que necesitas para alcanzar tus metas y enfócate en cada tarea una por una.
    • Pasar tiempo con gente organizada puede motivarte a ser más organizado. Un amigo organizado, además de inspirarte, puede también hacerte rendir cuentas por tus hábitos desordenados.[10]
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    Evita dejar las cosas para después. Limita tu tiempo en Internet y limita otras distracciones que te hagan perder tiempo, tales como ver television, para que puedas mantener el rumbo. Abstente de estar constantemente conectado a Internet y más bien solo revisa tu correo electrónico periódicamente. Hacer una lista de metas realistas puede ayudarte a saber cómo pasar tu tiempo de manera más efectiva.[11]
    • Haz pausas cortas entre tarea y tarea, y recompénsate por las metas cumplidas para seguir motivado.
    • Disponte a rendir cuentas por tus acciones contándoles a otras personas tus metas. Mantenerte en comunicación con un amigo que te apoya puede ayudarte a mantenerte enfocado y en rumbo.[12]
    • Date premios por las metas cumplidas. Te mereces celebrar incluso los éxitos menores, ya que cada paso que tomes es estar más cerca de tu meta final. Estar al tanto de tu progreso puede ayudarte a creer que podrás alcanzar cada una de tus metas.
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    Aprovecha las oportunidades. Limitarte y negarte a aceptar desafíos puede ser un desperdicio, porque estará impidiendo tu progreso y crecimiento. Toma cada oportunidad de ser mejor y aprovéchalas al máximo. Dile “sí” a algo nuevo y arriésgate. Las redes de amigos y colegas pueden mejorar tus opciones laborales. Pídele su número a ese chico lindo o chica linda que veas por ahí.[13]
    • Asiste a eventos de creación de redes de contactos con una mente abierta y procura interactuar con personas a quienes crees que podrás ayudar en vez de aquellos que podrían ayudarte. Así harás los contactos más significativos.[14]
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    Evita limitar tu potencial. Resignarse a las expectativas de otra persona es una pérdida de tiempo. Descubre aquello que te apasiona y dedícate a hacer lo que te gusta. Expande tus horizontes para encontrar el lugar donde perteneces y dónde debes volcar tus energías.
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    Corta cualquier relación perjudicial. Deja de gastar energía en gente que te drene y en su lugar prioriza tus relaciones con gente que te haga sentir seguro, amado y respetado. Selecciona deliberadamente a quién vas a dedicar tus esfuerzos, ya que algunos son más egoístas que otros. Si ves que estar con determinada persona drena tu energía y te da vibras de negatividad, distánciate o corta a esa persona de tu vida.[15]
    • Date cuenta de que tu tiempo y atención son valiosos, y que solo mereces lo mejor. Si alguien te trata de una manera que te hace sentir incómodo, debes decírselo. Recompénsate por tomar la iniciativa de distanciarte de esa relación tóxica.[16]
    • Tienes que ponerte en primer lugar, ya que eres tu mejor aliado en la vida. No inventes excusas por el mal comportamiento de los demás. Solo porque alguien no pueda darte el amor que mereces, no quiere decir que nadie te pueda amar. Libérate de las relaciones tóxicas para que tengas espacio para la persona correcta en tu vida.
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    Acepta el dolor de una ruptura y ten esperanza en los nuevos comienzos. Cortar lazos con alguien cercano nunca es fácil, pero es necesario para nuestro crecimiento. Trata de escribir acerca de tus sentimientos y distraerte caminando en la naturaleza. Habla con un amigo o familiar de confianza. Recuerda que nunca debes tener vergüenza de pedir ayuda.[17]
    • Llorar es perfectamente normal y saludable, así que no contengas tus emociones. Recuerda que eres amado y valioso. Cuídate bastante para que otros puedan aprender a cuidar tus necesidades de la mejor manera posible.

Método 3
Método 3 de 3:
Cambiar de actitud

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    Medita y prioriza un patrón de sueño saludable. La falta de sueño conlleva a una falta de productividad y optimismo, lo cual es perder tiempo y desperdiciar energía. Identifica las causas de estrés en tu vida y haz lo posible por modificar, evitar o adaptar estas situaciones. Haz 20 minutos diarios de meditación para reducir tus niveles de ansiedad. Asegúrate de dormir de 7 a 8 horas todos los días.[18]
    • Para meditar, siéntate o acuéstate, cierra los ojos y respira naturalmente. Concéntrate en cada inhalación y exhalación.[19]
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    Mantente positivo. Retener una mentalidad negativa puede hacerte sentir aletargado y sin inspiración, lo cual puede desperdiciar tu potencial y energía. Di afirmaciones positivas cada mañana para empezar tu día con una buena actitud. Asegúrate de recordarte los aspectos positivos de tu personalidad y sé agradecido por lo bueno que tienes en la vida.[20]
    • Para liberar cualquier rencor que tengas hacia los demás, date cuenta de que su comportamiento es una reflexion de ellos mismos y no de ti. Perdónalos, aunque solo sea en privado. Cuando sueltes los rencores, tu mente podrá enfocarse en los aspectos más positivos de la vida.[21]
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    Cuídate a ti mismo. En vez de desperdiciar energía enfocándote en tus defectos, cambia de enfoque y celebra lo mucho que has crecido. Comunícate abierta y honestamente con tus seres queridos y compañeros de cuarto. Pide ayuda cada vez que la necesites, ya sea a un amigo de confianza o a un profesional de la salud mental.[22]
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    Separa tiempo para comer regularmente y hacer ejercicio. Esto ayudará a tu cuerpo y mente a estar sanos. El desayuno es crucial y evitará que te sientas fatigado durante el ejercicio. Mantente hidratado con agua durante el día. Notarás que empezarás a sentirte más sano y contento.[23]
    • Opta por el pan integral y de trigo en lugar del pan blanco, y evita los cereales azucarados. La fruta puede ser una excelente fuente de energía y un sustituto de los alimentos procesados y demasiado azucarados.

Acerca de este wikiHow

Annie Lin, MBA
Coescrito por:
Coach de vida y laboral
Este artículo fue coescrito por Annie Lin, MBA. Annie Lin es la fundadora de New York Life Coaching, un servicio de coaching de vida y de carrera con sede en Manhattan. Su enfoque holístico, el cual combina elementos de tradiciones de sabiduría tanto oriental como occidental, la ha convertido en una coach personal muy solicitada. Su trabajo ha aparecido en Elle Magazine, NBC News, New York Magazine y BBC World News. Annie tiene una maestría de la Universidad de Oxford Brookes. También es fundadora del New York Life Coaching Institute, el cual brinda un programa integral de certificación de coaching de vida. Puedes obtener más información en https://newyorklifecoaching.com. Este artículo ha sido visto 19 736 veces.